Capítulo 10 sin saber

casado contigo? Ella se estremece, y yo también, al pensarlo. ¡Qué gilipollas! Ella niega con la cabeza. - Él me ama. No tengo dudas, pero de vez en cuando se le mete en la cabeza que no puede casarse conmigo sólo para complacer a su padre. Como si esa fuera la única razón por la que estábamos juntos. Ahora frunzo los labios, sin saber siquiera con quién o con qué estar enojada, pero sabiendo que lo estoy. -Esto apesta. Ella deja escapar una risa sorprendida, pero no está en desacuerdo. - Rompimos muchas veces. Pero esta vez se siente diferente. Por fin estamos casi casados.

Bueno, ahora estoy casi 100% seguro de que Cane y ella rompieron cuando nos juntamos, pero no importa. ¿Por qué carajos le está haciendo esto? El ir y venir. ¿Es realmente gay y tiene miedo de que su padre no lo acepte? No sería la primera ni la última vez que esto sucedería. Salí del armario y mis padres eran unos imbéciles, pero eso no significa que todo el mundo esté preparado para afrontarlo. Aún así, seguirle dando largas a esta pobre chica no es bueno. -¿Qué te hace estar tan segura de que se quedará cuando te cases? -Intento no ser un idiota, pero vamos. La niña necesita despertar. Ella levanta la barbilla con silenciosa determinación y vuelve a mirar la casa antes de encontrarse con mis ojos. -El matrimonio es un compromiso para toda la vida. Significa mucho para Cane y para mí. Si camina por el pasillo, se quedará. Ella parece bastante segura de ese hecho y no voy a discutir con ella. Dios mío, por lo que sé, tal vez tenga razón. No puedo evitar sentir lástima por la pobre chica. Quizás Cane realmente sea bisexual, pero quizás no lo sea. Quizás simplemente le tiene miedo a su padre y la rebelión está empezando a disminuir. No lo sé, y no debería importarme, pero coloco mi mano suavemente sobre su pequeño hombro y le doy lo que espero sea una sonrisa tranquilizadora. -Estoy seguro de que todo saldrá bien. -Gracias -dice ella, finalmente sonriendo de nuevo. -Dios mío, ¿quién sabía que los paisajistas eran como terapeutas? Lamento haberte contado todo esto. Me río. -Estoy feliz de poder ayudar. - ¿Eres soltero? No hay manera de que pueda ser. Yo sonrío. -En realidad, lo soy. Su mandíbula cae y sus ojos brillan. - ¡Debería arreglarte! - Ella aplaude y, oh, no. Empiezo a sacudir la cabeza. -Oh, no, gracias. -Escucha, mi hermanita es fantástica. Tan dulce y divertido. Un poco excéntrica, pero por eso todos la amamos, y está totalmente soltera. -Me siento halagado -digo con sinceridad, sin poder evitar que me guste esta mujer. -Pero a menos que tengas un hermano, no me interesa. -Dios, ojalá no tenga un hermano de verdad, porque el interesado es una mentira. - ¿Eres gay? Se me erizan un poco los pelos de la piel en señal de defensa mientras la estudio. No creo que lo diga con mala intención. -Sí -digo con cuidado. -¿Eso es un problema? -No -dice ella rápidamente. - De ninguna manera. Simplemente, bueno, no creo conocer a ningún hombre gay. Aprieto la mandíbula con fuerza y ​​trato de no pensar en Cane. Él al menos es bisexual, y ella no tiene idea por lo que parece. No es que lo denunciaría ni nada. -Bueno, ahora lo sabes -digo con una sonrisa burlona. "Supongo que sí", dice alegremente, y respiro un poco más tranquilo al saber que esto no tenía por qué ponerse feo. Nunca más volveré a estar en el armario por nadie, y tampoco voy a estar cerca de homófobos furiosos. La vida es demasiado corta. Terminamos de seleccionar los materiales para la fogata y finalizo el día dirigiéndome a mi camioneta de trabajo. Walker y Jackson ya regresaron hace una hora en un camión de la empresa, así que regreso solo. Pero antes de llegar a mi camioneta, veo que Cane se dirige hacia uno de los viejos y destartalados graneros de la propiedad. No debería. Sé que no debería. Ese se ha convertido en mi lema, pero me gusta Evie. Una parte de mí ya se siente protectora hacia ella, y no soporto la idea de que se case con ella si está ocultando un secreto más grande. Si le está mintiendo a ella y a sí mismo. Tengo que al menos intentarlo Entonces hago algo increíblemente estúpido y lo sigo hasta el granero, cerrando la puerta detrás de mí.

Y no tiene nada que ver conmigo y la loca atracción que siento por este hombre misterioso. No lo hay, maldita sea. 7 CANE - ¿Eres gay? La pregunta me asusta casi tanto como su presencia. He estado haciéndolo muy, muy bien evitándolo últimamente, pero aquí está. Y se ve bastante bien después de un día de ejercicio bajo el sol. Su cabello rojo está alborotado por el viento y su piel está sucia y sudorosa. -Estoy... -No puedo creer que quiera hablar de esto ahora. -Vivir en el armario no ayuda a nadie. Necesitas saber esto. Sé que lo sabes. Parece enojado y estoy tratando de averiguar por qué. -Vas a lastimar a esa chica. -Camina hacia mí y me doy cuenta de que está hablando de Evie. Los vi hablando afuera, pero no pude unirme a ellos. Hablando de materiales de mierda para la parrilla y planes para dejar este terreno bonito para nuestra boda. No puedo pensar en el matrimonio ahora mismo. Cada vez que pienso en ello es como si no pudiera respirar. -Vas a hacerle más daño aún que cuando rompiste con ella. - ¿Entonces ahora crees que hemos terminado? -pregunto estúpidamente mientras su gran cuerpo se detiene a un pie del mío. -Me dijo que rompiste con ella varias veces. -Mis ojos se oscurecen mientras lo escucho hablar, irracionalmente enojado con Evie por haberle dicho algo. Aunque ella no sabe lo que le hice. Ella no sabe muchas cosas. - ¿Qué carajo haces hablando de mí con mi prometida? - Gruño, mientras la ira brota a raudales. Ese no es mi estilo. Mantengo la calma. Siempre lo conservé. Sí, hago cosas estúpidas e impulsivas, como dejar el fútbol y romper con Evie cuando todo se vuelve demasiado, pero siempre lo hago con calma. No levanto la voz. Yo no gruño. Este hombre simplemente despierta algo más en mí y me asusta. No es que piense que lo lastimaría o me volvería violento con él, pero no tengo control sobre él. Sus labios se abrieron en una sonrisa. Burlándose de mí. -Tu prometida es una chica dulce que no merece que juegues con ella.

Y eso. Algo se rompe y agarro su collar, golpeando su espalda contra la pared del granero y estoy en su cara. Estamos empatados. Él no tiene miedo y no se echa atrás ni me rechaza. -Los bisexuales existen, gilipollas. -Estoy hirviendo. Él sonríe (en realidad, sonríe muy fuerte), casi mirándome con cariño mientras lo hace. - ¿Entonces así es como te identificas? Estoy prácticamente jadeando, mi cuerpo tan cerca del suyo. Puedo sentir tu aliento en mi cara. - Pensé que no querías hablarme de esa noche. ¿Por qué te importa cómo me identifico o algo así? Todavía me aferro a su collar, pero no puedo soltarlo. -Porque Evie es buena gente y no quiero verla lastimada. Si realmente eres bisexual... - Aprieto mi agarre, a punto de atacarlo, pero él continúa hablando antes de que pueda hacerlo. - Entonces eso es genial. Realmente genial.

Si estás enamorado de ella, entonces cásate con la chica y deja de jugar con ella. - Al diablo con esto. -Lo suelto y me alejo un paso, intentando estabilizarme pero sintiéndome inestable. -Jugamos a ese juego. -Se inclina hacia mí, su boca cerca de mi oído, y eso me provoca escalofríos en la columna; mi cuerpo reacciona casi

            
            

COPYRIGHT(©) 2022