Nos fuimos en una limosina hasta la fiesta, todo fue muy agradable, nos divertimos mucho y también el trabajo salió todo excelente, lo que me valió muchas felicitaciones y elogios por el buen trabajo que había realizado, ya siendo de madrugada, en un momento Mar me apartó un poco para hablarme,
No pude evitar decirle a mi marido lo que hicimos juntas, me dijo
No hay problema por mí, contesté
Gracias, dijo, pero por eso quiero atreverme a pedirte algo, espero no te ofendas
No te preocupes, dime lo que quieras, no me voy a ofender o enojar
Solo dime si o no, eso estará bien para mí, me dijo
Esta bien, que quieres decirme, la tranquilicé
Es que mi marido se excitó mucho y dice que tu le gustas mucho y quisiéramos que pasaras la noche junto con nosotros dos
¿Quieres que hagamos un trío con tu marido?
Si, eso nos encantaría, ¿qué me respondes?
Estaría muy bueno, claro que acepto
Es genial, voy a decírselo
¿Que tal si mejor lo hacemos sufrir y desear un poco?, así después estará más excitado
Me parece muy bien, tu dime cuando se lo decimos
Entonces pasamos una buena parte mas de la noche y Emilio solo esperaba mi respuesta, en un momento la llame a Mar y le dije que era tiempo ya que la fiesta estaba por terminar, fuimos al baño, hicimos algo y luego nos acercamos las dos a Emilio, pusimos algo en su bolsillo y le dijimos que la respuesta estaba ahí, él metió la mano y al sacarla tenía en ella nuestras tanguitas, se sonrió y hasta pude notar su erección bajo su pantalón, rápidamente nos despedimos y subimos a la limosina para volver al hotel, con Mar comenzamos a besarnos y acariciarnos, Emilio nos miraba sorprendido y excitado, y volviendo a tomar nuestras tanguitas, nos preguntó si en verdad eran nuestras, como respuesta solo le abrimos las piernas y levantando nuestros vestidos, pudo apreciar nuestros sexos depilados y húmedos, se veía su verga a reventar bajo su pantalón, me acerque arrodillándome frente a él y le dije que eso debería dolerle, que lo íbamos a aliviar, Mar se unió a mí y bajando su pantalón, liberamos su dura y gruesa verga, se veía muy rica, la llevaba con un pubis cuidado y unas bolas con algo de bello, era una hermosa verga y al probarla con mi lengua también comprobé lo deliciosa que era.
Comenzamos a lamérsela y chupársela, nuestras bocas y lenguas alternaban por su verga y sus bolas, la metí en mi boca despacio primero pero luego mas fuerte y profundo, hasta comérsela toda, entera hasta mi garganta, Emilio deliraba de placer, se la chupé fuerte un buen rato y luego la compartí con Mar que se la trago también, pero no tan profundo, tomé su cabeza y la hundí contra su verga, casi ahogándola, le mostré como tragársela toda y aprendió rápido metiéndosela hasta su garganta y chupándola fuerte, su esposa nunca le había comido la polla así y eso lo hizo delirar de placer y no aguantando más acabó fuerte, debe haberle dado una abundante primera acabada en la boca de Mar, porque ella sacándola, chorreó todo por su boca y la verga escupió dos fuertes chorros mas que me alcanzaron en la cara y boca, se la seguimos chupando y recibiendo una catarata de leche sobre nuestras bocas y caras, hasta sacarle la ultima gota, lo que coincidió con la llegada al hotel.
Con Mar nos arreglamos como pudimos, limpiando nuestras caras de la leche de Emilio y entramos al hotel, llegamos a la habitación y nos desnudamos de inmediato, ahora fue Emilio él que nos quiso atender, nos sentó en un sillón y comenzó a lamer nuestras conchas, alternando un poco en cada una, o chupaba a una y penetraba a la otra con sus dedos, nos excitó así un buen tiempo y luego se puso sobre su esposa y la penetró, yo me pare sobre ella y puse su concha en su boca, de espaldas a Emilio, que sin dejar de cogerla, me comía el culito y las nalgas mientras yo refregaba mi coño mojado por la boca de Mar, que no tardó en llegar a un orgasmo intenso. Emilio se sentó y yo lo monté de frente clavándome en su polla gorda y dura, cabalgándolo fuerte y profundo, él apretaba mis enormes tetas y se las comía, mientras su verga entraba y salía de mi sexo caliente.
Mar a nuestro lado observaba como su marido gozaba cogiéndome fuerte, aceleré mis movimientos sobre su polla y lo cabalgué fuerte y duro, hasta que juntos alcanzamos un orgasmo espectacular, me chorree toda sobre su verga que acabó muy abundante en mi concha, inundándomela toda, me salí de él y su semen corría por mis piernas y su polla estaba llena de su leche y mis jugos, Mar se encargó de limpiarnos a los dos con su lengua. Nos fuimos a la cama y con Emilio la acostamos a ella y empezamos a besarla y chuparla, yo lamía sus tetas y él su coñito, ella gozaba y nosotros le dábamos placer, luego Emilio se acostó boca arriba y Mar lo montó, clavándose toda su polla por su coño y comenzó a cabalgarlo fuerte y rápido, yo puse mi conchita mojada sobre la boca de Emilio, quedando de frente a Mar, lo que aprovechábamos para besarnos y chuparnos nuestras tetas, ella lo seguía cabalgando duro, dejando que su verga entrara y saliera por completo de su interior, así lo hizo hasta lograr acabar fuerte montada sobre él.