Mentiras y engaños.

Narra Emma

Soy Emma de 16 años, cabello castaño y ojos de color verde claro, hija única de padres trabajadores; mi madre contadora y mi padre profesor de primaria, diría que soy popular en la escuela, aunque me considero humilde y sencilla, una chica que le gusta ayudar a todo aquel que me necesite, todos me quieren y respetan mucho, me pregunto qué será de mi cuando sea grande...

-Hija... Emma... despierta cariño.

-Lo siento padre, me hablabas.

-Otra vez soñando cariño.

-Lo siento es que pensaba que será de mi vida cuando sea grande.

-Oh hija, para eso aún falta mucho, tu concéntrate en tener buenas notas en la escuela.

-Ya tengo buenas notas padre, pero tengo que pensar en mi futuro.

-Mi pequeña Emma, siempre pensando el que hacer.

-Madre... es que me preocupa que hare de grande.

-Te diré que harás, vas a ser exitosa en lo que te propongas, vas a ser una mujer conocida por muchas personas, todos los que te conozcan verán lo valiosa que eres y principalmente vas a ser muy feliz.

-Gracias mamá, pero me refería a la profesión.

-Ya habrá tiempo para que decidas a que te dedicaras, pero para eso tendrás que aprender a darle valor a las cosas que de verdad importan, todo lo que puedas conseguir con dinero veras que solo son cosas materiales, pero en realidad no te dará la verdadera felicidad.

Mi mamá y mi papá siempre tan sinceros, ellos son excelentes personas, mi mamá es contadora en un despacho privado, lleva muchas cuentas bancarias de muchas empresas; mi padre es profesor de primaria, le gusta mucho enseñar a los niños, es muy paciente, ambos me han enseñado muchas cosas buenas, siempre están conmigo en las malas y en las buenas, me apoyan en todo lo que quiero hacer, claro, también me regañan cuando es necesario pero, los quiero tanto.

-Hija tu madre y yo planeamos salir este fin de semana, quieres ir con nosotros.

-Oh papá, este fin le prometí a unas amigas ir al cine, quiero ver una película nueva de terror, podría quedarme.

-Pero tu sola aquí en la casa, vivimos en un lugar tranquilo y seguro, pero aun así no podría dejarte.

-Tranquilo, puedo quedarme con Samara mi amiga, estarán sus padres en casa, ya me he quedados otras noches. -Mi padre volteo a ver a mi madre para su aprobación. -Por favor, prometo llamarles cada que me diga.

-Está bien hija, pero quiero que me llames en la noche, nosotros esperamos regresar el domingo por la tarde, pasaremos por ti de acuerdo.

-Gracias mamá, eres maravillosa, gracias papá, prometo portarme bien.

-Eso lo sabemos, siempre te portas bien, ambos estamos orgullosos de ti.

Mis padres... mis queridos padres, me abrazaron esa mañana, comí con ellos en la tarde, me arroparon en la noche y me dieron mi beso de buenas noches, insistí en que era mayor para eso, pero al final accedí, me sentí como su bebita, como quisiera que ese día nunca se hubiera terminado.

Ese fin de semana, ellos se fueron a una cabaña que tenemos cerca del lago, pero al regresar ellos tuvieron un accidente y perdieron la vida al instante, no pude despedirme de ellos.

En el funeral, fueron muchas personas que los conocían, todos pasaron a darme el pésame, escuchaba sus palabras, me daban su apoyo incondicional, pero lo único que pasaba por mi mente, era que quiero a mis papás de vuelta.

Fui la única en su testamento, pero era menor de edad, así que me mandaron a un orfanato, me brindaron la oportunidad de ser adoptada o tener tutores legales, claro cuando saben que tendrán a una chica con una herencia de por medio, todos te quieren en su familia, varias familias que vi, eran buenas personas, pero no quería otra familia, no quería otros padres, así que me negué, solo quería terminar mis estudios y buscar un trabajo.

Pasaron dos largos años, termine mis estudios y me dedique a estudiar administración de empresas, mientras estudiaba la universidad, conseguí un empleo como apoyo de administración, fue una época muy difícil, tenía que trabajar para pagar mis estudios y mi pequeño departamento, tenía el dinero de mis padres, pero no quería tomar nada que no fuera una emergencia.

Logre terminar mis estudios antes de tiempo, me esforzaba demasiado y pude graduarme antes que los demás, ya había cumplido 20 años, conserve mi puesto y me ascendieron a administradora de la empresa Kitel, que se dedicaba a prestar cantidades grandes de dinero y el cobro podía ser el pago total más intereses, también podrían dar acciones para ser socios o adquirir la empresa completamente.

Durante el tiempo que estudié la universidad, solo trabajaba no quería distraerme, así que nunca tuve novio, no salía a fiestas, me conocían en mi salón como la matada en los estudios, pero claro en los exámenes todos querían estar a mi lado, pero terminando, todos se alejaban de mí, quisa era yo la que me alejaba, no quería dejar de estudiar en mis tiempos libres y tenía que estar despierta para seguir trabajando.

En el trabajo había un hombre muy atractivo, era mayor que yo, quizá por unos años, pero era muy bueno conmigo, más de alguna vez me invito a cenar, pero tenía que negarme, pero él no dejaba de insistir, ya que termine de estudiar, quizá no sea demasiado tarde para iniciar de nuevo, así que hoy vengo decidida a invitarlo a salir.

-Hola buenas tardes, señor Miller. -Toque la puerta de su oficina, pero estaba entre abierta, así que me pase y allí estaba sentado fumando su pipa, se ve tan atractivo.

-Hola, señorita Emma, pase por favor, dígame en que puedo ayudarla.

-Bueno es que, quería... pedirle una disculpa por todas estas veces que me he negado a cenar con usted... quiero que sepa que nunca fue con intención de lastimarlo o rechazarlo a propósito y quiero enmendarlo, me gustaría invitarlo a comer.

-Bueno quizás me hallas lastimado un poco con tanto rechazo, pero creo que será más de una invitación para reparar mi corazón roto. -Me gusta tanto que me puse toda colorada y asentí con la cabeza.

Han pasado ya tres días y hemos estado saliendo a cenar y esta es la cuarta cita que tenemos, estoy muy nerviosa, porque me ha invitado a su departamento, creo que, puede pasar lo esperado, lo deseo tanto, pero me da tanto miedo, será mi primera vez, espero sea tierno conmigo.

-Pasa Emma, pensé por un momento que no vendrías.

-Lo siento, es que el taxi llego un poco tarde por mí.

-Me hubieras dejado ir por ti.

-No podría, me da pena que vea mi departamento.

-No deberías, me gustas mucho y seguro que el departamento será hermoso con tus cuidados.

-Pero, como... yo... le gusto.

-Claro que sí, pensé que había quedado claro desde la primera vez que te invité a salir, pero entendí que no estabas lista, con tus estudios, yo tenía que esperar hasta que estuvieras lista, pero te confieso que me cuesta tanto trabajo estar cerca de ti y no poder...

Se acerco despacio a mí, mi corazón empezó a latir muy fuerte, toco mi mejilla con sus labios, sus manos empezaron a recorrer mis brazos hasta llegar a mi cuello, beso mi cuello, beso mis labios tiernamente, debo admitir que fue algo hermoso, solo me deje llevar por él, me cargo y poco a poco me quito la ropa, dejándonos piel con piel, la pasión invadió todo mi ser, me cargo hasta mi cuarto, mientras el recorría mi cuerpo desnudo con sus labios, terminamos entregándonos el uno al otro, nos quedamos dormidos, totalmente cansados y arropados al calor de las sábanas.