Matrimonio con fecha de vencimiento
img img Matrimonio con fecha de vencimiento img Capítulo 4 Coerción
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Capítulo 6 Sonríe img
Capítulo 7 Intromisión img
Capítulo 8 La novia img
Capítulo 9 Una idea img
Capítulo 10 Antipático img
Capítulo 11 Arranque img
Capítulo 12 Oportuno img
Capítulo 13 Hipócrita img
Capítulo 14 Frutos img
Capítulo 15 Organización img
Capítulo 16 Contribuyendo img
Capítulo 17 Templanza img
Capítulo 18 Reencuentro img
Capítulo 19 Perdiendo la cabeza img
Capítulo 20 Consecuencias img
Capítulo 21 Sus dominios img
Capítulo 22 Tratable img
Capítulo 23 No huiras img
Capítulo 24 Titubeo img
Capítulo 25 Incómoda img
Capítulo 26 Algo pasa img
Capítulo 27 Celebrando img
Capítulo 28 Irremediablemente img
Capítulo 29 No quiero img
Capítulo 30 Yo tampoco quiero img
Capítulo 31 Luna de miel img
Capítulo 32 Experimentando img
Capítulo 33 Provocación img
Capítulo 34 Excusa img
Capítulo 35 Afrontando la realidad img
Capítulo 36 Déjame odiarte img
Capítulo 37 Ya veremos img
Capítulo 38 Fin de semana I img
Capítulo 39 Fin de semana II img
Capítulo 40 Sin planes img
Capítulo 41 Reglas img
Capítulo 42 Ya te quiero img
Capítulo 43 Pesimista img
Capítulo 44 Tácticas img
Capítulo 45 No puedo más img
Capítulo 46 Conquista img
Capítulo 47 Cumpliendo img
Capítulo 48 Intesidad img
Capítulo 49 Desasosiego img
Capítulo 50 99.73% img
Capítulo 51 Hija única img
Capítulo 52 Herencia img
Capítulo 53 Confsusión img
Capítulo 54 Probocada img
Capítulo 55 Motivos de papá img
Capítulo 56 Dejavu img
Capítulo 57 Zozobra img
Capítulo 58 Renuncio img
Capítulo 59 Lo necesito img
Capítulo 60 Finiquitando asuntos img
Capítulo 61 No mueras img
Capítulo 62 Tontos, pero felices img
Capítulo 63 Sin elección img
Capítulo 64 Drama img
Capítulo 65 Abrir la herida img
Capítulo 66 Hormonal img
Capítulo 67 Divorcio img
Capítulo 68 Italia img
Capítulo 69 Para siempre img
Capítulo 70 Aún te odio img
Capítulo 71 Epílogo img
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Capítulo 4 Coerción

Ethan

No sabía que me tenía más molesto, la situación en sí ya era suficiente para poner a cualquiera de mal humor.

Ver esa escena en donde un idiota besaba y manoseaba a Sia, me hizo perder los estribos, de no ser porque era yo la persona que iba para detener cualquier situación, de otro modo me hubiera gustado por lo menos romperle la cara a ese sujeto.

Baje para ir al gimnasio, necesitaba sacar algo de energía o de lo contrario solo me la pasaría dando vueltas en la cama.

Encontré a un Angus más cabizbajo de lo normal, -vete a descansar, mañana tendrás otra perspectiva - suspiro muy acongojado.

-¿Ahora entiendes por qué mi prisa?

-La verdad, ¡no! Yo creo que solo lo empeoras, sabes que me odia, solo le estás añadiendo combustible al fuego.

-Pero tú no la odias, yo sé muy bien lo que hago, vi las chispas y eso me basta para apostarlo todo a esto.

-Tienes razón, no la odio, pero una persona solo puede aguantar una cantidad y considero que yo ya estoy llegando a mi límite. Quizá yo me niegue a esa unión que propones.

-No, Ethan, aunque te amo como a un hijo, ya tengo cubiertas mis bases. Te lo preguntaré una vez, ¡¿tú amas a Sia?!, y no me salgas con tonterías de amor fraternal -eso me dejo frío.

Según yo, nadie sabía mi secreto, pero, aunque él lo sospechara, no podía decirle la verdad, eso me enviaría a las más lejanas de las subsidiarias, si bien me iba, luego de complacerlo, pues el plazo que las cláusulas señalaban era de un año.

-No, y la verdad no pienso abandonar mi relación con Kara solo porque a ti te conviene, te ayudo a buscarle otro candidato.

-Lamento llegar a esto, de ser así correrás un destino peor que Sia, mañana espero tu respuesta luego de que leas la carpeta que deje en tu escritorio.

Fui directo a la caminadora, corrí por más de una hora, mi cerebro giraba buscando alternativas, conocía a Angus y era un zorro muy astuto, lo admiraba, pero no ahora que esa astucia la usaba en mi contra.

A la mañana siguiente como de costumbre me levante temprano, tendí mi cama, busque el traje que utilizaría, lo aliste y tome un baño, por alguna razón sentía una tensión terrible, regularmente esa razón se llamaba Sia.

Bajé listo para desayunar, pero encontré a alguien comiéndose mi desayuno y leyendo documentos que estoy seguro, ella ni nadie debía hojear.

-Te paso que me dejes sin desayunar, pero no puedes estar leyendo esa información, es confidencial, ¿acaso no lo especifica la carpeta? -solo torció los ojos y cambio de página.

Me acerqué para quitarle la carpeta y ella la retiró, me saco la lengua, recorrió su silla, pero antes de que se diera a la fuga, di vuelta como si me fuera, vire a último momento y la sujete, me hice con la carpeta, alce la ceja y me cruce de brazos.

-Devuélvemela, tengo derecho a saber lo que pasa en esa empresa, la mitad de todo es mío.

- Pues tu padre ya te demostró que te quitara todo si no haces lo que te pide -eso la molesto y arremetió conmigo, me aventó la taza, que por suerte estaba vacía.

La esquivé, vino hacia mí como toro de lidia, lista para embestir, no sé qué le ocurre, a veces la sigan sus emociones, Tuve que detenerla antes de que se hiciera daño.

Al sujetar sus muñecas intento darme un rodillazo, que detuve con una mano por lo que la gire, su espalda quedo contra mi pecho y sujete sus manos de forma que ella se abrazaba sola.

-Ni lo intentes, conozco tus hábitos, creo que no has aprendido nada nuevo -le dije al oído, porque la sostenía muy cerca. Lo que hizo que mi corazón se descontrolara.

-¡Cof, cof!, es muy temprano para las demostraciones íntimas -nos advirtió Angus.

Afloje el agarre y Sia lo aprovecho, me dio un pisotón que me alejo de ella, solo que tanto ella como yo quedamos adoloridos, pues ella solo traía pantuflas. La vi marcharse sin poder apoyar bien el pie.

Mientras que Angus tenía la sonrisa más enigmática y entusiasta que veía desde hace mucho.

Ese episodio se me borro al estar sentado en mi escritorio leyendo lo que dejo Angus, resumiendo era una muy bonita demanda exigiendo el pago de lo que se me hacía una cuenta ridícula, contemplaba mi sustento desde que llegue a su casa, el pago de estudios, ropa, todo, además de incluir un interés exorbitante.

Seguido de una carta de despido y la advertencia de no ser bienvenido por lo menos en el continente americano.

Lo bueno es que me había expresado que me amaba como a un hijo, me reí. No podía esperar menos, ahora entendí el sentir de Sia, me hacía lo mismo que a ella, ¡ah! Suponía que faltaba, pues la amenaza era que me iría peor que a su hija.

Angus

Luego de esa escena que presencie, solo ellos pueden seguir negando lo evidente, pelean como el perro y el gato, pero no tienen reparo en su cercanía.

Para mí una persona que no me cae bien la evito como la peste y ellos a pesar de todo no lo hacen, por lo menos Ethan siempre está para Sia, desde hace mucho que él es quien tomo ese papel, basto con que se lo pidiera una vez para que desde esa ocasión él arregle los desperfectos.

Por lo que ahora no veo porque deba cambiar, se la estoy entregando con moño, dote y por todas las leyes, porque me encargaré de que sea un matrimonio legal.

Por ello vino una idea a mí, Albert ya trabaja en un prenupcial para ambos, necesito que esto traspase la chispa, esa que puede ser solo algo meramente sexual, quiero que se den cuenta del amor, por lo menos de parte de Ethan es evidente.

Confió en que Sia se enamore de él y desarrolle ese afecto y compañerismo necesario para formar una pareja de por vida.

Cuento los días para que estos dos me den un nieto.

            
            

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