Capítulo 6 La ventana del alma

Entre besos y caricias pasaron las horas, en un momento de aquella tarde el se encontraba acostado en su pecho mientras ella continuaba acariciando su cabello. Ella, intentaba descifrar cual era la razón de su

delirio por él, lo miro fijamente como nunca antes lo había visto, intento ver en sus ojos cosas que van mas allá de lo físico y encontró ahí en aquella casa donde se encontraban solo ellos dos, en aquella tarde de enero, en aquella cama, en sus ojos, la ventana del alma.

Lo amó, solo de verlo lo amó, era la primera vez que podía ver la belleza e inocencia que su mirada mostraba, ella podía descifrar miradas, siempre había sido muy buena para saber que pensaban las personas solo con ver su mirada y aquella tarde ella supo que en el mundo no habría otro hombre igual a él. Aquella mirada de ojos achinados era luz, era, música y amor, dulzura y ternura, aquella solo era una ventana para ver su alma. Esto le dio mucha alegría, sabía que físicamente él le encantaba y su personalidad era esplendorosa, mas saber que su mirada era realmente lo que la deslumbraba cada vez que se encontraba a su lado era lo más

magnifico que le había ocurrido y mas aun sabiendo que era lo que decía su mirada, continuó viéndolo mientras sonreía, lo abrazo con toda la entrega que pudo, le dijo que siempre pasara lo que pasara contaría

con ella –promesa que nunca rompió- sostuvo sus manos, aquellas manos que para ella eran tocar el cielo, las manos más suaves que había tocado en su vida, eran como tocar un par de manitos de algodón

dulces y suaves –sonreía-le dio un beso y se levanto.

--Ya debo irme amor, es tarde y debo llegar temprano a casa –dijo

Cristal-

No linda, quédate conmigo –decía Alejandro mientras miraba a Cristal

con cara de tristeza fingida-

--Quisiera amor, pero realmente no puedo –dijo ella con una sonrisa en

su cara-

Bueno, que mas puedo hacer, dime, ¿cuando volverás?

--Apenas pueda volveré, igual estaré pendiente de ti – dijo mientras se acercaba para besarlo-

Lo beso y en aquel beso de despedida su alegría no podía ser comparada, habia vivido en aquellas pocas horas tantas cosas, cosas tan hermosas que era imposible disimularlo, sonrió lo abrazo y volvió a verlo fijamente.

Eso espero, oye linda disculpa, realmente no se que paso hoy conmigo –

dijo Alejandro nuevamente apenado-

Esta vez Cristal no contuvo su risa, volvió a abrazarlo y le dijo: --No te preocupes mas por eso mi amor, no tengo nada que disculparte.

Lo beso, se despidió y luego se fue.

***

Aquellos recuerdos eran imposibles de borrar, a pesar de todo aquel dia que ella recordaba habría sido uno de los días mas magnífico que habían pasado en su vida. Cristal empezó su jornada laborar, distrajo su

mente lo mas que pudo solo para olvidarlo algunas horas. Esa tarde se distrajo mucho, el trabajo se volvió tenso dada la noche anterior y todo parecía entorpecerse

y así nuevamente llego la noche. Tal cual lo hacia diariamente llego a la estación en la

cual agarraba el bus para dirigirse a su casa con una compañera a la cual con solo tres meces de haberse conocido la habia hecho su amiga. Irónicamente aquella chica a la cual habia conocido en el trabajo

habia pasado exactamente lo mismo que ella pero a diferencia de Cristal a aquella chica le habia ocurrido con su ex novia, ya que ella era gay; una de aquellas noches Susana, la chica que trabajaba con Cristal conto su historia, era realmente muy similar a la que habían vivido Alejandro y Cristal, mas aquella noche hubo algo que Susana le hizo pensar a Cristal, algo que nunca mas pudo olvidar.

                         

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