Fue una decisión que tomó luego de hablarlo con la familia, es decir, con su esposa y su hija. Ahora viaja por diferentes lugares haciendo la "obra", como él la llama. Hace años que no lo veo en persona. No sé cómo mi madre lo soporta, pero esta es mi familia.
-¿Maya? -Escucho que me llama mi madre, pero no le contesto. No sé por qué, pero tengo la manía de quedarme pensando qué responderle cada vez que me llama. Sin embargo, antes de que pueda contestar, siento un golpe en la cabeza.
-¡Ma, ¿por qué me pegas**?!** Duele.
-Llevo un rato llamándote, pero es como si no me escucharas, estás en tu propio mundo. ¿Quién sabe qué piensas?
-Dígame, mi amada señora -me acerco y le planto un beso en la mejilla a mi madre.
-Déjate de boberías y acompáñame a darle la bienvenida a los nuevos vecinos.
-No quiero, estoy cansada.
-¿Y cansada de qué, si se puede saber? -Mi madre se pasa la mano por el pelo, parece agotada-. Que yo sepa, llevas toda la mañana en la cama y ni una paja has levantado.
-¡Ma! ¿Cómo puedes decir eso? -Coloco la cabeza sobre el hombro de mi madre y empiezo a hacerme la víctima-. Mami, no sabes que leer cansa, por eso tengo agotamiento mental y debo descansar.
-¿Es en serio lo que me estás diciendo, Maya? -La madre vira los ojos y se queda mirando a su hija como si esta tuviera un problema mental y no supiera qué hacer con ella.
-¡Ma! No me mires así, que no estoy loca.
-A veces pongo en duda tu estado mental -la madre de Maya niega con la cabeza y se gira para irse, pero se detiene como si de repente recordara algo-. Recuerda vestirte adecuadamente. En diez minutos partimos hacia la casa de los nuevos vecinos.
-Per...
-Sin peros, Maya. -Sin más, sale de la habitación y deja a su hija con la palabra en la boca.
No es que sea antisocial o algo por el estilo, pero no quiero ir. No porque no quiera conocer a los vecinos; el problema es que justo en una hora se estrena el nuevo video de mi grupo favorito y me gusta ser de las primeras en verlos. Aunque mi madre dirá que el video no se irá del sitio web, me gustan las primeras impresiones, algo que casi nadie entiende. Ahora no lo podré ver por culpa de los vecinos.
-Tengo que buscar una forma de liberar mi enojo -digo mientras suspiro tristemente.
Maya se queda pensando en qué ponerse para recibir a los nuevos residentes de la calle, y de repente, una idea malvada se le pasó por la cabeza. "Eres un genio, Maya," pensó, y procedió a ejecutar su plan...