Envío Exprés al Corazón
img img Envío Exprés al Corazón img Capítulo 2 Entre Disculpas y Retos
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Capítulo 6 Jian Wei sigue visitando la oficina img
Capítulo 7 Paseo por los jardines de la bahía img
Capítulo 8 Encuentro inesperado con la madre de Mei Ling img
Capítulo 9 Jian Wei le confiesa a su mejor amigo img
Capítulo 10 Mei Ling recibe consejos de su amiga img
Capítulo 11 Salida en grupo al Festival del Medio Otoño img
Capítulo 12 Primer beso durante una noche de lluvia img
Capítulo 13 Jian Wei la sorprende con una cena tradicional img
Capítulo 14 Un malentendido con un cliente img
Capítulo 15 Jian Wei se esfuerza por demostrar que es sincero img
Capítulo 16 Mei Ling lo lleva a conocer a su abuela img
Capítulo 17 Paseo por Chinatown img
Capítulo 18 Jian Wei le presenta a su familia img
Capítulo 19 Problemas en la oficina img
Capítulo 20 Confesiones en la cima del Marina Bay Sands img
Capítulo 21 Jian Wei recibe la noticia de la boda de su hermana img
Capítulo 22 Mei Ling lo apoya, pero teme la distancia img
Capítulo 23 Jian Wei decide abrir una oficina de encomiendas en España img
Capítulo 24 Al principio, se mantienen en contacto constante img
Capítulo 25 Problemas con la diferencia horaria y la familia de Jian Wei img
Capítulo 26 Mei Ling empieza a sentirse sola img
Capítulo 27 Jian Wei está ocupado con los preparativos de la boda img
Capítulo 28 Mei Ling recibe noticias de que Jian Wei extenderá su estadía img
Capítulo 29 Mei Ling intenta distraerse con el trabajo y amigos img
Capítulo 30 Jian Wei la extraña pero no sabe cómo manejar la situación img
Capítulo 31 Mei Ling ve una foto de Jian Wei con otra chica img
Capítulo 32 Discusión por mensaje img
Capítulo 33 Jian Wei intenta explicarse, pero Mei Ling está herida img
Capítulo 34 Jian Wei le envía un regalo especial img
Capítulo 35 La madre de Mei Ling la anima a olvidarlo img
Capítulo 36 Jian Wei decide quedarse más tiempo en España img
Capítulo 37 Mei Ling piensa que todo ha terminado img
Capítulo 38 Jian Wei deja de escribir img
Capítulo 39 Mei Ling acepta una cita con otro chico img
Capítulo 40 Jian Wei regresa inesperadamente a Singapur img
Capítulo 41 Mei Ling se sorprende al verlo en la oficina img
Capítulo 42 Jian Wei trata de explicarse, pero Mei Ling está dolida img
Capítulo 43 Jian Wei sigue viéndola en la oficina img
Capítulo 44 Mei Ling lo evita, pero su corazón aún late por él img
Capítulo 45 Jian Wei organiza una sorpresa en el Festival del Dragón img
Capítulo 46 Mei Ling recuerda los buenos momentos img
Capítulo 47 Jian Wei le cuenta la verdad img
Capítulo 48 Mei Ling sigue molesta, pero se siente conmovida img
Capítulo 49 Salida casual con amigos; Jian Wei la hace reír de nuevo img
Capítulo 50 Mei Ling confiesa a su amiga que aún lo ama img
Capítulo 51 Jian Wei le escribe una carta sincera img
Capítulo 52 Mei Ling lee la carta y llora img
Capítulo 53 Encuentro en el templo de la Suerte img
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Capítulo 2 Entre Disculpas y Retos

Mei Ling pensó que, después del caótico primer día, su trabajo en la oficina de encomiendas finalmente sería rutinario. Había llegado temprano esa mañana, con la determinación de enfocarse en sus tareas y olvidar por completo al chico bromista que le había hecho pasar un mal rato el día anterior.

Sin embargo, aunque intentaba ignorarlo, su mente seguía regresando al momento en que Jian Wei le sonrió antes de marcharse, prometiendo volver al día siguiente.

"Seguro lo dijo solo por molestar", pensó mientras organizaba los formularios de envío.

-¿Estás soñando despierta? -preguntó la señora Tan, la supervisora, lanzándole una mirada de reojo.

-¿Qué? No, claro que no -respondió Mei Ling rápidamente, enderezándose en su asiento.

-Bien, porque tenemos un día largo por delante. Prepárate para la hora del almuerzo, que es cuando todo el mundo decide hacer envíos de última hora.

Mei Ling asintió y se obligó a concentrarse. Pero justo cuando comenzaba a sentirse más tranquila, la puerta de vidrio se abrió y una figura familiar entró con paso relajado.

Jian Wei.

Llevaba una chaqueta deportiva sobre una camiseta blanca y jeans oscuros. Su cabello oscuro estaba ligeramente despeinado, como si no hubiera hecho ningún esfuerzo por arreglarlo y, sin embargo, le daba un aire casualmente atractivo. Mei Ling sintió un ligero escalofrío al darse cuenta de que lo estaba observando más de la cuenta.

"No. No caigas en su juego", se dijo a sí misma.

Jian Wei caminó directamente hacia ella con una sonrisa confiada y apoyó los codos en el mostrador.

-¡Buenos días, Mei Ling!

Ella apenas le dedicó una mirada.

-¿Vienes a enviar otro "paquete secreto"? -preguntó con tono seco mientras revisaba unos papeles.

Él soltó una pequeña risa.

-Hoy no. Solo vengo a verte.

Mei Ling lo miró con escepticismo.

-¿A verme?

-Bueno, y también a disculparme de nuevo. Fui un poco pesado ayer. No era mi intención hacerte enojar tanto.

Mei Ling parpadeó. No esperaba que él volviera solo para disculparse.

-Está bien -murmuró, sorprendida por su sinceridad-. Solo fue una broma tonta.

Jian Wei sonrió.

-Entonces, ¿me perdonas?

-Lo pensaré -dijo ella, intentando mantener la compostura.

Jian Wei se llevó una mano al pecho en un gesto dramático.

-¡Qué cruel! No me dejarás dormir esta noche.

Mei Ling suspiró.

-Si ya terminaste con tu número, hay clientes esperando.

Pero Jian Wei no se movió.

-Antes de irme, quiero preguntarte algo.

-¿Qué cosa?

-¿Qué dices sobre mi invitación de ayer?

Mei Ling arqueó una ceja.

-¿Sigues con eso?

-Claro. No me rindo fácilmente.

Ella suspiró, mirando hacia otro lado.

-No entiendo por qué insistes tanto.

-Porque quiero compensarte -dijo él, inclinándose ligeramente hacia ella-. Y porque creo que sería divertido.

Mei Ling lo miró fijamente. ¿Realmente valía la pena darle una oportunidad? No podía negar que, a pesar de todo, había algo intrigante en su forma de ser.

Después de unos segundos de silencio, Jian Wei sonrió de nuevo.

-No voy a presionarte. Solo dime sí o no, y prometo no molestarte más si decides que no.

Mei Ling apretó los labios. Algo dentro de ella le decía que debía decir que no, pero por alguna razón, las palabras que salieron de su boca fueron otras.

-De acuerdo -dijo a regañadientes-. Pero solo porque quiero ver si de verdad cumples tu palabra.

Jian Wei hizo un gesto triunfal.

-¡Lo prometo! Un té de burbujas y una conversación tranquila. Nada de bromas.

-Veremos si puedes resistirlo -respondió Mei Ling, tratando de ocultar una sonrisa.

-Te recogeré aquí a las seis. No te arrepentirás.

Jian Wei le guiñó un ojo y salió de la oficina con la misma confianza con la que había entrado.

Mei Ling exhaló, sintiendo una mezcla de nervios y anticipación.

-Parece que tienes una cita -comentó la señora Tan con una sonrisa divertida.

-¡No es una cita! -se apresuró a corregir Mei Ling, sintiendo su cara arder.

-Lo que tú digas, querida -dijo la supervisora con un tono burlón antes de alejarse.

Mei Ling suspiró, preguntándose en qué se había metido.

Una Noche Diferente

Cuando el reloj marcó las seis en punto, Mei Ling salió de la oficina y lo encontró esperándola fuera, apoyado contra un poste de luz.

-Puntual -dijo él con aprobación.

-Dije que iría, así que aquí estoy -respondió ella con los brazos cruzados.

Jian Wei sonrió.

-Perfecto. Vamos.

Caminaron juntos por las iluminadas calles de Singapur, donde los faroles de papel colgaban de los postes, y el aroma de los puestos de comida flotaba en el aire. El bullicio de la ciudad era vibrante, y Mei Ling sintió cómo poco a poco su incomodidad inicial se disipaba.

-¿Siempre vienes a esta tienda de té de burbujas? -preguntó ella cuando entraron a un pequeño local decorado con luces cálidas y paredes adornadas con ilustraciones de pandas.

-Sí, este lugar tiene el mejor té de taro de la ciudad -respondió él-. Pero si prefieres otro sabor, dime y lo cambiamos.

Mei Ling lo miró con sorpresa.

-¿Y si digo que quiero algo completamente diferente?

Jian Wei sonrió.

-Entonces lo pedimos. La idea es que la pases bien.

Por primera vez desde que lo conoció, Mei Ling sintió que su sonrisa era genuina y sin intenciones ocultas.

Pidieron sus bebidas y se sentaron en una mesa junto a la ventana. A medida que la conversación fluía, Mei Ling descubrió que, más allá de su actitud bromista, Jian Wei era alguien divertido y fácil de hablar.

-Así que envías pandas de peluche cada semana a España... -dijo ella con una ceja arqueada.

Jian Wei rió.

-Sí, mi hermana está obsesionada. Pero no es lo único que hago. También estudio arquitectura en la Universidad Nacional de Singapur.

Mei Ling abrió los ojos con sorpresa.

-No lo habría imaginado.

-¿Pensabas que solo era un tipo sin oficio que se dedica a molestar empleados nuevos?

-Algo así -admitió ella con una sonrisa.

Jian Wei fingió sentirse ofendido, pero luego rió.

-Bueno, ahora sabes un poco más de mí. ¿Y tú? ¿Por qué decidiste trabajar en la oficina de encomiendas?

Mei Ling tomó un sorbo de su té y miró por la ventana, con una expresión pensativa.

-Es una larga historia...

Jian Wei apoyó los codos sobre la mesa y la miró con atención.

-Tengo toda la noche.

Por primera vez en mucho tiempo, Mei Ling sintió que quería compartir su historia con alguien.

Tal vez, solo tal vez, esta noche no sería tan mala como pensaba.

            
            

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