Cecilia, Cecilia, Cecilia.
_ Cuéntame... Respondió Cecilia después de que Carmen la llamara tres veces.
_ Qué tienes.
_ nada. De verdad ,no me pasa nada.
_No me estás engañando Cecilia, te llamé tres veces y parece que no me escuchaste.
_ no te escuché.
_ ¿qué piensas?
_ Por favor Carmen deja de preguntarme.
_ Sigues igual, Cecilia tienes que ir al médico.
_Estoy bien, Carmen.
_ No estás bien. Reconocelo.
_ todo el tiempo es igual, cada vez que llueve y estás deprimida.
Cecilia suspiró y luego miró a su hermana que estaba parada frente a ella. Eran las seis de la tarde, llovía desde la primera hora de la mañana, la tarde estaba fría y Cecilia, como siempre, se sentó frente a la ventana para mirar hacia la calle. Se había convertido en una costumbre para Cecilia, todas las tardes se sentaba frente a la ventana que daba a la calle, las ventanas de la casa eran grandes, medían aproximadamente cinco pies de cada lado.
_ Te gustaria cafe.
_ Sí
Carmen fue a la cocina, sirvió dos tazas de café y le trajo una a Cecilia. Cecilia tomó la taza y empezó a beberla poco a poco.
_ En qué pensabas ?. le volvió a preguntar Carmen.
_ en María.
_ en María....... le pregunto Carmen rápidamente.
_ Sí, debe haberse convertido en mujer.
_ si maria debe tener veintidós años.
_ Y que extraño pensando en Maria.
_ No lo sé.... Cecilia respondió a Carmen.
_ desde ayer he estado pensando en maria.
_ Muchas veces pienso en cómo estara, será que ella es feliz
Carmen permaneció en silencio mientras Cecilia hablaba. Carmen sabia que Cecilia no habia podido olvidar la muerte de sus padres y mucho menos la muerte de su hermano. Nadie imaginó que ese día ocurriría una pérdida tan lamentable.
Han pasado catorce años y tanto Cecilia como Carmen suelen experimentar depresión, Cecilia tiene treinta y cuatro años y Carmen treinta y seis. tenían casi dos años de diferencia, ambas eran jóvenes, y además muy hermosas, Carmen tenía el cabello largo hasta la cintura y Cecilia tenía el cabello castaño, y su figura era hermosa, mucha gente en el pueblo no entendían por qué las dos hermanas todavía no se habían casado . y cuando se acercaba un hombre para enamorarlas ellas , automáticamente lo rechazaban e incluso hubo rumores de que a las dos hermanas no les gustaban los hombres, y muchos de sus vecinos murmuraban de que ellas eran homosexuales. El comentario llegó a sus oídos pero lo ignoraron. Simplemente continúaban con su vida normal trabajando duro.
Los dos hermanas vivian juntas en una casa, esta casa fue heredada de sus padres después de su muerte.
Eran las cuatro de la mañana, cuando sus padres salieron esa mañana del pueblo y se dirigieron a la capital en ese momento viajaban por la carretera y comenzó a llover, su padre Sebastián Quintero conducía y Cecilia iba en la parte trasera del auto. con su sobrina María, que sólo tenía ocho años. cuando de repente Don Sebastián perdió el control de su auto y se salió de la carretera, en ese momento la puerta trasera del auto se abrió milagrosamente, quedando Cecilia y María afuera del auto.
Cecilia vio como el auto en el que se encontraban volcó, perdiendo la vida sus padres, su hermano mayor y su cuñada. Cecilia, que estaba en shock, abrazó a María y no podía dejar de llorar.
Desde entonces, Cecilia se deprimia y cuando llueve, los recuerdos la invaden provocándole una gran tristeza. A diferencia de Carmen, ese día Carmen vivía con su tía Elena, y aunque muchas veces lamentó el incidente y la pérdida de sus padres, no presenció el accidente y eso la hizo más fuerte.
Carmen queria ayudar a su hermana Cecilia para que visitará un médico, pero Cecilia no queria siempre dice que estába bien.
_ Qué vamos a hacer para cenar..... le preguntó Carmen a Cecilia, interrumpiendo sus pensamientos.
Cecilia voltio la miró y sonrió. Y luego le dijo.
_ ¿Qué te parece si comemos pan con queso?
_ Me parece bien..... Respondió Carmen.
.Ya eran las siete de la noche , y la lluvia no había sesado , el clima estaba frío y oscuro, de repente vio las luces de un auto que pasaba por la carretera, Cecilia vio como pasaba el auto y de repente se dio vuelta y se detuvo. justo al frente de la casa.
_quién será... pensó Cecilia. y élla sin moverse de la ventana miró el auto estacionado justo frente a su casa.
_Qué pasó..... preguntó Carmen a Cecilia al notar que seguía mirando hacia afuera.
_ Hay un coche parado en el frente de la casa, lleva tiempo parado. y no ha salido nadie.
Carmen se levantó de su lugar y corrió a mirar por la ventana.
_ ¿Quién es ese...? Preguntó Carmen.
_No lo sé, no abras la puerta, no vaya a ser que nos vallan a robar......... le dijo Cecilia.
De repente se abrió la puerta trasera del auto, y del auto salió alguien que vestía un sobretodo. para no mojarse, botas negras y una capucha. Luego la persona se dirigió hacia la puerta de la casa, y al llegar se puso a tocar la puerta ,Cecilia y Carmen permanecieron en silencio en la casa. sin abrir porque no sabian quién era .
El misterioso visitante llamó varias veces a la puerta y no dejó de tocar al cabo de quince minutos, Carmen y Cecilia decidieron abrirla, aunque con un poco de miedo.
Cecilia se levantó, fue hacia la puerta y al abrirla vio a la persona parada frente a ella. Entonces el misterioso visitante levantó su mano derecha y se quitó la capucha dejando el rostro al descubierto, diciéndole.
_tía, no estás feliz de verme.
Cuando Cecilia la vio quedó impactada, casi no lo podía creer. Llevaba dos días pensando en su sobrina y en ese momento estaba parada frente a élla.
Después de unos segundos, la abrazó y le dijo.
_ Disculpa hija. me sorprendiste, no te esperaba especialmente ahora y con este mal tiempo, pasa. Bienvenida Mari.
_ tía carmen , como estás.
_ María , que sorpresa , bienvenida pasa mira como estás .