-Y por eso quedó vivo. Daniel lo fue a llevar a la clínica, Alfredo no quiso atenderlo dado que no le partimos ni un solo hueso. -Los ojos se me humedecieron de nuevo, mi hijo comenzó a llorar, lo cargué.
-Ya, amor. -Mamá lo recriminaba con la mirada.
-Campeón, contigo, no es el enojo del lelo.
Le dio un beso a su nieto, quien hacía pucheros. Jamás pensé que mi padre se doblegara ante alguien diferente a mi madre y Rafael lo había logrado.
-Calma al niño, Roland. -Lo tomó en brazos para calmarlo y su enojo se evaporó de modo automático-. Dada la coyuntura, quiero hablar con Victoria. -Me tomó de la mano, y nos dirigimos a la cocina de la hacienda.
El interior se encontraba solo. La fiesta era un asado y la parrilla era supervisada por la abuela. La hermosa Verónica me dio un vaso con agua.
» Hija un clavo, no saca a otro clavo. Si no, el martillo es quien lo hace. En lo que traduce: nadie más que tú podrás sanar dicha herida. Hemos respetado esa apatía para hablar del tema, y eso le carcome las neuronas a tu padre. Se han mantenido herméticos ante lo ocurrido en Las Vegas, y de no ser por Rafita, o por los nervios de Liam ante una posible violación, nadie se hubiera enterado.
» Si a eso le agrego la neutralidad por parte de Dante y Enrique, asumo que ellos no tienen moral para defenderte, también estuvieron involucrados y Dayana salió herida. Esa es la causa por la cual tus hermanos no acribillaron a Enrique grande.
-No quiero hablar del tema, mamá.
-¿Deberías de confesarle tu amor?
-No voy a humillarme otra vez. -alzó su ceja-. Él va a casarse.
-Entonces no te acuestes con hombres solo para olvidarlo. -Me tomó de la mano-. Espera la llegada del indicado. Ahora regresemos a la fiesta. En tres días viajaremos. Roland tiene un itinerario de lugares, ya lo conoce. -Sonrió, era buena cambiando de tema-. Por ahora iniciaremos con el dichoso crucero.
-¿Seguros en dejarnos solos por tanto tiempo?
-Primero; ya no son unos niños. Segundo: las diferentes abuelas quedarán al pendiente. Tercero: queremos probarlos. Cuida a mi nieto y a Liam; en especial los días que viene su representante, no le quites el ojo a esa mujer. Tiene algo turbio, no me gusta.
-A nadie nos agrada, solamente a Liam quien suspira por ella.
-Temo por mi pequeño, ojalá llegue una mujer que lo entienda.
-Liam está capacitado para formar una familia.
-Pero hay mujeres que solo lo verán por la mina de oro gracias a su don musical. Sabes que hay situaciones donde se le debe explicar muy bien. Con analogías, parábolas, referencia.
-Sí, tienes razón con lo de Liam. Sabes que lo cuidaremos, él es el alma de los cuatro.
-Roland y Dante la tienen entre cejas. Por ahora, cuando los dos mayores se pongan de mandones, bájale los sumos. Preciosa hija, levanta la frente y aprende de dicha experiencia.
......***......
Liam
No podía dormir. Mis papás se iban en la mañana, no los veré hasta Navidad, luego se volverán a ir. No estaré con mamá. ¿Era miedo lo que sentía? Salí de la cama, tomé mis lentes y la guitarra. Debía calmarme. Bajé el estudio de música.
Voy a quedarme solo, aunque estaré con mis hermanos, ellos nunca me han dejado a un lado. No obstante, mamá no desayunará conmigo, papá no me invitará a montar a caballo. Seguí tocando, sacando notas. Era mejor trabajar... Ahora... ¿Cómo iba a actuar cuando Evelyn me venga a visitar? Mamá siempre me aconsejaba y yo siempre le hacía caso.
-Liam, ¿no puedes dormir? -Dante ingresó al estudio. Había dejado la puerta abierta-. Son las tres de la mañana, Genio.
-Lo siento.
-No hay problema, vamos. ¿Quieres que te prepare leche tibia? -Dicen que él era amargado, pero nosotros conocíamos al verdadero Dante-. ¿Te sientes nerviosos porque se van nuestros papás? -afirmé. Se sentó a mi lado.
-Es normal, en ocasiones también me siento nervioso.
-Tú nunca tienes miedo, Dante.
-¿Quién dijo eso? Todos sentimos miedo en algún momento. Por lo menos debo tener cuidado con mi trabajo, el cual es velar por ustedes, y si no hago bien mi trabajo, les podría pasar un altercado y me moriría si eso llegara a pasar.
-Siempre me porto bien. -Sonrió, desordenó mi cabello.
-Tienes razón. Tú eres el más juicioso. Ahora ve a llamar a Victoria y a Enrique para prepararle el desayuno a nuestros papás como lo hacemos en el día de sus cumpleaños. -Sonreí. Eso me gustó.
-¡Sí! Es una gran idea.
Puse la guitarra a un lado, antes de salir del estudio me detuve. Al mirarlo. -Mis dos hermanos mayores eran más altos, aunque soy más alto que Victoria. Acomodé mis lentes.
-¿Qué pasa? -Me puse nervioso.
-Dante, -sentí calor en el cuello-. ¿Cómo puedo pedirle a Evelyn que sea mi novia? -alzó una ceja-. Ella viene el miércoles.
-Sabes que no la trato, pero déjame, le hago un analice para mirar cómo puedes proceder, por ahora continúa normal. -arrugué mi frente-. ¿Recuerdas cuando teníamos proyecto de ciencia?
-Sí. Paso uno: escoger el tema. Paso dos; investigar... ¿Se puede usar la misma analogía?
-Por eso eres el genio. Ahora iniciamos el paso dos y, por ende, vamos a investigarla.
-Ella es linda.
-Concuerdo, galán, -sonreí-. Sin embargo, no sabemos sus intenciones. -Afirmé.
-¿Podemos investigarla con la tecnología del cuartel?
-Trabajemos en ello, ahora prométeme y no te vas a desesperar, tendrás paciencia. Lo importante es consolidar tu carrera como concertista y compositor. Para ello necesito las fechas de tus conciertos y así programar tu seguridad.
-Sí, señor.
-Ve por nuestros hermanos, para prepararle el desayuno a los viajeros.
Eso hice. Victoria se despertó rápido; lo hice con cuidado para no despertar a Rafita. Era bonito ser tío, le conté la idea y con una sonrisa me dio un beso en la frente. La dejé cambiándose de ropa. Quien se demoró en despertar fue Enrique. Lo saqué de la cama y solo hasta que cayó como bulto de heno se levantó.
-¡Liam! -Me acomodé las gafas.
-¡Por fin! Vamos, tenemos que hacer el desayuno para despedir a nuestros papás. -Se levantó del piso, estaba en bóxer, dio una palmada y las luces se encendieron.
-¿Es en serio?
-A ti te queda el chocolate más rico.
Sonrió, también me desordenó el cabello. No sé por qué lo hacen. De los tres, era quien tenía el cabello más largo; de hecho, me llegaba al cuello. Dante no salía de su corte militar y Enrique tenía un aire de magnate, como le dice Vic.
-No podías dormir, ¿verdad?
-Así es, Dante me encontró.
-Raro que el búho no se diera cuenta. -Solté una carcajada, abrí mis ojos y me tapé la boca para no despertarlos.
-Vamos. -tomó su pantalón y una camiseta.
Al llegar a la cocina, Victoria tenía a Dante bajo su autoridad. Al verlo hizo su acostumbrado gesto de que ella manda ahora. Él se encontraba batiendo la mezcla para hacer los pankake.
-Enrique, te encargas del chocolate y el jugo de naranja. Liam corta las salchichas y luego en el bol echa catorce huevos.
Nos entretuvimos en las labores pertinentes, cuando ya estaban los plantos listos con un delicioso desayuno para todos, Dante habló.
-Huele delicioso. Saben, hermanitos, ¿qué día es hoy? -Lo miramos.
-No -respondimos los tres.
-Hace dos años nuestros padres nos hicieron el desayuno porque viajábamos para el castigo y después de esas semanas llegamos a Las Vegas a celebrar.
-¿A Las Vegas?
Mi corazón se alteró, desde entonces no he podido mirar a Inés a los ojos... Fue muy duro tocar en la fiesta de sus quince, lo hice por la carta que me escribió.
-Genio tranquilo, recuerda que ahora todo está bien.
-Sin duda, todos tenemos una historia de ese día. -Miramos a Victoria.
-Por momentos revivo todo, pero de esa noche no logro recordar ni mierda...