Como hija única de la familia Wright, había sido colmada de amor toda su vida. Sin embargo, por un hombre, renunció a su estatus y familia.
Y ese hombre la traicionó.
Pero ahora, veía todo con claridad. No sería tonta más.
Rosalyn tragó sus emociones. "Papi, está bien ahora. Gracias. Estoy un poco cansada, así que hablamos luego".
Colgó rápidamente.
Temía que si seguía hablando, se echaría a llorar.
Para ayudar a Rosalyn a regresar a casa más pronto, su padre usó sus influencias para agilizar el proceso de divorcio.
Pronto, podría liberarse de Saul para siempre.
...
Esa tarde, Saul entró furioso y descargó su ira sobre Rosalyn. "Rosalyn, solo recibiste unas críticas en línea y fuiste a llorando con tus padres como una niña. ¿Acaso crees que eso es encantador? Tu padre, para defenderte, bloqueó de la noche a la mañana varios proyectos importantes de mi bufete. ¿Estás orgullosa de ti misma? ¿Feliz ahora?".
Rosalyn se mordió el labio con fuerza.
No era abogada, pero la mitad del éxito de la firma provenía de los proyectos que ella había conseguido para Saul usando sus contactos.
Ahora, su padre solo intentaba de defenderla después de que fue agraviada.
Sin embargo, en boca de Saul, se convirtió en su maquinación.
Rosalyn levantó la mirada, desafiante. "Él es mi papá. Fui humillada así. ¿Qué tiene de malo que él me defienda? Si crees que el acoso cibernético son solo unas cuantas palabras duras, ¿por qué no pudiste dejar que Norene lo soportara?".
Los ojos de Saul se oscurecieron, sus palabras tocaron un nervio. Se burló. "Si te importa tanto la familia, entonces regresa con ellos. Sé su niña perfecta y deja de sufrir a mi lado".
Rosalyn sabía que él no la amaba, pero después de años de vivir juntos, su crueldad todavía dolía.
Ella enfrentó su mirada, seria. "Saul, ¿no te importa en absoluto nuestro tiempo juntos? Te amé durante siete años. ¿Realmente no tienes miedo de que me vaya para siempre?".
Saul sonrió con desdén. "Todos en nuestro círculo saben que eres mi perrito faldero. No te irás. Si realmente pudieras marcharte, te dejaría patear mi cabeza como una pelota".
Estaba completamente seguro.
Antes de irse, Saul lanzó un último comentario frío. "Rosalyn, desde que te casaste conmigo, necesitas saber cuál es tu lugar. No quiero que esto vuelva a suceder".
Mientras su figura se desvanecía a la distancia, la amarga sonrisa en los labios de Rosalyn se volvió más aguda.
En ese momento, su teléfono sonó con un mensaje del registro civil. "Señorita Wright, el trámite de divorcio ha concluido. Por favor, venga mañana para recoger su certificado de divorcio".