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POV Sylvester
La vida es aburrida, por lo menos para mí es así, nada podría despertarme la curiosidad a largo plazo. Supongo que he logrado el éxito y supero todos los hombres de la misma edad a las 28 años, pero evidentemente mis padres no lo piensan así.
-Necesitamos nietos.- Gruña el señor Lamprou de bien vestido en su silla cómoda en la mesa, en tono cierto, -Dame nietos! Me debes nietos!-
El anciano que no tiene nada que ver con elegancia y cortesía es mi padre, el señor Lamprou es el cabecilla de la familia actual, según lo sé que está muy bien estado de salud y no tiene ganas de retirarse tan pronto. Aunque su hijo yo todavía no estoy muerto, tampoco tengo problema de salud, no me imagino la importancia de un pequeño heredero para él.
Todos los miembros de la familia Lamprou se quedan callados en la mesa, lo que hace el ambiente más embarazoso.
-El bistec está bien asado.- Después de recibir los parpadeos de mi hermana, tuve que romper el silencio incómodo en la mesa, comento el plato, digo al sirviente del lado, aunque el criado no se atreve a darme las gracias por mis elogios como siempre antes de el padre enojado.
-¡No me ignores hijo de puta!- Parece que el señor Lamprou ya pierde su juicio, me regaña en tono furioso sin buscar palabras.
-Sí, padre del hijo de puta.- me quejo sin dar una mirada a mi padre, luego vuelvo hacia mi madre Bronia para transferir el problema. -Dice que eres puta, madre.-
Mi madre echa la mirada enojada a su querido esposo, lo que hace que mi padre furioso volviera a su sentido.
-Lo siento cariño...sabes no era mi intención...¡Deja de cambiar de tema, Sliver!- Adam Lamprou, el dueño de la familia Lamprou pide perdón a su esposa amada primero, y sigue manteniendo la conversación unilateral conmigo.
-Sí sí sí, necesitas nietos.- bajo la mirada suplicante de mi madre y mi hermana mayor, no tengo más solución, dejo los cubiertos y contesto al padre, -¡ nietos! incluso dices en plural! Eres más codicioso que imaginaba, padre.-
Cecilia, mi hermana mayor, no puede evitar reírse en la mesa por lo que digo. Pero ella no imaginaría que pronto se metería en el choque entre su padre y su pequeño hermano.
-Si necesitas nietos, debes preguntar a Ceci, ella es la que está más cercana al objetivo.- ya no tengo ganas de comer, cruzo mis brazos en la silla y expreso mi opinión. La sonrisa agradable se congela en el rostro fino de mi hermana, se queda en mudo y nos observa con mirada sorprendida.
De hecho, tengo razón. Ya que mi hermana Cecilia Lamprou, la recién graduada de su estudio de doctorado, ya tiene prometido. Aparte eso, se conocen desde niño, los padres de ambas partes están de acuerdo de esta combinación de los dos enamorados, ya se celebró la ceremonia de compromiso hace semana, el anillo de compromiso todavía está en el dedo anular de ella.
Al escuchar lo que decimos, Cecilia mira a nuestro padre con ojos bien abiertos, una expresión inocente y sorprendida brota en su cara. -¿En serio? Piensas así?- esta interrogación casi escribe en el rostro de la señorita Lamprou.
Exhalo un suspiro para mis adentros. Sé que no soy un buen hijo para mis padres en otro sentido, aunque soy listo y apuesto, (son evaluaciones objetivas de otras personas, de hecho, el rostro que heredó desde mis padres nunca recibe mala reseña desde que nací.) también de muy capacidades para suceder la empresa de Lamprou, y tengo la confianza de ampliar el tamaño de los negocios en los 5 años después de heredar el puesto de director ejecutivo.
Pero también sé que mis padres no están contentos conmigo en comparación con mi hermana. Cecilia es otro modelo orgulloso de los hijos ideales de los padres : nacer con bendición de padres, graduarse de una de las universidades de la liga ivy, enamorarse de un hombre bien emparejado y ahora estar en el camino a casarse. Actuar de manera convencional y caminar en la ruta tradicional lo que era favorito de los padres.
No estaré sorprendido si les llevan un sobrino o sobrina y visitan a mis padres en unos años. Pensando esto, miro a mi hermana mayor, la ganadora de la vida con envidia escondida, pero ella no comprende mi vista.
Sí, envidia. Aunque soy el heredero decidido de los mayor negocios familiares, disfruto de los mismos recursos financieros y soportes emocionales de padres con mi hermana desde niño, no podía obtener los elogios sinceros por mis logros desde mis padres cuando sea mayor, como si todos mis esfuerzos y éxitos no tuvieran ningún valor si no me caso y establecer una familia.
-Eres...-Escucho que mi padre dice algo, pero por fin no logra completar la frase.
-Sabes que no era nuestra intención, hijo.- La madre añade en la conversación en momento adecuado,deja el cubierto al lado también, exhala un suspiro en hondo, participa en la reunión familiar contemporánea, antes de que su esposo se meta la pata todo. -Dime Sliver, por qué nunca sales con alguien como tus amigos?-
Al escuchar la pregunta de mi madre, mi padre y Ceci me fijan callados, es obvio que a ellos les interesa mucho el tema. Frunzco las cejas, tuve que admitir que llevo una vida con regularidad desde niño, tengo una agenda diaria planeado por mí mismo y lo cumplo estrictamente, este hábito se continúe hasta ahora cuando sea mayor. Aparte de las actividades sociales necesarias, casi no le planeo tiempo para la vida social privada.
-Vaya madre, parece que has aprendido bien las habilidades de negociación. Proponer un plan imposible primero, al recibir la fuerte oposición de la otra parte, luego dio el verdadero propósito que es más suave... Así la otra parte será más receptiva.- No les digo la respuesta que quieren saber, al mismo tiempo probando el postre.
-Déjame adivinar...¿Acaso no te gustan las chicas?- Cecilia la alborotadora como si estuviera vengando a mis palabras que se la meta en problema, añade con risotada.
Aunque aparentemente es una broma pequeña e insignificante, esa posibilidad da gran susto a mis padres tradicionales. Los padres estaban pálidos por lo que dijo mi hermana. Pero mi madre era la primera que vuelve a su sentido, -Pues...si te gusta...está bien si quieres pasar la vida con otro... ewww, chico...? - Veo que mi madre quiere mantenerse la expresión decente Cuando dice la palabra ´otro chico´, ha hecho gran esfuerzos, pero no lo logra.
-Recuerdo que el hijo de Valentino es homosexual, no es gran cosa...- Adam gruña algo para que su esposa no se sienta demasiada embarazosa.
-Estoy lleno.- termino el postre, cojo el pañuelo al lado de la mesa y limpio alrededor de la boca, con conducta más bien educada. Debo dar las gracias a ellos por no dudar que sea impotente? -No soy gay. No se preocupen, señores. Me casaré con una chica en el futuro, pero, no por ahora. Ya. - Al terminar la explicación necesaria, me levanto y me retiro del comedor.
*Visión de los padres y Ceci.*
Los padres y la hermana se miran en la mesa del comedor.
-¿Está enojado?- Pregunta Bronia en tono inseguro a otros miembros de la familia en la mesa con mucho cuidado.
-Aparentemente está enojado.- Le contesta Adam, como ha sido el padre de los niños rebeldes por más de 20 años, es un experto en conocer bien el temperamento de su hijo.
-Dios sabe, quién podría seducir a mi hermano el robot con éxito.- comentó la hermana en picante, Cecilia no evita demostrar su simpatía a su futura cuñada desconocida.
-De verdad tu hermanito no es homosexual, Ceci?- Bronia pregunta a su querida hija con voz temblosa, la pobre madre se viera como rota, ahora necesita una confirmación de otra tercera persona.
Cecilia:....Disculpa madre, no debo hacer broma en eso.