Capítulo 5 No.5

Me obligué a espiar de nuevo a través del arreglo floral.

Serena ahora sostenía al bebé, meciéndolo suavemente.

Miró a Michael, su expresión una máscara cuidadosamente elaborada de vulnerabilidad y adoración.

-Michael, cariño -murmuró, lo suficientemente alto para que los de cerca la oyeran-. ¿Qué haremos si Olivia monta una escena? No podría soportarlo. No ahora, no con el pequeño... Michael Junior.

Michael Junior. El nombre fue otra vuelta de tuerca.

Michael rodeó a Serena con un brazo, atrayéndola hacia él.

-No te preocupes por Olivia, mi vida -dijo, su voz tranquilizadora, protectora-. Yo me encargaré de ella. Solo está alterada. Lo entenderá. Tiene que hacerlo.

Sus socios, Richard y algunos otros de su startup, asintieron en señal de acuerdo, sus rostros reflejando una mezcla de lástima por Serena y desaprobación hacia mí, la esposa invisible e irracional.

Lo estaban secundando, validando su narrativa.

Serena se apoyó en él, una imagen de frágil dependencia.

Pero vi el destello de triunfo en sus ojos mientras miraba a su alrededor, asegurándose de que su actuación fuera presenciada.

Era buena. Muy buena.

El asco que sentí era un nudo frío y duro en mi estómago.

Mi ira era un fuego silencioso y latente.

Esto ya no se trataba solo de la traición de Michael. Se trataba de la destrucción deliberada y maliciosa de mi vida por parte de Serena.

Y Michael, en su arrogancia y autoengaño, era su cómplice voluntario.

Los observé, esta farsa de familia perfecta, construida sobre mentiras y mi dolor.

Una determinación silenciosa se apoderó de mí.

No me dejaría manipular. No sería comprensiva.

Acabaría con esto.

Mi mano cubrió instintivamente mi vientre. Por mi hijo. Por mí misma.

Esta función tenía que terminar. Y yo sería la que bajara el telón.