-¿A caso no te dijeron que no podías caminar recta, por 5 días al menos?-Inquiero enarcando una ceja.
Lissie frunce levemente el ceño, estoy segura que le advirtieron pero no presto atención.
-No, o al menos no lo recuerdo-Aclara.
Continúo mi camino a la salida, cuando cruzó las puertas de vidrio, vislumbró el auto que vino por nosotras.
-Apurate Lissie, ya vinieron por nosotras-Reprocho.
Suelta un quejido, intentando apurarse.
-Calmate, hay voy recuerda que esto duele como la mierda-Vuelve a quejarse, haciéndome negar con la cabeza.
Lissie ya no tiene remedio.
Lis sube a el auto, cuando iba a subir el chófer me detiene.
-Señorita Ferreiro, solo tengo órdenes de llevar a la señorita Lissie-Frunzo el ceño confundida-Es que el auto donde usted irá está detrás, tiene unos asuntos que resolver, pero este tranquila llevaré a la señorita Lissie a la casa.
Asiento con la cabeza, cierro la puerta del copiloto.
Dejo que el auto se vaya, me encaminó a la camioneta negra que estaba detrás, y subo a la parte trasera.
Hago una mueca al subir, ya que la camioneta es alta y yo ando adolorida.
-Veo que la cirugía te dejo doliendo todo-Menciona Aarón a mi lado-Te diría que te vez mejor, pero con toda esa ropa no se puede ver el resultado.
Lo primero en lo que me fijo es que está hablando el español mucho mejor, sin embargo aún hay palabras que se le escuchan cortas ya que su acento no ayuda.
-Tranquilo, pronto te mostraré ya llegará el momento-Le coqueteó.
Cuando llegue a las filas tenía 8 años, mientras que Aarón tenía 14 años, anteriormente era rubio, pero se tiñó de negro azabache, sus ojos son azules, su tez es blanca y es demasiado alto para mí gusto ya que en comparación conmigo parece un poste humano, mide 1.90
Siempre he tenido un amor enfermizo por el, pero se que el no me ve como yo lo veo a el.
Al igual que yo supo disfrazar muy bien la segunda cara de la moneda.
-¿Le dirás a los chicos del Team que me conoces?-Inquiere dudoso.
Niego con la cabeza.
Lo ideal sería decir que no lo conozco, no sería conveniente ya que para todos nuestros fans solo hemos quedado en una colaboración, más no nos conocemos en persona.
-No es conveniente-Respondo neutral.
-Es lo mejor, ellos ya me conocen, cuando te instales yo voy a ir a visitarte y de una vez por todas montamos el teatro de que logramos conocernos, y la supuesta colaboración-Me cuenta su plan.
Eso es una de las cosas que más me gustan de Aarón, siempre me da la razón, y si no la tengo busca la manera de arreglar el plan para que funcione.
-Me parece bien.
-¿Cuando volverás a ser tu?-Pregunta, se que se refiere a la operación, ya que por un tiempo no podré cumplir con mis actividades.
-Tres meses-El me mira confuso.
Enarca una ceja.
-¿La superior lo sabe?-Inquiere.
-Si, y no se molestó-Aclaro.
Aarón frunce levemente el ceño, entre confundido y perplejo.
-Entonces ¿Te hablo del tatuaje?-Curiosea.
Oh sí, Dairis es mi dueña por así decirlo, es la única que tiene poder sobre mí, al ser de su propiedad debo tener un tatuaje con la D pero tengo la oportunidad de escogerlo yo, siempre y cuando tenga la D comenzando.
DEMONS.
Esa es la palabra que pienso tatuarme en el brazo izquierdo.
-Si, supongo que para eso estás aquí, me haré varios tatuajes, me haré uno en el cuello, uno en el medio de los senos pero un poco más arriba, uno en las costillas y quién sabe quizás se me ocurra algo más-Le cuento.
Aarón niega con la cabeza, un poco divertido por la situación.
-¿No crees que son muchos?.
-No, hay personas que tienen muchos más, al final de cuentas serán pequeños-Dejo en claro.
El asiente poco convencido.
-¿Te pusieron condiciones?-Continua interrogando.
Mm, si tengo condiciones para vivir "una vida normal" o algo parecido.
Asiento.
-Es normal, también tengo condiciones si te sirve de algo-Consuela.
Pero ¿saben algo? Eso no me sirve de nada, el y yo somos muy diferentes, al menos el tiene a su padre, está en la filas para que no le hagan daño.
-No.
-¿No?-Frunce el ceño.
-No me sirve de nada, tu y yo somos muy diferentes-Aclaro un poco nostálgica.
Vuelvo toda mi atención a el, mis ojos grises se encuentran con sus ojos azules.
Le mantengo la mirada a pesar de que siempre logra intimidarme.
El no es la misma persona que verás en las redes sociales.
Ahí siempre está sonriente, socializa con todo el mundo, es extrovertido. Pero supongo que al final de cuentas el es igual a mi, ya lo dañaron, no tiene arreglo, por qué ante mi se muestra como es, reservado, inexpresivo, es introvertido, en realidad siempre ha sido introvertido.
Pero quién supiera la verdad no sé la creería, sabemos fingir, nos entrenaron muy bien ya que es imposible que las personas se den cuenta por si solas que tenemos una doble vida, es difícil pero no siempre fingimos con las personas que no lo saben. Tenemos sonrisas sinceras, de verdad. También están las personas que logran encajar con nosotros, como en el caso de Liss ella encajo conmigo y la mayor parte del tiempo que pasó con ella soy yo, soy sincera. Odio tener una doble vida pero es esto o morir. Y no quiero morir, a veces cuando entro en una crisis, episodio o cuadro depresivo suelo querer morir, pero en el fondo se que no es así.
-Algun día lograremos escapar de todo esto, solo debemos tener esperanza.
Si claro ¿Así como yo tengo esperanzas en que algún día se fije en mi? Por qué si son de esas, dudo de sirva de algo, debo aceptar que puedo verme muy bien para los demás, pero para Aarón solo soy una chica más.
-Algun día-Respondo más para mí misma que para él.
Aarón nota mi mala cara y de inmediato entre cierra los ojos, escrutandome con la mirada intentando saber que me pasa.
Suspira volviendo a su lugar, recostandose en el respaldar.
-A veces me gustaría saber por qué cambias de humor tan rápido-Murmura y apenas logro escucharle.
-A mí me gustaría saber muchas cosas de tí-Murmuro yo también.
Aunque creí que no me había logrado escuchar, lo hizo.
Aarón estira su mano hasta tomar la mía, el gesto me deja perpleja.
-¿Que esperas para preguntar?-Susurra descolocandome aún más.
Nada, nunca pienso preguntarle sobre lo que me gustaría saber de él.
Nunca.
-No me responderas.
Y aunque lo hiciera, se que no responderá lo más seguro es que me evada y también existen las posibilidades de que entre el y yo las cosas ya no sean igual.
-Si no lo intentas, no lo sabrás nunca Iris-¿Por qué me gusta tanto cuando dice mi nombre?
Ah claro, ya tengo la respuesta. Es por qué me gusta.
Me enamore de quién no debía, ni podía.
-Voy a empezar con las preguntas sin mucha importancia, ¿Que condiciones te colocaron?-Pregunto de la nada, solo por curiosidad.
La curiosidad mató al gato, eso lo sé pero al menos murió sabiendo.
El parece dudar en si responder o no.
-No te gustará saberlo-Se hunde un poco en el asiento.
Oh sí que me gustaría, ahora mucho más ya despertó la curiosidad, ahora me va a tener que responder.
-Creeme que si me gustaría saberlo.
Niega con la cabeza. Entonces el tema es serio, si el me preguntara mis condiciones se las diría, no es que sean del otro mundo.
-Algunas tienen que ver contigo.
¿QUE?
-¿Conmigo?.
-Si, por eso no te las quiero decir, no te va a gustar y tampoco estoy listo para que lo sepas.
Parpadeó un par de veces confusa, lo único que mi cabeza puede pensar es ¿Y por qué tienen que ver conmigo las condiciones? Pero esto no se va a quedar así, haré que me las diga pero no lo presionaré, así el se sentirá más seguro.
-Bien-Respondo un poco tajante.
Continúo mirando por la ventana las calles de Alemania, esas que en poco tiempo debo dejar atrás.
Siento su mirada en mi nuca, lo sé por qué cada que se me queda viendo siento su mirada clavada en mí.
Se acerca un poco más a mí, se lo que está haciendo, cada que me molesto suele hacer eso para hacer las pases.
-No tienes que molestarte-Empieza a trazar caricias con el pulgar, en mi cuello lo que me causa un escalofrío y las ganas de retorcerme se hacen presentes-Te lo diré.
Inmediatamente me giro, para encontrarme con esos ojos azules que no me canso de observar.
-Pero no ahora, necesito tiempo-Murmura mirándome fijamente-Esto puede dañar nuestra amistad.
¿Dañar nuestra amistad?
Genial, en vez de descansar solo me estoy quemando las neuronas, intentando descifrar algo, que estoy segura no está nada fácil.
-Pero....-Cuando le iba a responder el chófer se me adelantó, avisando que ya habíamos llegado.
Aarón baja de la camioneta dando la vuelta, para luego ayudarme a bajar.
Y como siempre me veo ridículamente baja delante de él, que parece un poste humano.
-¿Debemos colocarnos los uniformes?-Inquiero fijandome en el lugar donde prácticamente pase mi vida entrenando.
Aarón asiente.
-Quiere hablar sobre no se qué, antes de que nos dispersemos-Explica, intentando hacerme entrar en contexto.
Quizás no lo había dicho antes pero, así como Aarón y yo hay más chicos que se han sabido mezclar con la sociedad. Que han logrado encajar.
También olvide el detalle de que Deiris solo es dueña de chicos pero yo soy la excepción, al parecer según ella yo soy diferente, aunque yo me veo igual de débil que el resto de las chicas normales.
Entramos en la habitación de Aarón, en realidad nunca se queda allí pero tiene sus uniformes aquí.
-¿Los uniformes que deje la última vez, están aquí?-Pregunto paseando mi vista por la habitación.
Señala su closet, toma asiento en la cama.
Tomo mi uniforme negro que consiste en un jogger negro, una camisa manga larga negra de cuello alto y mis zapatillas Nike blancas, que no son parte del uniforme pero nos permiten colocarnos los zapatos que deseemos.
-Necesito que te cubras los ojos-Le ordenó quitándome las zapatillas.
Aarón cubre de cubre los ojos con las manos, intento quitarme el Hoodie lo más rápido que puedo pero no puedo hacer movimientos bruscos, ya que de por sí el dolor es insoportable, bajo la cremallera de la falda, quedando en ropa interior.
Paso a colocarle la camisa manga larga, le hecho una ojeada a Aarón para asegurarme que se continúa tapando los ojos, me coloco el jogger y tomo asiento a su lado.
-Ya-Aviso colocandome las zapatillas.
-Siento que Deiris te va a matar, cuando vea que apenas puedes vestirte-Se burla.
Resoplo, ignorando sus burlas categóricamente.