El corazón de Camila se encogió mientras corrió, arrancó el póster, lo arrugó y lo metió en su bolso.
Se volvió para irse, pero Vincent Fuller la detuvo agarrándole la muñeca. "Camila, hablemos".
Ella luchó, pero no pudo soltarse, finalmente se volvió para enfrentarlo.
Su expresión era sincera, casi suplicante. "Mañana nos comprometemos. ¿No puedes perdonarme?".
Le resultó risible. ¿Todavía pensaba que una simple disculpa haría que ella cediera?
Camila esbozó una sonrisa burlona, pero antes de que pudiera hablar, alguien irrumpió por la puerta, sudoroso y gritando: "¡Vincent, ven rápido! ¡Elara... Elara se va a tirar!".
Vincent soltó su muñeca al instante y salió corriendo con el mensajero.
El campus de la Universidad Crestwood cayó en caos. Los estudiantes se congregaron debajo del auditorio, mirando hacia arriba.
Camila, con tacones altos, subió corriendo cinco pisos hasta la azotea, donde Elara estaba parada fuera de la barandilla.
El viento desordenaba su cabello, su rostro surcado de lágrimas.
Vincent estaba cerca, pálido, sus dedos clavándose en sus palmas, su voz cargada de preocupación. "Elara, lo que sea que esté mal, puedes contármelo. No hagas algo peligroso, ¿de acuerdo? Baja".
Elara se volvió hacia él, el viento secó sus lágrimas, y esbozó una sonrisa desolada.
"Vincent, mañana te comprometes. Todos en Crestwood te felicitan a ti y a Camila. Puedo ver que eres genuinamente feliz. Pero, ¿y yo? ¡Te he amado durante siete años, entregándote lo mejor de mi juventud!".
Vincent permaneció en silencio, su mirada fija en ella.
Los estudiantes que llegaban a la azotea susurraban entre ellos.
Elara dio otro paso hacia el borde, su voz ligera como flotando. "Desde el momento en que hablaste como representante de primer año, me enamoré de ti. El flechazo es algo curioso, ¿verdad?".
Vincent luchó por ocultar su pánico. "Baja primero, y te escucharé".
Ella parecía no oír, continuando: "Te perseguí sin vergüenza durante siete años, tirando mi orgullo. No sabes lo crueles que eran los rumores en Crestwood. Todo lo que hice fue amarte, ¿cuál fue mi crimen?".
Las lágrimas corrían por su rostro.
"Enfrenté un acoso brutal en línea, ¡y eso me volvió loca! Soy como una polilla atraída por el fuego, destinada a quemarme. Te estás comprometiendo. Sin ti, no sé qué sentido tiene mi vida".
Algunos de los presentes se impacientaron. "¡Esto es un chantaje emocional! Se están comprometiendo, y tú haces este espectáculo, ¿cuál es tu problema?".
Vincent espetó con severidad: "¡Cállate!".
"Elara". Su voz se suavizó, tierna y persuasiva. "Baja. Te ayudaré".
Ella esbozó una leve sonrisa, se giró y lentamente extendió los brazos. "Vincent, me estoy jugando la vida. O estás conmigo y cancelas el compromiso de mañana".
"O...", su cuerpo se inclinó hacia adelante. "Déjame morir frente a ti, para que me recuerdes por siempre".
El cuerpo de Vincent tembló, sus ojos oscilando entre Elara y Camila.
"Yo...".
Antes de que pudiera terminar, la voz clara de Camila cortó el aire. "Yo elegiré por ti".
Los ojos cerrados de Elara se abrieron de golpe, y Vincent se volvió, atónito.