Señor Griego
img img Señor Griego img Capítulo 1 Prólogo
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Capítulo 6 Órdenes img
Capítulo 7 Sumisión img
Capítulo 8 Ardiendo img
Capítulo 9 Enfados img
Capítulo 10 La solución img
Capítulo 11 La reunión img
Capítulo 12 Confesiones img
Capítulo 13 Amándonos img
Capítulo 14 Solamente juntos img
Capítulo 15 Confusiones img
Capítulo 16 Viaje concluido img
Capítulo 17 El regreso img
Capítulo 18 Demasiado cerca img
Capítulo 19 No me toques img
Capítulo 20 Por favor ... img
Capítulo 21 Juntos es peligroso img
Capítulo 22 Mientras lo averiguo img
Capítulo 23 Celos img
Capítulo 24 Riesgo img
Capítulo 25 Retiro img
Capítulo 26 Finalmente img
Capítulo 27 Epílogo img
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Señor Griego

Rossetica
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Capítulo 1 Prólogo

Había algo muy erótico en la manera en que él me veía bailar, en la forma en que saboreaba como yo, cada movimiento. Yo pasaba mis manos por mi cuerpo y creo que bajo su mirada, ambos sentíamos que eran las suyas las que me tocaban. Que era su piel la que transpiraba en la mía y su corazón el que marcaba el ritmo del mío.

Cada vuelta que daba lo hacía con la firme certeza de que mis ojos le volverían a encontrar allí donde los suyos ya me esperaban.

Mis piernas resbalaban por el suelo subidas en la mayor sensación de deseo que jamás había experimentado y eso que era mi costumbre sentirme deseada por los hombres...era parte de mi trabajo; pero había algo diferente en hacerlo para él.

Con Ezio siempre fue distinto. Con él era algo más...o bien algo más turbio. Con él era la promesa escondida detrás de todos los "no puedo", o "no debería " que se repetían en mi mente mientras aquel hombre fumaba su puro adorando mi piel semidesnuda con sus ojos hambrientos de mí. Era la certeza intrínseca de que los dos nos perderíamos más temprano que tarde porque había algo más fuerte que todo, que nos doblegaba: la pasión...nuestra pasión por sentir.

Y fue entonces que ese día todo cambió, ese día me dejé llevar por sus manos...las suyas que vinieron y tomaron todo de mí. Me dejé ir en sus ganas y ofrecí todo lo que podía dar sin imaginar que me estaba quedando sin nada, todo lo estaba entregando en ese encuentro con el objeto de mi mayor deseo.

El mismo día que me perdí en aquel señor griego, me escondí dentro de su mundo alejándome de todo lo que me perseguía en el mío. Intenté empezar de nuevo ilusa de que hay cosas que nunca acaban porque están diseñadas para destruirnos si lo hacen.

Pero esta historia no comienza aquí. Esta historia comienza cuando me obligan a casarme con un tipo que aborrezco y del que huyo, refugiándome dentro de un crucero de lujo, suplantando a una chica desaparecida y fingiendo ser alguien que no soy, dispuesta a asumir todo lo que eso conlleve con tal de no ser la presa de nadie.

Claro que en ese momento yo no podía imaginar que sería justamente eso: el anhelo más profundo de un extraño que acabó apretando mi vida en el puño de su mano, provocando que él y solo él pudiera darme el oxígeno que necesitaba para respirar y seguir estando viva.

El señor griego del que tanto huí, se convirtió en la alquimia de mi propia esencia. Fuí suya como no imaginé y hoy sé que pase lo que pase, lo seguiré siendo...aunque tenga que afrontar mi destino y él no pueda impedirlo. Aunque no esté para hacerlo y yo no pueda volver a huir de el.

            
            

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