-Elisa, ¿qué es esto? Acabamos de conseguir la cuenta de Prentiss. Tu concepto de restaurante fue lo que cerró el trato. -Empujó la carta de vuelta hacia mí-. Tómate unas vacaciones. Un mes. Lo que necesites. Pero no puedes irte.
Justo en ese momento, la puerta se abrió y entró Javier, con aspecto desaliñado y cansado. Llevaba la misma ropa que el día anterior. Un tenue y empalagoso aroma del perfume floral de Karla se aferraba a él. Mis ojos se fijaron de inmediato en una leve marca roja justo debajo de su mandíbula, parcialmente oculta por el cuello de su camisa. Una mancha de lápiz labial.
Un recuerdo afloró, agudo y doloroso. Hace unos años, después de una noche particularmente apasionada, notó un chupetón en su cuello y se enfureció. "Elisa, tengo una reunión con un cliente", había espetado. "Esto no es profesional. Tienes que ser más cuidadosa".
Desde entonces, había sido muy cuidadosa, siempre consciente de su imagen impecable, de su reputación profesional. Me había contenido, había contenido mi pasión, todo por él.
Ahora, al ver esa descuidada mancha de lápiz labial rosa, me di cuenta de que nunca se trató de profesionalismo. Se trataba de mí.
Marcos, ajeno a todo, levantó las manos con exasperación.
-Javier, habla con tu novia. Está tratando de renunciar justo después de que cerramos el trato más grande de nuestras carreras.
Los ojos de Javier se abrieron de par en par, primero con confusión, luego con molestia al mirarme. Dio un paso adelante, buscándome automáticamente.
-¿De qué se trata esto? -preguntó, en voz baja-. ¿Todavía estás molesta por lo de anoche? -Marcos salió, cerrando la puerta detrás de él para darnos privacidad.
Javier me acorraló contra el escritorio.
-Mira, ya te pedí perdón. Karla estaba en un verdadero aprieto. Sabes cuánto significa para ella este proyecto del malecón. -Intentó enmarcar mi rostro con sus manos, pero me aparté.
Suspiró, un sonido de sufrimiento.
-No te pongas así, Elisa. Es solo un pedazo de papel. Lo firmaremos la próxima semana. Es una niñería que quieras tirar tu carrera a la basura solo porque reagendamos una junta.
Mi voz era tranquila, desprovista de la emoción que él esperaba.
-Solo estoy cansada, Javier. Necesito un descanso.
Su mandíbula se tensó.
-¿Un descanso? Puedes tomarte unas vacaciones. No puedes renunciar. ¿Qué dirá la gente? Hará que Karla parezca que te ahuyentó. Su reputación no puede permitirse un golpe así en este momento.
La ironía era tan espesa que podría haberme ahogado con ella. ¿Mis días de vacaciones? Los había agotado todos hacía meses, cubriéndolo en viajes de negocios a los que él faltaba para ayudar a Karla con sus "emergencias".
Y ahí estaba de nuevo. Su primera preocupación no era por mí, ni por nuestra empresa, ni por nuestro futuro. Era por ella. Por cómo se verían las cosas.
No dije nada, mi mirada fija en esa mancha en su cuello.
Siguió mi mirada, y un destello de pánico cruzó su rostro. Rápidamente se subió el cuello de la camisa.
-Es una irritación -dijo, la mentira torpe y obvia-. El cuello de la camisa me estaba rozando.
La mentira ya ni siquiera dolía. Era simplemente... patética.
Asentí lentamente, como si aceptara su ridícula explicación.
-Está bien.
El alivio que inundó su rostro fue asqueroso. Creyó que se había salido con la suya. Creyó que yo seguía siendo la misma mujer crédula que se creía todas sus excusas.
Se inclinó, su voz suavizándose en un murmullo persuasivo.
-Escucha. Arreglaré esto. Te llevaré a ese nuevo lugar francés esta noche, el que has querido probar. Celebraremos como se debe. Solo nosotros dos.
Permanecí en silencio.
Tomó mi silencio como una aceptación, una sonrisita de suficiencia jugando en sus labios. Creyó que me tenía. Creyó que una cena elegante podría remendar la herida abierta en nuestra relación.
Había planeado decirle que regresaba al Valle. Había planeado decirle la verdad sobre mi familia.
Pero al mirarlo ahora, con su engaño casual y su monumental egocentrismo, me di cuenta de que no merecía la verdad. No merecía más de mis palabras, mis explicaciones, mi energía.
No merecía saber a dónde iba.