Género Ranking
Instalar APP HOT
img img Cuentos img El Precio De Vuestra Ignorancia
El Precio De Vuestra Ignorancia

El Precio De Vuestra Ignorancia

img Cuentos
img 11 Capítulo
img Gavin
5.0
Leer ahora

Acerca de

El aire del salón de banquetes estaba impregnado del caro perfume de Laura y Carlos, pero para mí, Sofía, solo olía a humillación. Apreté la bandeja con los nudillos blancos, observando a mi exnovio y a mi ex mejor amiga bailar, perfectos y exitosos, en la pista que yo merecía estar. Hace años, compartimos sueños en la moda, hasta que su envidia y ambición me tendieron una trampa, robándome los diseños y la beca que cambiaría mi vida, dejándome en la ruina. Ahora, yo servía copas mientras ellos brillaban. Laura me vio y, tras susurrar algo a Carlos, se acercó con una sonrisa empalagosa. "Qué sorpresa verte aquí, Sofía. Veo que al fin encontraste tu lugar en la industria de la moda." Su mano, adornada con diamantes, "accidentalmente" golpeó mi bandeja, derramando champán sobre su vestido. Su grito dramático y las lágrimas de cocodrilo atrajeron todas las miradas. Carlos me lanzó una mirada de puro desprecio: "¿Todavía no puedes soportar vernos felices y exitosos?" La humillación me quemó, me despidieron en el acto. Caminé hacia la salida de servicio, las risas y murmullos como puñales, la desesperación consumiéndome. En un callejón apestoso, bajo una lluvia fina, las lágrimas se mezclaron con mi rostro. Todo me lo habían arrebatado. Cerré los ojos, deseando una segunda oportunidad. Al abrirlos, el sol inundaba mi habitación de la casa de mis padres. El calendario marcaba tres meses antes de la audición para la beca. Había regresado. Una sonrisa lenta y fría se dibujó en mis labios. Esta vez, la venganza sería mi obra maestra. Pero la sorpresa fue mayúscula. Carlos también había regresado, comportándose como el hombre exitoso que fue, con una arrogancia que no le correspondía a esta época. Su ostentosa declaración de amor a Laura en el patio de la escuela, algo que no había pasado antes, me heló la sangre. Laura, aunque cómplice, mostraba pánico y ansiedad; se estaba dando cuenta de que Carlos tenía sus propios y oscuros planes. La vieja Sofía estaba muerta. Y la nueva no iba a ser pisoteada tan fácilmente. No, esta vez yo no sería la víctima. Esta vez, el juego había cambiado, y yo conocía las reglas.

Introducción

El aire del salón de banquetes estaba impregnado del caro perfume de Laura y Carlos, pero para mí, Sofía, solo olía a humillación. Apreté la bandeja con los nudillos blancos, observando a mi exnovio y a mi ex mejor amiga bailar, perfectos y exitosos, en la pista que yo merecía estar.

Hace años, compartimos sueños en la moda, hasta que su envidia y ambición me tendieron una trampa, robándome los diseños y la beca que cambiaría mi vida, dejándome en la ruina. Ahora, yo servía copas mientras ellos brillaban.

Laura me vio y, tras susurrar algo a Carlos, se acercó con una sonrisa empalagosa. "Qué sorpresa verte aquí, Sofía. Veo que al fin encontraste tu lugar en la industria de la moda."

Su mano, adornada con diamantes, "accidentalmente" golpeó mi bandeja, derramando champán sobre su vestido. Su grito dramático y las lágrimas de cocodrilo atrajeron todas las miradas.

Carlos me lanzó una mirada de puro desprecio: "¿Todavía no puedes soportar vernos felices y exitosos?" La humillación me quemó, me despidieron en el acto.

Caminé hacia la salida de servicio, las risas y murmullos como puñales, la desesperación consumiéndome. En un callejón apestoso, bajo una lluvia fina, las lágrimas se mezclaron con mi rostro. Todo me lo habían arrebatado.

Cerré los ojos, deseando una segunda oportunidad. Al abrirlos, el sol inundaba mi habitación de la casa de mis padres. El calendario marcaba tres meses antes de la audición para la beca. Había regresado.

Una sonrisa lenta y fría se dibujó en mis labios. Esta vez, la venganza sería mi obra maestra.

Pero la sorpresa fue mayúscula. Carlos también había regresado, comportándose como el hombre exitoso que fue, con una arrogancia que no le correspondía a esta época. Su ostentosa declaración de amor a Laura en el patio de la escuela, algo que no había pasado antes, me heló la sangre.

Laura, aunque cómplice, mostraba pánico y ansiedad; se estaba dando cuenta de que Carlos tenía sus propios y oscuros planes.

La vieja Sofía estaba muerta. Y la nueva no iba a ser pisoteada tan fácilmente. No, esta vez yo no sería la víctima. Esta vez, el juego había cambiado, y yo conocía las reglas.

Seguir leyendo

COPYRIGHT(©) 2022