Quiero una secretaria fea
img img Quiero una secretaria fea img Capítulo 1 Quiero un secretaria fea
1
Capítulo 6 Sus piernas img
Capítulo 7 Suerte, fea img
Capítulo 8 Curiosidad img
Capítulo 9 Tamaño ideal img
Capítulo 10 Tu amiga no es fea img
Capítulo 11 Houston, tenemos un problema. img
Capítulo 12 No pierde el tiempo img
Capítulo 13 ¡Qué mentirosa soy! img
Capítulo 14 ¿Se divierten a mi costa img
Capítulo 15 Cuñada img
Capítulo 16 Gaby perdió un embarazo img
Capítulo 17 Tienen un plan conmigo img
Capítulo 18 Fácil de manipular img
Capítulo 19 Caí como un idiota img
Capítulo 20 No encuentro explicación img
Capítulo 21 ¿A qué está jugando img
Capítulo 22 Mirando a otra img
Capítulo 23 Discreción img
Capítulo 24 Red Beach img
Capítulo 25 No tengo amantes img
Capítulo 26 ¿Sos inocente o te hacés img
Capítulo 27 El maldito italiano img
Capítulo 28 Malentendido img
Capítulo 29 Oportunidades perdidas img
Capítulo 30 ¿Lo conquisté img
Capítulo 31 Me enamoré img
Capítulo 32 Soy virgen img
Capítulo 33 Es mi novio img
Capítulo 34 Quiero ser tu novio img
Capítulo 35 Estoy agotada img
Capítulo 36 Analfabeto img
Capítulo 37 La reina del llanto img
Capítulo 38 Cuñadas dobles img
Capítulo 39 Me quiero casar img
Capítulo 40 Doble moral img
Capítulo 41 La dejó picando img
Capítulo 42 El plan fue perfecto img
Capítulo 43 Expuestas img
Capítulo 44 Toda la vida img
Capítulo 45 Incómodos los dos img
Capítulo 46 Confesiones img
Capítulo 47 Limpieza img
Capítulo 48 Vine a verte img
Capítulo 49 Segunda limpieza img
Capítulo 50 Nada serio img
Capítulo 51 Disolver la sociedad img
Capítulo 52 Amante esporádica img
Capítulo 53 ¿Te querés casar conmigo img
Capítulo 54 ¿Voy a ser padre img
Capítulo 55 Terceros img
Capítulo 56 Responsable y feliz img
Capítulo 57 ¡Vamos a ser papás! img
Capítulo 58 No tengo retorno img
Capítulo 59 Empleada indiscreta img
Capítulo 60 Ayuda img
Capítulo 61 Protagonismo img
Capítulo 62 Mi casamiento img
Capítulo 63 La fiesta img
Capítulo 64 Rendido ante ella img
Capítulo 65 Esperé 13 años img
Capítulo 66 Exhibicionismo img
Capítulo 67 Nudo en la garganta img
Capítulo 68 ¿No fue importante, implica sexo img
Capítulo 69 ¡Descarada! img
Capítulo 70 Salió arando img
Capítulo 71 Desaparecieron img
Capítulo 72 Sorpresa de casamiento img
Capítulo 73 Malditos italianos img
Capítulo 74 Ni socio ni amigo img
Capítulo 75 Tía Rosita img
img
  /  1
img
img

Quiero una secretaria fea

Miri Baustian
img img

Capítulo 1 Quiero un secretaria fea

Por Leonardo

-No te rías, de verdad quiero que el anuncio diga eso.

-No vas a tener a ninguna candidata.

-¿Por qué no? ¿Acaso todas las mujeres piensan que son hermosas?

Le dije a mi amigo y socio, mientras revisaba unos archivos en mi computadora.

-Ninguna mujer va a admitir que es fea.

Me lo dice con mucha seguridad, queriendo que entre en razón, pero yo estoy obsesionado con ese tema.

-Yo quiero una secretaria fea, que domine tres idiomas y que me pueda acompañar a las reuniones, cócteles y viajes de negocios, sin que busque a algún candidato para casarse.

Sonríe con sarcasmo.

-Que sea fea no significa que no se quiera casar.

Declara mientras sigue sonriendo y yo me estoy enojando.

A pesar de eso reconozco que tiene un buen punto, pero si era fea, nadie se iba a querer casar con ella.

Se lo expuse así.

-Sos un cerdo.

-Es una realidad.

-No lo es.

No puede tener razón.

-De todos modos. -Le corté fastidioso -Quiero una secretaria capacitada y fea, tuve 4 secretarias en el último año, todas vienen en busca de encontrar candidatos para casarse y todas me dejaron para casarse con clientes o empresarios, todos millonarios, por cierto.

Tocan la puerta y es Melina, la cuarta secretaria, que estaba a punto de casarse con un empresario que conoció en una cena de negocios a la cual me acompañó como mí secretaria.

La miro con odio.

-Ya publiqué el anuncio.

Dice con una sonrisa, casi tímida.

Era bella, pero no tanto como la anterior que solo había durado 2 meses, Melina duró 4 meses, si, solo cuatro malditos meses.

Mi empresa no era un trampolín para conseguir marido, ni uno de esos lugares donde se conseguían parejas.

Al parecer sí, le voy a cobrar una maldita comisión a cada una de las secretarias que se case con alguien relacionado a mí.

Mejor quiero una secretaria fea.

Ricardo se ríe.

Claro, su secretaria ya lleva 6 años con nosotros, desde que comenzamos con nuestra empresa.

Fue cuando nos hicimos cargo de la empresa.

En realidad no es que la comenzamos nosotros, nuestros padres eran socios y nosotros tenemos la misma edad, nos conocemos de toda la vida, somos como hermanos.

Hicimos juntos la primaria, la escuela secundaria y luego la facultad.

Acá estamos ahora, siendo los dos ingenieros civiles, sin muchas opciones de haber elegido otra carrera.

Quiero decir, tuvimos presiones de nuestras familias para seguir los pasos de nuestros padres y aún sin habernos recibido ya nos tiraban proyectos multimillonarios y teníamos que resolverlos.

Éramos compañeros de juergas, pero en el trabajo éramos profesionales, eso sí.

En cuanto a nuestros estudios, no nos quedaba otra, teníamos la empresa constructora más grande del país, o al menos una de las más grandes.

Trabajamos para el gobierno de nuestro país y también con los de países linderos, también con inversores privados.

Siempre ganábamos licitaciones importantes, teníamos mucho prestigio.

Hacemos puentes, diques y edificios enormes, esos rascacielos tan imponentes y modernos que se levantan con orgullo y sobresalen entre los demás, los más grandes de la ciudad son nuestros y son más de veinte.

De todos modos amo lo que hago, más allá de las presiones de mi padre.

Claro que de chico quería ser futbolista, como la mayoría de los niños de mi país, pero no era funcional para nuestra empresa.

Company Haber and Smith, así se llama nuestra empresa.

Yo soy Leonardo Haber y mi socio es Ricardo Smith.

Cuando nos hicimos cargo de la compañía, Ricardo decidió quedarse con quien fuera la secretaria de su padre.

La que era secretaria del mío ya estaba para jubilarse y decidí contratar a una bella y joven asistente, que se enredó conmigo y terminó renunciando luego que me encontrara en los brazos de otra chica en una discoteca de la ciudad.

Flor de indemnización se llevó.

No aprendí la lección, porque me enredé con las próximas tres secretarias que tuve y con cada una de ellas tuve un problema parecido.

Luego vino una que duró tres años, era casada y amaba a su marido, no me dio cabida y a mí tampoco me interesaba, pero renunció cuando a su marido le ofrecieron trabajo en otra ciudad.

Así llegué al último año.

Aprendí a no meterme con mis secretarias, pero ellas se meten con todos los hombres que tiene que ver con mi empresa.

Debe ser mi karma.

-Agregá que quiero que sea universitaria, licenciada en administración de empresas o contadora o abogada, algo así, no dejes de poner que sea fea, que domine tres idiomas y que no use ropa inadecuada, quiero alguien que se vista como mi abuela.

Le había dicho a mi secretaria al indicarle que quería que dijera el anuncio.

-Estás loco.

Me insiste Ricardo.

-No, quiero una secretaria que me dure.

-Entonces no pongas como requisito que tenga entre 22 y 26 años.

-No quiero alguién de 45 que no me pueda acompañar a las reuniones porque se duerme temprano.

-No vas a encontrar a alguién así.

Mi secretaria estaba escuchando nuestra conversación.

Sé que Melina se sentía culpable, pero de todos modos se iba a casar y me iba a dejar.

Pasé por la casa de mis padres, como cada jueves por la noche, cenábamos juntos.

Es parte de nuestra rutina.

-Hola hermanito.

Angy saltó sobre mí, es mi adorada hermana, había regresado de Europa.

Cuando se recibió de licenciada en administración de empresas, mis padres le regalaron un viaje a Europa,

El viaje duró 6 meses.

Fué con una amiga, aunque ni recuerdo el nombre de su amiga, creo que no la vi nunca.

Estaba feliz de tenerla de nuevo en casa, aunque la vea poco, realmente la extrañé.

Me llenó de regalos que había ido comprando en cada ciudad que visitó.

Siento que piensa en mí todo el tiempo y eso, como hermano mayor, me llena de orgullo.

Mis padres le permitieron elegir la carrera, siempre que tuviera que ver con el tema de los negocios, aunque no le exigieron que estudie ingeniería civil.

Les comenté que mi secretaría se casaba, que era la cuarta en el año, es que en cuanto aprendían a manejarse como yo lo necesitaba, me abandonaban.

Parecía obsesionado con el tema.

-Quiero una secretaria fea, que no se vaya detrás de un empresario.

-Ninguna mujer va a reconocer que es fea, y depende para qué hombre puede resultar o no, fea y vos sos misógino.

Me dice Angy, y creo que está ofendida por mi pensamiento.

-No es verdad, no soy misógino.

Discutimos sobre el tema, nadie parecía comprender mi situación y en la casa de mis padres estaban molestos conmigo.

Me despedí de mi familia, no quería seguir discutiendo sobre el tema, pienso así y el anuncio ya había salido.

Llegué a casa, revisé los correos electrónicos y nadie había mandado nada, ni un miserable currículum, después decían que querían trabajar.

¿Acaso todas las mujeres se consideraban lindas?

A lo mejor no era que se considerarán todas lindas, a lo mejor les daba vergüenza reconocer ante los demás que eran feas, pero tampoco es que estoy buscando una aguja en un pajar, simplemente busco alguien fea y con estudios, hasta es más lógico que una joven fea esté mejor preparada, ya que no tiene tantas posibilidades de tener pareja y de salir como una mujer bella, no sé porqué nadie le encuentra lógica a mis pensamientos, si es una ecuación simple.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022