LA CHICA
img img LA CHICA img Capítulo 3 Cap. 3: Alguien busca a La Chica
3
Capítulo 6 Cap. 6: La chica es Zarela Moore img
Capítulo 7 Cap. 7: Hija mía img
Capítulo 8 Cap. 8: Hola hermano y... Nueva vida para La chica img
Capítulo 9 Cap. 9: Darlan y Dylan img
Capítulo 10 Cap. 10: El reencuentro img
Capítulo 11 Cap. 11: La gala img
Capítulo 12 Cap. 12: ¡Aléjate de mi hija! img
Capítulo 13 Cap. 13: Descubriendo traiciones img
Capítulo 14 Cap. 14: Zarela en Alemania img
Capítulo 15 Cap. 15: Brandon, el controlador img
Capítulo 16 Cap. 16: Novia de Brandon img
Capítulo 17 Cap. 17: Noviazgo tormentoso img
Capítulo 18 Cap. 18: La cabaña img
Capítulo 19 Cap. 19: Seré tu hombre hasta que mueras img
Capítulo 20 Cap. 20: Zarela se va de Alemania img
Capítulo 21 Cap. 21: Darlan encuentra a Zarela img
Capítulo 22 Cap. 22: La protegería con mi vida img
Capítulo 23 Cap. 23: Nueva prisión para Zarela img
Capítulo 24 Cap. 24: El embarazo img
Capítulo 25 Cap. 25: El pasado de Koste img
Capítulo 26 Cap. 26: Koste también busca a Zarela img
Capítulo 27 Cap. 27: Nuevos gemelos varones img
Capítulo 28 Cap. 28: ¿Zarela tuvo un hijo mío img
Capítulo 29 Cap. 29: Koste y Sabine La gata img
Capítulo 30 Cap. 30: Confrontación img
Capítulo 31 Cap. 31: El robo a Patrick Moore img
Capítulo 32 Cap. 32: El rescate img
Capítulo 33 Cap. 33: Los hijos de Zarela y Darlan img
Capítulo 34 Cap. 34: Conociendo a sus hijos img
Capítulo 35 Cap. 35: Patrick Moore escapó img
Capítulo 36 Cap. 36: Chicago img
Capítulo 37 Cap. 37: Lorena y Diana img
Capítulo 38 Cap. 38: ¿Dónde está Zarela img
Capítulo 39 Cap. 39: Voy a dejarte Darlan img
Capítulo 40 Cap. 40: Zarela escapó img
Capítulo 41 Cap. 41: La propuesta img
Capítulo 42 Cap. 42: ¿Nueva amenaza img
Capítulo 43 Cap. 43: Dos enemigas menos img
Capítulo 44 Cap. 44: La boda img
Capítulo 45 Cap. 45: Rescatando de nuevo a Zarela img
Capítulo 46 Cap. 46: Aliados peligrosos img
Capítulo 47 Cap. 47: Stella es una arpía img
Capítulo 48 Cap. 48: Luna de Miel en familia img
Capítulo 49 Cap. 49: Koste le pide matrimonio a La gata img
Capítulo 50 Cap. 50: Patrick Moore abandona a Stella York img
Capítulo 51 Cap. 51: Stella es prisionera de Dylan img
Capítulo 52 Cap. 52: Te amo Zarela img
Capítulo 53 Cap. 53: Un aliado peligroso img
Capítulo 54 Cap. 54: Nueva enemiga img
Capítulo 55 Cap. 55: ¡Atrapado! img
Capítulo 56 Cap. 56: La venganza de Vivian Schuls img
Capítulo 57 Cap. 57: Zarela y los niños están a salvo img
Capítulo 58 Cap. 58: La tortura de Darlan img
Capítulo 59 Cap. 59: El rescate de Darlan img
Capítulo 60 Cap. 60: Darlan es fuerte img
Capítulo 61 Cap. 61: Los traidores pagan img
Capítulo 62 Cap. 62: La posición de Eilam y Efrom img
Capítulo 63 Cap. 63: Un nuevo Allen img
Capítulo 64 Cap. 64: ¿Amigo o enemigo img
Capítulo 65 Cap. 65: Una aliada inesperada img
Capítulo 66 Cap. 66: Objetivo localizado img
Capítulo 67 Cap. 67: La gata tiene a Edoardo img
Capítulo 68 Cap. 68: Los verdugos van cayendo img
Capítulo 69 Cap. 69: He sido malo img
Capítulo 70 Cap. 70: La junta de la Organización img
Capítulo 71 Cap. 71: Darlan pregunta por su padre img
Capítulo 72 Cap. 72: Somos libres img
Capítulo 73 Cap. 73: Darlan regresa a Detroit img
Capítulo 74 Cap. 74: La solicitud de Patrick y la herencia de Brody img
Capítulo 75 Cap. 75: La petición de Patrick Moore img
Capítulo 76 Cap. 76: La culpa img
Capítulo 77 Cap. 77: Seré Zarela Allen img
Capítulo 78 Cap. 78: Manuela La Torre img
Capítulo 79 Cap. 79: Los hermanos Allen img
Capítulo 80 Cap. 80: Contando algunas cosas pasadas img
Capítulo 81 Cap. 81: Celebración privada img
Capítulo 82 Cap. 82: Manuela visita a Ximena img
Capítulo 83 Cap. 83: La petición de Ximena img
Capítulo 84 Cap. 84: Uniones que se confirman img
Capítulo 85 Cap. 85: El detective img
Capítulo 86 Cap. 86: Zarela espera otro varón img
Capítulo 87 Cap. 87: El contador de la Yakusa img
Capítulo 88 Cap. 88: El detective y los Allen img
Capítulo 89 Cap. 89: Resolviendo asuntos pendientes img
img
  /  1
img

Capítulo 3 Cap. 3: Alguien busca a La Chica

Ajeno a todo eso, Darlan recibía las novedades sobre la investigación de la mujer a quien llamó "gata".

–Señor, no hay ningún registro de esa chica, es como si no existiera, ¿me puede enviar una imagen?

–Trataré de tomarle una foto, espero que no me agreda.

Ahora le intrigaba más esa chica, pero al menos hablaban el mismo idioma, así que pensar que era una chica abandonada por algún traficante no parecía viable, tendría que hacerla examinar por una ginecóloga de todos modos.

Al entrar en su habitación estaba pasando las páginas de un libro, sin interés alguno y con la frente muy arrugada, entonces le preguntó:

–¿No te agrada leer?

–Yo no sé leer –otra vez sintió esa rara sensación con sus respuestas, ¿qué le importaba si no sabía leer?

–Tengo que tomarte una foto para el registro del accidente.

–Una vez tomé una foto de una pareja y me dieron dos dólares.

–Yo no voy a pagarte y la foto te la tomaré yo.

–Ajá.

–¿Otra vez ajá?

Encogió sus hombros mientras miraba al techo, no le dijo nada más, sacó el móvil, le pidió que viera al lente y le tomó la foto, la cual le envió de inmediato a "La gata".

Pasadas dos horas, durante las cuales logró un lucrativo negocio en España, recibió otra propuesta interesante de los chinos y una sugerente foto de Lorena a la que visitaría apenas terminara el asunto de la identificación de la chica, recibió un nuevo reporte.

–Hola "gata".

–Señor, con reconocimiento facial encontré tres posibles coincidencias en avisos de personas desaparecidas.

–¿Quién puso los avisos, la policía?

–No, son privados, no son fotografías propiamente, parecen dibujos, los colocó Patrick Moore, es un empresario multimillonario de Chicago, tiene empresas para desarrollo tecnológico, muchos almacenes y cadenas de transporte.

–¿Por qué hablas de tres posibilidades?

–Los avisos los colocó la misma persona, pero son tres opciones de cabello y ojos, coloca el nombre de Zarela Moore y dice que es su hija, que fue raptada a horas de nacer y que debe tener ahora 19 años, tal vez por eso no describe la característica más distintiva que es el color de sus ojos. Tengo un presentimiento con eso doctor, ¿procedo?

–Aún no, sin embargo, mantente al tanto de los pasos de ese empresario.

¿Qué esperaba retrasando el contacto con el posible padre de "la chica" ?, no lo supo al momento, pero igual aún no estaba en condiciones de ir a ningún sitio, su peso y masa corporal no eran acordes a su edad, debía seguir alimentándose bien para recuperarse totalmente, así podría llamar a Patrick Moore y concertar una cita para que la conozca y verificar si es su hija.

***

Salió de su despacho luego de ese plan mental y se fue al departamento de Lorena, en realidad él se lo había comprado hacía un tiempo por lo que tenía llave para entrar cuando le plazca.

No le avisó, así que al llegar la buscó por el salón principal que al ser de concepto abierto le dio una panorámica total de la cocina y el comedor, siguió al estudio y nada, finalmente se dirigió al dormitorio y escuchó gemidos, se tensó y sacó su pistola porque si se había atrevido a traicionarlo y en su propia habitación, ese sería el día que moriría junto a quien sea que la estuviera haciendo gemir.

Giró la perilla y entró para encontrarla en la cama desnuda y sosteniendo en sus manos un dildo para autosatisfacerse, se dio una palmada mental al reconocer que él mismo la obligó a eso al tenerla desatendida por varios días, se sonrió y rápidamente comenzó a desprenderse de la ropa mientras le decía:

–¿Te parece si sustituyo tu juguete?

No dormía con ninguna de sus novias porque eso significaba un grado de familiaridad que no quería darles, así que una vez que la dejó bien atendida fue a tomar una ducha y procedió a vestirse, su teléfono comenzó a sonar insistentemente y era del Instituto de sus sobrinos, suspiró profundamente antes de responder:

–Buenas tardes.

–Buenas tardes señor Allen, soy la directora del Instituto, le agradecería su presencia en mi oficina a la mayor brevedad.

–¿Dígame de una vez si va a expulsar a mis sobrinos?

–No me queda otra opción, se lo había advertido.

–De acuerdo, enviaré por ellos, no es necesaria mi presencia entonces.

Cerró la llamada; antes, en un vano intento por mantener a sus sobrinos en ese Instituto llevó a la cama a la directora, era una mujer madura con mucha experiencia y pasaron unas horas muy ardientes, pero por lo visto, no sirvió de mucho, a menos que quisiera otra ronda y...

Tal vez se había precipitado, debió haber ido, porque se le estaban acabando las alternativas de lugares donde pudieran aceptar a ese par, que no sabía por qué rayos se portaban tan mal.

Llegó a la casa al mismo tiempo que el chofer con sus sobrinos, ambos al verlo desviaron la vista al piso, tomó a cada uno por un brazo y los llevó a su despacho:

–¿Podrían explicarme qué pasó ahora? –preguntó apenas cerró la puerta detrás de ellos, en eso se percató de que Eilam tenía las uñas pintadas de un color muy oscuro y que también sus ojos estaban delineados, además de su labio partido y un gran moretón en su pómulo derecho. Su gemelo no estaba en mejores condiciones ya que tenía un fuerte golpe en el ojo.

–Él solo se defendió de las burlas tío Darlan y yo lo ayudé, por supuesto. Todos le decían marica, pero no es así, él es emo.

–¿Emo?, Eilam, ¿acaso te sientes rechazado, triste o melancólico?

–Solo me gusta el rock y todo lo concerniente a esa música, quiero tocar la guitarra eléctrica y escribir canciones.

–Perfecto, puedes hacerlo, lo que no entiendo es por qué tienen que arruinarlo todo en el instituto al punto de que los expulsen. ¿Quieres tocar la guitarra?, hazlo, pero tienes que estudiar, seguro que aún no te sabes ni el alfabeto completo, nada más tienes 8 años, ¿entiendes que eres un niño aún?

–¿Estamos expulsados? –preguntó Efrom preocupado.

–Pues sí par de demonios, es el tercer instituto del que los expulsan este año, ¿qué carajos voy a hacer con ustedes?, vayan a sus habitaciones, sin ningún aparato electrónico, van a morirse de aburrimiento encerrados hasta que consiga dónde inscribirlos para que no se queden analfabetos, solo saldrán a comer –les dijo muy enfadado.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022