RESCATADA POR EL  CEO
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Capítulo 5 5

Por primera vez en mucho tiempo, Blair se sentía mujer, amada y con un deseo irresistible que amenazaba con desequilibrar todos sus sentidos. Sentir una vez más los labios de Zack sobre los suyos, era definitivamente la experiencia más extraordinaria y le daba miedo que dejarse llevar pudiera traerle terribles consecuencias en el futuro.

Como el hecho de no poder olvidarlo, porque Zack era un ser único e irrepetible y perfectamente sabía que lo suyo no podía ser, pues él era un hombre prohibido, ya que muy pronto iba a casarse nada más y nada menos que con una supermodelo de fama internacional. Y que además pertenecía a una de las familias más adineradas y abolengo del país. Se sentía perdida en aquellos brazos fuertes y masculinos, y con aquella boca que la devoraba con avidez, no quería que ese momento terminara, pues al regresar a la realidad las cosas ya no volverían a ser iguales para ella. Estaban absortos en sus emociones cuando el sonido del portón de la fundación los devolvió a la realidad. Se separaron abruptamente, ambos tenían las mejillas enrojecidas y ella tenía su cabello despeinado y los labios hinchados por aquellos besos de pasión frenética.

- Blair, por favor, perdóname, yo no debí dejarme llevar- se disculpó.

Aquellas palabras fueron como grandes puñaladas a su orgullo, y al herido corazón cuando el sentimiento no es correspondido, así que se obligó a mirarlo de frente y mantener el autocontrol para no salir corriendo de ese lugar y desaparecer para siempre.

-No te disculpas, Zack, fue un error por parte de los dos, esto no debió pasar. ¿Olvidemos lo sucedido, sí?- Le pidió profundamente avergonzada.

Continuaron su camino hasta la entrada de la fundación, donde todos la estaban esperando con los brazos abiertos, sobre todo su pequeño, quien corrió a sus brazos para darle un gran abrazo. Blair sintió que el alma le regresaba al cuerpo al experimentar la ternura de su querido hijo.

-Cariño, te extrañé muchísimo- exclamó mientras abrazaba a su bebé.

Blair fue recibida en una lluvia de aplausos, haciéndole sentir el cariño y la empatía que todos los miembros de la fundación siempre tenían para con las personas que pertenecían a esa bonita causa.

-Muchas gracias por traerla, señor Miller, usted siempre está tan ocupado, y aun así se tomó el tiempo para ocuparse de Blair -exclamó Sally profundamente conmovida por las acciones de su benefactor.

El CEO le devolvió la sonrisa, para él nada era demasiado cuando se trataba de ayudar a los demás, en especial a esa fundación que había creado con tanto amor para proteger a los desamparados.

-Sabes que no tienes nada que agradecer, Sally, todos ustedes para mí son como una gran familia, y todo lo que hago por cualquiera de los integrantes es con todo mi corazón- pronunció con ternura.

Blair no podía evitar mirar a Zack con admiración, definitivamente él era como un ángel en este mundo lleno de tanta maldad. Le había tocado una vida tan difícil, sobre todo al lado de su marido, que se encargó de hacer su vida miserable desde el primer momento en que se casó con él, que el hecho de saber que existía un hombre tan increíble y que ella había sido tan tonta al dejarlo ir en el pasado, la hacía arrepentirse profundamente.

-Si me disculpan, me gustaría retirarme a mi habitación, me siento un poco cansada -se excusó ella tratando de escapar de la presencia que tanto la perturbaba.

Por ¡ supuesto que todos entendieron lo que Blair les estaba diciendo. Pues acababa de salir del hospital y era lógico que quisiera descansar, no obstante, Zack sabía perfectamente que si ella decidía abandonar la reunión era para no estar cerca de él, y no pudo evitar sentir una punzada de culpabilidad por haber sido tan débil y dejarse llevar por el momento. Seguramente ella no quería besarlo y si correspondió a sus besos fue únicamente por compromiso o movida por la curiosidad de lo que pudo ser entre ellos. Se despidió de todos en la fundación y decidió salir. Era mejor poner distancia entre los dos para que nadie saliera lastimado, aun cuando los besos de aquella dulce chica se habían quedado tatuados en su corazón y en su piel por siempre. Por otra parte, Victoria había tenido un encuentro apasionado con Mark, el mejor amigo de Zack. Ambos se encontraban desnudos sobre la cama, extasiados de tanto placer. Nada más al reponerse un poco, Mark dirigió su intensa mirada hacia el cuerpo espectacular de Victoria, e instintivamente llevó su mano a los pechos de ella para comenzar nuevamente la faena.

-Acabamos de estar juntos y ya te estoy deseando otra vez- le dijo él con la respiración entrecortada.

Ella se estiró tratando de recomponerse un poco, y se giró para recibir a plenitud las caricias que su amante le ofrecía.

-Oh, cariño, eres insaciable y eso me encanta. El aburrido de Zack jamás tiene tiempo para mí- confesó un tanto molesta.

Marcar frunció el ceño, no le gustaba que Victoria pronunciara el nombre de Zack y mucho menos cuando estaban haciendo el amor.

-Sabes que me molesta que menciones al imbécil de tu novio cuando estamos en la cama- gruñó el hombre bastante molesto.

Ella soltó una risita burlona, lo cual molestó a Mark de sobremanera.

-¿No me digas que estás celoso, cariño?- Preguntó con doble intención.

Él se levantó abruptamente de la cama, al parecer el abrumador deseo que estaba sintiendo se esfumó de un momento a otro con la sola mención del nombre de Zack.

-No soy tu juguete, Victoria, y hace falta mucho para que yo me ponga celoso, para empezar tendría que estar enamorado de ti, cosa que jamás va a suceder, lo de nosotros es simple calentura, y por supuesto cuestión de intereses, un jugoso negocio que compartimos, pero eso es todo- comentó en forma despectiva.

Victoria sentía que la sangre hervía en su interior, le molestaba que para Mark solo representara una simple diversión, así que pensaba ponerlo en su lugar y demostrarle que con ella las cosas no serían como él estaba acostumbrado.

-Un mí no me vas a hablar así, imbécil, a mí me respetas, y de una vez te advierto que las cosas no van a ser como tú quieras, porque en el momento en que a mí se me dé la gana, este maldito juego se termina, espero que te haya quedado claro- sentenció mirándolo directamente a los ojos.

De unas cuantas zancadas, Mark llegó hasta donde estaba ella, tomándola fuertemente por los hombros al grado de hacerle daño.

-Cuida muy bien la forma en que me hablas, querida, porque yo también conozco tus puntos débiles y perfectamente podría destruirte en el momento preciso que se me antoje, aquí yo soy tan importante como tú, te guste o no, y a la que espero le haya quedado claro, es a ti- le advirtió tirándola sobre la alfombra.

Victoria trató de zafarse de su agarre, pero Mark era mucho más fuerte que ella, y empezó a arrancarle la ropa, colocándose sobre su cuerpo, que ya había empezado a excitarse con el trato rudo.

-Y ahora te voy a demostrar una vez más lo que es un hombre de verdad - dijo, tomándola por el pelo y besándola con fiereza.

Y así estuvieron por largo rato, dando vueltas por el piso, en diferentes posiciones, teniendo sexo como a los dos les gustaba, rudo y salvaje, pero sobre todo, sin ningún reparo. La clandestinidad que se añadía al momento era algo que los ponía al límite. El hecho de saber que ella era ajena, y que le pertenecía a su mejor amigo, exaltaba especialmente a Mark, que siempre había sentido gran envidia por Zack al nunca haber podido alcanzar los límites de su poder y riqueza, pero sobre todo le molestaba la admiración y respeto que los otros sentían por el joven CEO. Zack estaba muy intranquilo por lo sucedido con Blair, los besos de la chica seguían despertándole sensaciones descomunales por todo su cuerpo. Su boda estaba muy cerca y se sentía sumamente culpable. Pues aun cuando Victoria no fuera un dechado de virtudes, le tenía mucho cariño por todo el tiempo que habían compartido juntos. No obstante, sabía perfectamente que no estaba enamorado de ella, y había tenido oportunidad de comprobarlo al probar los labios de la mujer que por muchos años había robado sus pensamientos, y por la que en el pasado lo hubiese dado todo con tal de tenerla junto a él. Estuvo pensando un buen rato, y cada vez se acercaba más a la misma conclusión, aquel matrimonio sería un error, pues cuando no existe amor en el corazón nada funciona, y sus padres tendrían que entenderlo. No podía sacrificarse de esa manera, aunque fuera por el bien de la familia. Era verdad que un acuerdo comercial de esa magnitud les convenía a ambas empresas, pero el precio que debía pagar era muy alto y ya no estaba seguro de que sacrificar su propia felicidad fuera lo mejor. Salió a caminar un buen rato, necesitaba despejar su mente para tomar la mejor decisión, ya que eso dependía su vida y la de su familia, no obstante, tenía perfectamente claro que su empresa seguiría creciendo hasta llegar a límites inimaginables, sin importar que no se unieran a las empresas de la familia de Victoria. Pensaba en lo que sintió al tener a Blair tan cerca de él. Probar sus labios había significado un cambio demasiado grande en su interior. Con Victoria jamás había sentido ni siquiera algo parecido, así que, sin pensarlo más, decidió regresar a su ático y esperar a Victoria para hablar con ella. Estaba perdido en sus pensamientos, cuando de repente se escuchó la cerradura de la puerta, e inevitablemente los nervios empezaron a apoderarse de él, pero tenía que hablar, ser completamente sincero con ella, pues no podía seguir con aquella farsa. Ella entró, tan bella e imponente como siempre, pero con esa mirada de soberbia, como si el mundo no la mereciera. -Espero que ahora si puedas dedicarme un poco de tiempo, Zack, todos estos días me has tenido muy abandonada, pareciera que nuestro matrimonio no te importa en lo absoluto- le reclamó Victoria.

Él se le quedó mirando, incrédulo de lo que estaba escuchando, esperaba que por lo menos ella sintiera un poco de empatía por toda esa gente a la que Zack ayudaba en la fundación, pero ella jamás había sido capaz de ponerse en su lugar ni un solo instante, sólo cuestionaba sus actos como si se tratara de una pérdida de tiempo, por lo que nunca podrían ponerse de acuerdo al respecto, una razón más para seguir adelante con la decisión que ya había tomado.

-Victoria, tenemos que hablar- le dijo muy serio.

-No tengo tiempo para tonterías, los preparativos están muy retrasados, así que vayamos para elegir los regalos que nos darán nuestros invitados en el centro comercial, por supuesto que será en el de mayor prestigio, yo no voy a aceptar cualquier cosa- enfatizó.

-¿Podrías por un momento dejar de pensar en frivolidades? - Cuestionó Zack ya bastante molesto.

Al percatarse del semblante serio y enojado de su prometido, Victoria entendió que había sido una mala idea llevarlo al límite, Zack no acostumbraba a enojarse por nada, siempre buscaba la manera de verle el lado positivo a todo, pero en esta ocasión, ella había conseguido exasperarlo. Así que se acercó a él rodeándolo por el cuello, quiso darle un beso en los labios, pero Zack se lo impidió.

-No, Victoria, esta vez esto no te servirá, es algo muy serio de lo que quiero platicar contigo, así que siéntate por favor -pronunció con determinación.

El pánico empezó a apoderarse de Victoria, nunca había visto a Zack actuar de esa manera, por lo que hizo lo que le dijo, lo miró a los ojos y podía percibir un brillo diferente en su mirada, lo cual la puso en alerta.

-Pensé mucho para poder tomar esta decisión, pero creo que es lo mejor para los dos-.

El rostro de la modelo cambió por completo, y su corazón comenzó a palpitar con rapidez.

-Zack, ¿Qué me estás tratando de decir? - Inquirió preocupada.

El respiró profundo, tratando de llenar de aire sus pulmones, y por fin se armó de valor para decirle la verdad sobre sus sentimientos.

-M/A y yo somos muy diferentes, Victoria, y si decidimos casarnos fue presionados por nuestras familias, pero realmente nunca ha existido amor entre nosotros, y la verdad es que yo no quiero pasar el resto de mi vida con alguien a la que no amo y que sé perfectamente que tampoco me ama-confesó por fin.

            
            

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