Capítulo 5 Mami

Michael observaba en estado de shock a la niña que tenía frente a él. La voz de Mia, que por primera vez había escuchado, lo dejó paralizado. El balbuceo suave de la niña resonó en sus oídos:

-Mami...

Nunca había escuchado a Mia hablar. Michael, que había sido su tío durante años, conocía muy bien su condición: la afasia, que le había impedido comunicarse con los demás desde que era muy pequeña. Pero ahora, verla decir esa palabra... algo en su interior se rompió.

Agachándose, colocó una mano sobre el hombro de Mia con una mezcla de sorpresa y confusión.

-¿Qué acabas de decir? ¿Puedes repetir eso?

Mia, con sus ojos grandes y llenos de emoción, señaló a Olivia.

-Mamá... mami...

Michael siguió la dirección de su dedo, y cuando vio a la mujer a la que Mia estaba señalando, se quedó completamente perplejo. El rostro de Olivia estaba cubierto por una máscara, pero las pecas en su rostro y su apariencia común no coincidían con nada que él hubiera imaginado.

¿Qué demonios? ¿Está llamando a esta mujer mami?

Salió de su trance y miró a Olivia con desconfianza, sin saber si debía creer lo que estaba sucediendo.

-¿Qué le hiciste a Mia? -preguntó con firmeza.

Olivia, sin inmutarse, lo miró con una expresión tranquila.

-Tú debes ser su padre. ¿De dónde sacas el valor de interrogarme? -comentó, como si la situación no fuera tan tensa como parecía. En su tono había algo de desafío, pero también una cierta pena por la niña que sentía en su corazón.

Michael, por su parte, estaba cada vez más confundido. Sin saber qué pensar, soltó:

-¿Ella se dirigió a ti como su madre?

Olivia levantó los ojos al cielo, visiblemente irritada.

-¿A quién más le diría eso? ¿A ti? -le respondió con sarcasmo.

Michael se quedó sin palabras por su comentario, sin poder procesar completamente lo que ocurría ante sus ojos. Después de varios segundos de silencio, intentó recomponerse.

-Permítame presentarme. Soy el tío de Mia, Michael Brook. Me sorprende mucho ahora porque ella ha sufrido de afasia desde la infancia y nunca ha hablado con nadie. -explicó, tratando de entender la situación.

Olivia, que hasta ese momento había estado tratando de tranquilizar a la niña, sintió un peso en su pecho al escuchar las palabras de Michael. De repente, se dio cuenta de la magnitud de la situación para Mia.

-¿Se puede confiar en él, Mia? -preguntó suavemente, mirando a la niña que todavía se aferraba a ella.

Mia, aún con sus ojos brillantes y llenos de emoción, asintió con la cabeza.

-¿Es cierto que tienes afasia, Mia? -Olivia preguntó de nuevo, como si aún estuviera tratando de comprender la magnitud de lo que había sucedido.

La niña asintió de nuevo.

Olivia acarició suavemente la cabeza de Mia, sus dedos rozando su cabello con cariño.

-Como te estaba buscando, deberías ir a casa con él -dijo, su voz suave pero llena de una determinación que solo las madres, o las figuras maternas, pueden tener.

Mia no dijo nada más, pero su expresión, aún pequeña, era de aceptación. Ella asintió lentamente y se separó de Olivia sin hacer ningún escándalo. Mia observó cómo Olivia comenzaba a alejarse con Noa, con una ligera tristeza en sus ojos.

Justo cuando Michael estaba a punto de preguntarle a Mia cómo pudo hablar de repente, inconscientemente la miró de nuevo. Lo que vio lo hizo detenerse en seco. Los ojos de Mia se llenaron de lágrimas, y la niña comenzó a sollozar en silencio, sin poder contener su emoción. Fue un llanto suave, casi imperceptible, pero lleno de un dolor que Michael no había visto en ella antes.

Algo dentro de él se removió, y por primera vez, el misterio que rodeaba a Olivia y a la relación con Mia lo dejó completamente abrumado. ¿Qué había sucedido entre ellas para que Mia, tan callada y con tanta dificultad para hablar, la llamara "mamá"? Y, aún más desconcertante, ¿por qué Mia lloraba ahora, si parecía estar con la persona que confiaba más que a nadie?

                         

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