AMOR SIN BARRERAS.
img img AMOR SIN BARRERAS. img Capítulo 4 Soy importante para ti Louis
4
Capítulo 7 Los secretos img
Capítulo 8 Lo...Lo siento img
Capítulo 9 Ella me dijo en dónde encontrarla. img
Capítulo 10 Volveré a Francia img
Capítulo 11 Todo se vuelve un caos. img
Capítulo 12 Hace falta más que un simple perdón para hacerlo. img
Capítulo 13 Abuela img
Capítulo 14 ¡REYYAN! img
Capítulo 15 Tiro de gracia img
Capítulo 16 Reyyan Lambert img
Capítulo 17 No es suficiente. img
Capítulo 18 Alexia img
Capítulo 19 Te amo img
Capítulo 20 Todo estará bien img
Capítulo 21 Ahora te tengo a ti Reyyan img
Capítulo 22 Bárbara img
Capítulo 23 Amor mio img
Capítulo 24 Aşkım img
Capítulo 25 Cumpleaños img
Capítulo 26 El pasado img
Capítulo 27 Beatrice img
Capítulo 28 HERMANA img
Capítulo 29 TERCEROS img
Capítulo 30 NUEVA HERMANA img
Capítulo 31 Barbará img
Capítulo 32 Dímelo a mí. img
Capítulo 33 GABRIEL img
Capítulo 34 Barbará murió img
Capítulo 35 PROBLEMAS A LA VISTA img
Capítulo 36 HALO img
Capítulo 37 TE AMO img
Capítulo 38 No puedo ver nada img
Capítulo 39 BEBES img
Capítulo 40 SOSPECHAS img
Capítulo 41 REYYAN img
Capítulo 42 Efímera img
Capítulo 43 TU AMOR ORIENTAL img
Capítulo 44 EL PASADO img
Capítulo 45 Sr Lambert para usted img
Capítulo 46 DIOS DEL SEXO img
Capítulo 47 SORPRESAS img
Capítulo 48 CELOS img
Capítulo 49 My little sunflower img
Capítulo 50 A TI img
Capítulo 51 CITAS img
Capítulo 52 TE EXTRAÑÉ img
Capítulo 53 IMPREVISTOS img
Capítulo 54 TU MADRE TENÍA RAZÓN img
Capítulo 55 EL EFECTO LAMBERT img
Capítulo 56 NUEVAS EXPERIENCIAS img
Capítulo 57 CONFESIONES img
Capítulo 58 GRACIAS HORACIO img
Capítulo 59 SECUESTROS img
Capítulo 60 Christopher img
Capítulo 61 ANDRES img
Capítulo 62 PELEAS img
Capítulo 63 PROMESAS img
Capítulo 64 UN REGALO INESPERADO img
Capítulo 65 HIJO img
Capítulo 66 Coleman img
Capítulo 67 Bruce Harris img
Capítulo 68 ROMAN COLEMAN img
Capítulo 69 ENFERMEDAD img
Capítulo 70 NECESITAMOS HABLAR img
Capítulo 71 NUEVO COMIENZO img
Capítulo 72 NUEVO CAPÍTULO img
Capítulo 73 EN COMA img
Capítulo 74 ENCUENTROS img
Capítulo 75 CINCO AÑOS img
Capítulo 76 MELLIZOS img
Capítulo 77 TIEMPO img
Capítulo 78 TU NUEVA DEBILIDAD img
Capítulo 79 GIULIO img
Capítulo 80 ME ESTORBAS img
Capítulo 81 LOUIS img
Capítulo 82 SÍ img
Capítulo 84 EL FINAL img
img
  /  1
img

Capítulo 4 Soy importante para ti Louis

CAPÍTULO 4

Resoplé frustrada al ver que no había ningún trabajo que se ajustara a mis horarios disponibles. La situación se empezaba a tornar cada vez más dura y me negaba a utilizar el dinero de mi tarjeta, utilizarlo sería un suicidio. Mis padres se enterarían en donde estaba y todo sería... ¡Por Alá!, eso no podía suceder.

Trabajaba en algo que jamás pensé me ayudaría, la danza árabe, tenía que agradecerle a mi tía por enseñarme. Tenía dos trabajos en dos academias distintas enseñando, pero una de ellas no necesitaba más de mis servicios y de eso hace dos semanas ya.

Tenía dinero reunido, pero no era lo suficiente, con lo de los materiales que se requerían en mi carrera me había gastado casi todo. Hace unos días tenía que haber pagado la renta de mi departamento y aun me faltaba...todo.

-Perderé este departamento y estaré en la calle -susurré con lágrimas en mis ojos. Me sentía aterrada y más sola que nunca-. No me abandones Alá, no lo hagas.

Me levanté de la silla dispuesta hacer algo de comer, cuando recordé que no tenía nada en el refrigerador. Aun no me pagaban, de igual manera no podría permitirme comprar alimentos, no cuando tenía que buscar otro departamento y uno mucho más barato.

"Puedes vivir aquí, no habría problema"

Recordé las palabras dichas por Alison y negué rápidamente, no podía aceptar aquello, sería ir más allá de mis límites y no, necesitaba mantener mi paz interior más que nunca.

Cuando estaba por ir nuevamente a mi cuarto sonó la puerta. Fruncí mi ceño en confusión, cualquiera que no estuviera en la lista de personas que yo entregué al portero tenía que anunciarse, Alison tenía unos compromisos con su tía Antonella y Paulo aún no llegaba a Paris.

- ¿Quién es? -pregunté.

-Louis -¿Acaso había escuchado mal?-. No tengo suficiente tiempo, abre Reyyan.

Abrí lentamente encontrándome con su mirada seria, rodó los ojos y pasó por mi lado.

-No recuerdo haberte invitado a entrar.

-Sabes que no existen los vampiros... ¿Verdad?

- ¿Qué haces aquí? -indagué-. Estoy ocupada.

-No lo estoy por gusto, lo siento por desilusionarte -negó levemente-. Oh no espera, claro que no lo harías, porque tienes novio.

¿Novio? Por Alá, nunca había tenido uno. ¿Por qué lo decía?

- ¿De qué hablas? -cuestioné confundida.

-Sabía que no tenías novio y menos alguien como tú. Alison me mintió.

-Pues yo -me señalé enojada por sus palabras-. Sí tengo, no veo la razón de decirme eso.

Vi como arrugó su ceño, pero volteó y fue hasta la cocina, lo que me dejó totalmente confundida.

- ¿Qué quieres?

- ¿Por qué no has preparado nada aun para comer? -Preguntó con un tono de reproche-. Es medio día.

-No tengo hambre -confesé simple-. No has dicho para que has venido y por lo visto, es para nada importante. Te pido que te vayas, tengo cosas que hacer.

Louis hizo caso omiso a mis palabras y abrió el refrigerador, lo que inmediatamente me puso nerviosa. Se quedó un rato observándolo y después empezó abrir los gabinetes hasta que se giró hacia mí, mirándome con esa mirada tan fría e intimidante que tanto lo caracterizaba.

- ¿No tienes dinero? -preguntó, directo y sin anestesia.

Fui hasta la puerta para que se fuera.

-Te pido que te vayas, no deberías de estar aquí.

Por Alá, no tenía ningún derecho a husmear en mi casa.

-Te hice una pregunta Reyyan, responde.

Se acercó y contuve la respiración al ver lo extremadamente cerca que nos encontrábamos.

Mi corazón no era de piedra.

-No responderé, ocúpate de tus asuntos, yo lo haré con los míos.

-Tienes razón -su mano toco mi mandíbula, mandando una descarga eléctrica a todo mi cuerpo-. Eso haré.

Retiró rápidamente el toque como si le quemara y se fue.

-Oh Alá -susurré agitada llevando mi mano a mi pecho, sentía mi corazón latir rápidamente-. ¿Por qué Louis vendría?

Después de su pequeña visita me bañé y arreglé, me sonrojé cuando me di cuenta que había recibido a Louis en una ropa muy corta. Mis padres morirían si supieran que un hombre me vio en shorts, y morirían y revivirían solo para morir nuevamente, al darse cuenta que daba presentaciones de danza árabe, cuando estrictamente debía bailarlo solo delante de ellos o mi futuro esposo.

Estaba yendo en contra de todo.

Agarré un pantalón acampanado de tela de color rosa pálido oscuro, una camisa básica blanca y unas zapatillas blancas. De accesorios un reloj blanco y un collar dorado.

- ¿Y ahora? -me pregunté observándome, mi barriga empezaba hacer sonidos-. Alá, tu más que nadie sabe que no puedo utilizar el dinero de mi tarjeta, envíame una solución.

El sonido de la puerta sonando insistentemente llamó mi atención.

¿Sería la solución?

- ¡Voy! -grité, caminé a paso rápido y me llevé una gran sorpresa. El administrador del edificio en persona se encontraba del otro lado de la puerta.

Te pedí una solución, no más problemas Alá -pensé para mis adentros.

-Srta. Aslanbey.

-Sr. Stuart.

-Debe de saber ya la razón por la cual estoy aquí -asentí lentamente-. El plazo para pagar el mes se cumplió hace días, por lo visto no lo piensa pagar así que necesito que desaloje ahora mismo.

Abrí mis ojos grandemente al escucharlo.

¿Qué haría ahora?

-Aun no encuentro un apartamento, por favor deme un plazo de unos días para irme -rogué, sintiendo como mis ojos ardían debido a las lágrimas que querían salir.

-Lo siento, se acabó el plazo -se volteó y fue donde pude observar varios hombres quienes se encontraban detrás de él-. Saquen todo.

- ¡No! -Grité-. Por Alá, no lo haga, no tengo a donde ir, mañana...me iré mañana por favor.

-NO -respondió rotundo-. Usted es una mala imagen para mi edificio, aquí solo vive gente con modo, no alguien que no puede pagar la renta y encima ruega cual pobre por un plato de comida.

Mis lágrimas caían una por una, no dije nada, solo me hice a un lado para que esos hombres entraran, no había nada más que hacer.

Antes que entraran una profunda y conocida voz los detuvo.

-Entran y será el peor error de sus vidas.

-Louis -susurré sorprendida.

- ¿Quién te crees que eres para venir a ordenarles a mis hombres? -le preguntó el Sr. Stuart-. Entren y saquen todas sus pertenencias... ¡Que entren les digo!

Louis agarró al Sr. Stuart de la camisa y lo estampó contra la pared. Ahogué un gemido al verlos.

La mirada de Louis estaba completamente oscura, me daba terror verlo así.

-Jamás en tu perra vida volverás a desautorizarme -indicó entre dientes-. ¿Quién me creó? -lo soltó bruscamente y goleó su mandíbula-. Tu jodido jefe, eso soy maldito estúpido.

- ¿Sr. Lambert ? ¿Louis Lambert? -preguntó atónito, volteó a ver a los hombres que asintieron con miedo-. N-No sabía...No lo sabía Sr. Lambert. Solo habíamos tenido la oportunidad de hablar por teléfono...lo siento.

- ¿Qué clase de personas tengo trabajando para mí? -le preguntó a un Señor que hasta ahora veía-. Es un maldito incompetente -lo señaló enfadado.

-Tenía muy buenas referencias Sr, era el mejor.

-No me importa que su referencia sea del mismísimo presidente, en la maldita entrevista tuvieron que saber cómo era este jodido hombre.

-No se volverá a repetir Sr. Lambert -se apresuró a responder aquel hombre, se veía nervioso.

Todos aquí lo estaban menos yo... está bien, ¿A quién engañaba? Yo también lo estaba. ¿Cómo podía emanar tanto miedo?

-Claro que no o tú serás despedido junto con ellos -bramó.

- ¿Se-Seré despedido? -el miedo en el rostro del Sr. Stuart era muy evidente.

- ¿Y es que lo dudas?

-No volverá a suceder, se lo prometo -se levantó del suelo y antes de siquiera acercarse a Louis, este alzó su mano para que se detuviera-. Por favor no me despida.

-Es una mala imagen para mi edificio, solo tengo empleados competentes y humanitarios, no alguien que no es capaz dar una prórroga de un día, cuando se estipula que cualquier inquilino tiene derecho a una semana y lo peor, un avaro hambriento de hambre que lo único que le importa es el dinero.

-Señ...

-Saquen este hombre de mi edificio -ordenó. Se acercó al hombre que estaba a su lado y le susurró un par de cosas.

Todos se fueron y quedamos solamente los dos.

- ¿Por qué compraste este edificio? -fue lo primero que pregunté. No sabía que él era el dueño.

¿Acaso tenía tanto dinero para hacerlo?

-No tengo porque darte explicaciones de mi vida.

-Lo sé, solo que...Nadie de tu familia sabe que tienes un edificio, ¿Cierto?

-Solo mi padre -respondió cortante, como siempre.

- ¿Por qué comprar un edificio Louis? ¿Por qué comprar el edificio en el que vivo?

-Deja tus cuestionamientos, no te creas importante porque no lo eres -Una forma es saberlo y otra cosa es escucharlo de sus labios, dolía y mucho-. Quería empezar a invertir mi dinero y que mejor que en una cadena de hoteles.

Asentí entendiendo.

-Muchas gracias, que Alá te prospere siempre -asintió, mordiendo su labio inferior, ese pequeño gesto llamó totalmente mi atención.

Debería de ser un delito aquel gesto, Louis Lambert era pura tentación.

Líbrame de pensar cosas indebidas Alá.

-Sobre el apartamen..

-Dame una semana para buscar un nuevo por favor, solo una semana -me apresuré en decir, no había cambiado nada, tenía que irme.

-No, Rey..

- ¿No? Entonces tres días, solo tres días.

-Tampoco, tú...

-No quiero aprovechar que conozco a tu familia, Por Alá nunca lo haría -lo interrumpí nuevamente.

- ¿Me dejaras hablar? -cuestionó enojado, asentí como una niña regañada.

No hacía falta que Louis gritara para darte miedo, intimidarte o incluso ponerte nerviosa, con su mirada y el tono de su voz era suficiente.

-Lo que te quería decir es que puedes quedarte en este apartamento, no te preocupes por la renta y por los servicios, solo preocúpate por estudiar y ya.

-No puedo aceptarlo -dije confundida. ¿Por qué hacía esto?

-Claro que puedes y lo harás -expresó firme.

-Es que...no entiendo, ¿Por qué lo haces? -miré directamente sus ojos intentando encontrar alguna respuesta, pero como siempre, no demostraban nada, su mirada era neutra.

- ¿No puedes agradecer y ya? -negué lentamente-. ¿Por qué?

-Tal vez algo dentro de mí quiere confirmar algo tan imposible, pero que, a su vez puede ser tan posible como que Alá existe.

- ¿Qué cosa? -susurró.

-Que soy importante para ti Louis, que, aunque siempre me ignoraste, siempre estuviste al pendiente de mí.

Por un momento pude ver algo en sus ojos, pude ver aquella puerta abierta, por un solo momento observé el tesoro que Louis guardaba entre candados, por un momento pude verlo sin ninguna restricción y por primera vez, pude ver cariño en sus ojos, pero solo fue eso...un solo momento, un instante donde pude ver al verdadero Louis.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022