/0/16471/coverbig.jpg?v=48f2517844f4bf9a2506a00186f18df2)
mojada que ya estaba. - ¡Espera, espera! - Le agarré la muñeca y se detuvo inmediatamente. -¿Deberíamos estar haciendo esto aquí? -Soy el dueño de este lugar, así que creo que deberíamos. -Me besó otra vez. Gemí cuando su boca se movió hacia mi cuello, que se había vuelto infinitamente más sensible desde nuestra noche juntos. -Para mí es suficiente