Capítulo 3 Internación

-Thomas -

Estoy sentado frente a mi psiquiatra en su consulta, a ella le debí decir toda la verdad de lo que, supuestamente, recordaba y ahora, estábamos revisando los resultados de las pruebas toxicológicas que me había mandado a hacer...

-Mira, Thomas. Lo que arrojaron tus estudios es que sufriste una sobredosis de Rohypnol y GHB, pero ¿de verdad no recuerdas cómo los ingeriste?

-Te lo juro, tú sabes todo lo que soporté los primeros meses en este encierro y por una tontería no habría caído de nuevo, tengo flashes de lo que pasó esa noche, pero nada a ciencia cierta, todo es demasiado confuso.- bufo molesto, pero era la verdad. Lo que me había pasado esa noche era tan extraño y aún seguía sin entender nada.

-Aunque no quieras, hay un retroceso en tu recuperación y no podrás salir nuevamente hasta que estés totalmente desintoxicado, ese fue el acuerdo.

-Lo sé, lo sé, ya lo tengo asumido.- eso era cierto, si había consumido drogas todo lo que logré en los últimos seis meses se había ido a la por el caño y podría recaer en cualquier momento.

-Pues, vamos a hacer el ingreso, Thomas. ¿A quién harás responsable?

-A Di Rossi.

-¡JA! ¿Quién lo creería?

-Ni yo mismo querida, ni yo mismo...

Un mes después de internarme...

-¡Suéltenme malditos idiotas, todos y cada uno de ustedes pagará por lo que me están haciendo!

Hoy, era uno de esos días en donde mi sueño recurrente venía a mi cabeza, aquella sombra que sólo veía cuando me aprovechaba de la dosis de Vicodín que me daban para los dolores. Sentía náuseas y ganas de vomitar, pero quería soñar con ella... y, con el tiempo aquí, había aprendido a guardar las pastillas en el costado de mi mandíbula para luego, teniendo varias, consumirlas y caer en ese sueño/recuerdo que necesitaba evocar.

Para mi maldita mala suerte, esta vez la psiquiatra me había descubierto y ordenó que me "plancharan", así que, en estos momentos, estaba como la momia del rey Tut, acostado en mi cama y amarrado de manos y pies como un verdadero loco, para mi propia seguridad. Esta es la segunda vez que han debido hacerlo en este nuevo proceso de desintoxicación, pero es que nadie me entiende... Quiero saber quién es esa sombra que se aparece en mis sueños...

Tres meses después de internarme...

Mi psiquiatra me ha pedido escribir mi día a día en este diario y como no me gustaba la idea, no había escrito nada, pues estaba en tono *nene de mamá*, haciendo berrinche por todo, pero todo cambió ayer, que supe de mi enana y la pérdida de su bebé, me sentí como la mierda por no haber estado con ella. Enzo lloró en la visita que me hizo ese día, pues ella aún estaba hospitalizada, pero le hizo prometer que no me dejaría solo y vendría a verme. ¡Mierda! Ella pensaba en mi bien, aunque estuviera pasando por todo eso y ¡diablos! entendía su dolor, debe ser terrible perder a un hijo.

Como nunca lo pensé, abracé y le di muchos consejos a Enzo. Di Rossi, me lo agradeció y estuvimos toda la tarde jugando ajedrez, mientras el tiempo pasaba...

Cuando se fue, lo vi salir del lugar con aires renovados, al fin y al cabo era el amigo que necesitaba, en ese momento para escuchar y ser escuchado...

Seis meses después de internarme y, al fin, me de...

Hola diario, me gusta decirte así, bueno porque eso es lo que eres ¿no? Vamos a lo importante, hoy vienen todos a verme, es mi cumpleaños. Será una pequeña celebración en la sala común del sanatorio en el que estoy, así que me he preparado, recorté mi barba y la enfermera me arreglo el pelo en una coleta baja, aún no quiero cortarlo, me gusta como me veo...

Hola de nuevo, diario. Estoy tan contento de haber pasado mi cumpleaños con mi familia, no sabes cuánto. Mamá me hizo un pastel de panqueques con naranja, como a mi tanto me gusta, Cameron me trajo una pintura que había hecho y Melanie me contó que quería estudiar derecho como yo y que se sentía orgullosa de la persona que era, esa chiquilla era mi cable a tierra, jamás pensé que, a pesar de todo, ella siguiera apoyándome de esta manera.

Papá, tan serio como siempre, estuvo conmigo y sólo se atrevió a abrazarme, sabía que sentía culpa por como me había tratado cuando era niño y lo que había pasado el último tiempo, pero yo le recordé que lo había perdonado esa vez que descubrimos la verdad con la carta de mi mamá Diana. Al final, hablamos con mi psiquiatra y comenzaremos una terapia juntos, nos lo merecemos.

Val y Alma, más los dos baberos andantes de mi hermano y mi cuñado, llegaron con los pequeños demonios de la familia, los mellizos y las gemelas eran una combinación absoluta del desastre y mi pequeña Sofía se las daba de vieja chica tratando de ordenarles el mundo, pero el que más me sorprendió fue Elliot, está tan grande y maduro para su edad que se puso a conversar como todo un colega con mi terapeuta dándole consejos y métodos de tratamiento para mi recuperación, eso nos sacó risas a todos, pues él generalmente vive en su mundo.

Nuevamente pregunté por todos y obviamente por mi gatita huraña, hace mucho que no sé de ella y esperaba que viniera, no sé porqué, pero no estuvo. Ahí, por fin, pude sacarle algunas cosas a Alma de ella, aunque solo me dijo que ella estaba en España trabajando.

Un año después de internarme...

¿Cómo andas querido diario? Yo, mejor que nunca, a un año de comenzar este nuevo encierro voluntario me siento más tranquilo, la psiquiatra me ha sugerido realizar un proceso de hipnosis para recordar esa noche que hizo el punto de inflexión en mi proceso de desintoxicación y he aceptado. Prometo contarte como me va...

Días después...

¡Diablos, diario! Era Dana la que estuvo conmigo esa noche y la traté como una puta barata, pero ella me sacó de ahí tratando de ayudarme y yo... yo la cagué.

Necesito hablar con ella, decirle todo y arreglar las cosas...

Un año y diez meses después de internarme...

-Hola.

-¿Cómo sigues Thomas?

-Mejor, ya más tranquilo.

-Sabes que ya estás listo para salir de aquí ¿No?

-Lo sé, pero aún siento miedo.

-¿De qué ella no te perdone?

-De eso y de salir a la calle y recaer.

-Pues es tu decisión, mi trabajo está hecho, tus recuerdos volvieron y tu enfermedad está estabilizada, pero sólo tú sabes el momento en que quieras salir de aquí.

-Gracias...

Días antes de mi alta voluntaria...

Bueno diario, mi proceso de internación hoy por fin terminó, la psiquiatra quiere darme de alta y yo no sé lo que quiero, tengo tantas cosas por hacer que no sé por cual partir. ¿Será que hablo con Alma para saber de ella? Ya me dijo que su sombra se había ido y no trabajaba con ella, lo peor es que me dijo que ella no quería saber nada de mí, incluso me contó que le había dejado de responder sus llamadas y la entiendo, la traté tan mal que hasta puedo imaginarme el porqué no quiere verme, pero ¿a Alma? Creo que ellas dos no pueden haber discutido por mi culpa ¿O sí?

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NDA.

Las enfermedades psiquiátricas y psicológicas son silenciosas, pero hay ciertos razgos en cada tipo que pueden activar nuestras alarmas. Además, el uso de estupefacientes u otras drogas son factores de riesgo que deben ser tomados en cuenta. En cuanto a algunos tipos como las benzodiazepinas y El ácido gamma-hidroxibutírico (GHB) ambos no tienen sabor ni olor y puede molerse y disolverse en líquido. Cuando estas drogas se mezcla con alcohol, la persona puede desmayarse (quedar inconsciente), en otras puede estados de alteración tales que como euforia y deshinibición y por último, en la mayoría de los casos, producir un tipo de pérdida de memoria (amnesia). Así que la persona puede no recordar lo que ocurrió mientras estaba bajo los efectos de la droga.

Volviendo al caso de Thomas, Es normal el miedo y la duda de una persona cuando ya está lista para salir al mundo. El paciente puede pensar que va a recaer y que las malas influencias lo vuelvan a su mundo oscuro.

Un buen tratamiento debe ser vigilado no sólo por el terapeuta, sino que por la familia y más cercanos al paciente y puede durar toda la vida. Muchas veces la internación es el mejor camino a seguir, pero como siempre digo, lo más importante es que el paciente vuelva a confiar en sus más allegados, pues ellos deben ser una parte activa como acompañantes y soporte emocional.

Ahora, una vez que ha terminado su terapia, Thomas solo debe tomar los medicamentos para controlar sus trastornos y seguir asistiendo 1 o 2 veces a las terapias con su especialidad y con eso podrá estar listo para poder vivir un dia a la vez.

(conversación con mi gran terapeuta y amiga Leidy Katherine)...

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