Amándote hasta mis cenizas
img img Amándote hasta mis cenizas img Capítulo 6 El comienzo de una bonita historia de amor.
6
Capítulo 10 Autorizados para ser novios. img
Capítulo 11 Eres perfecta, Rebecca. img
Capítulo 12 Su contacto sobre mi piel. img
Capítulo 13 Quiero que sigas, Will. img
Capítulo 14 Siempre seré tuya. img
Capítulo 15 ¡William llega hoy! img
Capítulo 16 Eres lo único que quiero en mi vida. img
Capítulo 17 La familia de William. img
Capítulo 18 ¿Y quieres repetirlo img
Capítulo 19 Su mejor amiga. img
Capítulo 20 El incómodo viaje. img
Capítulo 21 Viaje después de navidad. img
Capítulo 22 Viaje después de navidad, dos. img
Capítulo 23 El sueño había acabado. img
Capítulo 24 Me quedo en su casa. img
Capítulo 25 Irnos a acampar. img
Capítulo 26 El atraso img
Capítulo 27 Mis dudas. img
Capítulo 28 ¿De verdad estoy embarazada img
Capítulo 29 Es mi culpa. img
Capítulo 30 ¿Dónde está la prueba img
Capítulo 31 ¿Dudas img
Capítulo 32 Ya lo necesitaba. img
Capítulo 33 No pasará nada, bebé, te lo prometo. img
Capítulo 34 Sus caricias me vuelven adicta a él. img
Capítulo 35 Estamos embarazados. img
Capítulo 36 Señor, amo a su hija. img
Capítulo 37 Mi preocupación. img
Capítulo 38 De una discusión a un hospital. img
Capítulo 39 Solo una falsa alarma. img
Capítulo 40 Problemas, cansancio, peleas. img
Capítulo 41 William me vuelves loca. img
Capítulo 42 Amor. img
Capítulo 43 Tener que esperar para vernos. img
Capítulo 44 Volvemos a vernos, amor. img
Capítulo 45 No me iré esta noche. img
Capítulo 46 Eres una pequeña diablita. img
Capítulo 47 ¿Cómo pudiste hacerme esto img
Capítulo 48 Engañada. img
Capítulo 49 Tu cuerpo es tan tuyo cómo mío. img
Capítulo 50 Quiero otra. img
Capítulo 51 Un viaje incómodo. img
Capítulo 52 Solo deseo llorar. img
Capítulo 53 ¿Puedo hacerte mía img
Capítulo 54 Deseo todo de ti, William. img
Capítulo 55 ¿Quién manda aquí img
Capítulo 56 Mi hermosa traviesa. img
Capítulo 57 El accidente de William. img
Capítulo 58 Trabajo de parto. img
Capítulo 59 Viernes img
Capítulo 60 El bebé ya viene. img
Capítulo 61 No siento las contracciones. img
Capítulo 62 Anhelo de comprensión. img
Capítulo 63 Mi hermoso pequeño. img
Capítulo 64 El abandono de William. img
Capítulo 65 ¿No quiere pasar tiempo con nosotros img
Capítulo 66 ¿Qué está pasando con nosotros img
Capítulo 67 ¿Terminamos img
Capítulo 68 Nunca hemos sido igual al resto. img
Capítulo 69 No me dejes nunca, amor. img
Capítulo 70 Él es mi amor. img
Capítulo 71 Visita a su casa. img
Capítulo 72 Esto puede salir mal. img
Capítulo 73 Un nuevo engaño. img
Capítulo 74 ¿Por qué debía ser así img
Capítulo 75 ¿Qué estoy haciendo al perdonarlo img
Capítulo 76 ¿Las cosas van mejorando img
Capítulo 77 Nunca has sido buena para ocultarme las cosas, Becca. img
Capítulo 78 Nuestra extraña manera de amarnos. img
Capítulo 79 Presentimiento. img
Capítulo 80 Una vez más. img
Capítulo 81 ¿Qué está haciendo img
Capítulo 82 Discusión. img
Capítulo 83 Algo me faltaba. img
Capítulo 84 Un poco del ambiente en la familia de Will. img
Capítulo 85 Las cosas siempre parecen mejorar. img
Capítulo 86 No sé cómo terminarán las cosas. img
Capítulo 87 ¿Cuánto tiempo más seguiríamos estirando nuestra suerte img
Capítulo 88 Primer día. img
Capítulo 89 Siempre un perdón. img
Capítulo 90 Una noche que prometía ser romántica. img
Capítulo 91 Una noche que prometía ser romántica, dos. img
Capítulo 92 Una noche que prometía ser romántica, tres. img
Capítulo 93 Otro día. img
Capítulo 94 Un viejo amigo. img
Capítulo 95 Un viejo amigo, dos. img
Capítulo 96 Hoy no, Becca. img
Capítulo 97 William... no. img
Capítulo 98 Quiero todo contigo, Becca. img
Capítulo 99 No sé por qué sigues conmigo. img
Capítulo 100 Día en el instituto. img
img
  /  2
img

Capítulo 6 El comienzo de una bonita historia de amor.

«Pobre de mí estúpido corazón que nunca encuentra paso en el camino de la razón cuando ya se encuentra enamorado, ¿Será que tendré que volver a pasar por esto William? Porque para mí es incontrolable sentir lo mismo que ese día, lo mismo que ese día que te conocí, sobre todo cuando estás ahí, tan cerca, diciéndome que me amas, que tu peor error ha sido dejarme.

Dios, William, te amo y no puedo sacarte de mí, de mi cabeza, ni de mi alma, que ese mismo dios al que le recé por cuidarnos, por cuidarte, por entregarnos una vida juntos, un hijo que ambos atesoraremos por siempre, a ese mismo le rezo para que algún día salgas de mi cabeza, que la sombra de lo que significaste en mi vida desaparezca de una vez por todas... quiero que me liberes, que dejes de atormentarme, que dejes de provocarme todo esto que siento y que no me deja avanzar... porque desde ese día que terminamos, desde ese día que no avanzo.

Mi corazón siempre se ha caracterizado por ser rebelde, entregado, y es que sigue siéndolo, pero aún tu nombre está grabado en él, por favor, devuélvemelo y deja de lastimarnos a ambos con esto que no nos llevará a ningún lado»

Mensaje William: Buenos días. -el mensaje que Will estaba acostumbrado a dejar por las mañanas a veces pensaba que solo despertaba primero que yo para desearme los buenos días, sobre todo los fines de semana, aunque luego recordaba que también trabajaba y que tenía que levantarse temprano para hacerlo.

Mensaje Rebecca: Buenos días. ¿Cómo dormiste? -pregunté curiosa, la verdad es que estás preguntas no eran forzadas, solo fluían en la conversación, simplemente quería que todo lo relacionado con Will fuese lo más natural posible.

Mensaje William: Con los ojos cerrados. Tranquila, amanecí bastante bien, ¿Y tú? -preguntó, no pude evitar sonreír con aquel mensaje, es que me encantaba.

Mensaje Rebecca: Bien también. -respondí adjuntando una cara sonriendo.

No podía sacarme de la cabeza aquel sueño, ahora me estaba atormentando, porque tenía deseos de contarle, pero no quería parecer una tonta niña pequeña, así que no lo hice, tendría que esperar a ver qué pasaba entre nosotros y ahí ver la posibilidad de contarle mi sueño, pero, por ahora, eso era algo que no tenía futuro.

Mensaje William: ¿Qué haces? -preguntó Will, creo que me estaba acostumbrando a sus repentinos mensajes que acababan con mi percepción de tranquilidad, y no era algo que me convenía hacer puesto que esto fácilmente podía acabar de un día para otro, sin ningún justificativo, exactamente tal cual empezó, o al menos eso pensaba.

Por nada del mundo quería volverme una persona dependiente de otra, no tenía muy buenas experiencias en ese sentido, de solo recordar mis experiencias pasadas, aunque no fueron muchas si me quedaron grabadas en la mente.

«Sí, amado William, sí tuve experiencias anteriores a ti, conocí una pequeña muestra de lo que era el amor antes de conocerte y digo pequeña, porque aunque quisiese, ninguna experiencia pasada se compara a la que viví contigo, me hiciste sentir de manera inexplicables y de la misma manera me hundiste, Y sí, le agrego la -s- porque fue más de una vez, no en el sentido que seguramente comprenderás, pero sí, me hirieron, pero nunca llegué a amarlos, no cómo a ti, imagínate todo el daño que lograste hacerme y la brutalidad con la que marcaste mi vida, fue desastrosa. Cuando te conocí recuerdo que quise... anhelaba tu ayuda para cambiar mi vida, para cambiar la aburrida tranquilidad en la que me mantuve por tantos años, pero la terminaste por completo, mis noches no hago más que soñar contigo, con lo que fuimos, y en mis días veo tu viva imagen reflejada en nuestro hijo, en la casa donde compartimos tantas cosas, dios Will, quería perder un poco de tranquilidad, pero tu arrasaste con toda»

Mensaje Rebecca: Aquí, estaba desayunando. -mencioné sonriendo a la pantalla.

Mensaje Rebecca: ¿Tú qué haces? -agregué nuevamente.

Salí de la cocina con mi tazón de café y me dirigí a terminar una de las tantas tareas pendientes de la escuela, no las haría si no significaran nada, pero lamentablemente contaban para las evaluaciones y no quería verme perjudicada solo por mi propia irresponsabilidad, no ahora que ya me quedaba el último año antes de entrar a la universidad.

Mensaje de William: Que bueno, yo en el trabajo. -respondió, de pronto me entró una sensación cómo si le hubiese molestado aquel comentario de mi parte, o peor aún, su respuesta.

Los días pasaron y hoy ya era el día en el que nos veríamos nuevamente, llevé ropa para la escuela, para así cambiarme inmediatamente tocase el timbre de salida y no ir con ropa de colegiala, William me estaba esperando a la salida del establecimiento y por alguna razón todos se quedaron observándome.

«Siempre quise que mi pareja me fuese algún día ir a buscar a la escuela, supongo que tú lo hiciste, William. El primer día de clases en el instituto tú me fuiste a dejar y por un instante, luego de tantos problemas que nos atormentaban, sentí que estábamos bien, que podríamos enserio volver a empezar y que la nueva vida juntos con la que tanto soñábamos por fin comenzaría...

Pobre e ilusa de mí, pensar que todo eso podría ser posible. Tú lo sabías William, ¿No? Tú sabías perfectamente cómo acabaría todo y no es que te culpe por eso, simplemente tenías más vida recorrida que yo, más experiencias, mejores, no podía esperar que nuestra relación funcionase, éramos y seguimos siendo muy diferentes el uno del otro»

-¿Por qué vistes así? -preguntó. Sonreí avergonzada, ¿Sería un comentario bueno? ¿O tal vez parecía que estaba haciendo el ridículo y por eso todos me estaban mirando?

-Porque íbamos a salir, ¿No me queda bien acaso? -mencioné con las mejillas rojas por vergüenza. Él sonrió y luego camino conmigo a su lado, trató de tomar mi mano cosa que me avergonzó aún más, sólo esperaba que nadie me estuviese viendo en estos momentos, en parte, porque no quería tener que explicar que solo éramos amigos cuando evidentemente, quería ser mucho más que eso, pero no estaba segura de sí él también lo quería.

-No es eso, te ves demasiado hermosa princesa. -mencionó mientras trataba de buscar mis ojos con su mirada, traté de mirarlo, pero no aguanté más de medio segundo haciéndolo, ¿Qué tenía él diferente a los demás? ¿Por qué captaba tanto mi atención? Solo era un chico más, cómo cualquier otro-. ¿Qué pasa? -preguntó tomando mi mano, me puse mucho más nerviosa.

-Me da nervios. -respondí con un tono de voz bajo-. ¿Por qué lo haces? -agregué sonriendo tímidamente-. Tomarme de la mano y mirarme así. -aclaré cuando sentí su mirada confusa sobre mi ser.

-¿Mirarte cómo? -mencionó William provocando que mi mirada se fijase en la suya por un poco más que solo un par de segundos-. Cómo si fueras la mujer más hermosa y perfecta de la tierra, eres tan hermosa y distinta al resto de mujeres que he conocido, que me hace pensar si esto es real o si solo está en mi imaginación. Tomé tu mano porque quiero asegurarme de que no escaparás cuando te diga lo que tengo planeado, sé que es demasiado pronto, pero no quiero esperar más para hacerlo.

«Cuando me insinuaste que querías estar conmigo, que sentías cosas por mí... juro por todo lo sagrado, William, fue el momento más maravilloso de mi vida, ¿Quién diría que detrás de toda esa felicidad se arrastraría tanta tristeza y lágrimas? Nadie que nos hubiese visto tenía pensado aquello, solo las personas que nunca pensaron que saldríamos adelante, no juntos, no con un hijo, y tenían razón, nos dejamos consumir por el fuego de la comodidad y de la rutina...

Yo te demostré mi amor de sobra pensando que hacía bien en ello, mientras que a ti te faltó demostrarlo, te faltó confiar, te faltó amarme... William, en cada pensamiento que tengo contigo siempre termino haciendo dos cosas, la primera; sonreír por lo que fuimos, la segunda; llorar por cómo terminó todo»

            
            

COPYRIGHT(©) 2022