¿¡El Padre de Mi Hijo es el Hombre Más Poderoso del Mundo?!
img img ¿¡El Padre de Mi Hijo es el Hombre Más Poderoso del Mundo?! img Capítulo 1 Ella estaba embarazada
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Capítulo 7 Hay algo en ella que no me inspira confianza img
Capítulo 8 Ahórrate esas palabras img
Capítulo 9 Enfrentando a su madrastra y media hermana img
Capítulo 10 Finalmente vas a dejar de actuar img
Capítulo 11 Su primera mujer img
Capítulo 12 Ella regresaría con él img
Capítulo 13 Un trato con Jeremy img
Capítulo 14 Se nota que tiene un carácter fuerte img
Capítulo 15 Algo no cuadraba img
Capítulo 16 ¡No te quedarás acá hoy! img
Capítulo 17 El mismo anillo img
Capítulo 18 Su perfume img
Capítulo 19 Abuela, ¿dónde fuiste img
Capítulo 20 Por favor, ayúdame a encontrarla img
Capítulo 21 No voy a permitir que me abandone img
Capítulo 22 Estás en una relación img
Capítulo 23 No hay nada que arreglar img
Capítulo 24 ¡Me das asco! img
Capítulo 25 Encuentro con Jeremy en el hospital img
Capítulo 26 Ella no es mi esposa img
Capítulo 27 La invitación de Archie img
Capítulo 28 Los celos de Zoe img
Capítulo 29 La reacción alérgica de Jeremy img
Capítulo 30 Aplicando el ungüento img
Capítulo 31 Dándole una lección a Tricia img
Capítulo 32 Su oportunidad para convertirla en su mujer img
Capítulo 33 ¿Qué demonios estás haciendo img
Capítulo 34 ¿Qué pasó esa noche img
Capítulo 35 ¿Y si dijera que quiero ser su novia img
Capítulo 36 No vi a Kayla tomar algo img
Capítulo 37 La mano de Kayla golpeó su rostro img
Capítulo 38 ¿Dormir en la misma habitación con él img
Capítulo 39 Vómitos img
Capítulo 40 Necesitaba un lugar para esconderme img
Capítulo 41 Mujeres enviadas por Dewitt img
Capítulo 42 Ahuyentando a Liam img
Capítulo 43 Ridiculizada por la madre de Liam img
Capítulo 44 Abriendo su blusa img
Capítulo 45 Está saliendo con Jeremy img
Capítulo 46 Chequeo prenatal img
Capítulo 47 Dar pena para manipular la situación img
Capítulo 48 ¿Su esposa está embarazada img
Capítulo 49 La madre y el abuelo de Liam img
Capítulo 50 Aceptaré cualquier castigo que te parezca img
Capítulo 51 Está saliendo con tu hermana img
Capítulo 52 Vete de esta casa img
Capítulo 53 Todavía no img
Capítulo 54 ¡Quita tu mano de encima! img
Capítulo 55 Encuentro con Jeremy en la villa Graham img
Capítulo 56 Vete img
Capítulo 57 ¿Es así img
Capítulo 58 ¡Ya verás! img
Capítulo 59 Composición de piano img
Capítulo 60 El olor es insoportable img
Capítulo 61 Tiene una obsesión con la limpieza img
Capítulo 62 Duele img
Capítulo 63 ¿Qué crees que voy a hacer img
Capítulo 64 ¿Quién te envió img
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¿¡El Padre de Mi Hijo es el Hombre Más Poderoso del Mundo?!

Old Glory
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Capítulo 1 Ella estaba embarazada

Kayla Graham estaba embarazada, pero su esposo no era el padre de ese niño.

Salió del consultorio médico, con las manos temblando mientras sostenía los resultados de la prueba de embarazo. Sus piernas se sentían inestables y su mente todavía no terminaba de asimilar la impactante noticia.

Apenas la semana pasada se había casado con su novio de cinco años. Pero justo en su noche de bodas, descubrió que él la había estado engañando: su celular estaba repleto de fotos íntimas de él con otra mujer.

Devastada, buscó consuelo en el alcohol y, en medio de su confusión, entró en la habitación de hotel equivocada, despertando a la mañana siguiente al lado de un completo desconocido.

En su momento no vio claramente su rostro, recordando únicamente su presencia abrumadora, casi sofocante, y la vasta habitación que parecía devorarla por completo.

Por la mañana, se sentía tan avergonzada que no pudo quedarse y optó por irse en silencio y sin mirar atrás.

Nunca imaginó que una noche alocada la dejaría esperando el hijo de ese hombre.

Kayla no tenía idea de qué hacer, sintiéndose inquieta, ansiosa y abrumada. Estaba desesperada por encontrar una salida de ese desastre.

Su celular vibró en ese momento, devolviéndola a la realidad. Acababa de recibir un mensaje de su esposo, Liam Graham. "Kayla, te estoy esperando afuera del hospital".

Mirando la pantalla con la mente en blanco, guardó el dispositivo en su bolsillo y se dirigió al ascensor sin decir una sola palabra.

Durante días, las náuseas y los mareos persistieron. Cuando ya no pudo ignorarlos, finalmente fue al hospital solo para recibir la noticia de su embarazo.

Al salir, lo primero que vio fue el auto negro de Liam esperando en la acera.

Ella respiró hondo antes de caminar rápidamente hacia el vehículo.

Su esposo salió y rodeó el auto para abrirle la puerta. Se veía aún más impresionante y refinado en su impecable traje negro.

"¿Qué te dijo el doctor?", le preguntó él.

"Solo fue un malestar estomacal", respondió la chica con un tono plano.

"Es porque comes mucha comida picante. Necesitarás moderarte. Eso no es bueno para tu estómago".

Kayla asintió ligeramente.

En el momento en que subió al auto, un sutil rastro de perfume floral para mujeres la golpeó. Liam detestaba los aromatizantes y nunca los utilizaba, por lo que ese olor solo podía significar una cosa: otra mujer había estado allí.

El hombre se inclinó y le revolvió el cabello cariñosamente mientras decía: "Te llevaré a casa para que puedas descansar. Yo necesito volver a la oficina".

"Está bien", murmuró ella.

Mientras el vehículo esperaba en un semáforo en rojo, Liam contestó una llamada entrante.

Kayla se movió ligeramente y sintió su mano rozar algo suave. Tras extender la mano, sacó un pañuelo de seda rosa.

Sus ojos se entrecerraron, fijos en la prenda que acababa de encontrar: parecía demasiado familiar para ser una coincidencia. Ya lo había visto antes en una de las fotos que encontró en el celular de su esposo.

Cuando Liam finalizó la llamada, se volvió con una sonrisa cálida. "Primero iré a dejarte y luego...".

Ella lo interrumpió, levantando el pañuelo antes de cuestionarlo con una voz aguda y firme: "¿De quién es esto?".

Los ojos de Liam brillaron con un atisbo de pánico, pero lo disimuló con una risa forzada. "Debe ser de una clienta que vi hoy. Lo devolveré mañana".

Extendió una mano para tomar el pañuelo, pero su esposa lo apartó y dijo en un modo desafiante: "Quiero el divorcio".

Él alzó bruscamente la mirada, luciendo totalmente incrédulo. "¡Kayla, solo es un pañuelo! ¿Por qué estás exagerando? No puedes proponer el divorcio como si fuera algo sin importancia".

La chica dejó salir una risa sarcástica y fría. "¿Por cuánto tiempo más planeabas seguir mintiendo? Me dejaste en nuestra noche de bodas por ir con ella, ¿verdad?".

Liam la miró atónito y con una inusual expresión de desconcierto en sus ojos. "Fui a una reunión de trabajo que surgió de repente. Lo estás malinterpretando todo".

Kayla no quería seguir escuchando sus excusas. Su esposo le era infiel, y ahora ella llevaba en su vientre al hijo de otro hombre. Considerando las circunstancias, no había nada que pudiera salvar su matrimonio.

"Por respeto a los años que compartimos, terminemos esto de manera pacífica", pronunció con un tono gélido.

Sin esperar respuesta, ella abrió la puerta y salió.

Liam permaneció inmóvil tras el volante, con los dedos tan apretados que se pusieron blancos. Luego, dejó salir un grito colérico y golpeó el volante con el puño.

Kayla tomó un taxi para volver a casa.

Una vez en la sala de estar, sus ojos se posaron en su foto de bodas, enmarcada y luciendo impecable en la mesa de centro, donde los dos aparecían con amplias sonrisas de alegría. Ahora, la imagen le parecía amargamente irónica.

La noche de su boda, vio imágenes explícitas de Liam con Tricia Moss, en varias poses comprometedoras.

Este simple hallazgo fue suficiente para destrozar todo, reduciendo cinco años de lealtad a nada.

Kayla se dejó caer de rodillas, con las manos apretadas contra su pecho, mientras la angustia que estuvo reprimiendo estalló en una oleada de emoción cruda. Las lágrimas fluían libremente y sin control.

No tenía idea de cuánto tiempo pasó antes de que sus sollozos finalmente se calmaran. Lo único que sabía era que quedaba una profunda sensación de vacío.

Esa noche, Liam llegó tarde a casa.

Su esposa yacía inmóvil en la cama, dándole la espalda en todo momento. Cuando él se acercó y la abrazó por detrás, ella no se inmutó y solo cerró los ojos.

La piel del hombre llevaba el frío de la noche mientras la rodeaba con un brazo y lo dejaba reposar sobre la manta. "No quiero pelear contigo. Perdón por lo que sucedió antes. Juro que no sucederá de nuevo. Te amo".

Kayla se movió para alejarse de su toque.

Liam dejó salir una risa baja. Se desnudó a toda prisa y nuevamente se acercó a la chica. "Tengamos sexo esta noche. Seguramente ya terminó tu periodo, ¿verdad?", habló con una voz suave, casi burlona.

            
            

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