Quererte Una Vez Más
img img Quererte Una Vez Más img Capítulo 10 Si ella fuera la mitad de sensata que tú
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Capítulo 13 ¿Y qué img
Capítulo 14 ¿Podrías ser un poco más razonable img
Capítulo 15 Hospitalizada img
Capítulo 16 Es un asunto familiar img
Capítulo 17 Nos vemos allí img
Capítulo 18 ¡Qué vergüenza! img
Capítulo 19 Las pertenencias de Julia img
Capítulo 20 ¡No quiero volver a verte por aquí! img
Capítulo 21 Un viejo amigo img
Capítulo 22 La gente siempre cotillea img
Capítulo 23 La actriz de reparto img
Capítulo 24 Cita de amigos img
Capítulo 25 ¿Por qué no la dejas img
Capítulo 26 Recomendación de Jean img
Capítulo 27 De compras img
Capítulo 28 Comidilla del día img
Capítulo 29 El señor Fang img
Capítulo 30 Big G img
Capítulo 31 Celos img
Capítulo 32 La ira de Terence img
Capítulo 33 La amabilidad de la mujer policía img
Capítulo 34 Una disculpa img
Capítulo 35 Fiesta de cumpleaños img
Capítulo 36 Estando bajo el ojo público img
Capítulo 37 Mantén la calma img
Capítulo 38 Escándalo img
Capítulo 39 Somos hermanas img
Capítulo 40 Eric quería ayudar img
Capítulo 41 Confrontación img
Capítulo 42 Volver a casa con Terence img
Capítulo 43 Si es que no te aburre img
Capítulo 44 Cocinando para Terence img
Capítulo 45 El aroma del hogar img
Capítulo 46 Vida img
Capítulo 47 Amenazas img
Capítulo 48 Quiero despedirme img
Capítulo 49 Un sueño img
Capítulo 50 Perder la oportunidad img
Capítulo 51 La promesa de Samuel img
Capítulo 52 Trabaja duro en la actuación img
Capítulo 53 Lo veo claro img
Capítulo 54 Sé sincera img
Capítulo 55 Lo bueno está por venir img
Capítulo 56 Una trama improvisada img
Capítulo 57 Llegando tarde img
Capítulo 58 Tienes que confiar en mí img
Capítulo 59 ¿Te tomaste en serio mis palabras img
Capítulo 60 Estamos aquí para trabajar img
Capítulo 61 Despide a los sirvientes img
Capítulo 62 Cenar juntos img
Capítulo 63 Tonterías img
Capítulo 64 ¿Qué pasó img
Capítulo 65 Eres tan estúpido img
Capítulo 66 Una trampa img
Capítulo 67 Actuación img
Capítulo 68 Lidiar con la herida img
Capítulo 69 El plan fallido img
Capítulo 70 Ella se puso celosa img
Capítulo 71 Te ayudaré a descargar tu rabia img
Capítulo 72 Haz una sugerencia img
Capítulo 73 Olvidé las líneas img
Capítulo 74 La pelea abierta img
Capítulo 75 Visitando a Jean img
Capítulo 76 Somos amigos img
Capítulo 77 Realmente te envidio img
Capítulo 78 Tus problemas son mis problemas img
Capítulo 79 Voy a descansar img
Capítulo 80 Un consejo de Samuel img
Capítulo 81 Romance a corto plazo img
Capítulo 82 No existen los almuerzos gratis img
Capítulo 83 Me conoces bien img
Capítulo 84 El secreto de Abby img
Capítulo 85 No me hagas esperar img
Capítulo 86 Tendré cuidado img
Capítulo 87 Rechazando a Eugen img
Capítulo 88 Freda img
Capítulo 89 Merezco una explicación img
Capítulo 90 Esta mujer está loca img
Capítulo 91 La ayuda de Jean img
Capítulo 92 Provocación img
Capítulo 93 La verdad de Jean img
Capítulo 94 ¿Qué le ocurrió a tu rostro img
Capítulo 95 Tentar con la promesa del triunfo img
Capítulo 96 Ayúdame img
Capítulo 97 Tengo mucho miedo img
Capítulo 98 Una larga historia img
Capítulo 99 Gracias img
Capítulo 100 Ella me sedujo img
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Capítulo 10 Si ella fuera la mitad de sensata que tú

"¿Qué?". Terence le lanzó una mirada de sorpresa a Jean, preguntándose qué había querido decir.

"La chica del hospital no quiso decir nada al decir que eres mi novio. No te lo tomes personal", dijo Jean antes de bajar la cabeza con timidez.

"No tiene importancia". Arrancó el auto y cambió de tema. "Dijiste que querías ir al supermercado, ¿no?".

"Sí", respondió ella asintiendo levemente con la cabeza y sintiéndose muy triste. De hecho, quiso tener un acercamiento con Terence diciéndole que la gente pensaba que eran pareja. Pero parecía que a él no le importaba, y eso significaba que nunca había pensado en tener una relación con ella.

Habían pasado solamente unos días desde que Jean había regresado y se dio cuenta de que había conseguido revolucionar la relación de Julia y Terrence en tan poco tiempo. No obstante, le llevaría algún tiempo más para convertirse en la esposa legal de Terence.

"¿Cómo está tu mano?", preguntó él. Su mente había estado tan concentrada en Julia los últimos dos días que se había olvidado de Jean.

"Está bien. Me dieron varios puntos. El médico me aconsejó guardar reposo. Si lo cumplo, pronto me pondré bien".

"Genial". Terence esbozó una débil sonrisa y asintió. "Lo siento mucho. No esperaba que Julia hiciera algo así para lastimarte", agregó él en tono de disculpa.

"¿De qué estás hablando?". Jean frunció ligeramente el ceño. A ella no le gustó que él se sintiera culpable por algo que Julia había hecho. "No es culpa tuya. ¿Por qué te disculpas?".

Después de hacerle la pregunta, suspiró. "Todo es culpa mía. No la culpo a ella".

"Si yo no hubiera aparecido de repente, Julia no se habría enojado tanto. O si no te hubiera pedido que me recogieras en el aeropuerto, las cosas no se habrían vuelto caóticas. Tú y Julia han sido felices juntos durante los últimos tres años. La verdad es que no esperaba que las cosas se estropearan en el momento en que volví a entrar en tu vida. Es mi culpa".

Jean agachó la cabeza con la mirada fija en sus manos. Transmitía tristeza mientras continuaba hablando. "Pero me fui a toda prisa hace todos esos años. Ni siquiera he estado en contacto con mis amigos de la Ciudad H. Después de pensarlo una y otra vez, me di cuenta de que tú eras el único que vendría a recogerme".

"No tienes que sentirte culpable", intervino Terence tratando de consolarla. "Julia y yo no hemos sido felices juntos. Apenas nos hemos dirigido la palabra en los últimos tres años. Además, nuestro matrimonio solo existía sobre el papel. En otras palabras, me ayudaste a divorciarme de Julia después de que regresaras.

Me divorcié de ella porque desde que tengo uso de razón no hemos estado en buenos términos. No tienes que preocuparte por eso".

"¿De verdad?", preguntó Jean, contenta por dentro.

"Por supuesto", asintió este. "Julia ya se mudó y tú no tienes dónde vivir, ¿no? Puedes irte a vivir a mi casa. Está vacía".

Ella fingió dudar. "¿Estás seguro de que es una buena idea? ¿No te causará ninguna molestia?", preguntó en un intento de no parecer demasiado ansiosa.

"No hay ningún problema. No vas a quedarte en un hotel eternamente, ¿o sí?". Terence sonrió con los ojos puestos en la carretera. "Además, fue mi culpa que tuvieras que dejar la Ciudad H durante tanto tiempo. Ahora que has vuelto, dame la oportunidad de compensártelo".

"Terence...". Jean se quedó profundamente conmovida por sus palabras. Entonces lo miró y dijo en un tono suave: "En realidad, nunca te culpé por eso. En mi opinión, Julia tampoco lo hizo aposta. Además, fue hace mucho tiempo. Ahora están divorciados, así que tal vez deberíamos olvidarlo y seguir adelante".

El hombre sonrió amargamente. Tras pensar durante varios segundos, comentó: "Si ella fuera solo la mitad de sensata que eres tú...".

No obstante, él era consciente de que Julia era terca y no cedía bajo ningún concepto.

"¿Qué dijiste?". Jean lo había escuchado claramente. Su corazón se rompió al saber que Terence sentía algo por su hermana.

"Nada". Él sonrió mientras estacionaba el auto en el estacionamiento subterráneo del supermercado. "Ya llegamos", anunció.

Los dos salieron del vehículo y se dirigieron a la entrada uno al lado del otro. Cuando llegaron, Terrence se adelantó para abrirle la puerta a Jean, como un verdadero caballero. Ella le dedicó una sonrisa y entró primero con él detrás.

Como Jean tenía la mano herida, Terence llevó el carrito de la compra y la acompañó mientras compraba.

"Por cierto, Terence", comenzó a decir ella. Después miró al hombre, que iba con las manos en el carrito de la compra a un par de pasos detrás de ella. Terence era realmente asombroso. Ella se percató de que las chicas del supermercado lo miraban fijamente y murmuraban sobre él y, sin embargo, el hombre no se dio ni cuenta.

Ahora, él le pertenecía. Ella estaba realmente orgullosa de este hecho.

Jean quería que él fuera suyo y nada más que suyo.

"Cuando me mude, te invitaré a cenar. Prepararé yo todo", dijo Jean radiante de felicidad.

"¿Sabes cocinar?", preguntó Terence, con evidente sorpresa. Cuando ella se marchó, era el tipo de chica que no sabía nada de cocina.

"No me subestimes. No aprendí nada en los últimos tres años estando en el extranjero. Sin embargo, he trabajado muy duro en mis habilidades culinarias. Tienes que comprobarlo tú mismo".

"Está bien", aceptó el hombre sin reparos. "Ahora voy a tener que comerme la comida que prepares. Deja de alardear".

"No te preocupes. Estoy segura de que no es tan mala como piensas". Jean se rio y agregó: "Es un trato. Te invitaré cuando me establezca".

"Está bien", respondió él con una sonrisa.

Aunque el hombre estaba esforzándose mucho por sonar feliz, Jean pudo percibir un rastro de tristeza en sus ojos.

Ella procedió a comprar algunos productos básicos y cuando terminó, se dirigieron a la caja. Terence descargó los artículos y luego sacó su billetera. Una vez realizado el pago, recogió todo y salió junto a Jean. Él no le dejó hacer nada.

Jean, de hecho, se sintió un poco avergonzada y quiso ayudar. Entonces trató de quitarle un par de bolsas a Terence para llevarlas ella, pero él se negó. "No tienes que hacer nada. Puedo hacerlo yo solo. Aún tienes la mano lesionada. Deberías tener cuidado".

Las palabras del hombre la reconfortaron.

A continuación, se dirigieron hacia el hotel en el que ella se alojaba. Terence la ayudó a subir todo. Cuando terminaron, Jean se volvió hacia él y le preguntó: "¿Por qué no pasas a tomarte una taza de té? Lo prepararé como a ti te gusta", ella sonrió expectante. "Es una forma de agradecerte todo lo que has hecho hoy por mí".

En realidad, era una excusa para que él se quedara un poco más de tiempo con ella. Sin embargo, para su decepción, él la rechazó. "No puedo ahora. Tengo que ir a la compañía. Si lo que quieres es darme las gracias, puedes prepararme la cena una vez que estés instalada".

El hombre sonrió. "Descansa un poco y llámame si necesitas algo".

"Bueno", respondió ella. Quería que él se quedara, pero pensó que no debía apresurarse, tenía tiempo suficiente.

            
            

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