El Francotirador: Disparo al corazón
img img El Francotirador: Disparo al corazón img Capítulo 2 La Evaluación Psicológica
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Capítulo 6 Aliska Brooke img
Capítulo 7 Amante de Olivetti img
Capítulo 8 Tu Pecado img
Capítulo 9 Forzada img
Capítulo 10 Su Verdugo img
Capítulo 11 Infelicidad de los Fuentes img
Capítulo 12 El Hermano de Anuel img
Capítulo 13 Jerry img
Capítulo 14 Venido de la Nada img
Capítulo 15 Dispuesto a Todo img
Capítulo 16 Joel Montes img
Capítulo 17 Tatiana img
Capítulo 18 Conocer al Verdadero Ariel img
Capítulo 19 Coqueterías img
Capítulo 20 Un Anhelo Hecho Realidad img
Capítulo 21 La Voz img
Capítulo 22 ¿Eres Francotirador img
Capítulo 23 Dar de Baja a Olivetti img
Capítulo 24 Ver Venir la Desgracia a su Vida img
Capítulo 25 El Escondite de Olivetti img
Capítulo 26 El Ensimismamiento de Ariel img
Capítulo 27 Ariel, una Bomba de Tiempo img
Capítulo 28 La Desesperación de Aliska img
Capítulo 29 El Atentado img
Capítulo 30 Secuestrar a Aliska o Asesinar a Rafael img
Capítulo 31 Secuestrar a Aliska img
Capítulo 32 Un giro en la vida de Ariel y la de Aliska img
Capítulo 33 Atracción a primera vista img
Capítulo 34 Frustración y deseo de morir img
Capítulo 35 El Despertar img
Capítulo 36 Debo Volver con Rafael img
Capítulo 37 Ariel: ¿Quién es Aliska Brooke img
Capítulo 38 Exagerada Reacción img
Capítulo 39 Alirio Enfermo img
Capítulo 40 Deseo Martirizante img
Capítulo 41 La Confesión de Aliska img
Capítulo 42 Infiltrado img
Capítulo 43 Callar una verdad con sus besos img
Capítulo 44 Arrasados por el Deseo img
Capítulo 45 Él, su mayor peligro img
Capítulo 46 Su peor pesadilla img
Capítulo 47 Deseo img
Capítulo 48 Rafael nos tiene secuestrados img
Capítulo 49 El poder de Aliska sobre él img
Capítulo 50 Voto de Confianza img
Capítulo 51 ¿Cómo sería sacarle una sonrisa img
Capítulo 52 Necesitados de cariño img
Capítulo 53 Prioridad img
Capítulo 54 Que caigan las máscaras img
Capítulo 55 Mi palabra img
Capítulo 56 Olivetti tiene los días contados img
Capítulo 57 No te ha obligado, y, ¿Qué es esto img
Capítulo 58 La desconfianza de Aliska img
Capítulo 59 La persecusión a Rafael img
Capítulo 60 Buscando a Alirio img
Capítulo 61 Alirio: la verdad de Aliska img
Capítulo 62 Alirio: la confirmación img
Capítulo 63 Planificando el rescate de Alirio img
Capítulo 64 El rescate de Alirio 1 img
Capítulo 65 El rescate de Alirio 2 img
Capítulo 66 Él, solo su secuestrador img
Capítulo 67 Quiero a la chica img
Capítulo 68 Entregar a Joel img
Capítulo 69 Ser bonita es mi maldición img
Capítulo 70 Confirmación de la traición a Joel img
Capítulo 71 El plan de seducción img
Capítulo 72 La invitación img
Capítulo 73 Rastrear a Luciana img
Capítulo 74 Segundo intento img
Capítulo 75 Tentativa img
Capítulo 76 Buscar pistas del enemigo img
Capítulo 77 Neutralizar al sospechoso img
Capítulo 78 Una carga img
Capítulo 79 Abstracción única img
Capítulo 80 Anuel es mi papi img
Capítulo 81 Anuel es mi hermano, mi pareja img
Capítulo 82 Nuestro Anuel img
Capítulo 83 Secuestro de Tatiana img
Capítulo 84 Rafael amedrenta a Tatiana img
Capítulo 85 Rafael: descubrir al enemigo img
Capítulo 86 La traición img
Capítulo 87 El rescate de Tatiana img
Capítulo 88 La prueba del abuso img
Capítulo 89 El encuentro con Rafael img
Capítulo 90 La decisión de Ariel img
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Capítulo 2 La Evaluación Psicológica

-En posición -Ariel escucha la voz de Campos en el radio transmisor conectado al audífono que cada uno de los cuatro hombres que fueron asignados a esta misión tienen en el oído.

Diez días tienen en el mismo lugar, cinco días detallando el terreno, y al objetivo asignado, y el resto esperando el momento ideal para cumplir con el trabajo sin fallar y sin levantar polvo. La orden es la discreción, ser pacientes, ecuánimes, no dejar a ninguno del objetivo vivo, pero sin alterar el entorno.

Están en una zona boscosa, expuestos a los miles de animales raros que han tenido la oportunidad de ver allí. El calor es agobiante en el día y en las noches el frío hace de las suyas, lo que aunque Ariel reconoce es tremendo, en nada les afecta. Ya han pasado por pruebas donde la exposición a las altas y bajas temperaturas ha sido objeto de evaluación, y hasta de resistencia en las diferentes misiones a las cuales han sido asignados.

Se dice que los que están allí, incluso Ariel Fuentes, son los mejores en la elite, más, sin embargo, Ariel no siente la misma motivación con la que iniciaba y terminaba cada trabajo que le encomendaban. Otrora, recuerda era uno de los primeros en todo. Su trabajo sigue siendo de calidad, pero no con la misma transparencia que evidenciaba, ante todo.

-Listo, tengo al objetivo enfocado -Responde Ariel, procurando estar concentrado en su objetivo. Habla casi en un susurro por el transmisor que tiene pegado a la chaqueta con la que además de cubrirse para evitar ser identificado, procura cubrir su cuerpo del frío y los bichos raros que salen en horas de la noche.

En lo alto de la montaña donde se encuentran, el viento sopla con violencia, no se escucha ruido alguno diferente al paso del viento chocando en el rostro de cada uno, todo es calma, una tranquilidad ensordecedora, pero tan acostumbrados están a esto que no les afecta para nada. El entrenamiento que han recibido les ayuda a concentrarse y no perderse en medio de tanta tranquilidad.

Este trabajo pudiera considerarse el más aburrido, tedioso, requieren de tanta concentración que el enfocar los pensamientos solo en el objetivo y todas las particularidades que pudieran contribuir o afectar la misión, debería ser el único de sus pensamientos.

¡Qué situación tan compleja para un hombre con tantas situaciones de vida afectándole! ¡Qué retador pudiera ser para cualquiera que, como Ariel, afronte la peor crisis de su vida!

Pasar por una perdida, es duro para cualquiera, y sobre todo para un hombre que puso toda su vida en manos de esa persona que ahora no está. Esta experiencia fácilmente puede distraer a cualquiera, sin embargo, en un militar especializado en tirar del gatillo se espera que no sea así. Están entrenados para suprimir el dolor, se obligan mentalmente a no sentirlo, a ignorar toda señal que los altere.

Esto ha procurado hacer Ariel, solo que la situación parece salírsele de control. La ausencia de ella la ha sentido aun estando a kilómetros de distancia de su país. En todos esos que han transcurrido, desde su pérdida, no ha superado la agonía de no tenerla.

-Atentos -Anuncia Campos al ver que Ariel no acciona el arma-. Fuentes el objetivo se nos va a escapar, esta es la última oportunidad con la que contamos -Le advierte sintiéndose desesperar al ver que el lugar comienza a llenarse de hombres armados.

La orden es disparar sin armar una guerra como la que Campos prevé sucederá de no proceder de inmediato. Ve que el objetivo se mueve y Ariel no aprovechó la oportunidad. Aquel camina hacia un grupo de diez hombres que se reunieron, quedando de espalda a Ariel, perfecto para darle el tiro ganador.

Ariel volviendo en sí decide accionar su rifle disparando dos veces sobre la humanidad del hombre que cayó al suelo de manera dramática y sin darse tiempo a reaccionar. Justo en ese instante al ver que los que estaban alrededor, se pusieron alerta, recordando la orden de no dejar cabo suelto, no le quedó más que disparar a todo lo que comenzó a moverse en el espacio donde cayó su objetivo, pues estos tenían la intención de responder a donde quiera que pudieran estarle enviando las balas.

La oscuridad es tan densa, que pareciera que todo confabuló para que lograran cumplir con la misión. Con el apoyo del resto de sus compañeros, Ariel y el resto de los tres chicos, le dio de baja a todos los que estaban en el terreno.

Conociendo de sobra el procedimiento de retirada, recogieron todo de manera estratégica y arrastrándose por el suelo, llegaron a la zona más densa, donde pudieron ponerse de pie y caminar entre la oscuridad y las numerosas plantas altas, hasta el lugar donde recuerdan dejaron el jeep. Dos horas de camino para no ser descubiertos, dos horas que les dio la oportunidad de relajar los músculos entumecidos por tantos días de inactividad real.

Dos días después retornaron a la base. Ariel se disponía a descansar después de ducharse, cuando recibió un llamado de su superior por lo que le tocó desistir de la idea del descanso.

-Permiso para entrar, Mayor -Solicita Ariel al estar en la entrada del despacho del Mayor Corleone.

-Adelante, Fuentes, cierre la puerta y tome asiento -Le ordena sin quitar la vista de lo que parece un informe.

Aguarda en silencio mientras el Mayor termina de leer. Mientras mira hacia el piso.

-Bueno, Fuentes -Inicia el Mayor-. Una vez más lo felicito por su actuación; pero, no puedo sentirme tan satisfecho porque puso en riesgo la misión y a sus compañeros.

-Comprendo, Mayor -Admite Ariel mirándolo serio.

-Fuentes, he venido observándolo en los últimos meses y, de hecho, pedí a uno de los especialistas que lo evalúe desde la distancia -hace una pausa-. Cuénteme ¿Qué le está sucediendo? Usted no es ni sombra del agente que solía ser.

-No tengo nada, tal vez es agotamiento, solo eso, Mayor -Le responde con tranquilidad.

-Aquí tengo el informe que pedí elaborarán de usted y al resto de los compañeros del grupo. Su trabajo sigue siendo excelente pero no con la pulcritud a la que nos tiene acostumbrados -Le informa-. Voy a ser sincero con usted. Esta es la segunda misión en la que por distracción comete un error, mínimo, pero error al fin. Error que, de proseguir y acentuarse, puede poner en riesgo la seguridad de todo un país -Le expresa con firmeza el Mayor-. No crea que no nos hemos dado cuenta que no ha superado la muerte de su novia. Desde que se reincorporó lo vemos más distante, centrado en el trabajo, pero inconscientemente apático al cumplimiento de ciertas rutinas que usted bien sabe son importantes en la preparación de un agente con la responsabilidad que usted lleva a cuesta.

-No sé qué decirle Mayor -Responde Ariel, reconociendo que el Mayor tiene razón en su observación.

-La junta tomó una decisión, como es tan buen recurso para nosotros, para el país, después de una reunión donde fue evaluada la situación de varios agentes, entre ellos, usted, la junta decidió solicitar una evaluación con un especialista de la fuerza especial -Le informa mirando con atención la reacción de Ariel-. Del resultado de la misma se decidirá que resolución hemos de tomar con usted. Mañana a primera hora deberá presentarse al consultorio del Doctor Capote. Él se encargará de hacerle la evaluación y de inmediato informarnos sobre su observación.

-Así lo haré, Mayor -Responde Ariel conforme con la petición-. Sí no hay más que ordenar, pido permiso para retirarme.

-Concedido -Contesta el Mayor, quien lo acompaña con la mirada en su recorrido por el despacho hasta que cerró la puerta a su espalda.

A paso lento Ariel avanzó por el pasillo. Reconoce que no se siente el mismo después de la muerte de Sherelyn, pero estima que no es para tanto. Sin embargo, es una orden de su superior, y como tal debe cumplirse.

Al día siguiente, siendo las siete de la mañana, no fue a desayunar como acostumbra, sino que se dirigió al consultorio. Una de las reglas que le impone el cumplimiento del deber es la puntualidad y por eso se encuentra frente a la puerta del doctor, esperando ser llamado para salir de esto que le parece una perdida de tiempo. Solo por protocolo trata de cumplir.

-Adelante, agente Fuentes -Le pide la secretaria del doctor.

Durante la evaluación, que pareció más una conversación, donde solo él habló de su vida, comenzando desde la infancia, fue sometido una y otra vez a interrogantes un tanto tediosas, y que vieron su punto de algidez cuando llegó al tema de Sherelyn. En esa etapa, desde el comienzo de la relación hasta el propio día de su muerte e incluso al de hoy, fue donde el doctor se detuvo una y otra vez en interrogantes, de las cuales, muchas Ariel no quería responder.

En este momento se dio cuenta que nunca había hablado este tema con nadie, le cuesta hablar de ella, de su muerte, del efecto que esa experiencia dejó en él, sobre todo la amargura, el deseo constante de morir que lo acompaña en todo momento, los momentos de excesivo apetito y otros en los que nada le provoca, como ahora, solo quiere dormir, escapar de la realidad que lo rodea, y solo por el compromiso que asumió con la institución, se mantiene en pie todavía.

Cansado de tantas preguntas, llegó un instante en el que se mostró más irritado que otros días.

-¿Podemos terminar? -Le pregunta Ariel con brusquedad al doctor, poniéndose de pie de manera inesperada y de golpe-. Necesito salir de aquí, me siento asfixiado.

-Espere, me faltan algunas preguntas -Le pide el doctor al verlo avanzar hacia la puerta.

-Para mí ya fue suficiente -Le dice Ariel con decisión al tiempo que abre la puerta sin la sutileza que se espera de un agente que dista mucho de la serenidad que debe caracterizarlos-. Haga lo que quiera con lo que le conté.

Salió al pasillo azotando la puerta. Se siente desesperar, con deseos de salir de allí y acabar con lo que le rodea, es consciente que no puede actuar como bien quisiera, pero es lo que le pide el subconsciente, es lo que le pide su corazón destruido. Dentro de él no hay un sentimiento pulcro, bonito, como los que tuvo antes de perder a Sherelyn. Ellos murieron con ella, y ahora solo desea acabar con todo y más con su vida, si con eso dejará de sentirse tan mal.

            
            

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