En el corazón de la Mafia.
img img En el corazón de la Mafia. img Capítulo 3 Decisión desesperada.
3
Capítulo 6 No es fácil, Olivia. img
Capítulo 7 Un hombre rodeado de poder y lujos. img
Capítulo 8 Tú, nadie más. img
Capítulo 9 Relájate y disfruta. img
Capítulo 10 El hombre te gusta. img
Capítulo 11 Liberación img
Capítulo 12 Yo resolveré tus problemas. img
Capítulo 13 Necesito que me ayudes img
Capítulo 14 Bienvenida a casa, Violetta. img
Capítulo 15 NO HE SIDO TAN AFORTUNADA img
Capítulo 16 SOY EL VILLANO DEL CUENTO img
Capítulo 17 ESTOY PERDIENDO LA RAZÓN img
Capítulo 18 PLACER img
Capítulo 19 ¿ME DIRÁS QUE NO ES EXCITANTE LA IDEA img
Capítulo 20 A LA LUZ DE LAS VELAS img
Capítulo 21 ENLOQUECERLA DE PLACER img
Capítulo 22 SÓLO DISFRÚTALO img
Capítulo 23 UN POCO DEL ALMA DE VIOLETA img
Capítulo 24 CASUALIDAD img
Capítulo 25 EL RUSO img
Capítulo 26 ESPECTÁCULO SEXUAL img
Capítulo 27 SUSTO DE MUERTE img
Capítulo 28 ¿VAS A MATARME img
Capítulo 29 CHARLA DE MUJERES img
Capítulo 30 CENA PARA CUATRO img
Capítulo 31 LA MAFIA MÁS GRANDE DE RUSIA img
Capítulo 32 CORRER, DESAYUNAR Y BESAR img
Capítulo 33 DEMUÉSTRAMELO img
Capítulo 34 ADVERTENCIA img
Capítulo 35 UN VIAJE AGOTADOR img
Capítulo 36 UNA SINCERA CONVERSACIÓN img
Capítulo 37 DÉJALO QUE TE CONSUMA img
Capítulo 38 DEJÁNDO SU PROPIA MARCA img
Capítulo 39 CULPA img
Capítulo 40 TENSIÓN img
Capítulo 41 JARVIS FENTON img
Capítulo 42 VEN A VIVIR CONMIGO img
Capítulo 43 DESAGRADABLE SORPRESA img
Capítulo 44 TE ENSEÑARÉ QUE NO PUEDES MIRAR A NADIE MÁS img
Capítulo 45 ¿QUIÉN ME PROTEGERÁ DE ÉL img
Capítulo 46 ¿QUIÉN ERES . . . ¡SOY EL DIABLO! img
Capítulo 47 DUEÑOS Y SEÑORES DE LA MAFIA img
Capítulo 48 VIAJE REPENTINO img
Capítulo 49 OLIVIA Y VIOLETA img
Capítulo 50 ¡ESTOY POR VOLVERME LOCA! img
Capítulo 51 ME CONFUNDE img
Capítulo 52 ES UNA PESADILLA img
Capítulo 53 SUS SENTIMIENTOS HAN CAMBIADO img
Capítulo 54 ESTOY ATADO DE MANOS img
Capítulo 55 ¿QUE DIABLOS ESTOY HACIENDO img
Capítulo 56 A ESO SE REFERÍA img
Capítulo 57 ¡VETE AL DEMONIO! img
Capítulo 58 RESPIRAR LIBERTAD img
Capítulo 59 Huir img
Capítulo 60 VAN A PAGARME CON SANGRE LO QUE HAN HECHO img
Capítulo 61 ¿CAMUFLAJE img
Capítulo 62 MATRIMONIO SMITH img
Capítulo 63 ATORMENTADO ESTEBAN img
Capítulo 64 PARAÍSO img
Capítulo 65 CONFESIONES ARDIENTES img
Capítulo 66 LLÉNAME, MI AMOR img
Capítulo 67 JUSTO LO QUE NECESITABA AQUELLA NOCHE img
Capítulo 68 ¿SEXO ANESTÉSICO img
Capítulo 69 SEXO DURO img
Capítulo 70 HACÍA MUCHO QUE NO ME SENTÍA TAN FELÍZ img
Capítulo 71 LA HISTORIA DE UNA VIDA img
Capítulo 72 VERDADES REVELADAS img
Capítulo 73 RECUERDOS ARDIENTES img
Capítulo 74 ¡NO PUEDES AMENAZARME! img
Capítulo 75 ¿QUÉ OCULTA EL DIABLO img
Capítulo 76 ¿ESTÁS MUY CANSADO img
Capítulo 77 AFECTO RUSO img
Capítulo 78 AMOR FRATERNAL; ESTEBAN Y ESTEFAN img
Capítulo 79 CONFÍA EN MI img
Capítulo 80 SUEÑOS HÚMEDOS Y TENSIÓN SEXUAL img
Capítulo 81 ¿SE ROMPE LA AMISTAD img
Capítulo 82 TORMENTA EN LA ISLA img
Capítulo 83 ATENTADO img
Capítulo 84 ¡¿COMO SE ATREVEN ! img
Capítulo 85 ¿POR QUÉ NO ERES COMO ELLA img
Capítulo 86 ¿BUENA PUNTERÍA img
Capítulo 87 NO ME MATE img
Capítulo 88 TRATO CON EL DIABLO img
Capítulo 89 DEMASIADAS PREGUNTAS img
Capítulo 90 VISITA DE LA SUEGRA img
Capítulo 91 AGRESIÓN img
Capítulo 92 VISITANTE INESPERADO img
Capítulo 93 INFIERNO EN EL PARAISO img
Capítulo 94 PUEDES VER, PERO NO TOCAR img
Capítulo 95 JUGUEMOS img
Capítulo 96 LA TRAICIÓN SE LAVA CON SANGRE img
Capítulo 97 UNA NUEVA ISLA img
Capítulo 98 ME AGRADA MI NUEVA VIDA img
Capítulo 99 ¿SECUESTRADA img
Capítulo 100 ¿QUIÉN QUIERE DAÑARME ¡FURIA RUSA! img
img
  /  2
img

Capítulo 3 Decisión desesperada.

Olivia comenzó el día con ánimo, decidida a que todo saliera bien. La cafetería estuvo muy concurrida y algunos clientes le dejaron pequeñas propinas.

Al cierre, guardó las propinas aparte, dentro de su chaqueta, para ayudar a Violeta a ahorrar. El sueldo intacto lo metió en su bolsillo. Estaba contenta, era más del doble que el día anterior, y rogaba porque su tío estuviera satisfecho.

Su sorpresa fue espantosa. Al entregar el dinero a su tío Leonardo, él lo miró con desprecio y la abofeteó con tanta fuerza que la arrojó al suelo. El dolor se expandió por su cara y las lágrimas se acumularon en sus ojos.

-¡ESTO DEBE SER UN CHISTE, OLIVIA! -le gritó furioso-. ¡ME DIRÁS QUE ÉSTE ES TU SUELDO DE HOY!

-Sí lo es, tío, lo juro -se levantó lentamente-. Trabajé todo el día.

-¡ESTO NO ALCANZA PARA NADA! ¡NI SIQUIERA PARA MIS CHICLES! ¡NO CUBRIRÍA LO QUE COMES!

-Lo siento, tío -dijo nerviosa-. ¿Qué se supone que haga?

-¡BUSCA OTRO EMPLEO! -gritó.

-No es nada fácil, no tengo experiencia, no me contratan. Yo me esfuerzo mucho... nunca he trabajado.

-Eso es evidente, eres una inútil. Mañana buscarás otro trabajo, un lugar donde te paguen mejor.

-Sí, tío -dijo dócilmente, temblando, con la cara ardiendo.

-Ahora, vete de mi presencia -dobló los billetes y se los guardó-. Violeta dejó tu comida servida. Come algo. -La tía Leonor la miró con burla y luego desvió la mirada.

Olivia se fue a la cama, llorando amargamente por la vida que estaba llevando. Rogaba internamente por una escapatoria.

Los días siguientes no mejoraron. Violeta traía más dinero, pero Olivia no conseguía un nuevo empleo que pagara más que la cafetería. Había decidido dejar ese trabajo para buscar algo más lucrativo, pero solo había encontrado más rechazos. Su tío se enfurecía cada día más. Ella llegaba a casa con miedo, frustrada.

En cuanto abrió la puerta, la voz de su tío la detuvo.

-Olivia.

-Sí, tío -dijo caminando hasta él.

-Dame buenas noticias, hermosa. ¿Cuánto tienes para mí, hoy?

-Yo... Lo siento, tío. No pude encontrar nada. Nadie me da la oportunidad... -se detuvo cuando él se levantó rápidamente, la tomó del cabello con fuerza y la elevó unos centímetros.

-Por favor, por favor tío, me duele... -sollozó débilmente.

-Hoy no comerás nada -le dijo acercando su rostro.

-Pero tío, ayer... tampoco comí, tengo demasiada hambre -lloró, pensando en lo poco que había gastado en alimentarse mientras buscaba trabajo.

-Me importa muy poco cuánta hambre tengas. No trajiste dinero, no hay comida. Qué enorme estorbo resultaste ser, tan bonita y tan inútil. -La arrojó con fuerza contra la pared, dejándola sin aire.

Se alejó con dificultad. Contuvo las lágrimas; estaba realmente hambrienta.

Llegó a su habitación y se percató de que la puerta de Violeta estaba entreabierta. Fue hasta allí y llamó. Violeta le abrió, vestida y maquillada, retocándose.

-Hola, cariño. En la cocina he dejado tu cena.

-El tío dijo que hoy no podré comer -Violeta se giró hacia ella con el ceño fruncido-. No pude encontrar nada hoy.

-Te lo dije, cariño, no es fácil -suspiró.

-Además, el tío dice que si no encuentro algo... tendré que ir a dormir a la calle -sus ojos se llenaron de lágrimas-. Tengo tanta hambre, Violeta.

-No llores -Violeta se acercó-. Te prometí que te protegería, te he fallado. No puedo protegerme ni a mí misma.

-No te preocupes, Violeta, tú eres buena.

-Podrías esperarme despierta, o yo te despertaré cuando llegue de trabajar. Te traeré comida, lo juro.

Olivia sintió el ardor en su estómago. Miró a su prima intensamente y dijo:

-Llévame, Violeta. Iré a trabajar contigo -acababa de tomar una decisión desesperada.

Violeta la miró en silencio por algunos minutos, se alejó un poco, su mirada se tornó sería y preocupada.

-No, No Olivia, yo no te quiero en este mundo, esto no es para ti.

-¿Entonces qué hago, me dejó morir de hambre, dejó que el tío me muela a golpes, me voy a dormir a la calle dónde puedes pasarme cosas peores?- dijo angustiada- ésta no es una decisión fácil, Violeta, pero es la más inteligente.

-No, Olivia. . .

-Me has dicho que son hombres. . . elegantes, exclusivos, así los llamaste, ayúdame Violeta.

-No puedo, no puedo porque conozco en carne propia todo el dolor que esta vida te deja, es muy difícil salir luego que entras.

-No tengo nada que perder, Violeta. No tengo padres que puedan avergonzarse, ni una hermana a la cual darle ejemplo, ni siquiera tendré mi sueño de estudiar y superarme por ellos, no tengo nada, más que el miedo a ser golpeada y el hambre que me atormenta.

-Olivia. . .

-Tu puedes ayudarme- le dijo convencida- así será más fácil para vas poder reunir el dinero que necesitamos para irnos de aquí, Violeta, tu y yo saldremos adelante, pero ayudemonos.

-Olivia. . . Olivia. . .

-Por favor, te lo ruego, no lo soporto más, al menos con el dinero él estará feliz, y podré guardar un poco, todo mejorará para ambas.

-¿Alguna vez has estado con un hombre?- le preguntó sin apartar la vista de ella.

-No- respondió sinceramente- pero solo necesito que me ayudes, explícame lo que debo hacer.

-¿Te das cuenta, Olivia? hasta eso perderás, la oportunidad de estar con alguien por amor- la miró preocupada.

-Una cosa, compensa otra, por ahora solo necesito alimentarme y sobrevivir, lo demás lo veré sobre la marcha- Violeta la observó por largo tiempo.

-Me mataría la culpa, Olivia.

-No, no será tan difícil, al menos eso creo.

-Te engañas a ti misma- otros largos minutos en silencio- Bien, Olivia, pero todo se hará como yo te diga, debes seguir mis instrucciones al pie de la letra.

-Se hará como tú digas- le aseguró Olivia.

-Ahora vé y toma una rápida ducha, debemos prepararte.

Media hora más tarde se observaba en el espejo, se buscaba en el reflejo y no se hallaba, aquella parecía una mujer más adulta, más madura, una mujer que no era ella. Aquel vestido rojo se pegaba a su esbelto cuerpo, realzaba sus pechos y estrechaba aún más su cintura, los zapatos de tacón alto la ayudaban a darle mas estatura. Violeta había tomado su cabello y lo había peinado todo hacia un lado, haciendo un moño que dejaba al descubierto su cuello, ella aseguraba que eso era lindo y resultaba llamativo. Su boca estaba pintada con labial rojo, sus ojos no llevaban sombra de color pero sus pestañas, ellas si tenían muchas capaz de pestañina, sus ojos dibujados con lápiz negro, su mirada resultaba felina y las notas verdes de sus ojos parecían brillar más que nunca.

-Estás preciosa- le dijo Violeta.

-Es impresionante, ni siquiera parezco yo- dijo asombrada.

-Eso es bueno. Olivia, pasaremos a un restaurante y comeremos algo primero, la mayoría de los clientes te piden que le acompañes a beber una copa y no es bueno hacerlo con el estómago vacío.

-Te agradezco mucho, tengo demasiada hambre.

-Lo segundo, es que no debes beber demasiado- le advirtió.

-Nunca lo he hecho- dijo preocupada.

-En ese caso, acepta la primera copa que te ofrezcan, e intenta no llegar a la segunda, bebe de a sorbos pequeños y delicados.

-Bien, puedo hacerlo.

-Por lo general a ellos les encanta presentar su oferta, que de seguro será bastante alta, al verte por primera vez en el lugar, explica de forma sutil que jamás has intímado con un hombre, y triplica su oferta.

-¿Triplicarla?- la miró con ojos enormes- pero si tú misma acabas de decir que ofrecen mucho dinero.

-Triplicarla- corroboró- no importa cuando ofrezcan, tu triplica el monto, esos hombres tienen muchísimo dinero, es mucho para nosotras, más de lo que podríamos ganar en mucho tiempo, pero para ellos es quitarle un pelo a un gato, así que, será tu primera vez, asegúrate de que paguen bien.

-De acuerdo- asintió.

-Olivia, suelen ser hombres respetables y de mucho honor, pero deja en claro que el dinero es en efectivo y por adelantado.

-Parece que estuviésemos hablando de que van a comprar papas- dijo nerviosa.

-Esto es un negocio, cariño, y no queremos que nos vean la cara, toma apuntes de todo lo que estoy diciendo, con suerte, ésta noche conseguiremos buenos calientes y volveremos con mucho dinero.

-Violeta. . . en cuánto a. . .ya sabes, ¿Qué debo hacer?- dijo angustiada y con la vergüenza brillando en su rostro.

-Aunque no me creas, será algo de instinto, solo imita lo que él haga, intenta relajarte, sé que es difícil, pero eso ayudará mucho. Mientras más relajada estés, mejor resultará todo- aconsejó.

-Bien, prometo que no olvidaré nada.

-Si recuerdas lo que he dicho y controlas tus nervios, todo estará bien- la miró con ternura.

-De acuerdo.

-Ahora vámonos, la noche está bastante avanzada ya- en cuanto llegaron a la sala, se encontraron con Leonardo y Leonor, frente al enorme televisor- ya nos vamos- dijo Violeta, reclamando la atención de ambos.

-¡Mira nada más que belleza!- Leonardo se puso en pie y fue hasta ellas- veo que al fin te has animado a trabajar de verdad- la tomó de ambas mejillas y besó su frente, Olivia quiso retirarse, pero se mantuvo.

-Olivia ha decidido ir a trabajar conmigo.

-Una decisión magnífica, seguro le irá muy bien, pero si mira nada más lo preciosa que está- sonrió ámpliamente y Olivia se sintió asqueada de llevar su misma sangre- ahora terminen de marcharse, que les vaya muy bien, traigan mucho dinero a casa, mis niñas.

Y así, sin escuchar nada más, salieron a la calle, en cuanto Violeta cerró la puerta tras ellas suspiró pesadamente.

-Es un cerdo- dijo de su propio padre.

-De los peores- aseguró Olivia- le tengo tanto miedo.

-No es para menos- volvió a suspirar- ahora, esperemos un taxi, vayamos a comer y luego al club, con suerte hoy tendremos clientes exclusivos.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022