Casate conmigo: Amor Condicionado
img img Casate conmigo: Amor Condicionado img Capítulo 3 La Crisis Empresarial
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Capítulo 6 La Presentación Pública img
Capítulo 7 Primer Conflicto Familiar img
Capítulo 8 El Desafío Profesional img
Capítulo 9 El Primer Escándalo img
Capítulo 10 La Defensa Pública img
Capítulo 11 La Cena Familiar img
Capítulo 12 Un Viejo Amor Aparece img
Capítulo 13 El Trabajo en Equipo img
Capítulo 14 Revelaciones Personales img
Capítulo 15 La Tentación de Romper el Contrato img
Capítulo 16 La Primera Crisis Real img
Capítulo 17 El Primer Conflicto de Poder img
Capítulo 18 Los Celos de Carlos img
Capítulo 19 La Noche Inesperada img
Capítulo 20 La Decisión de Lucia img
Capítulo 21 El Beso Impulsivo img
Capítulo 22 La Inestabilidad de Carlos img
Capítulo 23 Confusión Emocional img
Capítulo 24 La Aparición de un Rival img
Capítulo 25 El Compromiso en la Empresa img
Capítulo 26 La Primera Reconciliación img
Capítulo 27 El Cambio en la Dinámica Familiar img
Capítulo 28 El Desafío Sentimental img
Capítulo 29 La Declaración de Guerra img
Capítulo 30 El Dilema de Lucia img
Capítulo 31 La Crisis de la Imagen Pública img
Capítulo 32 La Propuesta de Cambio img
Capítulo 33 El Primer Acto de Desesperación img
Capítulo 34 La Confesión de Carlos img
Capítulo 35 La Duda de Lucia img
Capítulo 36 El Escándalo del Pasado img
Capítulo 37 El Apoyo Inesperado de Carlos img
Capítulo 38 Una Nueva Amenaza Empresarial img
Capítulo 39 La Primera Separación img
Capítulo 40 El Regreso de Carlos img
Capítulo 41 La Reflexión de Lucia img
Capítulo 42 El Giro Profesional img
Capítulo 43 El Reconocimiento del Sentimiento img
Capítulo 44 La Confusión de Lucia img
Capítulo 45 El Compromiso Final img
Capítulo 46 La Reconciliación Profunda img
Capítulo 47 Un Giro Profesional img
Capítulo 48 La Desaparición de Carlos img
Capítulo 49 La Decisión de Lucia img
Capítulo 50 El Conflicto Familiar img
Capítulo 51 La Propuesta de Matrimonio Real img
Capítulo 52 Reaparece el Pasado de Carlos img
Capítulo 53 El Desafío Interno img
Capítulo 54 El Primer Desacuerdo Profesional img
Capítulo 55 El Miedo de Lucia img
Capítulo 56 El Acto de Apoyo img
Capítulo 57 La Noche de Confesiones img
Capítulo 58 El Regreso al Trabajo img
Capítulo 59 La Complicidad Aumenta img
Capítulo 60 El Riesgo del Corazón img
Capítulo 61 El Desafío Final en el Trabajo img
Capítulo 62 Reconciliación de Sentimientos img
Capítulo 63 La Separación Temporal img
Capítulo 64 El Desencadenante Emocional img
Capítulo 65 La Tensión Aumenta img
Capítulo 66 El Proceso de Cambio img
Capítulo 67 ¿Vamos a arriesgarlo todo por el control img
Capítulo 68 El Amor Real img
Capítulo 69 La Elección Crucial img
Capítulo 70 La Promesa de un Futuro img
Capítulo 71 El Encuentro Decisivo img
Capítulo 72 El Primer Desacuerdo Profesional Grave img
Capítulo 73 El Regreso del Pasado de Carlos img
Capítulo 74 El Juego de la Imagen img
Capítulo 75 La Separación Emocional img
Capítulo 76 El Regreso al Trabajo img
Capítulo 77 Un Giro Profesional img
Capítulo 78 La Duda de Carlos img
Capítulo 79 La Propuesta Alternativa img
Capítulo 80 La Consecuencia de la Mentira img
Capítulo 81 El Impacto de la Distancia img
Capítulo 82 La Confesión de Carlos img
Capítulo 83 Lucia en Crisis img
Capítulo 84 El Regreso del Sentimiento img
Capítulo 85 La Respuesta de Lucia img
Capítulo 86 El Conflicto Profesional img
Capítulo 87 El Último Acto de Valentía img
Capítulo 88 El Acuerdo Crucial img
Capítulo 89 La Decisión Final de Carlos img
Capítulo 90 El Beso que Lo Cambia Todo img
Capítulo 91 El Conflicto de Lealtades img
Capítulo 92 La Oportunidad de Escape img
Capítulo 93 El Tenso Encuentro con el Ex de Carlos img
Capítulo 94 El Sacrificio Profesional img
Capítulo 95 La Amenaza de un Rival img
Capítulo 96 La Propuesta de Matrimonio Real img
Capítulo 97 La Verdadera Motivación de Carlos img
Capítulo 98 El Último Desafío Profesional img
Capítulo 99 La Crítica Externa img
Capítulo 100 La Declaración de Amor de Carlos img
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Capítulo 3 La Crisis Empresarial

El sonido del teléfono móvil de Lucia rompió el silencio de su oficina. Era un tono grave, la clase de llamada que indicaba algo importante. Se giró hacia la mesa, donde varias carpetas con informes y gráficos de caída en las acciones de VanguardTech estaban esparcidas. Con una ligera mueca, deslizó los papeles hacia un lado y contestó la llamada sin mirar el identificador.

-Lucia, necesitamos hablar. -La voz del abogado de la empresa, Rodrigo Sánchez, era tensa, y sus palabras llegaron como un presagio de lo peor.

-¿Qué ha sucedido ahora, Rodrigo? -Lucia no ocultó su impaciencia. El último mes había sido un torbellino de problemas: rumores sobre una posible compra hostil, una caída abrupta de las acciones, la desconfianza de los inversores. Ya no quedaba espacio para sorpresas.

-Las cosas se están poniendo difíciles. -Rodrigo hizo una pausa antes de continuar-. TechMinds ha contratado a un equipo legal muy fuerte. Y ya no estamos solo ante una compra. Ellos están buscando tomar control de la empresa, y tenemos pocas opciones para frenar el proceso.

Lucia sintió que su corazón daba un vuelco. TechMinds, la poderosa firma de capital privado, no era solo una amenaza, era el depredador que acechaba su presa. El imperio que había construido con tanto esfuerzo estaba a punto de desmoronarse como un castillo de naipes.

-¿Cómo están las negociaciones? -preguntó Lucia, aunque ya intuyó la respuesta.

-Ya no son negociaciones, Lucia. Están haciendo todo lo posible para ganar el control de la junta. Están tratando de desestabilizar la confianza de los accionistas. Algunos de ellos ya han empezado a vender sus acciones. -Rodrigo suspiró, como si no quisiera ser portador de tan malas noticias-. Estamos a punto de perderlo todo si no tomamos una decisión drástica.

Lucia guardó silencio por unos segundos, su mente trabajando a toda velocidad. ¿Cómo había llegado hasta aquí? Había sido tan meticulosa en sus movimientos, había jugado cada carta con precisión, ¿y ahora todo se desmoronaba?

La llamada terminó, y Lucia colgó con una sensación de vacío. Miró la pantalla de su ordenador, donde los gráficos de las acciones de VanguardTech seguían cayendo, el rojo en las gráficas casi lo dominaba todo. A lo lejos, el horizonte de la ciudad parecía lejano, distante, y ella misma, por primera vez en mucho tiempo, se sintió pequeña.

Se levantó de su silla y caminó hacia la ventana. Las luces de la ciudad se extendían hacia el infinito, pero esa visión que solía darle seguridad ahora solo le transmitía una sensación de impotencia. Lucia había llegado a la cima, pero esa cima parecía tan frágil ahora. Un ligero soplo de viento podría derribar todo lo que había construido.

"No. No puedo dejar que esto pase," pensó con determinación. No era el tipo de mujer que se rendía fácilmente. Había luchado por años, con uñas y dientes, para llegar hasta aquí. No podía perderlo todo por una jugada de mercado.

El sonido de los tacones de alguien acercándose por el pasillo la hizo volver a la realidad. La puerta de su oficina se abrió sin previo aviso, y Carlos entró, tan puntual y serio como siempre. Lucia no necesitaba preguntar por qué había venido. Ya lo sabía. Carlos era su fiel asistente, pero en los últimos tiempos también se había convertido en una figura clave en las decisiones de la empresa, especialmente con los cambios que se avecinaban.

Carlos cerró la puerta tras de sí y la observó en silencio durante un momento. No hacía falta que le dijera nada; el ambiente en la sala ya hablaba por sí solo.

-Lucia... -Carlos comenzó, pero no continuó de inmediato. Parecía sopesar las palabras antes de soltarlas-. Sabes que esto no se resuelve solo con abogados. Necesitamos algo más.

Lucia lo miró, esperando que dijera lo que todos ya sabían. Un plan audaz, un movimiento inesperado. Necesitaba algo que salvase la empresa. Necesitaba que Carlos le ofreciera algo que no estuviera atado a los límites de la ley.

-Lo sé. -La voz de Lucia era fría y calculada, aunque no podía evitar que una sombra de frustración se colara entre sus palabras-. Pero no tenemos tiempo para más movimientos estratégicos. Nos están arrinconando.

Carlos la observó con más intensidad. Estaba claro que había algo en ella que no podía dejar de mostrar: el cansancio. Lucia nunca había permitido que su fachada de invulnerabilidad se agrietara, pero ahora era evidente que el peso de la situación comenzaba a afectarla.

-Es hora de pensar en algo grande. -Carlos dio un paso hacia ella, como si estuviera preparando el terreno para lo que sabía que iba a decir-. Un matrimonio estratégico, como te sugerí antes.

Lucia lo miró fijamente, un destello de sorpresa cruzando sus ojos. Ella había considerado la propuesta de Carlos, claro, pero nunca había pensado que realmente llegarían a hablar de ello. El matrimonio no era solo una estrategia financiera; era una decisión personal que cambiaba todo.

-No puedo. -Lucia negó lentamente con la cabeza. Aunque su rostro seguía imperturbable, sus manos apretaban los bordes de la mesa, un pequeño gesto que traicionaba su tensión interna-. ¿Cómo puedes sugerir algo así, Carlos? ¿Casarme contigo solo para salvar la empresa?

Carlos la miró, sin apartar la vista, y su voz se suavizó, aunque mantuvo una firmeza inquebrantable.

-Es nuestra única opción. -Dijo, su tono firme pero con una comprensión que solo alguien que había trabajado a su lado durante tanto tiempo podría tener-. Este matrimonio no es sobre lo que está pasando entre tú y yo. Es sobre salvar lo que has construido. Y yo... yo estoy dispuesto a hacerlo.

Lucia se quedó en silencio, procesando sus palabras. "Carlos..." Se trataba de algo más que un simple acuerdo. Si aceptaba esa idea, su vida cambiaría para siempre. Ya no sería solo una CEO al mando de un imperio. Su vida personal quedaría completamente entrelazada con un hombre con quien, hasta ahora, había tenido una relación estrictamente profesional.

"¿Y qué más tengo que perder?" pensó Lucia. Había perdido tantas batallas en los últimos días que el matrimonio ya no parecía tan descabellado. Si eso significaba salvar VanguardTech, salvar su legado, entonces estaba dispuesta a considerar cualquier cosa.

-Lo pensaré. -Lucia finalmente contestó, su voz más tranquila. Pero en su mente, las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar. Necesitaba hacer algo drástico, y Carlos tenía razón. Un matrimonio de conveniencia no solo salvaría la empresa, sino que podría devolverle el control que estaba a punto de perder.

Justo cuando Lucia se preparaba para hablar más sobre su siguiente paso, su teléfono volvió a sonar. Esta vez era su madre. Lucia había estado evitando contestar las llamadas de su familia durante semanas, no solo por los problemas en el trabajo, sino porque había comenzado a notar las críticas constantes sobre su dedicación a la empresa y su vida personal, o mejor dicho, la falta de una vida personal.

-Hola, mamá. -Lucia contestó con un tono que intentaba sonar relajado, pero sabía que su madre no dejaría pasar una llamada tan fácil.

-Lucia, cariño, ¿por qué no has venido a cenar? Hace semanas que no nos vemos. -La voz de su madre estaba llena de reproche, pero también de preocupación-. Estamos todos esperando verte. No puedes seguir trabajando todo el tiempo. La familia necesita verte.

Lucia sintió una punzada en el pecho. La misma historia cada vez. Había dejado de ir a las reuniones familiares, las cenas y los cumpleaños. Siempre estaba ocupada, y su madre no podía comprenderlo.

-Mamá, ya te lo he dicho... Estoy ocupada. -Lucia intentó evitar la confrontación, pero no podía escapar de esa sensación de culpa que siempre la invadía cuando hablaba con su familia.

La voz de su madre se suavizó un poco, pero el tono seguía teniendo una carga de preocupación que Lucia no podía ignorar.

-Lucia, te preocupas tanto por tu empresa, pero ¿qué pasa con tu vida personal? Tu padre y yo solo queremos verte feliz.

Lucia cerró los ojos, sintiendo cómo la presión aumentaba. "Soy feliz", pensó, pero sabía que esa no era la respuesta que su madre quería escuchar. ¿Qué le podía decir? Que su vida personal se había reducido a cumplir con las expectativas de los demás mientras su propio mundo se desmoronaba a su alrededor.

-Lo sé, mamá. -Lucia suspiró, más cansada de lo que había estado en mucho tiempo. Pero había algo más en juego. "Tengo que irme ahora. Luego hablamos."

Colgó el teléfono sin esperar una respuesta. Miró a Carlos, que aún la observaba con la misma intensidad.

-Esto no es solo un problema empresarial. -Lucia murmuró, como si estuviera hablando más consigo misma que con él. -Mi familia también está exigiendo mi atención. Hay más presión de lo que parece.

Carlos asintió lentamente, comprendiendo la complejidad de la situación.

-Lo sé. Pero este es el momento de tomar decisiones difíciles, Lucia. Lo que pase ahora definirá todo.

Lucia asintió en silencio. Mientras se preparaba para la batalla final, sabía que no solo estaba luchando por VanguardTech. Estaba luchando por ella misma, por su futuro, por su familia, y por todo lo que había construido.

            
            

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