Carmen, una talentosa bailaora de flamenco, sueña con un tablao propio, "El Quejío". Pero la realidad, llena de deudas y un estudio en riesgo, amenaza con apagar su pasión.
Una propuesta audaz de Doña Elvira lo cambia todo: Carmen debe ser la "madrastra malvada" de sus nietos mimados, Mateo y Sofía. El objetivo: hacer que la odien profundamente, asegurando que acepten a la futura prometida de su padre, a cambio del capital para el tablao de sus sueños.
Carmen acepta el papel con brutalidad, imponiendo estrictas lecciones y despojándolos de sus privilegios. Espera odio. Pero, para su asombro, los niños se transforman. Endurecen su carácter, se vuelven auténticos Rivera y, lo impensable, empiezan a defenderla. Su plan de ser odiada se resquebraja.
La confusión la invade: ¿cómo puede ser aborrecida cuando sus métodos forjan su carácter? Ricardo, el padre, y su prometida Isabel regresan pronto. Carmen se atormenta: ¿habrá arruinado su sueño al ser "demasiado efectiva" forjando el carácter de los niños?
El día de la verdad, Ricardo e Isabel llegan esperando sumisión. Carmen, en un acto final, simula un robo. Pero cuando Ricardo la despide, Mateo y Sofía, con lealtad inesperada, se interponen, gritando "¡mamá!" y revelando audazmente un secreto familiar. Carmen se marcha, con el cheque para su tablao, y el amor incondicional de unos niños, ahora, invencibles.