Esposo cruel
img img Esposo cruel img Capítulo 4 LYNNET JOHNSON.
4
Capítulo 6 PAPÁ, DÉJAME EXPLICARTE img
Capítulo 7 DECEPCIÓN img
Capítulo 8 DESVIRTUANDO LOS HECHOS img
Capítulo 9 LA BELLEZA DEL HOMBRE img
Capítulo 10 ¡TE TENGO! img
Capítulo 11 AURA DEMASIADO PODEROSA Y PELIGROSA img
Capítulo 12 PLANES img
Capítulo 13 ECHADAS. img
Capítulo 14 JODIDAMENTE PROVOCATIVA img
Capítulo 15 TENDRÍA MI FUTURO ASEGURADO. img
Capítulo 16 ESCOJO A LA PREDILECTA DE JONÁS img
Capítulo 17 ¡ERES UN MALDITO INÚTIL! img
Capítulo 18 UNA CHICA CONSENTIDA. img
Capítulo 19 ¡ES UNA ALTANERA! img
Capítulo 20 CASUALIDADES img
Capítulo 21 POSESIVIDAD img
Capítulo 22 SERÍAMOS NOVIOS img
Capítulo 23 NECESITO ESA PROMESA img
Capítulo 24 ¡HE SIDO PILLADO! img
Capítulo 25 ¡ALÉJATE DE MÍ! img
Capítulo 26 PENSAMIENTOS DIVERGENTES img
Capítulo 27 SIN NINGÚN COMPROMISO img
Capítulo 28 HERIDAS DEL ALMA img
Capítulo 29 ¡ERES MÍA! img
Capítulo 30 UNA CHICA ATREVIDA img
Capítulo 31 DESCUBRIMIENTOS img
Capítulo 32 CONSECUENCIAS img
Capítulo 33 VIL CHANTAJE img
Capítulo 34 UN INFIERNO EN LA TIERRA img
Capítulo 35 PACTO ENTRE HERMANAS img
Capítulo 36 TRAMPAS img
Capítulo 37 COMPROMISO img
Capítulo 38 LA BODA img
Capítulo 39 DESPLANTE img
Capítulo 40 UN DEMONIO TENTADOR img
Capítulo 41 OTRA VEZ NO img
Capítulo 42 FINGIMIENTO img
Capítulo 43 CONGELADA img
Capítulo 44 PROFUNDA DECEPCIÓN img
Capítulo 45 ACTOS DE CRUELDAD img
Capítulo 46 DEMASIADO HERIDA img
Capítulo 47 SABOR AGRIDULCE img
Capítulo 48 EMBARAZADAS img
Capítulo 49 DULCE VENGANZA img
Capítulo 50 EMOCIONES img
Capítulo 51 ENCUENTRO img
Capítulo 52 MANIPULACIÓN img
Capítulo 53 IDENTIDAD FALSA img
Capítulo 54 CONFUSIÓN. img
Capítulo 55 CONSPIRACIÓN img
Capítulo 56 TRAICIONADA img
Capítulo 57 MIEDO img
Capítulo 58 LA MUJER EQUIVOCADA img
Capítulo 59 ¿Y AHORA QUÉ img
Capítulo 60 SANGRANTE LUZ DE UN CREPÚSCULO. FINAL DEL CAMINO img
Capítulo 61 EPÍLOGO img
Capítulo 62 PARTE 2. UN MARIDO PARA LA PRINCESA. img
Capítulo 63 SUMIDO ENTRE LA CULPA img
Capítulo 64 EL CINISMO DE LEONARD img
Capítulo 65 VERDADES DESCUBIERTAS img
Capítulo 66 ESTARÉ AQUÍ PARA TI. img
Capítulo 67 QUIÉN SABE SI LAS HERIDAS ALGÚN DÍA SANARÍAN img
Capítulo 68 CHRISTIAN ME VA A VER img
Capítulo 69 ALLÍ RENUNCIARÉ A TODO img
Capítulo 70 INJUSTAS AMENAZAS. img
Capítulo 71 UN ENCUENTRO CASUAL img
Capítulo 72 ESTOY HARTO DE MENTIR img
Capítulo 73 ELEGIR A MI FUTURO ESPOSO. img
Capítulo 74 LO PERDÍ TODO. img
Capítulo 75 UNA CÁSCARA VACÍA img
Capítulo 76 MIEDO A LOS DESCUBRIMIENTOS img
Capítulo 77 PROCURARÍA GANAR EL JUEGO. img
Capítulo 78 LA FLOR DE ÁNGEL DORADO img
Capítulo 79 LA HUIDA img
Capítulo 80 EL DIVORCIO ESTÁ VICIADO DE NULIDAD. img
Capítulo 81 LA DECISIÓN. img
Capítulo 82 EL REENCUENTRO. img
Capítulo 83 PLANES img
Capítulo 84 JAMÁS VOLVERÍAMOS A SEPARARNOS. img
Capítulo 85 ENTREGADOS img
Capítulo 86 HABÍA LLEGADO LA HORA img
Capítulo 87 SORPRESA img
Capítulo 88 VERDADES. img
Capítulo 89 ATESORAR LA FELICIDAD img
Capítulo 90 EL REGALO DEL PERDÓN img
Capítulo 91 MUÑECA ROTA. img
img
  /  1
img

Capítulo 4 LYNNET JOHNSON.

Lynnet se encontraba en la peluquería haciéndose un tratamiento de belleza, ya le habían dado los últimos retoques a su impresionante cabellera rojiza, era inevitable llamar la atención a donde fuera, gozaba de una belleza extraordinaria, causando admiración, no solo a los hombres sino también en las mujeres. Se observó al espejo con devoción, se sentía orgullosa de su hermosura, nadie podía compararse con ella, además era una asidua visitante de las estéticas, porque le encantaba resaltar los atributos que sabía la naturaleza le había dado.

Su teléfono comenzó a sonar lo levantó, sin embargo, al mirar la pantalla y ver la imagen de Lynda, su hermana gemela, hizo un gesto de fastidio. No pensaba responderle, pues era una estúpida insoportable, le molestaba su actitud de víctima y su complejo de madre Teresa de Calcuta, no sabía cómo ellas dos podían compartir el mismo rostro, si no fuese tan hermoso, hace mucho tiempo se lo hubiese cambiado. Aunque también podría obligarla a ella a hacerlo, siempre terminaba imponiéndole su voluntad, pensó sin ocultar su sonrisa de maldad, mientras apretaba su labio inferior.

Lo pensó por un par de segundos, aunque terminó desechando la idea, porque teniendo ambas el rostro idéntico, siempre hacía de las suyas, echando la culpa a su hermana de todas aquellas situaciones no agradable a los demás.

Desde pequeñas fue así, sus primeros años de vida, su mamá siempre la descubría, pues era la única capaz de reconocerlas, sin embargo, un fatal accidente la hizo rodar por las escaleras, haciéndola desnucarse con la caída. Los recuerdos de ese momento comenzaron a abrirse paso en su interior, pero los rechazó, no quería traer a colación esos momentos desagradables, porque siempre terminaba siendo afectada.

El teléfono continuaba repicando de manera incesante, cansada de la insistencia de su hermana terminó respondiendo.

-Lynda, ¿Por qué eres tan fastidiosa? Si no te respondo es porque no quiero conversar contigo. Estoy ocupada ¿Acaso eres tan retrasada para no entender eso? -expresó muy molesta.

Sin embargo, se sorprendió cuando al otro lado de la línea, no le respondió la voz de su hermana sino la de un hombre.

-Disculpe señorita, le hablamos del Hospital Central de la Vancal, su hermana la tiene como contacto en caso de emergencia, igual a su padre, pero como él no respondió, decidimos llamarla a usted.

» Le notifico que la señorita Lynda Johnson tuvo un accidente automovilístico, la tenemos internada aquí en el hospital.

-¿Fue grave? ¿Se está muriendo? -preguntó, aunque en vez de notar preocupación, era puro morbo por saber cómo quedó su hermana en el accidente.

-No, ella está bien, solo un golpe en la frente que le produjo una pequeña cortada en la parte superior de su ceja, un poco golpeada y el efecto latigazo, provocado por el cinturón de seguridad. Su hermana la necesita, porque debe pagar los gastos de la clínica y alega no tener dinero... -Lynnet paró al médico impidiéndole continuar con su conversación.

-Miré doctor, discúlpeme en estos momentos estoy muy ocupada y no puedo perder mi valioso tiempo con la estúpida de mi hermana. Sin embargo, deseo preguntarle, ¿Sabe usted como quedó mi auto? ¿Fueron muchos los daños ocurridos? -interrogó la egoísta chica.

El médico estaba totalmente sorprendido, no podía creer lo que escuchaba ¿qué clase de persona era capaz de preocuparse más por el estado de un auto y no por su hermana? Giró la vista y vio a su joven paciente, mantenía un semblante mezcla de miedo y esperanzas, mientras él hablaba por teléfono, no pudo evitar sentir lástima por ella, y molesto respondió las palabras de la mujer al otro lado de la línea.

-Voy a decirle algo, no soy policía de tránsito para saber el estado de su coche, lo que si me queda claro es el carácter egoísta de su persona, ¿Cómo puede ser indiferente ante lo sucedido a su hermana? ¿Qué clase de ser humano es usted? Realmente, es vergonzoso -concluyó el médico enfadado.

-¿Sabe doctor? Eso no es su problema, métase en sus propios asuntos -dicho eso cortó la llamada y marcó inmediatamente a su padre.

Al primer repique fue atendida por el hombre, quien sentía devoción por la chica.

-Mi Lyn adorada, hermosa chiquilla ¿Te ha pasado algo? -el hombre se angustió, al escuchar unos sollozos al otro lado de la línea.

-¡Papá! -exclamó fingiendo un tono de llanto y sufrimiento -. No soporto más a Lynda, es una mala persona, desconsiderada, abusiva.

-Ella me ha estado llamando, no quise responderle, tengo muchos problemas en la oficina para estar atendiendo sus estupideces ¿Qué fue capaz de hacerte ahora? Esa muchacha no conoce de límites. Juro que esta vez no voy a perdonárselo.

-Papá ella me robó el auto y por envidia lo estrelló, es muy mala, padre ¿Por qué me hace esto? Yo solo busco manera de comprenderla y ayudarla, sin embargo, ella no pierde oportunidad de conspirar en mi contra y causarme daño, estoy tan cansada de esta situación.

» Por más que trato de ser agradable ante sus ojos, ella no puede tolerarlo, porque me odia -declaró en tono triste victimizándose.

-¡Esa niña me las va a pagar! Me va a escuchar. Voy a echarla de nuestra casa, si aún no lo he hecho, es porque no cumple los dieciocho años, pero ese mismo día cuando los cumpla, la sacaré de nuestras vidas para siempre -declaró el hombre golpeando su escritorio mientras un semblante siniestro se dibujaba en su rostro.

Sin embargo, la propia Lyn era a quien menos le interesaba el cumplimiento de las amenazas por parte de su padre, porque después de todo, si su gemela se iba no podía responsabilizarla de los juegos divertidos y bromas que le gustaba hacerles a los otros.

-No te preocupes papá, después de todo es mi hermana gemela y no me gustaría verla en la calle mendigando. Debo tolerarla -manifestó fingiendo sorberse las lágrimas.

-Eres tan buena mi niña, eres mi ángel, no sé cómo sería mi vida sin ti -le habló con dulzura, aunque luego cambió su voz cuando empezó a referirse a la otra chica -. Mas Lynda no estará sin recibir un castigo bien merecido, voy a buscarla en este momento y la sancionaré de forma severa.

-Está en el hospital central de la ciudad, fingiendo estar muy mal para evitar el castigo, no sé cómo puede ser tan buena actriz, hasta el médico que la atendió terminó insultándome por culpa de ella -mencionó volviendo a sollozar.

-Ahorita voy en camino, Lynda debe oírme, no sé cómo merezco una hija como ella, debió morir pequeña si iba a ser tan mala hierba con su propia familia. Por culpa de ella, tu madre murió, eso jamás se lo voy a perdonar -declaró en un tono de tristeza, pero a la vez de enojo.

»Te amo mi hermosa muñeca, cuídate -declaró el hombre cortando la llamada.

No obstante, el semblante de la chica no era el exhibido hacía unos momentos, ya no le causó emoción el hecho de que su padre fuera a reprender y castigar a Lynda, pues una inquietud se había instalado en su interior al escuchar sus palabras, sin embargo, no fue posible para ella descifrar las razones.

"Al hombre perverso se le conoce en un solo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo." Sófocles.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022