El Lobo Amado Por Aisha
img img El Lobo Amado Por Aisha img Capítulo 5 Cuatro
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Capítulo 5 Cuatro

NARRACIÓN POR ALAN---------------------------

Era sábado y la casa se había convertido en caos por algunas diferencias serias que llevaban Bryan y Roy. Decidí irme hacia una de las salas y dejarlos a que se desahogaran. Cuando entré hacia aquella sala, logré ver a Anastasia en un rincón. Llegó un momento en que ella llegó a percatarse de mi presencia. Se giró hacia mí lentamente dejando su mirada en mí.

-¿Estás aquí por lo mismo que yo? -preguntó ella.

-Si es por Bryan o Roy, estamos iguales -respondí.

Ella rio un poco.

-Verdaderamente es un tema fuerte, Alan. Creo que esta vez, podrían separarse -pronunció ella.

-Anastasia, no te vayas muy lejos. Eso se podrá solucionar, de verdad. Calma -traté de que no viera aquello como un caos.

Me detuve sentándome en unos de los muebles.

-¡Alan! -escuché la voz de Bryan.

Suspiré pesadamente al escuchar la voz de Bryan. Eso quería decir que la conversación se iba a extender hasta acá.

-¿Qué sucede? -pregunté.

-¡Eres un traidor! ¡¿Cómo pudiste abandonarme en algo tan importante?! -Bryan me reclamó de inmediato.

-Alan, yo no tengo porqué participar en las discusiones tuyas y tu hermano, simplemente saquen el problema que tienen en sus vidas -le dejé dicho a él.

Escuché un silencio, pude ver a Bryan movilizarse cerca de mí y tomó asiento a mi lado.

-Que fácil lo pones Alan.

-Problema resuelto. Ustedes no tienen porqué compartir a la omega.

-Yo lo puedo cumplir, pero Roy no lo sé.

-Descuida, hablaré con él.

Con Bryan hablé durante un rato tratando de buscar una solución rápida sobre el asunto. De hecho nos ayudó en encontrar una solución.

-¿Por qué tan callada? -le preguntó Bryan a Anastasia.

-Que yo sepa. No tengo nada importante que tratar contigo -Anastasia le contestó a él.

-¿Y si me das un poco de amor? ¿Sería demasiado? -hizo dos preguntas él a ella.

-Sabes muy bien lo que opino al respecto -le contestó ella.

Escuchaba las disputas, y conversaciones entre Anastasia y Bryan durante unos minutos. De pronto, escuché el móvil sonar. Y me incliné de inmediato a tomar el móvil. Visualicé el nombre de Aisha, y tomé la llamada.

-Aisha.

-Hola, Alan. ¿Qué haces?

-Estoy aquí en casa sentado con Bryan, y Anastasia en otro lado. ¿Por qué?

-Lo que sucede es que... Quisiera que vinieras a casa. ¿Puedes?

-Sí, puedo. ¿Sucede algo?

-No, pasa nada malo. Es que quiero... Bueno, hablemos esto personal Alan.

-Está bien, Aisha. Estaré dentro de poco en tu casa.

Colgué el móvil y miré a los chicos.

-¡Hey! Estaré en casa de Aisha. Nos vemos más tarde -les informé a ellos.

Ambos me miraron, y se quedaron en silencio. Me movilicé dejando la sala, y llegué hasta mi habitación en donde decidí cambiarme de ropa. Tomé las llaves de mi auto, y emprendí la huída. Logré llegar hasta la casa de Aisha, toqué el timbre, y mi cuñada Ansley me abrió la puerta.

-¡Llegaste Alan! -exclamó ella sonriente.

-¿Qué es lo que se traen tú y Aisha mejor dicho? -pregunté de inmediato con ganas de inundar en esa llamada rápida que ella me había hecho a mí.

-Alan, no nos mal interpretes. Ven, entra para que te podamos contar -respondió ella.

Se movilizó de donde ella se encontraba, extendió la puerta, y pude entrar hacia adentro. Llevé mis pasos hacia una de las salas, y tomé asiento. Pude ver a Ansley trasladarse en la sala.

-Habla Ansley -dije yo.

-Mira Alan. Aisha y yo hemos conversado sobre la relación de ustedes. Estoy pensando en decirle la verdad a Abel. Me parece que ya es suficiente, y es bueno que él sepa la verdad, al igual que toda su familia -me comunicó ella.

-Bien, no me opongo a que ustedes digan la verdad -comenté al respecto.

-Bien, Abel estará aquí dentro de horas, y me gustaría saber si quieres que sea dicho en presencia de él, o si quieres que sea dicho sin tu presencia. Si quieres te puedes ocultar, o escuchar todo -me informó ella a mí.

Pensé en las opciones que ella me había dado. Pues yo no sabía que hacer en ese preciso momento. Llegué a la conclusión de que sería mejor que todo fuera dicho sin mi presencia para ver las reacciones de Abel.

-Ansley, lo que haré será ocultarme. Quiero saber que él dirá sin mi presencia -terminé eligiendo unas de las opciones.

-Muy bien, Alan. Que así sea. Aisha está allá arriba con Sashiko, él la está guiando a su obra próxima -me comunicó ella a mí.

-Y hablando de eso.... Yo pensé que Aisha iba a abandonar la obra -dije yo con respecto a la obra.

-Se adaptó.

Ansley era una chica agradable. Estuve con ella por un buen rato hasta que Sashiko se apareció ante mí con una enorme sonrisa y alegría. Seguido de Aisha.

-¡Alan! ¡Mi cielo estás aquí! ¿Ves que te quiero más que la estúpida de tu novia? -se dirigió Sashiko hasta a mí de una manera que me había sorprendido un poco.

-Sashiko, creo que me vas a dar un infarto al expresarte de ese modo -le comuniqué a él.

-Alan, mi vida. Tienes que acostumbrarte. ¿Desde hace cuándo nos estamos conociendo? Me parece que es suficiente -emitió él de una manera sarcástica.

Tomé un respiro. Sashiko podría ser cruel y no entendible. Tenía una personalidad muy variante y un poco extraña.

-Tendré que acostumbrarme -le dejé dicho a él.

Aparté mi mirada de él, y la puse sobre Aisha que me miraba mientras caminaba hasta mí. Sashiko emitía cosas sobre él, Aisha tomó asiento a mi lado en silencio.

-Ay no, creo que tendré que irme de aquí. No me voy a quedar mirándolos a ustedes besarse, y yo aquí como un idiota -se expresó él indignado.

Reí un poco, y me miró con los ojos achinados.

-Sashiko, no tienes porqué irte -interfirió Aisha.

-¡Me voy! -exclamó Sashiko.

-¿No quieres ver la reacción de Abel sobre la relación que llevamos Aisha y yo? -le pregunté yo a él.

-No, sinceramente que no -respondió él rápido y me sorprendió-. ¡Espera! -se alteró el, al parecer había entrado en razón-. ¿Van a soltar el chisme? ¿Osea que el Alfa, la Luna y sus hijos sabrán de ustedes?

-Sí, Sashiko. He pensado que es suficiente. Ansley y yo vamos a terminar con el misterio de una buena vez -respondí yo.

-A mí me parece perfecto -dio su opinión.

Mientras tanto, en lo que las horas pasaban y llegaba Abel, nos quedamos ahí conversando por un buen rato. Pues, en verdad ya era suficiente, y teníamos que decir la verdad de una buena vez, sin las opiniones de los demás y las reacciones futuras. Horas más tarde había llegado el momento esperado. Nos dirigimos hacia la sala que conectaba la sala en donde estaba Abel junto con la otra, y nos quedamos ahí observando todo. Por lo tanto, pudimos escuchar las conversaciones que tuvieron Ansley y Abel. Obviamente a Abel, no le había agradado la noticia porque de una forma u otra nos iba a conectar. Pero era algo real. Finalmente Abel se había retirado con Ansley y nos pusimos a conversar al respecto.

-Sólo falta la respuesta de la Luna y del Alfa -comenté mirando hacia unas de las ventanas, mientras observaba a Ansley retirarse junto con su novio que no tenía buena cara.

-Eso será una explosión. ¡Ay! ¡Estoy nervioso! Alan, ven aquí. ¿Me dejarías en tu casa esta noche? -se expresó Sashiko.

De inmediato, me giré hacia él. Dejé mi mirada fija en él. Sashiko se veía ansioso.

-Sashiko, es mejor que vayas a tu casa. No verás nada interesante por unos días. Ellos no saben donde vivo y ni siquiera donde trabajo -le dejé claro a él.

-Pero pueden investigarlo. Eso es lo que tú dudas Alan. Yo te sugiero que te mantengas al margen -se expresó Sashiko.

-Es cierto. Pero no voy a vivir en miedo. Sé que la oscuridad me volverá a arropar -terminé dando mi opinión.

Podía percibir los nervios de Sashiko y de Aisha. Decidí mejor retirarme de la casa. Lo que menos quería era preocuparme por aquello, traté de mantenerme sereno. Realmente no pensé que las cosas iban a llegar hasta este modo. He pasado por un tiempo de altibajos por mis decisiones. Pero lo que yo tenía claro era cuidarme del Alfa, porque seguramente en cualquier momento él podría tomar represalias en contra mía. Llegué hasta mi casa, y logré ver a los hermanos separados. Convercé un poco con Roy y planté mi solución. Era cuestión de tiempo. Anastasia estaba en un sofá tomando no sé que, y dejó su mirada en mí.

-Llegaste temprano, Alan. ¿Sucede algo? -se dirigió hacia mí Anastasia.

-Es que hay tensión. Sé le ha dicho a Abel sobre mi relación con Aisha. Falta la reacción de Nathan y de Thalia -tomé un respiro y llegué a tomar asiento.

-¡¿Qué estás diciendo?! -gritó Roy.

-¿Cómo? -preguntó Bryan.

-Hay que esperar lo que va a suceder, Alan. Yo que tú, me hubiera ido hacia otra ciudad porque de que vas a tener problemas en esta manada, la vas a tener -se expresó Anastasia tratando de acordarme de algo.

-Muy bien, pensaré tu sugerencia Anastasia -le comuniqué a ella.

-Yo he pensado lo mismo, Alan. Desde el primer inconveniente que tengas, nos vamos de esta ciudad -Roy concordó con Anastasia.

-Ustedes saben que estaremos juntos hasta el final -argumentó Bryan.

Esa noche nos quedamos conversando, tratamos de buscar otras alternativas por si los problemas surgen. Había que tomar medidas, e incluso tener un lugar en donde ir. Por eso Anastasia y yo vendimos la casa. Decidimos con ese dinero, comprar una casa en otra manada y ser más precavido para un futuro.

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Dos días después me cité con Aisha en un lugar público. Estábamos comprando helado, cuando de pronto Anaya se apareció ante nosotros inesperadamente.

-¡Alan! ¡Qué gusto es poder verte! -escuché la voz de Anaya en mi espalda.

Dejé a Aisha seguir realizando la compra, y me giré hacia donde estaba Anaya.

-Hola, Anaya. ¿Qué haces por aquí? Veo que estás solas -me expresé de inmediato.

-Sí, vine a comprar algo. Por casualidad de la vida te he encontrado -sonrió ella.

-Perfecto -mencioné una sola palabra.

Aisha se había apegado a mí y veía a Anaya mirar a Aisha.

-¿Quién es ella Alan? -preguntó Anaya y volvió a poner su mirada sobre mí de nuevo.

-Es mi mate -respondí con sinceridad.

-¿Ah? ¿Mate? -cuestioné incrédula.

-Sí, mate. Es mi mate -contesté yo.

Anaya puso una cara que no era de buenos amigos. No le había agradado la idea de escuchar lo que yo le había dicho.

-Nos vemos luego en el trabajo Alan -se despidió de mí y sonrió luego.

Anaya llegó a apartarse de nosotros, la veía desplazarse dándome un alivio.

-¿Ella trabaja en tu trabajo Alan? -preguntó Aisha rompiendo el silencio.

-Sí, Aisha. Ella trabaja en donde yo trabajo, pero estamos muy lejos. Yo trabajo en un piso y ella en otro piso -respondí dando algunos detalles.

-¿Viste como me miró ella? No le agradé en lo absoluto. Dime algo Alan... ¿Ha intentado querer tener algo contigo? -se expresó Aisha y mostró algunas interrogantes.

-La conozco desde hace poco, hemos cruzado palabras -respondí.

-Ella parece muy interesada por ti, Alan -pronunció Aisha.

-No te preocupes por ella, no me interesa -le dejé dicho a Aisha.

-¿Quieres qué me ponga celosa? -preguntó Aisha.

-Claro que no Aisha. Por favor, no te pongas celosa por ella -contesté.

-Me desagrada esa... -Aisha pausó.

Obviamente ella estaba celosa por Anaya, y era entendible. Traté de que ella olvidara aquella situación. Pero el pequeño detalle de ella saber que Anaya solía trabajar en el mismo edificio donde yo solía trabajar, me puso a pensar en muchas cosas. Traté de mantener la calma y paciencia con respecto a Aisha.

            
            

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