El CEO y la tentacion
img img El CEO y la tentacion img Capítulo 5 La Conversación Fría
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Capítulo 6 Primer Encuentro Social img
Capítulo 7 El Regreso al Hotel img
Capítulo 8 La Soledad de Carlos img
Capítulo 9 La Primera Tensión img
Capítulo 10 Una Cena Privada img
Capítulo 11 La Larga Noche img
Capítulo 12 Cruzando la Línea img
Capítulo 13 La Pasión Silenciosa img
Capítulo 14 La Mañana Después img
Capítulo 15 Sofía en la Distancia img
Capítulo 16 Construyendo más distancia entre ellos img
Capítulo 17 El Primer Encuentro Tras el Viaje img
Capítulo 18 La Mirada Cargada img
Capítulo 19 Sofía Sospecha img
Capítulo 20 Creciente Tensión img
Capítulo 21 El Encuentro Privado img
Capítulo 22 El Conflicto Interno de Carlos img
Capítulo 23 Un Regalo para Sofía img
Capítulo 24 Un Toque Peligroso img
Capítulo 25 Sofía en Crisis img
Capítulo 26 La Mirada Prohibida img
Capítulo 27 El Primer Desliz img
Capítulo 28 Bajo el Mismo Techo img
Capítulo 29 Confusión y Atracción img
Capítulo 30 La Última Cena Familiar img
Capítulo 31 Un Desliz Involuntario img
Capítulo 32 La Tentación Visible img
Capítulo 33 Una Tarde Soleada img
Capítulo 34 Las Dudas de Claudia img
Capítulo 35 La Primera Ruptura img
Capítulo 36 Reencuentro Inesperado img
Capítulo 37 Una Noche Inolvidable img
Capítulo 38 La Culpa de Carlos img
Capítulo 39 Sofía Sabe Algo img
Capítulo 40 El Conflicto de Claudia img
Capítulo 41 La Declaración de Sofía img
Capítulo 42 El Silencio de Carlos img
Capítulo 43 El Distanciamiento de Claudia img
Capítulo 44 La Estrategia de Sofía img
Capítulo 45 El Impacto de la Verdad img
Capítulo 46 El Temor de Claudia img
Capítulo 47 Reconciliación Tensa img
Capítulo 48 Confusión en el Trabajo img
Capítulo 49 El Primer Rumor img
Capítulo 50 El Rostro de Sofía img
Capítulo 51 El Regalo de Despedida img
Capítulo 52 Sofía en Crisis img
Capítulo 53 Una Última Mirada img
Capítulo 54 El Momento Decisivo img
Capítulo 55 El Enfrentamiento img
Capítulo 56 La Ruptura con Claudia img
Capítulo 57 El Dolor de Claudia img
Capítulo 58 La Resolución de Sofía img
Capítulo 59 La Decisión de Sofía img
Capítulo 60 El Reencuentro Inesperado img
Capítulo 61 El Último Intento de Sofía img
Capítulo 62 La Mirada que No Miente img
Capítulo 63 Sofía en Busca de Respuestas img
Capítulo 64 El Regreso de Claudia img
Capítulo 65 La Defensa de Carlos img
Capítulo 66 El Dilema de Claudia img
Capítulo 67 La Carga Emocional de Sofía img
Capítulo 68 El Conflicto Interior de Claudia img
Capítulo 69 Las Consecuencias del Silencio img
Capítulo 70 El Último Encuentro con Claudia img
Capítulo 71 La Tensión Se Hace Insostenible img
Capítulo 72 El Rencor de Claudia img
Capítulo 73 La Segunda Oportunidad img
Capítulo 74 El Miedo de Claudia img
Capítulo 75 Un Paso Hacia Atrás img
Capítulo 76 La Verdad No Dicha img
Capítulo 77 El Último Intento de Claudia img
Capítulo 78 La Decisión de Sofía img
Capítulo 79 La Traición Silenciosa img
Capítulo 80 El Nuevo Camino de Sofía img
Capítulo 81 Carlos en Crisis img
Capítulo 82 El Regreso de Claudia img
Capítulo 83 La Confesión de Carlos img
Capítulo 84 El Lamento de Sofía img
Capítulo 85 El Último Encuentro con Sofía img
Capítulo 86 El Despertar de Claudia img
Capítulo 87 El Costo de la Libertad img
Capítulo 88 La Reconciliación con el Pasado img
Capítulo 89 El Dilema de Claudia img
Capítulo 90 La Tensión al Máximo img
Capítulo 91 La Elección Final de Sofía img
Capítulo 92 Carlos en Crisis Existencial img
Capítulo 93 La Decisión de Claudia img
Capítulo 94 Un Nuevo Comienzo para Sofía img
Capítulo 95 El Adiós de Claudia img
Capítulo 96 Carlos, Solo en Su Oficina img
Capítulo 97 La Soledad de Claudia img
Capítulo 98 El Remordimiento de Carlos img
Capítulo 99 La Reflexión de Sofía img
Capítulo 100 Un Encuentro Inesperado img
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Capítulo 5 La Conversación Fría

El vuelo de regreso de Madrid había sido largo y agotador. A pesar de que las negociaciones habían sido exitosas y Carlos sentía que el viaje había valido la pena, había algo en el aire, algo sutil que lo desconcertaba. El día había sido repleto de presentaciones, almuerzos de trabajo y llamadas, pero al final, cuando todo se calmó, la verdadera tensión había surgido en los momentos en que él y Claudia se encontraban a solas.

Sentado junto a ella en la cabina de primera clase del avión, Carlos observaba cómo Claudia organizaba su maletín y repasaba unos papeles antes de guardarlos en su bolso. Su actitud siempre era la misma: profesional, eficiente y meticulosa. Sin embargo, había una calma en ella que se sentía distinta. En su mirada, en sus gestos, había algo que había cambiado durante los últimos días. Un tipo de conexión que antes no existía, algo que Carlos no podía descifrar completamente.

Claudia, por su parte, estaba completamente concentrada en sus documentos. Su rostro, como siempre, se mantenía impasible, pero no era difícil notar la ligera tensión en sus hombros. Durante todo el viaje, ella había mantenido una actitud profesional y distante, como si fuera incapaz de permitir que las emociones o los pensamientos se filtraran en su trabajo. Pero a pesar de su aparente control, Claudia no podía evitar sentirse diferente. La cercanía con Carlos durante las últimas semanas había comenzado a despertar algo en ella, algo que no quería enfrentar, pero que, sin embargo, era imposible ignorar.

La turbulencia se sintió por un momento, pero fue solo un pequeño sacudón. Claudia levantó la vista, observando la pantalla de su computadora portátil que aún estaba abierta frente a ella. Carlos la miró brevemente antes de desviar su mirada hacia la ventana del avión. El sol estaba comenzando a ponerse, tiñendo el cielo con un tono cálido y dorado que contrastaba con la frialdad de la situación.

Finalmente, después de unos minutos de silencio incómodo, Carlos rompió la calma, como si hubiera estado esperando encontrar las palabras adecuadas para abordar lo que no se decía.

-Claudia, ¿te gustaría descansar un poco? -preguntó con una voz más suave de lo normal, girando ligeramente hacia ella, tratando de ofrecerle una salida a la rutina que los rodeaba.

Claudia lo miró un instante, sorprendida por la pregunta, pero rápidamente volvió a mirar la pantalla de su computadora. No respondió de inmediato, como si estuviera considerando sus opciones.

-No hace falta, señor Montoya. Estoy bien -dijo finalmente, con la misma profesionalidad que siempre mantenía.

Carlos asintió, consciente de que esa respuesta era la más esperada, pero aún así, algo en su tono había sido diferente. Tal vez era solo su percepción, pero sentía que ella había intentado evitar algo. Ya no era la respuesta automática y eficiente de siempre. En ese momento, se dio cuenta de lo mucho que había estado observando a Claudia últimamente, cómo se había vuelto la figura central de su vida profesional y, en muchos sentidos, también de sus pensamientos.

Claudia cerró su computadora portátil y dejó el maletín a un lado. Ahora, sentada completamente erguida en su asiento, miró por la ventana del avión, como si el paisaje fuera un refugio. La turbulencia había pasado, pero el ambiente en la cabina seguía denso. Carlos, sin querer, la observaba más de lo que podía admitir. Claudia era alguien que siempre mantenía una fachada de control absoluto. Y sin embargo, en ese preciso momento, parecía vulnerable, como si algo interno estuviera cambiando, igual que él.

Finalmente, Claudia rompió el silencio, como si hubiera llegado al límite de su paciencia con la atmósfera tensa que los rodeaba.

-El viaje fue largo, ¿verdad? -comentó, sin mirarlo directamente, pero con un tono que intentaba ser casual.

Carlos se permitió una pequeña sonrisa. Aunque la conversación era superficial, había algo en la manera en que ella la había iniciado que hizo que el aire entre ambos se aligerara, aunque fuera ligeramente.

-Sí, muy largo. Pero valió la pena -respondió Carlos, sin apartar la vista de ella. Durante un breve instante, sus ojos se encontraron. Fue solo un segundo, pero la chispa en el aire fue innegable.

Claudia rápidamente desvió la mirada, como si no quisiera dar más espacio a lo que acababa de ocurrir. Un silencio incómodo siguió, pero esta vez fue diferente. No era el mismo silencio lleno de distancia que solían compartir. Había algo más, una tensión palpable, aunque no había palabras que pudieran definirlo.

-¿Qué tal el día de ayer? ¿Cómo te sentiste en la cena con los inversores? -preguntó Claudia, inclinándose ligeramente hacia adelante, su tono más suave, pero igualmente profesional.

Carlos se relajó un poco, agradecido por el cambio de tema. Esta vez, la conversación tomaba un giro menos tenso, pero igual de formal.

-Fue bien. Al principio un poco difícil, pero después todo fluyó. Me sentí más tranquilo cuando vi que los inversores realmente creían en lo que estamos haciendo. Pero... -hizo una pausa, observando la forma en que Claudia lo miraba. Sus ojos, normalmente tan calculadores, ahora tenían una suavidad inusual-, creo que fue más fácil de lo que esperaba, gracias a tu preparación.

Claudia asintió, sin perder su compostura.

-Siempre trato de estar un paso adelante. Sabía que esta reunión sería importante, por lo que me aseguré de tener todos los detalles cubiertos. -Hizo una pausa, y luego agregó-: Pero no me gustaría que pensara que todo esto es solo por mí. Tienes una gran presencia, Carlos. Los inversores te siguen a ti.

Carlos no sabía si era el cansancio acumulado del viaje o la forma en que Claudia lo había dicho, pero algo en sus palabras lo hizo sentirse incómodo. El elogio, aunque sincero, tocó una fibra sensible. Su mente se desvió por un segundo, pensando en todo lo que él había construido y logrado, pero también en todo lo que estaba perdiendo. En ese momento, pensó en su esposa, Sofía. Aunque los problemas en su matrimonio siempre habían sido evidentes, escuchar a Claudia elogiar su capacidad para liderar le recordó, una vez más, el vacío emocional que había en su vida personal.

-Gracias, Claudia. Eso significa mucho -dijo, su voz un poco más grave de lo que había sido antes.

Ella lo miró fijamente, sin cambiar de postura. El avión comenzó a estabilizarse, y el ruido de los motores llenó el espacio por un momento. Era como si ese instante se alargara más de lo necesario, como si el ambiente entre ellos no pudiera ser más denso.

El sonido de los altavoces anunció que el vuelo estaba por aterrizar. Claudia volvió a su postura original, colocándose el cinturón de seguridad con una rapidez casi automática. Carlos la observó en silencio. El momento había pasado, pero la sensación de cercanía, de química sin resolver, se mantenía flotando entre ellos.

Antes de que pudieran decir algo más, el avión tocó tierra con suavidad. Claudia fue la primera en desabrocharse el cinturón, lista para recuperar la compostura. Carlos, por otro lado, se quedó un momento más en su asiento, observando el paisaje que se desvanecía rápidamente a través de la ventana.

Durante el aterrizaje, algo había cambiado entre ellos. No fue una gran conversación ni un intercambio de emociones intensas. Fue un pequeño momento, una conversación superficial, pero la tensión que había en el aire entre ellos no podía ser ignorada.

Cuando el avión finalmente se detuvo y la puerta se abrió, ambos se levantaron en silencio. Claudia fue la primera en caminar hacia el pasillo, como siempre. Carlos la siguió, pero por un breve instante, se permitió mirarla de nuevo. Había algo en ella, en su presencia, en la forma en que manejaba su entorno, que lo había cautivado más de lo que había querido admitir.

Lo que había comenzado como una relación puramente profesional se había transformado en algo más complicado, algo que ni él ni Claudia sabían cómo manejar. Pero, al menos por ahora, ambos lo mantenían en silencio. Nadie mencionó lo que había sucedido durante el vuelo. Nadie dijo nada más de la conversación que acababan de tener.

El viaje de regreso a casa había sido largo, sí, pero el verdadero viaje, el que los llevaría a ambos a un lugar inesperado, apenas comenzaba.

                         

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