Capítulo 4 La artimaña

En este momento, una figura alta e imponente salió del hotel y se deslizó dentro del auto que se detuvo junto a Alison. Justo cuando la puerta estaba a punto de cerrarse, la chica se lanzó detrás de él. Tratando de hacer que la situación pareciera genuina, lo llamó dulcemente: "Cariño".

Preocupada de que Damien no le creyera, se aferró al brazo del hombre, desempeñando el papel de esposa fiel. Desde la perspectiva de un extraño, eran la imagen de una pareja enamorada.

El hombre al que se aferraba claramente tenía un carácter frío e indiferente. Separó sus labios finos y escupió, "Sal".

Alison estaba demasiado ocupada observando a Damien con cautela que no pudo ver bien el rostro del hombre. Tiró de su manga y suplicó entre dientes, "Por favor, ayúdame. Prometo que te pagaré por esto más tarde".

El hombre le pellizcó la barbilla a Alison, obligándola a mirarlo, mientras su voz se tornaba gélida. "¿Vas a salir por ti misma, o yo te echo?".

Espera un segundo. Su voz sonaba un poco familiar...

Efectivamente, cuando Alison levantó la cabeza, se encontró con los ojos fríos e indiferentes de Nicholas.

Con la ventana aún entreabierta y Damien merodeando justo afuera, Alison tomó una decisión en un instante. Rodeó el cuello del hombre con sus brazos y selló sus labios con los de él, silenciándolo.

Pero antes de lanzarse a este atrevido acto, ordenó al conductor: "Vámonos".

Era la primera vez que el conductor veía a su jefe tratado de tal manera por una mujer, y en su sorpresa, sus manos temblaron, haciendo que el auto avanzara bruscamente.

Una vez que sintió que el vehículo había recorrido una distancia suficiente, Alison soltó al chico y estaba a punto de alejarse cuando se dio cuenta de que no podía moverse.

Solo entonces se dio cuenta de que Nicholas la sostenía por la cintura. Su mirada era tan gélida que parecía que se convertiría en un bloque de hielo en el acto.

"Gracias por la ayuda, señor Bowman," dijo Alison rápidamente, sintiendo que algo estaba mal. "¿Cuánto quieres? Prometí pagarte".

De repente, el agarre de Nicholas alrededor de su cintura se apretó, provocando una oleada de calor en su interior que hizo que su corazón se acelerara. La acercó hasta que sus rostros estuvieron a un suspiro de distancia. "Nunca más", advirtió, su voz como un viento frío.

Alison asintió rápidamente, su cuerpo temblando ligeramente.

Justo cuando Alison pensó que su fin llegaría, Nicholas la soltó abruptamente y dijo al conductor: "¡Detén el auto y déjala salir!".

El vehículo se detuvo con un chirrido, y la joven bajó. Su respiración se quedó atrapada en la garganta mientras veía cómo el auto desaparecía por la calle. El alivio la inundó, aunque no pudo evitar sentir un rastro de miedo persistente.

Dentro del coche, Nicholas ajustó su corbata con sus largos dedos. Su nuez de Adán se movió mientras una inexplicable oleada de calor recorría sus venas, especialmente cuando recordaba el momento en que Alison se posó sobre su regazo.

Los recuerdos de la noche anterior inundaron su mente: sus largas piernas envueltas alrededor de su cintura, sus gritos resonaban en medio de la pasión. Ella había parecido tan frágil y tan fácil de dominar.

Con el cuerpo dolorido, Alison finalmente llegó a casa. No perdió tiempo en correr al baño, deseando con ansias el consuelo de un baño caliente. Al ver su reflejo en el espejo, sus ojos se abrieron de par en par por la sorpresa. Marcas rojas cubrían su cuello y pecho, testigos silenciosos de la intensidad de la noche anterior.

Las frotó con enojo, pero se negaron a desaparecer.

Su rostro se sonrojó al recordar la pasión de Nicholas en la cama. Se había sentido como un pequeño barco en un mar embravecido, zarandeado sin piedad, sin saber cuándo terminaría el tumulto.

Las imágenes de la noche anterior estaban grabadas para siempre en su mente, vívidas e inquebrantables.

Mientras Alison se sumergía en la bañera, el agotamiento la venció, y se sumió en un sueño inquieto. Despertó sobresaltada, atragantándose con agua, con el cuerpo en llamas y la cabeza palpitándole de dolor.

Al darse cuenta de que tenía fiebre, rápidamente tomó algunas pastillas y se tambaleó de regreso a la cama, cayendo en un sueño profundo y sin sueños.

Horas después, el incesante sonido de mensajes de su chat grupal de trabajo la despertó. Somnolienta, revisó su celular.

"¿Has visto las noticias? La actriz, Paige Higgins, está planeando divorciarse de su esposo. Y Braydon Higgins, su esposo, será representado por nuestro rival, el Bufete Brilliance. Así que ahora, nuestro bufete está apuntando a conseguir a Paige como cliente".

¿Paige, la ganadora del premio a Mejor Actriz? El ceño de Alison se profundizó mientras se obligaba a despertarse, su mente acelerada.

Este tipo de caso de alto perfil era una mina de oro de fama y fortuna, prometiendo un flujo constante de oportunidades lucrativas.

Ella se había unido al Bufete Apex después de graduarse de la facultad de derecho, y a través de pura perseverancia y trabajo duro, había escalado hasta convertirse en una socia.

Cada logro había sido arduamente ganado, y no estaba dispuesta a dejar que esta oportunidad se le escapara de las manos.

Justo entonces, un mensaje de su asistente, Archie Payne, apareció en su teléfono. "Alison, se rumorea que Paige y Nicholas son muy cercanos. Actualmente está filmando una película y le ha confiado su caso a él".