Mi nombre es Cristal, tengo 25 años y soy modelo internacional. Viajo a los cuatro rincones del mundo. Esto significa que no tengo tiempo suficiente para las relaciones románticas, tuve algunas, pero no duraron debido a mis numerosos viajes.
Estoy en el avión partiendo hacia Portugal donde tengo que hacer un desfile de moda.
Llevo meses con ganas, y no tengo tiempo para mí, en el avión estoy viendo una película erótica en mi celular, cuando tenía muchas ganas de sexo, con esta bella modelo a mi lado que es mi vecino viajero, no tengo nada a mano para satisfacer mis deseos, ya que llevo puesto unBastante voladora y con falda corta, solo cerré los ojos y lo imaginé acariciando mi pene, la imagen era tan clara que comencé a mojarme.
Miré al lado, mi vecino está durmiendo, estás mejor, ya que estoy pegado al iglú.
No tengo miedo de que la azafata me sorprenda. Tomo mi mano y empiezo a tocarme, disfruto el placer que me estoy dando, cierro los ojos para concentrarme en eso.
Dejo escapar un gemido, luego siento el aliento de alguien en mi mejilla, abro los ojos y veo dos hermosas miradas oscuras, al instante me calmo, mis mejillas rojas de vergüenza.
- eres tan hermosa así, dijo mirándome intensamente, puedo ayudarte, solo pídelo.
Nos miramos mientras él comienza a acariciar mi muslo desnudo y abierto. Me sonrojo aún más, entendiendo la situación.
No me muevo como si estuviera paralizada, su mano continúa acariciándome, infiltrándose debajo de mi falda.
Cierro los ojos esperando que reemplace su mano con la mía.
Su mano descansa sobre la mano y no se mueve.
- Quieres que te ayude ?
- Sí
- ¡Tenías que preguntar!
SU mano reemplaza la mía, siento sus grandes dedos tocar mi raja goteando mi jugo. Me acaricia con delicadeza, abro aún más mis muslos para darle más acceso. Me penetra suavemente con su dedo medio, me encanta las sensaciones que me da, se acerca, su otra mano abre brutalmente mi blusa para hacer salir mis senos, comienza a chupar sin dejar de penetrarme con su dedo. Estoy a punto de correrme cuando se detiene y dice:
- Sígueme al baño.
Se levanta y se va, espero unos minutos, bastante atontado, luego me levanto para seguirlo.
lo encuentro en la primera cabina
Entramos juntos, y nos lanzamos en brazos para besarnos apasionadamente, sus manos recorren todo mi cuerpo, mis pechos, mis nalgas, me acaricia con destreza, se baja los pantalones, se pone un condón que tenía en su bolsillo y me pide que me agache
Lo que hice con muchas ganas, con su dedo comprueba si estoy lista para él antes de penetrarme profundamente, Ay que delicia.
Me folla como un loco, oh, qué bueno, sus embestidas son electrizantes y salvajes, pasé treinta minutos en esta cabaña siendo follada salvajemente y me encantó.
Al bajar del avión intercambiamos números para poder vernos si se presentaba la oportunidad.