LOBO DIABLO
img img LOBO DIABLO img Capítulo 4 LA FAMOSA
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Capítulo 7 RECHAZADO img
Capítulo 8 LA SERPIENTE EN ACCIÓN img
Capítulo 9 SACRIFICIO img
Capítulo 10 LA PROMESA img
Capítulo 11 EL HADA QUE VIVE EN MI img
Capítulo 12 ENTRE DOS AGUAS img
Capítulo 13 UN NUEVO REFUGIO img
Capítulo 14 OLVIDO img
Capítulo 15 CASUALIDAD img
Capítulo 16 PERSPECTIVA img
Capítulo 17 BRUJA img
Capítulo 18 NO PUEDES HUIR DE MI img
Capítulo 19 LLUVIA & FUEGO img
Capítulo 20 SHARON img
Capítulo 21 NO ERES SU LUNA img
Capítulo 22 BONDIA img
Capítulo 23 EL DEMONIO CUPIDO img
Capítulo 24 LA VOZ INTERIOR img
Capítulo 25 EL OTRO SER img
Capítulo 26 SIEBOG img
Capítulo 27 VINCULADAS img
Capítulo 28 LA ROSA CANINA img
Capítulo 29 UN LOBO FUERA DE CONTROL img
Capítulo 30 EL ORIGEN DE SU DOLOR img
Capítulo 31 CRIMEN DEL PASADO img
Capítulo 32 EL REY HA MUERTO img
Capítulo 33 ¡SOLO MUERTO MÍ AMOR!. img
Capítulo 34 MAS CLARIDAD img
Capítulo 35 MARCADA img
Capítulo 36 ¡EL ME MATO! img
Capítulo 37 LA TIERNA CARICIA DE UNA FLOR img
Capítulo 38 ARDIENDO img
Capítulo 39 ME GUSTA TU OLOR img
Capítulo 40 ARDOR, LAVA, TRAICIÓN img
Capítulo 41 ¡MALDITA BRUJA! img
Capítulo 42 ¡ELLA ES MÍA! img
Capítulo 43 GOTAS DE SANGRE img
Capítulo 44 TRIPLE ENCUENTRO PASIONAL img
Capítulo 45 UN ECLIPSE SE APROXIMA img
Capítulo 46 IRÉ POR TÍ img
Capítulo 47 OLOR A SANGRE img
Capítulo 48 HOGUERA img
Capítulo 49 EN BRAZOS DE SIEBOG img
Capítulo 50 CONOZCO MI DESTINO img
Capítulo 51 ADIOS BONDIA img
Capítulo 52 CUBIERTA DE SANGRE img
Capítulo 53 ARRASTRADA img
Capítulo 54 PÁLPITO img
Capítulo 55 UN GRITO POR MÍ AMADO img
Capítulo 56 ADIÓS SIEBOG img
Capítulo 57 RESIGNACIÓN img
Capítulo 58 PERDIDO img
Capítulo 59 EL REENCUENTRO img
Capítulo 60 ¿FIN img
Capítulo 61 EXTRA; EL KARMA CONTINUA img
Capítulo 62 MI NÉMESIS img
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Capítulo 4 LA FAMOSA

POV; Angélica

Poco a poco me acostumbraba a este lugar, aunque era algo prematuro decir que me sentía como en casa, todos eran muy amables en especial el señor Lexter. En un principio se negó a que ayudara en la casa, pero bajo mi insistencia fue cediendo, era lo menos que podía hacer, gracias a el estaba viva, con techo y comida.

Asome mi rostro a la ventana y observe lo hermoso que estaba el día, después de preparar el desayuno trataría de dar un paseo, pensé ensimismada en el destello radiante del sol, atravesando el cristal.

-Angélica no era necesario que despertaras tan temprano... - Una voz dulce me bajo de las nubes, era doña Sofía, quien estaba parada frente a la estufa preparando el café.

-Hoy preparare el desayuno, quiero hacer algo especial para el señor Lexter. – Le dije sonrojada y a la vez captando una picardía en los ojos de la ella.

-Te apoyo, es una sutil manera de conquistarlo primor. Te dejare sola para que te inspires. –Dicho esto tomo una generosa taza de café y salio de la cocina.

Luego de Salí de mi trance vergonzoso, me puse el delantal y empecé a preparar el desayuno. Esté consistía en tostadas de tortilla y salmón, huevos con tocino y jugo de naranja recién exprimida, al terminar probé todo, estaba delicioso, ahora debía esperar su llegada.

Antes de terminar de guardar alguna cosas en la/ alacena, sentí su presencia plantarse en el umbral de la puerta, volteé y clave la mirada en todo su cuerpo, recorrí mi vista por todas sus parte ¡divino!... Por momentos me avergonzaba mi reacción hacia él, me cuestionaba, como una persona que estuvo a punto de ser monja y sobre todo vivió toda una vida en un convento podía tener un deseo tan despierto por un hombre que apenas conocía, al final la conclusión era la misma no tenia vocación, ese parecía mi camino antes de no tener otras opciones, los sentimientos que se despertaron en mi al verlo cambiaron mi pensar, lo deseaba, ansiaba tenerlo para mí.

El olor excitante de su colonia mezclado con su fragancia varonil, me recordaron su presencia, me miraba como un cazador, lo que probablemente no sabía era yo que deseaba ser cazada.

Me acerque al comedor donde estaba sentado, con la excusa de llevarle un plato, mi corazón se me aceleraba con cada paso y mas con esa mirada resplandeciente atravesándome.

.-Hola señor, ¿Le sirvo el desayuno?

-¿Lo preparaste tú?. -Me pregunto con el ceño fruncido.

-¡Si!...- Mí voz salio algo trémula.

-Con una condición, debes acompañarme.-Asentí inmediatamente y busque otro plato, le serví raciones generosa, luego tome un poco para mí y me senté a su lado, sabia que no podría comer mucho con semejante frenesí en el cuerpo.

Este devoro todo, incluso repitió, lo cual me hizo feliz, espere que el plato estuviera vacío, lo tomé y me dispuse a fregarlo, cuando estaba de espalda sentí su energía más cerca y su sombra hacerse mas grande en mi presencia.

-Muy rico pero falto el postre.-Sus palabras fueron como un leve susurro, se me erizo la piel al sentir su aliento rozar mi cuello. Me gire, hay estaba su boca a centímetros de la mía.

Sus brazos me reclamaron, todo su calor me atrapo, su boca se unió a la mía, al inicio no entendía que debía hace., -Abre los labios. - Me dijo dulcemente y accedí. La sensación de su lengua enviándome fue maravillosa, me derretía ante aquel contacto; presiono más a su cuerpo contra el mio, giramos varias veces sumidos en el deleite que compartíamos, me alzo y por un leve instante me percate de que dejamos la claridad para entrar a un ambiente más oscuro. Los besos seguían, no quería separarme de ese placer que estaba descubriendo, sus manos empezaron a caminar por mi cuerpo, toco mis pechos suavemente, sentí la primera alerta que debíamos parar, pero no lo hicimos, se retiro levemente y sin yo esperarlo rasgo mi blusa, dejándome algo expuesta, me observo y volvió a besarme, besos que se fueron deslizado por mi cuello mientras el ardor entre mis piernas aumentaba.

La segunda alerta la recibí, cuando deslizo los tirantes de mi sostén, saco uno de mis pechos y los lamió como rica fresa, para luego sumergirlo en su boca, una humedad alimentaba los palpitos en mi femineidad, estaba perdida, debía tomar el control, recuperar el sentido y parar esta locura, trate de inclinarme y empujarlo pero este se pego más y tomo mi otro pezón, baje la vista para ver con la maestría que lo hacia, no tenia voluntad para zafarme de él, hasta que toco la meta, introdujo sus manos entre mis piernas, salte y dando un grito estridente lo empuje.

-¡No!... vamos muy rápido, esto esta mal. –Pronuncie agitada, apenas me salían las palabras por la exaltación, mantuve la vista anclada en la esquina contraria, no podía mirarlo a la cara, más sentía sus jadeos...y su creciente incomodidad.

- ¡Mírame! Entonces me calientas y después me rechazas, ven y terminemos lo que empezamos. –Me ordeno, mientras se quitaba la correa, bajaba sus pantalones hasta mitad de la rodilla, entraba sus manos y sacaba algo inmenso. Yo atendí a su llamado posando mis ojos nuevamente en él y observe todas estas acciones para mi perdición ¡Madre Mía!...exclamo mi voz interior, haciéndome tragar en seco, de eso era que hablaba Ana con tanto candor, la famosa serpiente placentera. Mis ojos querían salirse de su orbita, volví apartar la mirada y comencé a retroceder paulatinamente.

-¡Un ratón!...-Grite a todo pulmón, el desvío la mirada buscando el roedor y aproveche para salir corriendo cuidando no ser vista, mi blusa estaba rota, el pelo revuelto y la piel con toques rojizos, todo delataba nuestro desenfreno. Ya segura en mi habitación aun seguía recordando una y otra vez lo sucedido, los remanentes del deseo aun ardían en mis entrañas, aunque mi orgullo era mayor por lograr contenerme, posiblemente hoy debería quedarme encerrada todo el día, pensé.

            
            

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