'¡Idiota!' Pocas veces le vi desde el incidente con la maestra Matilda. Camino indiferente al interior de la escuela, después de todo no es asunto mío. Al caminar 10 metros de la entrada, es evidente que me sigue; doy gracias por desarrollar la intuición para esto en los hogares temporales, además de las habilidades que no uso normalmente desde que vivo con mis hermanos. Casi llego a la entrada del edificio, deteniendo mi andar, me sostienen de la muñeca derecha.
'¡Atrevido, patán!' Con una expresión molesta, lo miro.
Qing- ¡¿Qué quieres?!
AS- ¡Uy~! No seas tan antipática diosa del hielo. ¡Sólo quiero hablar!
Qing- Tengo clase, espero que sea importan..
?- ¡Oigan! Hay clases, muévanse.
Siendo interrumpidos, ambos observamos a la persona que captó nuestra atención con tan prepotente tono de voz.
Bragi, un chico de 1.83 cm, piel blanca cual marfil con un pequeño lunar en la barbilla de lado izquierdo, cabello rubio hasta el mentón con fleco tapando su ceja derecha, rasgos simétricos con labios un poco gruesos, ojos azul capri, también con un cuerpo delgado que dejaba notar cuanto practicaba su estilo libre en el club de natación; el presidente estudiantil por tercer año consecutivo, también un viejo conocido.
Este se acerca lentamente a nosotros, por otra parte, Seshet se acerca a mí hasta que su pecho pega con mi hombro; inclinándose un poco me susurra.
AS- No te quedes a solas con él. ¿Sí?
'¡¿Qué?!' Disimulando mi sorpresa, le miro de reojo. Cuando Bragi llega hasta nosotros.
AB- Seshet Adom. ¿Acaso crees que tus buenas notas te permiten no ir a clases? Usted señorita Mao Qing, estoy seguro tiene interesantes asuntos que atender, en lugar de quedarse con el joven Adom.
Con una sonrisa y una ligera reverencia, me retiro entrando a clases.
Recordando cómo desarrolle la habilidad para notar si me siguen.
Era mi segundo hogar temporal, en el primero me quedé 4 días, en los cuáles me golpearon cada uno de ellos; llevaba 3 días en el nuevo, pero no estaba dispuesta a aguantar más golpes.
Al volver a "casa" me seguían como todos los días, pero esta vez lo noté; así que corrí, tanto como mis piernas me lo permitieron.
En el tercer hogar fue lo mismo, con la diferencia de que algunas veces me alcanzaban, por ende, tuve que defenderme. Claro que al ser superada en número, quede en mal estado varias veces; pero la práctica hace al maestro, aprendí como ocultarme, como pelear sucio, a sobrevivir.
En el tercer hogar me iba bien, hice algunas "malas" amistades, las cuales me enseñaron más; como manejar un cuchillo, como manejar un arma, a usar mi entorno, sacar provecho de mi apariencia. Hasta que un día me siguieron en las sombras. No me di cuenta hasta que los tenía encima, tuve que luchar cuerpo a cuerpo con un profesional; por suerte mis nuevas amistades me ayudaron, probándome en el acto. Pusieron al hombre contra el piso, entregándome un arma. El hombre habló por primera vez.
- ¡Niña! ¿Qué haces? ¡¿Qué dirían tus difuntos padres?!
Qing- Mis.. ¡¿Padres?!
'¿Cómo?" Sabía de mis padres, no lo conocía. ¡Pero él a mí sí!
-¡Piensa! Si me matas, serás una asesina. ¿Qué pensaría tu familia?
Qing- ¡Que bien que los menciones! Por qué no me dices. ¡¿Cómo sabes de mis padres?!
El hombre cerró la boca, no quiso decir una sola palabra más, pese a mis interrogantes, el señor parecía mudo. Ahí fue cuando mis nuevos amigos me enseñaron cómo hacer hablar a alguien. Parece que la familia de mi papá se negaba a dejar que lo que me heredó, llegara a mis manos; no era como si necesitaran el dinero, sólo fue por que.. ¿Por qué no?
Me molesté. Tanto era mi enojo, que tomé el arma nuevamente, apuntando a su cabeza, le dije.
Qing- Espero que disfrutaras tu paga. ¡Será mejor que valiera la pena!
Disparando en el acto, sentí como si un peso fuera quitado de mis hombros. Desde ese momento supe, que la familia de mi papá, no esperaba nada de mí. Recibí más apoyo de mis nuevos amigos, además de entrenamiento, burdo pero útil. Y con práctica gracias a los detectives y mercenarios de mi familia, podía saber cuando lo que me rodea está en orden.
En el cuarto hogar, pude defenderme de todo, aunque de alguna manera empecé a sentirme vacía.
El timbre sonó, es hora del almuerzo. Me dirijo a mi zona verde preferida del colegio, no conté con ver a Bragi luego de calentar mi almuerzo.
Bragi, era mi vecino cuando mis padres vivían, tenemos la misma edad, cuando cumplió 10 años, su familia volvió a su país. Nos comunicamos por cartas hasta los 12, cuando no pude vivir más en mi casa. La primera vez que nos vimos aquí, me llevé una gran sorpresa; salimos de vez en cuando, pero ya no somos amigos como antes. Cuando éramos niños, hacíamos pijamadas, fuimos inseparables. Ahora es un conocido, con el que aún comparto ciertos gustos, por lo cual lo veo cada cierto tiempo; por ejemplo yendo a ver una película de nuestro director favorito.
Aunque de vez en cuando hablamos por mensajes de texto con el celular, en el colegio nuestra interacción es nula.
Camino directo al camino hacia la arboleda, cuando siento como me sujetan de la mano. '¡¿Qué les pasa hoy a los chicos?! ¡¿Tengo un cartel en la espalda que dice: '¡Sujetame! No me resistiré.' ?!'
AB- A-Qing. ¿Me puedes dar unos minutos de tu tiempo?
Qing- ¡Jaja! ¡¿'A-Qing'?! ¿Necesitas algo acaso? Hace mucho tiempo no me llamas de esa manera, joven Akselsson.
Con una expresión calmada le observo directamente a los ojos, este aparta su mirada.
AB- Entonces.. ¿Vienes?
Jalando de mi mano, me guía hacia las clases de química, hasta el aula de mi maestro favorito. El profesor no se encuentra. Cerrando la puerta tras nuestra entrada, me jala hasta el centro del salón.
Qing- ¿Para qué me traes aquí? Si me quieres matar, hay lugares más convenientes.
Soltando una risita, se rasca el cuello con la mano libre, ya que me sigue sujetando la mano con su mano derecha.
AB- Nunca pensaría en hacerte daño. ¿Qué tal todo?
Qing- No, en serio. ¿Qué sucede? No es normal que me hables en el colegio, menos aún.. Que no sueltes mi mano para una conversación de este tópico.
AB- Yo sólo... Sólo..
Dejando salir un suspiro, revuelve su cabello con su mano izquierda.
AB- ¡A-Qing! ¡Pensé mucho sobre esto! Cómo, cuándo, dónde y si debería. ¿Podrías sólo escucharme?
Qing- ¡¿Qué se te metió ahora?! ¿Podrías darte prisa? Mi almuerzo se enfría.
Con un suspiro accedo, intentando dirigirme a una silla para tomar asiento; Bragi se niega a soltar mi mano, por lo cual me sigue hasta que me siento.
AB- Le pedí al profesor Plouton el salón, no estamos aquí sin permiso. Pensé decírtelo en otro lugar, pero sé que me sentiré avergonzado de que alguien nos escuche.
Qing- Bragi, ve al punto. ¡Mi almuerzo!
AB- ¡No me apresures! Esto es muy vergonzoso..
Qing- ¡Dime de una vez que necesitas! Así ya no sentirás más vergüenza y yo podré almorzar.
AB- ¡Te necesito a ti!
Qing- ....
AB- ¡No te quedes callada! Ya lo dije, ahora quiero que me respondas.
Qing- ... ¿De qué hablas? ¡¿Qué hiciste?!
AB- ¡No he hecho nada! No me refería a eso, si no a que me gustas. ¿Acaso tiene algo de malo?
'¡Tu cerebro tiene algo malo!' Con una ligera risa, hago contacto visual con él, ahora sé por qué se sonrojaba aún más conforme la conversación avanzaba.
Qing- Casi ni hablamos, te veo eventualmente. ¿Cómo es qué..? ¡!
Interrumpiendome, alza un poco la voz.
AB- ¡Pensé mucho en ello! Me gustas desde que éramos niños, en ese entonces llegué incluso a pensar en nuestra boda, pero... Cuando me fuí con mis padres, pensé que nunca te volvería a ver.. ¡Pero ahora estás aquí! Te volví a ver aquí, en el colegio. ¡Siento que no has cambiado, debe ser el destino!
Qing- ¡¿'Destino'?! ¡¿Qué es lo que ...?! ¿Tienes la marca?
Con una expresión molesta le pregunto.
AB- ¿Eh?
Qing- ¡¿La tienes?!
AB- ...
Qing- ¡Sólo! .. Contesta..
AB- Sí.. Monocromático. ¿?
Qing- Bien. Yo no.
AB- ¿?
Qing- ¿Entiendes lo que significa?
Su cara, de una expresión confundida, cambió rápidamente a una triste.
AB- ...
Qing- ¿Entiendes?
AB- ...
Con un suspiro relajo mi expresión, sonriendo para consolarlo.
Qing- ¡Eres importante para mi! Pero no eres mi pareja... No sé siquiera si tendré una, pero no es un tema que me quite el sueño.
Acaricio la mano con la que me sujeta mientras me pongo de pie.
Qing- ¿Amigos?
AB- ... ¡Si..!
Tomando mis cosas, salgo del salón. Al doblar en una esquina quedo enfrente de alguien, por poco chocamos. Ambos nos sostenemos del otro, él toma mi cintura, yo me sujeto de sus brazos. '¡Woo! ¡Que buenos br....!' Todo pensamiento en mi cabeza se detuvo en el momento que decido levantar la mirada. El profesor Hades, me ve con una ligera sonrisa.
Qing- ¡Profesor Plouton! ¡Lo lamento mucho!
PH- Señorita Mao, debería tener más cuidado. Además le he dicho que me llame por mi nombre, me es extraño que me llame por mi apellido.
A pesar de que no necesito ayuda para mantener mi alto promedio, me he quedado a hacer experimentos fuera del horario lectivo con el profesor; no de la nada se convirtió en uno de mis profesores favoritos.
Algo sonrojada, doy un par de pasos hacia atrás, logrando una distancia apropiada. Mentiría si no admitiera que me atrae el profesor Hades, pero mi respeto hacia él es mayor.
Qing- No quisiera meterlo en problemas.
PH- No sería ningún problema, otras alumnas me llaman por mi nombre, aún cuando se los prohíbo.
Qing- Deme una lista de quienes son, las reprenderé por usted.
Riendo, me acaricia el cabello.
PH- Estás sola.. ¿? Así que no aceptaste. ¡Ja! Sabía que no funcionaría.
'¡¿Qué?! ¡Este profesor!' Con un puchero, detengo la mano con la que me acaricia.
Qing- ¡Ah! Profesor Plouton. ¿Lo sabía?! Debió detenerlo, para evitarme la fatiga.
PH- ¡Ja! Sé que estás acostumbrada a rechazarlos, por eso no me tomé la osadía. Aunque debo admitir que es la primera vez que me piden ayuda. Me negaré la próxima, sólo por mi estudiante favorita.
Guiñandome un ojo, revuelve mi cabello mientras se retira. Provocándome una sonora cargada, la cual corresponde con una ligera risa.
El profesor Plouton sabía de mis pretendientes, ya que un día me vio rechazando a uno. Ese día era el día deportivo, por lo cual estuvimos en nuestro uniforme de educación física todo el día, aunque yo usé mi jersey; al llegar la tarde mis hermanos Lang y Yang me visitaron para el almuerzo familiar. Fuí a la clase del profesor Hades para ofrecerle un pedazo del pastel que Xue Yang trajo, sentí como me siguieron todo el camino, pero sospechando quién era no hice nada.
Acompañé al profesor hasta que este se acabó el pedazo de pastel de fresas, cuando de pronto entró mi compañero de historia antigua con un sonoro azote a la puerta. Sus amigos estaban detrás de él. El profesor y yo nos encontrábamos anonadados. Con su rostro rojo, gritó desde el otro lado del salón.
- ¡Mao Qing! ¡Me gustas! Por favor.. ¡Sal conmigo!
Debo admitir que es lindo, okay, bastante atractivo; pero apenas si hablamos. Esta clase de situaciones me resultan hilarantes y molestas. El profesor dejó salir una ligera risa, tapando su boca con su mano al momento que esta empezó. Mirándome expectante, al igual que los otros chicos.
Mi pretendiente se acercó a mí, tomándome de la cinta en mi muñeca con el color de mi equipo para las actividades, me guió hasta la ventana.
Nuestros compañeros de historia antigua estaban abajo con un cartel, el cual tenía escrito nuestros nombres en juego de palabras para parejas. Incluso el profesor Hades se asomó por la ventana, haciendo una mueca burlona en cuanto entendió en su totalidad la situación.
Qing- ¡Ah! Interesante.
-¿Aceptarías?
Nuevamente los presentes me observaron. Mi compañero tenía una expresión lastimera con una sonrisa forzada, mientras se acercaba a mi hasta invadir totalmente mi espacio personal. Le dediqué una sonrisa, dándole una caricia en el rostro; sacándole una sonrisa vivaz, relajandole.
Qing- ¡Hm! Me gustas como persona. ¡Eres brillante! Me caes muy bien, pero no estoy lista para una pareja. ¿No podrías olvidar esto y ser mi amigo? ¡Si soy muy egoísta, me alejaré! Aunque es una lástima perderte como amigo.
Borrando su sonrisa, se alejó, asintiendo en el proceso. Mientras se iba, escuché como sus amigos le consolaban. Una vez no había rastros de nadie más, tanto el profesor Hades como yo, estallamos en risas.
PH- Joven Mao Qing, no debería reírse. ¡Eso es cruel!
Qing- ¡Usted tampoco profesor Hades! Pero es que mis compañeras ahora me van a querer matar, fue tan dulce e ingenuo que no puedo evitar reír.
Deteniendo nuestras risas, hicimos contacto visual.
PH- ¿Por qué no aceptaste?
Qing- ¿Por qué aceptar? No lo conozco, si le conociera tanto como a usted, tal vez.. No. Aún no sería suficiente, no me gustan las presiones sociales; debió ser una propuesta más apropiada, además de privada.
Con una expresión sorprendida, me sonrió.
Antes de eso me llamaba su "alumna favorita" en privado, pero desde entonces me llama su 'alumna favorita' abiertamente en público. Además de que ahora soy buena amiga del chico de historia antigua.
El resto del día fue bastante normal, hasta la hora de la salida. Alguien me sigue, dando la vuelta en una esquina me escondo.
Cuando la persona que me seguía llega hasta mi posición, me pongo de pie rápidamente lanzándome hacia él, coloco mi mano en su cuello arrinconadole contra una pared.
Es Seshet.
AS- ¡¿Por qué siempre tienes que ser tan agresiva?! ¡¿Cuál es tu afán por provocarme un paro cardíaco?!
Qing- ¡¿Por qué me tienes que seguir?! ¡¿Cuál es tu afán por provocarme!?
Con una mirada de fastidio, que pasa a sorprendida, pone su mano en mi hombro para que le suelte.
AS- No era mí atención sorprenderte, sólo quería saber.. ¿Qué sucedió con el presi?
Con un brillo en su mirada que no sé identificar, se inclina a mi altura, colocando su rostro muy cerca del mío.
Qing- ¡Ja, debiste decirme en la mañana! Aunque no es tu obligación.. De acuerdo, hazte una idea. ¿Crees que estaría yendo a casa sola? ¿Piensas que estaría aquí ahora?
AS- ... ¡Bien! ¡Así es mejor!
Qing- ¡Ahora vete! Me das mala espina.
Con un suspiro se retira.
Al llegar a casa me siento de mal humor, sé que preocupo a Yang antes de que se vaya a sus clases.
A punto de irme a dormir, mi hermano me llama.
Bajando al comedor, veo que tiene una jaula en sus piernas, además de unos paquetes en la mesa.
Qing- ¿Qué sucede hermanito?
XY- ¡Mira lo que me obsequió Ling! Será mejor que me ayudes a cuidarlo.
Con una sonrisa, me muestra una bola de pelos color crema con manchas blancas. Es un hámster. Con una risa, me dirijo a mi hermano Yang
Qing- ¿Seguro que nuestro hermano Lang te permitirá conservarlo?
XY- Arruinas la diversión pequeña, mejor ponle un nombre.
Qing- Eso deberías.. ¡! Bien. Es tuyo, así que... ¡Zai! ¿Qué te parece? El pequeño Zai, de cariño.
XY- Suena bien.. ¡Si, de acuerdo! Ahora ve a tu cama.
Con un mejor humor, duermo muy bien.