Capítulo 4

Kylee permaneció inconsciente toda la noche y no despertó hasta el mediodía siguiente.

Cuando lentamente abrió los ojos, vio a Kenney mirándola fijamente.

Él estaba desplomado junto a la cama, con los ojos nublados por el cansancio. Debió quedarse allí para cuidarla toda la noche.

Al verla despierta, le acarició suavemente la mejilla. "Kylee, por fin estás despierta".

Su voz era excepcionalmente tierna, y sus ojos rebosaban de afecto mientras la miraba.

Ella se sintió un poco aturdida e intentó incorporarse. Pero hizo una mueca de dolor cuando la aguja en su mano tiró con fuerza. Apretó los dientes.

"Kylee, recuéstate. El médico dijo que tienes bajos niveles de azúcar en la sangre y necesitas descansar unos días.

Kylee no se movió de nuevo. Solo se quedó allí inmóvil.

Kenney se sentó a su lado y le besó la frente. "Eres mi talismán. Mis piernas ya se han recuperado. Kylee, me he dado cuenta de lo agotador que es cuidar a un paciente. Trabajaste tanto por mí, cariño".

De hecho, Kylee soltó una risa fría dentro de sí.

Kenney siempre la vio como una mujer consentida de familia adinerada que era caprichosa.

Sin embargo, durante el mes tras su accidente de auto, ella lo había cuidado día y noche, sin descanso.

En ese entonces, él también la miraba con ternura.

"Pero Kylee... piénsalo desde otra perspectiva. El esposo de Ruth ha fallecido, y ella ha quedado conmigo tanto tiempo. Su vida debe ser muy difícil".

Kylee se quedó paralizada, sintiendo un escalofrío en el corazón.

Ahora entendía que él era tan amable con ella por culpa de Ruth.

Kylee alzó la vista, los ojos nublados por las lágrimas. "Yo no tengo ninguna responsabilidad por su sufrimiento".

"Pero Kylee, deberías ser más comprensiva con ella", insistió Kenney implacablemente. "El sirviente dijo que te golpeó. Espero que puedas perdonarla".

Al mirar a Kenney, Kylee finalmente comprendió cuán profundamente amaba a Ruth.

Así que no podía soportar ver a Ruth sufrir ni la más mínima aflicción.

Afortunadamente, el médico lo llamó para conversar, así que Kylee no lloró en su presencia.

Justo cuando se secaba las lágrimas, la puerta se abrió de nuevo.

Pensó que Kenney había regresado, así que le dio la espalda a la entrada y no quería verlo.

De repente, una voz aguda resonó cuando Ruth se abalanzó a Kylee y le agarró la garganta con ferocidad. "¡Maldita! ¿Cómo te atreves a ser tan fría conmigo? No creas que él se preocupa por ti solo porque se queda en tu habitación".

Kylee tosió mientras las uñas de Ruth se clavaban en su carne.

El rostro de Ruth se retorció, y soltó una risa extraña. "¡Desaparece! Después de que te hayas ido, Kenney será todo mío".

Ruth no negó que sentía una profunda envidia hacia Kylee.

Después de todo, ella sí tenía el corazón de Kenney.

Pero tenía que reprimir sus sentimientos porque se había casado con su hermano mayor.

¿Por qué no podía estar con Kenney abiertamente?

Justo cuando Kylee estaba a punto de asfixiarse, vio a Kenney entrar en la habitación.

Él se apresuró y apartó a Ruth desde atrás, para que Kylee finalmente pudiera respirar.

Ironicamente, Kenney primero revisó a Ruth minuciosamente, incluso inspeccionando sus manos. "¿Te duele?".

Después de que Ruth negó con la cabeza, él suspiró aliviado.

De repente, Kenney pareció recordar algo y se volvió para ver cómo estaba Kylee. "Kylee, ¿estás... bien?".

Podía ver claramente las marcas de dedos en el cuello de Kylee.

Kylee no podía hablar debido al intenso dolor.

Alcanzó desordenadamente y tomó su teléfono desde la mesita. Kenney le preguntó qué estaba haciendo.

Ella respondió con voz ronca: "Voy a denunciarla. Me agredió".

Al oír esto, Ruth miró a Kenney con ojos enrojecidos, y las lágrimas llenaron sus ojos.

Kenney sintió lástima por Ruth y rápidamente le quitó el teléfono a Kylee. "Kylee, Ruth actuó llevada por la emoción intensa. ¿No puedes ser un poco más indulgente? Aunque tú estés adolorida, ella se hizo las uñas, y se le dañaron por agarrarte del cuello".