El Renacer del Heredero Vargas: Venganza y Amor
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Capítulo 3

Después de que Sofía se fuera, una extraña sensación de vacío me invadió.

Mi plan de venganza estaba en marcha, pero la persona que realmente importaba no estaba aquí para verlo.

Isabella.

Busqué su número en mi teléfono. Estaba bloqueado. Un vestigio de mi vida pasada, cuando Sofía, celosa de nuestra cercanía, me obligó a cortar todo contacto con ella.

Lo desbloqueé.

Al instante, mi teléfono vibró sin parar.

Decenas de mensajes no leídos aparecieron en la pantalla, todos de Isabella.

"Mateo, ¿estás bien? He oído que tuviste un accidente" .

"Por favor, contéstame. Estoy preocupada" .

"Mateo, voy al hospital. Necesito verte" .

"No me dejan entrar. Dicen que solo la familia directa. Pero yo soy tu familia... ¿verdad?" .

"Mateo... te quiero" .

El último mensaje fue enviado minutos antes de la hora de su muerte.

Sentí un dolor agudo en el pecho. Corrí a su antigua habitación en la finca.

Estaba vacía. Sus cosas habían desaparecido.

Una de las sirvientas me vio.

"Señorito Mateo, la señorita Isabella se fue esta mañana. Dijo que se tomaba unas vacaciones" .

Se había ido. Justo cuando yo había vuelto por ella.

De repente, la puerta se abrió de golpe.

Era Javier.

Entró y se arrodilló frente a mí, con lágrimas en los ojos.

"¡Mateo, lo siento! ¡Lo siento mucho! Fui un idiota. Sofía me manipuló. Nunca quise hacerte daño. Por favor, perdóname" .

Una actuación digna de un Oscar.

Apenas había abierto la boca para decirle que se largara, cuando Sofía apareció detrás de él.

"¡Mateo! ¿Qué le estás haciendo a Javier? ¿No ves que está arrepentido?" .

Me señaló con el dedo, su rostro lleno de justa indignación.

"¡Pídele perdón ahora mismo! Si no lo haces, te juro que nunca me casaré contigo. ¡Me casaré con Javier!" .

Observé la escena en silencio.

El amante arrodillado, la prometida furiosa.

Qué par de payasos.

No dije nada. Simplemente los miré con el desdén que se merecían.

Su destino ya estaba escrito, y ellos eran los únicos que no lo sabían.

            
            

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