ero no le, no le ayudaría con semejante locura, lo sentía mucho por él, pero apenas estoy por terminar la universidad, quiero conseguir un buen empleo, crearme una estabilidad económica, no quería depender de ningún hombre, quería ser valiente y luchadora como mi madre.
Cuando salgo de la ducha, decido dormir en ropa interior, me hago una cebolla en el cabello y me tiro a la cama, cerrando mis ojos, casi de manera inmediata me quedo dormida.
Despierto a las once de la mañana, pensé que había dormido un poco, más estoy bastante descansada, voy al baño, me lavo mi cara, me cepillo, hago pis y luego me coloco unos Jeans cortos y una franelilla, no Tenía planes para salir, así que no tendría por qué vestirme diferente. Salgo de la habitación directo a la cocina, en busca de mi madre, la cual tiene un tazón en sus manos, está batiendo algo
-Mama, ¿no descansas?
-si hija, claro que si, pero ya estoy acostumbrada, estoy haciendo una torta, que me encargaron a última hora, allí tienes café y por allá está tu desayuno
-Gracias mami.
Tomo mi café bien caliente y bajo de azúcar, este era el néctar de los Dioses, no podía estar sin él, porque enseguida me atacaba la migraña y mi humor pasaba de bueno a muy malo. Después de desayunar ayudo a mi madre con la decoración del pastel, cuando terminamos comenzamos a recoger la mesa y preparar el almuerzo, mi padre estaba por llegar.
Por suerte mama no se dio cuenta de mis encuentros con Edder, no quería que pensar cosas que no eran. El resto del día lo pasamos viendo televisión, era el maratón de crepúsculo no me lo perdería, a mi mama también le gustaba, así que sufrimos juntas, cuando el amado vampiro abandona a Isabela, esta sufre muchísimo y nosotras con ella.
El domingo transcurrió de la misma forma, me había mandado mensajes con lis, estaba enojada conmigo por no querer disfrutar de la fiesta, pero debía de entender que estaba en plan de trabajo, no puedo perjudicar a mi madre, me costó mucho hacerla entender eso, pero al final lo proceso y estaba bastante tranquila, me pregunto qué ¿de dónde conocía a su primo? y yo le cambie la conversación, no sabía si podía confiar en ella.
Estaba lista para dormir cuando mi teléfono comenzó a sonar.
-Hola preciosa ¿como estas? ¿Que tal tu fin de semana?
El menaje me deja dudosa, no tenía ese número en mis contactos.
-¿Quién eres?
Espero la respuesta pero no llega tan rápido, así que me da oportunidad de cambiarme y recoger mi cabello, odiaba dormir con el suelto, me daba calor, fastidio, siempre desde que tengo uso de razón había dormido así, cuando coloco mi cabeza en la almohada, ni teléfono suena nuevamente, al principio no me levanto y vuelvo a cerrar los ojos, pero el telefonito, insiste en seguir sonando, me levanto con desgana y reviso los mensajes
-Perdóname si te molesto-Decía el primero mensaje y el segundo me hace temblar
-Tu número me lo dio. Lis, soy Edder.
¡OH DIOS MIO! La mataré, juro que la mataré, respondo de manera rápida, estaba muy nerviosa
-Hola Edder, si me molestas, tengo sueño, mañana tengo clases y debo levantarme temprano, ¿puedes escribirme mañana?
El me responde rápido
-Discúlpame, está bien, te escribo mañana, descansa, feliz noche
Dejo el teléfono en la mesa y vuelvo a mi cama, cayendo deliciosamente en los brazos de Morfeo.
Me levanto a las seis de la mañana, cuando la jodío alarma me despierta, tenía mucho sueños, pero debía aguantar ya pronto terminaría esta tortura de cinco años, esta era mi última semana en la universidad, voy al baño y me arreglo lo mejor que pueda, la verdad no me gustaba llamar la atención, ni maquillarme, pero lo que más odiaba era llevar ropa ajustada, así que siempre, siempre usaba una talla más, lo que me hacía lucir más gorda, y disimulaba mis curvas, entro a la cocina, besando a mi padre, quien como cosa rara anda de mal humor.
-Mama, debo irme, nos vemos-digo abrazándola
Salgo de la cocina súper rápido, sino me apuraba llegaría tarde, así que camino lo más rápido que puedo, llegando a la primera clase justo en la raya. La clase como siempre fue bastante aburrida, la profesora Janet, no sabía explicar nada bien, todo lo que había aprendido se lo debía a él Internet, buscaba tutoriales y libros, camino directo a la. Cafetería, tenía un poco de hambre, no me dio. Chance de desayunar, así que pido un café muy cargado y un pan de queso, a lo lejos diviso una mesa disponible, al lado de un manzano, mejor imposible.
Estoy degustando mi desayuno, cuando lis me abraza por la espalda
-Me asustaste lis-Digo ahogándome con el Café
-Exagerada-Dice restándole importancia
-No. No soy exagerada, le diste mi número a tu primo, ¿porque? Sabes que odio que hagas esas cosas-Digo molesta
-Chismoso-Dice mirando detrás de mí, así que volteo y lo veo, esta tan hermoso como el día que lo conocí, iba vestido de forma casual y relajada, pero su cara tenía la mejor de las sonrisas.
-Lo siento si te molesto mi atrevimiento, no fue mi intensión-Dice sentándose al lado de su prima
-Yo me. Voy, tengo un examen importante-Dice dejándome sola con él, no me da oportunidad de decirle nada.
-No te preocupes, solo no lo vuelvas hacer, me gusta mi privacidad.
-Esta bien, ¿que estudias?
-Administración empresarial. Digo
-Oh que bueno, yo también, este es mi último años, así que ya terminé La tortura-Dice sonriendo, lo que provoca que le devuelva la sonrisa.
-También es mi último año, ¿como es que en cinco años de carrera no te había visto?
-Estoy en una universidad privada, vine aquí solo por un juego, más nada, pero si hubiera sabido que iba a encontrarme contigo en este lugar, hace rato que ya estaría estudiando aquí.
-Por favor, eres igual a lis, exagerado-Digo mientras río
-Tal vez, por algo somos familia, pero volviendo a la noche de la fiesta, ¿que has pensado? ¿Aceptaras mi trato?
Suspiro- Lo siento, pero no, no soy ese tipo de chicas, se que lo haces por una causa noble, pero no quiero unir mi vida a alguien que no conozco y menos de esa manera.
Él se queda mirándome por unos minutos, sin decir una sola palabra
-Tienes razón, no eres de ese tipo de chicas, eres algo mejor, que te parece si te invito a salir, quisiera conocerte, quiero algo contigo, llevemos las cosas con calma
-Te regalaré una cita, pero luego sino me siento a gusto, te agradecería que no me molestas más, ¿trato hecho?
-Tenemos un trato, entonces te parece si paso a buscarte a las siete, a tu casa, envíame la dirección por un mensaje, te veo esta noche-Dice marchándose rápidamente, ¿que diablos fue todo eso?, recojo mis cosas y voy a las siguientes clases, cuando termino corro a mi casa, pero justo cuando estaba a punto de abrir la puerta, escucho una discusión entre mi padre y mi madre.