EL GUARDAESPALDAS Y LA TESTIGO PROTEGIDA
img img EL GUARDAESPALDAS Y LA TESTIGO PROTEGIDA img Capítulo 6 Capitulo 6: El Muro de Hielo
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Capítulo 7 Capitulo 7: El Estruendo en la Quietud img
Capítulo 8 Capitulo 8: La Fuga en la Tormenta img
Capítulo 9 Capitulo 9: Caza en la Carretera img
Capítulo 10 Capitulo 10: Los Hilos de la Traición img
Capítulo 11 Capitulo 11: La Sombra se Alarga img
Capítulo 12 Capitulo 12: El Cazador Acecha img
Capítulo 13 Capitulo 13: Ecos de la Sombra y la Luz img
Capítulo 14 Capitulo 14: Sombras en la Carretera Mojada img
Capítulo 15 Capitulo 15: Una Amenaza Constante img
Capítulo 16 Capitulo 16: Un Fantasma del Pasado img
Capítulo 17 Capitulo 17: Un Peón en el Tablero img
Capítulo 18 Capitulo 18: El Reencuentro con la Leyenda img
Capítulo 19 Capitulo 19: El Refugio en la Sombra img
Capítulo 20 Capitulo 20: La Estrategia del Viejo Lobo img
Capítulo 21 Capitulo 21: La Vulnerabilidad del Fantasma img
Capítulo 22 Capitulo 22: La Abogada Al Mando img
Capítulo 23 Capitulo 23: La Sombra en el Muelle Viejo img
Capítulo 24 Capitulo 24: Un Rostro Familiar en el Laberinto img
Capítulo 25 Capitulo 25: El Túnel de las Sombras img
Capítulo 26 Capitulo 26: El Aliento en la Nuca img
Capítulo 27 Capitulo 27: El Alma del Muelle Viejo img
Capítulo 28 Capitulo 28: La Inquietud en el Puerto img
Capítulo 29 Capitulo 29: El Laberinto de las Sombras img
Capítulo 30 Capitulo 30: El Secreto de la Oficina Trasera img
Capítulo 31 Capitulo 31: La Rata Acorralada img
Capítulo 32 Capitulo 32: Un Sonido en la Distancia img
Capítulo 33 Capitulo 33: El Laberinto de Acero y Balas img
Capítulo 34 Capitulo 34: La Ira del Fantasma img
Capítulo 35 Capitulo 35: El Precio de la Supervivencia img
Capítulo 36 Capitulo 36: El Último Baile img
Capítulo 37 Capitulo 37: La Caza Nocturna img
Capítulo 38 Capitulo 38: El Refugio en la Sombra Larga img
Capítulo 39 Capitulo 39: Susurros en la Sombra Larga img
Capítulo 40 Capitulo 40: El Fuego en la Penumbra img
Capítulo 41 Capitulo 41: El Pulso de la Noche img
Capítulo 42 Capitulo 42: Amanecer en la Penumbra img
Capítulo 43 Capitulo 43: Una Llamada en la Mañana Tensa img
Capítulo 44 Capitulo 44: Un Último Regalo del Viejo Zorro img
Capítulo 45 Capitulo 45: El Consejo del Viejo Zorro img
Capítulo 46 Capitulo 46: El Corazón Oxidado del Puerto img
Capítulo 47 Capitulo 47: El Don de la Oscuridad img
Capítulo 48 Capitulo 48: El Último Truco del Viejo Zorro img
Capítulo 49 Capitulo 49: Un Lamento en el Infierno img
Capítulo 50 Capitulo 50: Las Venas de la Ciudad img
Capítulo 51 Capitulo 51: El Centinela Silencioso img
Capítulo 52 Capitulo 52: El Último Suspiro en Cubierta img
Capítulo 53 Capitulo 53: La Última Emboscada img
Capítulo 54 Capitulo 54: La Última Sentencia img
Capítulo 55 Capitulo 55: El Hundimiento del Don img
Capítulo 56 Capitulo 56: La Confesión de Elena img
Capítulo 57 Capitulo 57: Final img
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Capítulo 6 Capitulo 6: El Muro de Hielo

El silencio que siguió a las palabras de Lucas fue tan pesado que Elena sintió que le costaba respirar. Miller, percibiendo la incomodidad, intervino con su habitual tono profesional.

-Sr. Lombardi, le mostraremos las instalaciones y le pondremos al día sobre el protocolo de seguridad. Señorita Valdés, por favor, permítanos continuar con la reunión.

Elena asintió, su mirada aún fija en Lucas. Él, ajeno a la tormenta que se desataba en su interior, se giró para seguir a Miller. La bolsa de lona se deslizó de su mano, un movimiento tan casual que solo confirmaba su experiencia.

Mientras los dos hombres se alejaban por el pasillo, Elena sintió la necesidad imperiosa de hablar, de romper el muro de hielo que se había levantado entre ellos.

-Lucas -su voz salió más fuerte de lo que pretendía, con un matiz de desesperación.

Él se detuvo, pero no se dio la vuelta de inmediato. Permaneció de espaldas a ella, su postura rígida, una silueta inquebrantable. Elena se acercó, la distancia entre ellos un abismo.

-Lucas, mírame.

Lentamente, como si cada movimiento fuera una carga, él se giró. Sus ojos, antes llenos de una chispa que la había cautivado, ahora eran meros pozos oscuros, vacíos de cualquier emoción reconocible.

-Mi nombre es Lombardi, señorita Valdés -dijo, la voz sin inflexiones, sin un rastro de la calidez que alguna vez había conocido.

Elena sintió un pinchazo de dolor. El rechazo era tan claro como una bofetada.

-No me digas eso -susurró, su voz cargada de una mezcla de ira y tristeza -Sé que eres tú. Sé lo que pasó entre nosotros.

Lucas la observó, su rostro una máscara de inexpresión. Por un momento, Elena creyó ver una sombra de algo, un parpadeo de emoción, pero desapareció tan rápido como había surgido.

-Lo que pasó entre nosotros... si es que pasó algo, es irrelevante ahora -dijo, cada palabra un golpe frío -Mi trabajo es mantenerla con vida. Nada más.

-¿Nada más? -Elena se sintió herida por su indiferencia -¿Después de todo? ¿Después de cómo me dejaste? ¿Sin una palabra?

Lucas cerró los ojos por un instante, un gesto apenas perceptible. Cuando los abrió de nuevo, su mirada era aún más distante.

-No hay tiempo para sentimentalismos, señorita Valdés. La vida de usted está en juego. Cada minuto que perdamos en discutir el pasado, es un minuto que nos acerca más al peligro.

-¿Y no crees que tengo derecho a saber por qué? -preguntó Elena, su voz elevándose. La frustración la consumía -¿Por qué desapareciste? ¿Por qué me dejaste sola?

Lucas dio un paso hacia ella, su proximidad, a pesar de la frialdad, aún tenía el poder de intimidarla.

-Mis razones no son de su incumbencia. Y no cambiarán nada. Lo único que importa es que estoy aquí. Y que haré mi trabajo.

-¿Y qué clase de trabajo es ese, Lucas? -Elena se atrevió a desafiarlo, sus ojos fijos en los suyos -Te has convertido en... ¿en un matón? ¿Un fantasma sin alma?

Un músculo se tensó en la mandíbula de Lucas, pero su voz permaneció imperturbable.

-Soy un profesional. No hago preguntas. Cumplo órdenes. Y mi orden es protegerla.

-¿Y la Elena de antes? ¿La que te amaba? ¿La que creyó en ti? ¿Qué pasó con ella?

Lucas guardó silencio. Por un momento, Elena creyó que lo había alcanzado, que una fisura se abriría en su armadura. Pero él simplemente desvió la mirada, sus ojos recorriendo la habitación, como si buscara una distracción.

-Necesito que entienda la gravedad de la situación -dijo, volviendo al tono de guardaespaldas -No podemos permitirnos distracciones. Ni emociones. Usted es la clave de una operación muy importante.

-Soy una persona, Lucas -respondió Elena, la voz ahogada por la emoción -No un objeto.

Lucas finalmente se dio la vuelta, dándole la espalda.

-Para mi trabajo, sí lo es.

Y se marchó, dejándola de pie en el centro de la sala, las palabras de Lucas resonando en sus oídos. El eco de su voz, fría y distante, era un recordatorio brutal de la transformación que había sufrido. Se había convertido en un muro de hielo, impenetrable, inquebrantable. Y ella, Elena, la mujer que lo había amado, se sentía más sola que nunca.

Los pasos de Lucas se perdieron por el pasillo. Escuchó su voz, grave y concisa, hablando con Miller sobre la seguridad perimetral. Era un extraño, sí, pero un extraño que la conocía, un extraño que la había amado. Y esa era la paradoja que la destrozaba.

Se acercó a la ventana de nuevo, observando cómo la lluvia seguía cayendo. El mundo exterior parecía tan ajeno a la tormenta que se desataba en su interior. Lucas estaba allí. Era real. Pero la distancia entre ellos era inmensa, construida ladrillo a ladrillo con los años de silencio y la oscuridad en la que él se había sumergido. ¿Sería posible derribar ese muro? ¿O estaba condenada a ser protegida por el fantasma de su pasado, un hombre al que ya no reconocía?

                         

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