- Lo sabias,¿ cierto ?- Preguntó su padre mientras apretaba sus manos en puños, unas venas azules resaltaban en su frente debido a la molestia que sentía en ese momento.
- Por su puesto que si padre ...desde hace unos días.-
- ¿Y dejaras que pisotee así nuestro apellido?, que hija tan no filial,,..si tu ma....-
- Tu , no puedes hablar de ella, si eso era todo, puedes retirarte ....- Interrupio Karina exaltada, podía tolerar casi cualquier cosa, menos la mención de la mujer que la abandonó junto a su padre cuando sólo era una bebé.
- Algún día Karina , algún día entenderás que estás equivocada- dijo su padre mientras se retiraba del lugar.
Karina miró las fotos en su escritorio y sonrió, ya sabia lo que haría , gracias a su padre tenía una salida rápida y concisa.
De un cajón de su escritorio, saco un sobre, coloco las fotografías allí y las metió en su bolso y se preparó para irse.
Al llegar a su departamento se liberó de los zapatos de tacón que llevaba puestos y camino hacia la piscina en la terraza, quedó solo en ropa interior y entro al agua, lo que más le gustaba era nadar después de tener un día tan agotador, se sumergió en el agua y se mantuvo allí por al rededor de una hora, al salir se dirigió a su habitación, se dió una ducha y después se fue a dormir, mañana sería otro día.
Por otro lado aunque ya pasaba de la media noche, Samuel se encontraba acompañando a su hermana en la sala de la pequeña casa en la que vivían , Clara se encontraba concentrada en su laptop, ya que para ayudar a su hermano, hacía traducciones de inglés a italiano o español para ayudarlo con los gastos, gracias a su difunto padre, ambos chicos habían estudiado algunos idiomas desde pequeños, esto por qué el siempre decía que hablar muchos idiomas, podría facilitarles la vida.
Ahora Clara quién era dos años menor que su hermano lo apoyaba de esta manera, aunque él se negara a que lo hiciera, a ella le gustaba hacerlo, después de una hora Clara por din terminó, cuando dirigió su vista al sillón donde se encontraba su hermano, vio que el ya se había quedado dormido, así que se dirigió a su habitación trajo una manta, cubrió a su hermano y dejó un beso en su frente, solo se tenían el uno al otro y a su madre por supuesto, la vida se había encargado de enseñarles que solo eran ellos 3 y nadie más.
Un nuevo día había comenzado, Samuel se encontraba en su puesto cuando vio llegar al chico que le había llamado la atención, bajó la cabeza y el chico entro al edificio, en cuanto vió a Samuel con la cabeza baja sonrió ampliamente y se acercó al ascensor.
No cabía duda que ser el " juguete " de Karina Ríos lo hacía sentir intocable, pobre ..no sabe que su buena vida está por terminar, el día transcurrió de lo más normal, al llegar la noche, Cristian , el joven amante de Karina se preparó para esperarla, ya que ella le había pedido que esperara por ella en el departamento.
A las 8 pm el auto de se estacionó en la entrada del edificio, Said el recepcionista se extrañó ya que no solía hacerlo, siempre entraba directamente al estacionamiento.
Karina entro y vio a Samuel , quién le sostenía la puerta para que pasara, la pelirroja lo miro por unos segundos, ya que había notado que miraba hacia el suelo, frunció el ceño y fue directamente al elevador.
Llegó al penthouse y colocó su huella en la puerta, aprovecho para hacer unos ajustes en el sistema y entró después de unos pocos minutos, lo primero que vio al entrar fue a Cristian sentado en el sofá con una copa en la mano, este al verle entrar, sonrió ampliamente, esa sonrisa encantaría a cualquiera, pero ya no le encantaba a Karina, quién disimulo como pudo el asco que sentía al verle y tomo asiento frente a él.
- Karina mi amor, por qué te sientas tan lejos de mi - Dijo el joven mientras se levantaba de su asiento para sentarse a su lado.
Karina rápidamente le hizo una seña y este se detuvo ....
- Por favor Cristian, dejemos las máscaras a un lado, siéntate-
Dijo a manera de orden la pelirroja, el chico sintió enojal escucharla, pero no le convenía pelear con ella, así que sonrió de nuevo y volvió a sentarse en el mismo sofá, donde había estado.
Karina sacó de su bolso el sobre y lo colocó sobre la mesa de centro, sonrió de lado mientras miraba a Cristian, quién miraba el sobre con curiosidad....
- Este es.....mi regalo para ti por los meses compartidos- Dijo Karina mientras sonreía con un atisbo de burla en sus ojos.
- Oh....no cariño, no es necesario, yo te quiero, así que puedes guardar ese dinero, no lo quiero- Cristian equivocadamente pensó que se trataba de dinero, y por supuesto que lo quería y lo aceptaría, solo que quería mostrarse humilde ante la chica sentada frente a él .....
- Insisto querido..... ábrelo, o me sentiré muy triste- Dijo la pelirroja mientras hacía un puchero, aunque fuese una mujer joven, sabía manipular muy bien a los hombres, esto era por qué se desenvolvía en un mundo de negocios donde en su mayoría eran hombres, crueles y despiadados para los negocios.
Cristian tomo el sobre y dejó a un lado la copa que aún sostenía en la mano, abrió el sobre y su rostro fue un poema para Karina, quién sonrió ampliamente al ver el rostro del chico carente de todo color, Cristian paso una a una las fotografías en sus manos, su boca formaba una O perfecta mientras sus ojos estaban abiertos a más no poder, lo había echado todo a perder ......todo lo que había planeado a futuro, todo lo que estaba meticulosamente planeado en su cabeza .....acababa de joderse e irse al demonio....levantó la vista y se encontró con la sonrisa retorcida de Karina Ríos quién seguía observándolo fijamente......