Secretos de la esposa olvidada: Ahora brilla
img img Secretos de la esposa olvidada: Ahora brilla img Capítulo 4
4
Capítulo 6 img
Capítulo 7 img
Capítulo 8 img
Capítulo 9 img
Capítulo 10 img
img
  /  1
img

Capítulo 4

Punto de vista de Elena Herrera:

Di un paso adelante, mi mano se extendió, agarrando su brazo. Mis dedos se cerraron, una súplica desesperada por conexión.

-Bruno, por favor. Ven a casa conmigo. Mi madre... te necesita. Necesita verte antes de que sea demasiado tarde. Podemos hablar de todo esto más tarde, solo por favor.

No se movió, al principio. Dejó que lo jalara unos pasos, sus pies arrastrándose. Sus ojos estaban abiertos, ilegibles.

Entonces, un grito agudo atravesó el aire.

-¡Bruno! ¡Mi amor! -chilló Galilea, su voz teñida de pánico. Corrió tras él, agarrándose a su brazo-. ¡No la escuches! ¡Nos vamos a casar! ¡Hoy!

Sus ojos se lanzaron a los míos, un destello de puro veneno, antes de volverse hacia Bruno.

-¡Me lo prometiste, Bruno! ¡Me prometiste una boda perfecta e inolvidable! ¡No dejes que esta mujer la arruine! -se quejó, apretándose contra su costado-. Tu madre está enferma, ¡mi madre también está enferma! ¡Ambas queremos que nuestras madres nos vean casarnos, por favor no dejes que esta mujer lo arruine!

Su voz, una sirena irritante, pareció sacar a Bruno de su aturdimiento. Sus ojos, que habían tenido ese breve destello de algo más suave, se endurecieron una vez más. Me arrancó el brazo de su agarre, sus movimientos bruscos y despectivos.

-Elena, cálmate -murmuró, su voz baja, casi un siseo-. Esto es solo... una actuación. Una recompensa para Galilea. Nada más. Hablaremos más tarde.

Galilea, todavía aferrada a él, parpadeó inocentemente, una súplica silenciosa en sus ojos. Era un movimiento practicado, uno que le había visto usar en innumerables ocasiones. La víctima inocente.

Los miré, a su acto enfermizamente coordinado. Una risa hueca y sin alegría brotó de mi garganta. No era una actuación. No para ella. No con esa mirada en sus ojos, la que nunca me había dado a mí.

-¿Una actuación? -repetí, mi voz plana-. ¿Quieres decir, como nuestro matrimonio fue una actuación para ti, Bruno? ¿Un pequeño secreto conveniente que podías sacar cuando necesitabas mi dinero, mis conexiones, mi apoyo?

Frunció el ceño, su paciencia claramente agotándose. Me empujó hacia atrás, un empujón brusco e impaciente que me hizo tropezar.

-¡Elena, detén esto! ¡Te dije que esto es una recompensa para Galilea! Ha sido una asistente leal, se lo merece. ¡No tiene nada que ver contigo!

El estómago se me contrajo, un violento temblor recorriéndome. Una recompensa. Estaba recompensando a su amante. Con la boda que siempre me había negado.

Los recuerdos me golpearon como un maremoto. Mis padres, sus rostros grabados con decepción cuando les dije que Bruno no quería una gran boda. "Es demasiado, Elena", había dicho, su voz despectiva. "Demasiado público. Haremos algo pequeño, íntimo. Solo nosotros".

Íntimo. Eso significaba oculto. Eso significaba vergonzoso.

Mi madre, su voz suave: "Está bien, querida. Mientras seas feliz". Pero sus ojos... sabía que había soñado con verme caminar hacia el altar.

Nunca conoció a mi familia, no como debía ser. Siempre una excusa. Siempre una "emergencia de trabajo". No podía molestarse en pasar una hora con la mujer que me crió, la mujer que ahora estaba en su lecho de muerte. Pero podía montar este espectáculo elaborado y público para su amante.

Rompió cada promesa, cada límite, cada pizca de decencia por ella. La hizo su pareja pública, su radiante novia. Para mí, solo tuvo secreto y negligencia.

Mis ojos ardían. Lágrimas calientes y furiosas brotaron, nublando su rostro engreído y engañoso. Era un monstruo.

Mi mano se disparó, impulsada por una furia abrasadora, y lo abofeteé. El sonido resonó en el silencio atónito, un chasquido como de látigo que hizo eco en la quietud repentina.

-¿Una recompensa? -siseé, mi voz temblando de rabia-. ¿Recompensas a tu zorra por acostarse contigo a espaldas de tu esposa? ¿Así lo llamas, Bruno? ¡¿Una recompensa por adulterio?!

            
            

COPYRIGHT(©) 2022