Me convocaron para un trabajo, en una de las agencias de publicidad con las que normalmente lo hago, para organizar un evento de una presentación del lanzamiento en el país de unos productos de una empresa extranjera, para esto iba a venir desde España el dueño de la empresa con su esposa, así que mi trabajo consistía en organizar toda su estadía y la fiesta preparada para la campaña publicitaria. Tenía unos días para arreglar todo, así que primero me dedique a la reunión y luego a todo lo referente a su hotel y algunas visitas turísticas.
Con todo ya preparado llego el día y fui a buscarlos al aeropuerto, al recibirlos me encontré una pareja de unos 40 años, sus nombres eran Emilio y Mar, ella era muy bonita con buen cuerpo y él bastante atractivo, delgado y con un cuerpo cuidado, nos presentamos y él no pudo dejar de decir algo con respecto a mi belleza, le correspondí con una sonrisa y nos fuimos en el auto que nos esperaba para llevarnos a su hotel, allí charlamos y me resultaron una pareja muy agradable, los instale en el hotel y les dije que al mediodía pasaría a buscarlos para almorzar junto a la gente de la agencia y conversar sobre los detalles de la presentación.
Al llegar a buscarlos, él no pudo dejar de volver a elogiar mi belleza, eran días de calor así que yo llevaba puesto un vestido ligero y algo ajustado, que resaltaba mis enormes pechos y dejaba notar mis nalgas, ella también se veía muy atractiva con un conjunto de pollera y blusa que resaltaba su bella figura, fuimos a almorzar y nos encontramos con los directivos de la agencia, después del almuerzo nos fuimos a las oficinas y allí les explique como sería la presentación a la noche siguiente, luego de un par de horas noté como Mar ya estaba un poco aburrida de solo hablar de negocios, así que me acerqué a ella y le propuse algo
¿Que tal si dejamos a estos hombres con sus negocios y nosotras nos vamos a hacer cosas de mujeres? le pregunté
me encantaría, contestó aliviada
ven conmigo para avisarles y luego nos vamos, le dije
señores, considerando que la presencia femenina ya no es necesaria acá, con la señora nos vamos a divertir un poco a otro lado, le dije en voz alta al grupo de hombres reunidos
¿Pero adonde van?, interrogó su marido
¿Que van hacer?, preguntó uno de mis jefes
Son cosas de mujeres señores, pero para que no se pongan celosos, les deje sobre la mesa algunas actividades para hombres que estoy seguro que les encantaría mostrarle a nuestro invitado.
Sin muchas mas explicaciones nos fuimos de allí y el primer lugar fue una casa de spa y masajes donde nos hicimos unos tratamientos de belleza y relajación y luego nos fuimos de compras a un shopping, para comprar ropa para el evento, entramos en una tienda y buscamos algunos vestidos, elegimos uno para cada una y entramos juntas en un probador, le pedí que se probara el suyo, Mar quedo en ropa interior y pude apreciar su bello cuerpo muy bien mantenido, se puso el vestido y le quedaba muy bien, era negro ajustado al cuerpo con breteles, pero la ropa interior no era la adecuada, así que fui a buscar unos conjuntos y regrese al probador, le di uno bastante pequeño de tanguita y sostén, ella se quitó su tanga y se puso la nueva pero sin quitarse el vestido, se la notaba algo tímida conmigo a su lado, pero ahora se apreciaba mejor el vestido, ya que no se notaba su tanga con lo ajustado del vestido, le dije que probara también el sostén y ella bajó el vestido y ahora si libero sus pechos, de buen tamaño, algo mas pequeños que los míos pero firmes y redondos, le quedaba muy bien pero le comente que se vería mejor sin sostén, ella lo dudo y prefirió dejarlo así, yo me probé le mío, era de color azul oscuro, abrochado por detrás de mi cuello, con un gran escote que dejaba ver mis enormes senos y con la espalda descubierta, muy ajustado y pegado al cuerpo, lo usé sin sostén y ella me elogió como me quedaba y me dijo que era muy hermosa.
Los compramos y volvimos a su hotel, ya en la habitación le dije que podíamos probarnos más tranquilas los vestidos con la ropa interior nueva, ahora ya mas relajadas nos desnudamos las dos y vi su pubis depiladito y sus bellos pechos, la convencí que lo usara sin sostén, lo hizo y le quedaba mucho mejor, aceptando que lo iba a usar de esa manera ya que le mostré como le marcaba sus pechos y que los tenía muy hermosos y firmes y debía mostrarlos, mientras hacíamos esto y nos probábamos los vestidos y nos tocábamos, nos rozábamos, todo eso nos excito un poco y noté sus pezones duros y eso me puso igual a mí, le dije que deberíamos guardar los vestidos y entonces nos volvimos a desnudar y eso nos calentó mas, le dije que se veía muy hermosa y ella pensaba igual de mí, me acerqué despacio y la besé en la boca, Mar se resistió por un momento, pero luego se relajó y se dejo llevar, nuestras lenguas se unieron y nuestros pechos chocaban entre sí, clavándose mutuamente sus duros pezones, nos acostamos, abrazadas, besándonos y acariciándonos, lamí sus pechos, tomé sus pezones duros entre mis labios, succionándoselos, ella gozaba y acariciaba mi cabeza, seguí chupándola, bajando por su vientre y llegando a su pubis, oliendo su perfume a hembra, mi lengua comenzó a lamer sus labios vaginales, su clítoris, hasta hundirse en su conchita húmeda.
Ella se mojó mas aún, sus jugos comenzaron a correr en mi boca, que se hundía en su sexo, comiéndoselo todo, Mar abría su piernas entregándose por completo a mi boca que la devoraba con placer, seguí chupando su clítoris y lentamente introduje un dedo en su sexo, luego dos y luego tres, ayudada por su abundante cantidad de jugos que fluían sobre mi boca y dedos, ella aceleró su respiración, gemía mas fuerte y se convulsionó anunciando su orgasmo, que estallo sobre mi cara y boca, bañándome en sus jugos y mojándome toda, lamí y chupe su conchita hasta secarla por completo y prolongar su orgasmo al máximo. La besé y compartimos sus jugos en su boca, ella comenzó a lamer mis pechos, chupaba mis pezones, con su lengua recorría mis aureolas y lamía todo alrededor, luego se dirigió a mi concha y me la comió toda, profundo y fuerte, llevándome a mí también a un orgasmo rico y fuerte, nos volvimos a abrazar y besar, ambas queríamos mas, nos dábamos con la lengua y nos penetrábamos con nuestros dedos, hicimos un 69 y ambas nos comimos nuestras conchas excitadas, luego nos pusimos uno frente a la otra y juntando nuestros sexos, comenzamos a frotarnos, nuestras conchas rozaban una contra la otra y gozábamos mucho, nos besábamos y acariciábamos nuestras tetas mientras no dejábamos de frotar nuestras conchas, hasta que juntas acabamos de manera fuerte e intensa, nuestros jugos se mezclaron y chorrearon por nuestras piernas, para terminar nos limpiamos una a la otra lamiendo y chupando nuestras rajitas mojadas.