Desahuciado de Amor
img img Desahuciado de Amor img Capítulo 3 Segundo capitulo
3
Capítulo 6 Quinto Capítulo img
Capítulo 7 Sexto Capítulo img
Capítulo 8 Séptimo Capítulo img
Capítulo 9 Octavo Capítulo img
Capítulo 10 Noveno Capítulo img
Capítulo 11 Décimo Capítulo img
Capítulo 12 Onceavo img
Capítulo 13 Doceavo img
Capítulo 14 Treceavo img
Capítulo 15 Catorceavo img
Capítulo 16 Quinceavo img
Capítulo 17 Dieciseisavo img
Capítulo 18 Diecisieteavo img
Capítulo 19 Diesciochoavo img
Capítulo 20 Diescinueveavo img
Capítulo 21 Vigésimo img
Capítulo 22 Vigésimo primero img
Capítulo 23 Vigésimo segundo img
Capítulo 24 Vigésimo tercero img
Capítulo 25 Vigésimo cuarto img
Capítulo 26 Vigésimo quinto img
Capítulo 27 Vigésimo sexto img
Capítulo 28 Vigésimo septimo img
Capítulo 29 Vigésimo octavo img
Capítulo 30 Vigésimo noveno img
Capítulo 31 Trigésimo img
Capítulo 32 Trigésimo primero img
Capítulo 33 Trigésimo segundo img
Capítulo 34 Trigésimo tercero img
Capítulo 35 Trigésimo cuarto img
Capítulo 36 Trigésimo quinto img
Capítulo 37 Trigésimo sexto img
Capítulo 38 Trigésimo septimo img
Capítulo 39 Trigésimo octavo img
Capítulo 40 Trigésimo noveno img
Capítulo 41 Cuatrigésimo img
Capítulo 42 Cuatrigésimo primero img
Capítulo 43 Cuatrigésimo segundo img
Capítulo 44 Cuatrigésimo tercer img
Capítulo 45 Cuatrigésimo cuarto img
Capítulo 46 Catrigésimo quinto img
Capítulo 47 Cuatrigésimo sexto img
Capítulo 48 Cuatrigésimo septimo img
Capítulo 49 Cuatrigésimo octavo img
Capítulo 50 Cuatrigésimo noveno img
Capítulo 51 Quincuagésimo img
Capítulo 52 Quincuagésimo primero img
Capítulo 53 Quincuagésimo segundo img
Capítulo 54 Quincuagésimo tercero img
Capítulo 55 Quincuagésimo cuarto img
Capítulo 56 Quincuagésimo quinto img
Capítulo 57 Quincuagésimo sexto img
Capítulo 58 Quincuagésimo septimo img
Capítulo 59 Quincuagésimo octavo img
Capítulo 60 Quincuagésimo noveno img
Capítulo 61 Sexagésimo img
Capítulo 62 Sexagésimo primero img
Capítulo 63 Sexagésimo segundo img
Capítulo 64 Sexagésimo tercero img
Capítulo 65 Sexagésimo cuarto img
Capítulo 66 Sexagésimo quinto img
Capítulo 67 Sexagésimo sexto img
Capítulo 68 Sexagésimo septimo img
Capítulo 69 Sexagésimo octavo img
Capítulo 70 Sexagésimo noveno img
Capítulo 71 Septuagésimo img
Capítulo 72 Septuagésimo primero img
Capítulo 73 Septuagésimo segundo img
Capítulo 74 Septuagésimo tercero img
Capítulo 75 Septuagésimo cuarto img
Capítulo 76 Septuagésimo quinto img
Capítulo 77 Sean Ford img
Capítulo 78 Aleksandr Kostov img
img
  /  1
img

Capítulo 3 Segundo capitulo

Me detuve en un pequeño parque, quería tomar lugar en un banca y comenzar a llorar, pero no creo que sea la mejor de mis ideas, de esto sólo resultaría dos escenarios, alguien llamaría a la policía y terminaría en un centro psiquiátrico o me tomarían una foto y mañana saldría en los titulares Margareth Ford llorando como una loca en público.

Caminé a una pequeña cafetería, busque la mesa más alejada de todos, un joven de cabello rubio me atendió, después de que me llevo una taza de café con una rebanada de pastel, las lágrimas salieron descontroladas, cayeron sobre mi pastel, no quería nada, tampoco sabia qué hacer o a dónde ir, no tenía amigas, mi madre seguramente estaría enfada si le digo lo del divorcio, estaba totalmente sola.

–Señorita, ¿Quiere que le traiga algo? –dudó chico.

–Supongo que la cuenta.

Él se retiró, tardó un poco en volver antes de colocar el papel con la cantidad en la mesa.

–¿Usted sabe qué idioma habla la tortuga?

–¿Qué?

–¿Usted sabe qué idioma habla la tortuga? –repitió.

Era la pregunta más extraña que me hacían en toda mi vida, me limité a negar con un movimiento de cabeza, el chico sonrió antes de inclinarse y darme la respuesta.

–En tortugues.

No sé si fue la sonrisa contagiosa del chico o el hecho que intentaba hacerme sentir mejor, pero solté una pequeña risa, fue un instante que me sentí mejor.

–Lo lamento –bajó la mirada –. Sé que es un poco tonto, pero una mujer como usted no debería estar triste.

–¿Una mujer como yo?

–Si, una mujer hermosa.

Parece que se dió cuenta de sus palabras cuando iba a corregirse un hombre mayor le gritó desde el mostrador.

–¡Dewey! ¡Deja de perder el tiempo y ven aquí!

–Salgo en quince minutos –murmuró –. La puedo llevar a un lugar donde se sentirá mejor, si usted quiere.

–¡Dewey!

–Gracias –respondí al señalar al hombre que no paraba de mirarlo.

No sé si ya perdí la cabeza, pero estoy segura que el día de ayer no estuviera aquí esperando a un chico al que posiblemente le duplico la edad. Aunque ahora mismo no tengo a donde ir.

El chico salió con unos jeans azules y camisa negra, se veía más jovén así.

–¿Vas a venir? –dudó al verme. Afirmé y lo seguí a la salida, caminamos por la acera en silencio, habían pocas personas a pesar de la hora.

–El lugar está cerca –indicó –. Soy Dewey Weiditz.

–Margareth O'Neil. –Supongo que debo comenzar a usar mi apellido de soltera, el Ford ha quedado atrás. –Puedes decirme Maggie.

Su sonrisa es muy sincera y sus ojos brillan con esperanza, no es una sorpresa para un chico tan joven, tiene todo un futuro por delante, una vida con todas las posibilidades.

–Llegamos –murmuró al tomar mi mano y llevarme adentro de un edificio, cerca de una entrada se encontraba un hombre robusto y alto –. Hola Mark.

–Hola Dewey, has venido antes aún no ha salido.

–Lo sé, me gustaría ver el final.

El hombre me dio una mirada, me dí cuenta que fijó su vista en nuestras manos entrelazadas y sonrió, me hizo sentir incómoda por lo que pensaría en este momento.

–Solo por está vez.

Abrió la puerta para dejarnos entrar, me sorprendió cuando ví un elegante teatro, el sonido de la música llego a mis oídos, sentí un cosquilleo en mi cuerpo cuando lo escuché, al darme la vuelta una chica de cabello rubio estaba en el escenario, traía un vestido negro, su brazo se agitaba contra las cuerdas del pequeño violín que tenía en sus manos, el sonido era angelical. La música se sentía en cada parte de mi cuerpo, cada nota era perfecta, no había público, lo estaba haciendo sola, ella tocaba para sí misma.

Disfrutaba la música, pero no cualquier música, recuerdo que papá nos llevaba a ver alguna orquesta sinfónica a mi hermana y a mí, era tan emocionante escucharla, no entendí muy bien como este chico sin conocerme me trajo hasta aquí, a algo que me deleitaba.

–¡Dew! Te he dicho que no traigas a nadie aquí –reclamó la chica desde el escenario, guardó su violín con rapidez y bajó del escenario –. Ich will nicht, dass mich jemand hört.

Le dijo algo en alemán que no entendí, reconocía el idioma, recuerdo que cuando fui a algunas reuniones con Sean algunos socios hablaban en Alemán.

–Es tut mir Leid, Sie war trauring –murmuró Dewey –. Tú música siempre me anima.

–Si estaba triste le podías comprar un helado –gruñó –. No traigas a nadie aquí.

–Lo lamento mucho –interrumpí –. No quería que tuviera problemas, fue amable eso es todo y tocas precioso, hace años que no escuchaba algo tan perfecto.

La chica me vio y cambió de postura.

–Soy Maggie.

–Madeleine Weiditz, la hermana de este tarado.

–Un gusto Madeleine, fue muy hermoso y sí que me siento mejor, muchas gracias.

–Me falta un poco, pero mis vecinos se han aburrido de escucharme así que tuve que venir aquí al menos por unas horas, tengo una presentación el viernes y tiene que sonar bien.

–Suena hermoso.

–Me agradas –sonrió.

–¡Ya debo cerrar, chicos! –gritó el hombre que nos había dejado entrar.

–¿Vienes con nosotros? –preguntó Madeleine.

Mire a Dewey que se había mantenido en silencio con su hermana al lado, ella se veía mayor que él y más sensata, por primera vez en mi vida no tengo nada planeado y por supuesto nada que tenga que ver con Sean.

–¿A dónde van? –dudé.

–Pasaremos por algo de comer y luego iremos al departamento, te podemos llevar a casa más tarde–mencionó.

–Acepto.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022