Más allá del ruido y la ira
img img Más allá del ruido y la ira img Capítulo 3 Capítulo 3 ¡Necesitamos tu sangre!
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Capítulo 5 Capítulo 5 Una nueva vida img
Capítulo 6 Capítulo 6 Luna de la Luna Creciente img
Capítulo 7 Capítulo 7 ¡Lo retiro! img
Capítulo 8 Capítulo 8 Mi compañera y futura luna img
Capítulo 9 Capítulo 9 ¡Sé mía! img
Capítulo 10 Capítulo 10 No puedo respirar sin ella img
Capítulo 11 Capítulo 11 La mejor noche de mi vida img
Capítulo 12 Capítulo 12 Competencia img
Capítulo 13 Capítulo 13 El predestinado de Lily img
Capítulo 14 Capítulo 14 Otro predestinado img
Capítulo 15 Capítulo 15 La gatita Elle Parker img
Capítulo 16 Capítulo 16 Te deseo img
Capítulo 17 Capítulo 17 Duelo img
Capítulo 18 Capítulo 18 Problemas reales img
Capítulo 19 Capítulo 19 Una noche romántica (Parte 1) img
Capítulo 20 Capítulo 20 Una noche romántica (Parte 2) img
Capítulo 21 Capítulo 21 Cosechando beneficios img
Capítulo 22 Capítulo 22 El orgullo del Alfa Fernandes img
Capítulo 23 Capítulo 23 Momento de la verdad img
Capítulo 24 Capítulo 24 Preparándose para la pelea img
Capítulo 25 Capítulo 25 Pelea de compañeros img
Capítulo 26 Capítulo 26 En coma img
Capítulo 27 Capítulo 27 Brandon img
Capítulo 28 Capítulo 28 Reunión img
Capítulo 29 Capítulo 29 La llegada de la tormenta img
Capítulo 30 Capítulo 30 Buscando a Elle img
Capítulo 31 Capítulo 31 En medio de la nada img
Capítulo 32 Capítulo 32 La loba arcadia img
Capítulo 33 Capítulo 33 ¡Es hora del espectáculo! img
Capítulo 34 Capítulo 34 Tiempo de dejar ir (1) img
Capítulo 35 Capítulo 35 Tiempo de dejar ir (2) img
Capítulo 36 Capítulo 36 El amor nunca deja de ser img
Capítulo 37 Capítulo 37 Marcándonos mutuamente img
Capítulo 38 Capítulo 38 Broma estúpida img
Capítulo 39 Capítulo 39 La historia de Morris img
Capítulo 40 Capítulo 40 Aumentando el índice de natalidad img
Capítulo 41 Capítulo 41 Clase de historia img
Capítulo 42 Capítulo 42 ¡Su fuente se ha roto! img
Capítulo 43 Capítulo 43 Autumn img
Capítulo 44 Capítulo 44 Rechazada de nuevo img
Capítulo 45 Capítulo 45 ¿De quién es la culpa img
Capítulo 46 Capítulo 46 Viejos conocidos img
Capítulo 47 Capítulo 47 Ruido e ira img
Capítulo 48 Capítulo 48 Hermanos problemáticos img
Capítulo 49 Capítulo 49 Las encontramos img
Capítulo 50 Capítulo 50 La noche de lucha de Kyle img
Capítulo 51 Capítulo 51 La pelea (1) img
Capítulo 52 Capítulo 52 La pelea (2) img
Capítulo 53 Capítulo 53 ¡Larga vida al rey! img
Capítulo 54 Capítulo 54 El nuevo alfa img
Capítulo 55 Capítulo 55 ¡Sé mi luna! img
Capítulo 56 Capítulo 56 Problemas de memoria img
Capítulo 57 Capítulo 57 El fin (1) img
Capítulo 58 Capítulo 58 El fin (2) img
Capítulo 59 Capítulo 59 Epílogo 1 img
Capítulo 60 Capítulo 60 Epílogo 2 img
Capítulo 61 Capítulo 61 Problema triple - La triple K img
Capítulo 62 Capítulo 62 Crónica de un mal día img
Capítulo 63 Capítulo 63 Pasos pequeños img
Capítulo 64 Capítulo 64 El verdadero plan img
Capítulo 65 Capítulo 65 Christian Rosman img
Capítulo 66 Capítulo 66 Sólo me gustas tú img
Capítulo 67 Capítulo 67 ¡Escógeme mañana, por favor! img
Capítulo 68 Capítulo 68 Rechazado img
Capítulo 69 Capítulo 69 Perderla img
Capítulo 70 Capítulo 70 Los niños se van img
Capítulo 71 Capítulo 71 Ella es más fuerte img
Capítulo 72 Capítulo 72 ¡Vienen por ti! img
Capítulo 73 Capítulo 73 ¿Qué sentido tiene respirar img
Capítulo 74 Capítulo 74 Reunión familiar img
Capítulo 75 Capítulo 75 Compañeros img
Capítulo 76 Capítulo 76 Momento de sinceridad img
Capítulo 77 Capítulo 77 ¡Es obra de una bruja! img
Capítulo 78 Capítulo 78 Nuala img
Capítulo 79 Capítulo 79 Un paso más cerca img
Capítulo 80 Capítulo 80 ¡Ayuda a nuestra pareja predestinada! img
Capítulo 81 Capítulo 81 ¡Pero lo quiero a él! img
Capítulo 82 Capítulo 82 Otra vez en sus brazos img
Capítulo 83 Capítulo 83 Marcado img
Capítulo 84 Capítulo 84 Matar a Christian img
Capítulo 85 Capítulo 85 Un futuro prometedor img
Capítulo 86 Capítulo 86 Hogar - 1 img
Capítulo 87 Capítulo 87 Hogar - 2 img
Capítulo 88 Capítulo 88 Calma img
Capítulo 89 Capítulo 89 Otra pareja img
Capítulo 90 Capítulo 90 Amar a una humana img
Capítulo 91 Capítulo 91 El KKK ya no existe img
Capítulo 92 Capítulo 92 Alcanzar un consenso img
Capítulo 93 Capítulo 93 Déjà vu img
Capítulo 94 Capítulo 94 Finalmente marcada img
Capítulo 95 Capítulo 95 Un soltero más se ha ido img
Capítulo 96 Capítulo 96 Día del sabotaje img
Capítulo 97 Capítulo 97 La verdad img
Capítulo 98 Capítulo 98 Compañero destinado de segunda oportunidad img
Capítulo 99 Capítulo 99 Allison es mía img
Capítulo 100 Capítulo 100 ¡Ella preguntó por eso! img
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Capítulo 3 Capítulo 3 ¡Necesitamos tu sangre!

Tomé mi pequeño equipaje y dejé a la manada Luna Dorada. Todavía era parte de ella, pero estaba lo suficientemente lejos como para que no detectaran mi presencia. El desafortunado evento de mi cumpleaños me había dolido tan profundamente que estuve a punto de suicidarme, pero sabía que más allá de la ira que sentía, debía haber algo más en este mundo para mí.

Athena estaba conmigo. No podía creer que tenía una loba. El incidente de mi cumpleaños la había hecho salir a la superficie, mucho antes de lo que había planeado. Mi primera transformación se arreglaría cuando ella lo deseara, pero me bastaba con saber que ella estaba conmigo. En tan poco tiempo, ella me había enseñado a disimular mi olor para hacer indetectable mi presencia y a cazar para sobrevivir, prácticamente en los últimos cuatro meses estuvimos solo nosotras dos, solas en el corazón de las montañas. Había aprendido muchas cosas con ella. Vivía como un ermitaño, pero eso era todo lo que necesitaba para encontrarme a mí misma después de tantos años viviendo con el ruido, la ira, llegando a creer que era normal vivir de esa manera. La manada me había hecho pensar que me merecía lo que me estaba pasando.

Nadie merecía vivir así.

Durante esos últimos meses, había estado viviendo en una pequeña cueva situada dentro del parque nacional de Yellowstone. Nuestra manada estaba en el estado de Montana y, afortunadamente, gran parte de ese parque estaba en nuestro territorio. Así que, tenía todo un lugar protegido y parcialmente habitado a mi disposición para cobijarme. Solo cazaba por las necesidades básicas, ya que odiaba lastimar a los animales. Y con la ayuda de Athena aprendí a evitar a otros hombres lobo. Podía decir que era indetectable, razón por la cual pretendía quedarme un tiempo ahí, hasta que decidiera qué hacer con mi vida.

La manada Luna Dorada estaba a unos 50 kilómetros de donde estaba en ese momento. Todavía no había roto los lazos con ellos, ya que pensaba que no era prudente ser una renegada mientras estuviera lejos. Todas las cosas tomaban su tiempo. Y se suponía que iba a ser un día normal. Todos los días tenía una pequeña charla con mi lobo en la primera hora, me bañaba rápido en las cataratas de Undine, luego cazaba un conejo o un pájaro para tener algo de comer en los próximos días y al final trataba de relajarme y encontrar un poco de paz. Esa era mi rutina diaria, pero parecía que ese día las cosas no saldrían como lo había pensado debido a que, justo cuando salía del agua, comencé a escuchar ruidos cerca del lugar.

"Elle," escuché decir a Athena. "Escóndete..."

Inmediatamente me puse la ropa y traté de enmascarar mi presencia, intentando captar al menos un fragmento de lo que estaba sucediendo. Había más de 100 renegados casi cerca del lugar. Nunca había visto una reunión como esa en mi vida, ni siquiera el día que mis padres habían muerto. Solo esperaba que no se dirigieran a la manada Luna Dorada. A pesar de que tenían alrededor de 1200 miembros, más de la mitad eran niños y ancianos y solo casi 300, eran los combatientes reales. Eran muchos, pero no lo suficientes para un ataque masivo. Sin embargo, aunque los odiaba, no deseaba que nadie muriera a manos de unos m*lditos renegados. Tan solo uno de ellos era como un perro rabioso, cuanto más tiempo permanecía solo, más peligroso se volvía. Por eso no quería romper los lazos con la manada. Sentir que pertenecía a una manada, y de tener la proximidad con tu compañero predestinado hacía que la salud mental se mantuviera firme. Además, recientemente me habían dado la oportunidad de tener una pareja.

"Athena, sigámoslos desde lejos," dije un poco desconcertada. No entendía lo que querían hacer ni tampoco sabía hacia dónde iban.

Después de dos horas de escabullirme tras ellos, lo comprendí. No estaban en tránsito. Su objetivo era la manada Luna Dorada.

"¡No puede ser! Athena, ¿qué vamos a hacer?" pregunté con pánico.

Odiaba a la manada, aunque solo unos pocos miembros no me habían tratado mal. Pero ¿realmente deseaba que fueran heridos y asesinados por los renegados? ¡Definitivamente no!

"No intentaremos nada, Elle," dijo Athena con seriedad. "Estamos viendo lo que está pasando y si es necesario veremos si es posible ayudar."

"Pero... ¡hay muchos niños, Athena!" exclamé con pánico.

"No fuerces las cosas, Elle. Mi hora aún no ha llegado."

¡Aún no era su hora, aún no era su hora!

"Tengo curiosidad por saber si hubieras estado aquí conmigo, Athena, si Brandon no me hubiera lastimado tanto hace 4 meses, probablemente todavía estaría sin loba."

"Es lo más probable, pero ahora estoy aquí diciéndote que mantengas la calma."

Yo obedecí y decidí seguir escondida con temor a molestarla.

"Ahh, Athena... esto es un chantaje emocional ¡M*ldita sea!"

Después de una hora, vi cómo algunos renegados se acercaban a la manada y solo podía pedir: "Por favor Diosa, protégelos, al menos a los niños... ¡M*ldita sea! ¡Protégelos a todos!"

"¿A todos?" Athena preguntó con un ligero tono de burla... como si la viera levantar una ceja y mirarme con molestia.

"Todos..." repetí en voz baja.

"¿Incluso a nuestro travieso y traicionero hermano?"

Yo guardé silencio.

"¿Incluso a Jacob y Jake Sullivan? Lo cual, ahora que lo pienso, creo que debí haberlos golpeado más fuerte..."

Tragué saliva y cerré los ojos.

"Incluso Bran..."

"Suficiente, Athena, sé a dónde quieres llegar. ¡Todos! Mi vida cambió de la peor manera por un ataque más pequeño que este. Necesitamos poder hacer algo. Necesitamos al menos advertirles."

"No hay necesidad de hacer eso... escucha con atención."

Athena tenía razón, la manada Luna Dorada había sentido a las tropas de los renegados, por lo que no fue posible tomarlos por sorpresa.

Sin embargo, los siguientes minutos eran una pesadilla. Los combatientes de la manada Luna Dorada estaban situados detrás de Brandon, Michael, Jacob y Jake, quienes eran encabezados por Alfa Taylor y Sullivan Gamma. Por muy extraño que pareciera, después de la muerte de mi padre, Alfa Taylor no quiso reemplazarlo por nadie más. Después de verlos, alcancé a notar la tensión en sus rostros y escuché a Jacob decir: "¡Estamos jodidos!"

El ataque era francamente siniestro. Batallaron mucho para luchar contra la multitud frente a ellos, haciendo todo lo posible para mantenerlos alejados de la manada y proteger a los que se habían quedado en casa. Afortunadamente, no había sido un ataque sorpresa, pero era evidente que eran superados. Por mi parte, permanecí escondida mientras los veía caer uno por uno, tanto a los renegados como algunos miembros de la manada.

"¡Jacob!" De repente escuché a Brandon gritar, pero era demasiado tarde. Jacob había sido agredido y destrozado por dos de los renegados. Todo pasaba tan rápido que sentía que me iba a desmayar, mientras comenzaba a temblar.

"Elle, mantén la calma," escuché decir a Athena.

Michael estaba adolorido, había logrado liberarse y escapar, pero no por mucho tiempo. Había tanta sangre alrededor, que en media hora ya estaba muy claro que la manada iba perdiendo, cuando de repente todo se calmó en mi mente. Ya no escuchaba nada. Nada de gritos de dolor, de ataque, ni gruñidos ni golpes. Todo estaba en calma.

Nadie volvería a morir, tenía que ayudarlos. De repente, al abrir los ojos, vi a Michael agitado y lleno de sangre tratando de levantar a Brandon quien parecía sin vida, mientras Alfa Taylor intentaba arrastrarse hacia él. Jake también trataba de ayudar a su padre herido y los combatientes no sabían qué hacer sin sus líderes. Todo era un caos. Si seguían así, todos iban a morir.

"¡Athena, ayúdame!" exclamé mientras corría hacia el campo de batalla.

"¡Elle, no!" ella gritó, pero no me importaba lo que tuviera que decir. ¡Estaría sin la manada cuando yo quisiera, no cuando las tropas de renegados querían! ¡Si iba a morir ese día, que así fuera! Pero no me iba quedar sin hacer nada.

Empecé a correr y a gritar lo más fuerte que podía, cuando salió mi primer gruñido. Estaba casi asustada de poder escuchar el poder de mi rugido. Y en cuanto me lancé a la pelea y toqué el suelo con mis pies, saltando de la roca donde estaba escondida, me di cuenta de que estaba en cuatro patas. 4 patas enormes. ¡Santa mi*rda! ¡Era una loba! ¡Y era una enorme!

"Ahora no, Elle. ¡Yo te cuidaré, lucha ahora! Eso es lo que querías, ¿no es así? ¡Pelea!"

Miré a Alfa Taylor en el suelo mirándome sorprendido y luego noté que la boca de Michael estaba abierta mientras intentaba proteger a Brandon, quien todavía estaba inconsciente y lleno de sangre con el abdomen desgarrado.

Miré a mi alrededor y analicé la situación. Athena era la diosa de la sabiduría y la guerra. No en vano mi loba tenía ese nombre. Así que inmediatamente tomé la iniciativa.

"¡Agrúpense!" grité a los combatientes. "¡Manténganse en grupos y protejan sus espaldas!"

No tenía idea de cómo me las había arreglado, pero rápidamente los combatientes obedecieron mi orden y comenzaron a pelear en grupos. Después de dos horas, el silencio cayó sobre nuestro campo de batalla. Muchos miembros de la manada murieron, pero por el momento ningún renegado se movía. No podía creer que había matado a casi 30 de ellos por mi cuenta.

Me senté y miré a mi alrededor. Solo nuestros combatientes estaban de pie y me miraban conmocionados. Estaba segura de que ya habían descubierto quién era y que siendo la pareja de Brandon debería ser la futura luna de esa manada. De lo contrario, bajo ninguna circunstancia hubieran obedecido a mis ordenes si no hubiera puesto un comando de luna.

Luego de unos momentos, ellos agacharon la cabeza y se inclinaron frente a mí.

"Gracias, Luna. Nos has salvado hoy." dijo avergonzado el jefe de los combatientes antes de arrodillarse ante mí, mientras Alfa Taylor y Michael observaban la escena sorprendidos.

Aún tenía forma de loba y noté que tenía una imagen fenomenal. No estaba segura de lo grande que era, pero la mayoría de los renegados eran más pequeños que yo. Los únicos que tenían un tamaño similar eran Alfa Taylor y Brandon.

"No soy tu luna. No soy la luna y nunca lo seré," aclaré sin rodeos. "Ayuda a los heridos. Algunos están en graves condiciones."

"Claro, Luna," respondió con alegría.

Yo asentí con desaprobación para luego dirigirme hacia Alfa Taylor, que se encontraba junto a Brandon, mientras que Michael seguía en estado de shock.

"Nos salvaste hoy. Gracias, Elle," dijo Alfa Taylor.

"No tienes nada que agradecerme. Solo hice lo que era normal." Luego de eso, miré a Michael con lágrimas en sus ojos. Estaba visiblemente herido, pero estaba tratando de apoyar a Brandon.

"Ponlo en mi espalda, lo llevaré al hospital." Segundos después, Michael y Alfa Taylor lo colocaron sobre mi espalda con cuidado y comencé a correr con él hacia el hospital. Detrás de mí venía el resto de la manada, cargando a los heridos y a los muertos.

Mi aparición con Brandon casi muerto sobre mi espalda creó un gran impacto. Luna Thalia se apresuró a bajarlo y los médicos se lo llevaron de inmediato. Todo sucedió tan rápido que no tenía tiempo de darme cuenta de lo que sucedía a mi alrededor. De nuevo comenzaba a sentir la ira en mi interior. Estaba en el lugar donde más había sufrido. Seis años atrás, cuando era solo una niña, todos me culpaban por no poder levantarme y hacer que otros lucharan por mí, pero ese día por fin pude vengarme. Y vaya manera de hacerlo...

"Elle," dijo Michael detrás de mí. "Te traje algo de ropa."

Tomé la ropa sin mirarlo y me convertí en un ser humano. Después de unos minutos estaba de nuevo frente al hospital viendo a los miembros de la manada llevar a sus heridos.

"Elle..." dijo Michael de nuevo. "Lo siento."

Yo guardé silencio. Era mi hermano, el hombre que más había amado en este mundo y, sin embargo, el que más daño me había hecho, alguien que había cambiado su amor por un odio sin motivo.

"¡Cállate, Michael! Solo quiero que te calles."

"Lo siento mucho, mucho..." lo escuché llorar a mi lado.

"¿Cómo está Jake? Lo siento por Jacob." dije queriendo cambiar de tema.

"¿Y Brandon?" pregunté.

"Brandon está en coma. No sabemos cuándo se recuperará. Ha perdido mucha sangre, pero vivirá. Estará en esa condición por mucho tiempo." comentó Michael.

"Pero él vivirá mientras otros han perdido la vida." Quería irme, pero de repente escuché a Luna Thalia llamarme por mi nombre.

"¡Elle, por favor ayuda a Brandon!"

"¿Qué quieres de mí, Luna Thalia? ¿Acaso no lo traje vivo a casa? ¿Qué más puedo hacer?" Sabía que ella era su madre y lo amaba, pero no podía olvidar que ella me odiaba. Me parecía un atrevimiento pedirme que ayudara a Brandon.

"Por favor, Elle. Necesita a su pareja a su lado para recuperarse rápidamente. Los médicos dicen que podría tardar meses en despertar."

"Me estás pidiendo demasiado, Thalia. No soy su pareja, no sabes lo que ha hecho tu hijo para pedirme eso."

"Sé lo que ha hecho, y sé que es culpa suya, pero es mi único hijo. Tiene que vivir."

"No puedo, lo siento..." respondí antes de salir del hospital.

Sin embargo, momentos después tuve una discusión con Athena y regresé al lugar para dirigirme directamente a la sala donde se encontraba Brandon, mientras sus padres y Michael me miraban con asombro.

"¿Qué necesitas?" le pregunté a los médicos. "Soy su compañera predestinada. Él me rechazó, pero aún no lo he aceptado. Lo resolveré después, cuando se despierte. Pero por ahora, ¿qué necesitas?"

"Necesitamos tu sangre primero. La sangre de su compañera lo ayudará a fortalecerse y recuperarse más rápido. El vínculo realmente ayudará." respondió uno de los médicos.

"No hay vínculo," dije con ironía. "Es normal que quieras mi sangre, eso es lo que él siempre ha querido en los últimos años. tal vez todavía la tenga," agregué, sentándome en la silla al mismo tiempo que enrollaba mis mangas.

"¡Dale mi sangre!"

            
            

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