Choques Profundos
img img Choques Profundos img Capítulo 4 Capitulo Dos: Expresiones.
4
Capítulo 6 Capitulo Cuatro: No huir de lo que te apasiona. img
Capítulo 7 Capitulo Cinco: Ver para creer. img
Capítulo 8 Capitulo Seis: Un visitante inesperado. img
Capítulo 9 Capitulo Siete: Respuestas directas. img
Capítulo 10 Capitulo Ocho: Atreverse. img
Capítulo 11 Capitulo Nueve: Asume las reglas. img
Capítulo 12 Capitulo diez: ¿Quieres conocerme img
Capítulo 13 Capitulo Once: Preguntas y respuestas. img
Capítulo 14 Capitulo Doce: Confía, actúa y déjate llevar. img
Capítulo 15 Capitulo Trece: No amenaces a un Harvard img
Capítulo 16 Capitulo Catorce: Un mensaje no esperado. img
Capítulo 17 Capitulo Quince: ... img
Capítulo 18 Capitulo Dieciséis: A flor de piel. img
Capítulo 19 Capitulo Diecisiete: Una mala presentación. img
Capítulo 20 Capitulo Dieciocho: Doble sorpresa. img
Capítulo 21 Capitulo Diecinueve: Entonces eras esa niña. img
Capítulo 22 Capitulo Veinte: Mi ángel. img
Capítulo 23 Capitulo Veintiuno: Un gran día o un mal día. img
Capítulo 24 Capitulo Veintidós: Guerra de miradas. img
Capítulo 25 Capitulo Veintitrés: Un secreto y una decisión. img
Capítulo 26 Capitulo Veinticuatro: ♥ img
Capítulo 27 Capitulo veinticinco: Una gran historia de amor. img
Capítulo 28 Capitulo Veintiséis: Tres amigas y una noche. img
Capítulo 29 Capitulo Veintisiete: Un patito feo. img
Capítulo 30 Capitulo veintiocho: Contradicciones. img
Capítulo 31 Capitulo veintinueve: Lo que no debía ocurrir img
img
  /  1
img

Capítulo 4 Capitulo Dos: Expresiones.

─ ¿Qué sucede?─ es lo que me pregunta Jules preocupada cuando le abro la puerta del apartamento dejándola pasar, sorbo mi nariz, por que la verdad desde que salí de la biblioteca me he ido en llanto.

Cómo es posible que hagan algo como eso, abriendo una herida en mi interior nuevamente, me siento como la mierda ahora mismo. No tengo que verme en un espejo para saber que tengo la cara muy sonrojada y la nariz muy roja por estar llorando.

La verdad soy de esas personas que odian llorar y sentirse vulnerables, pero esta situación me lleva a hacer humana aunque no quiera al derramar unas cuantas lágrimas y maldiciones por la imprenta de periódico Notidiario. Cierro la puerta y me siento en unos de los sofás que hay en la sala mientras Jules me mira cautelosa al acercarse, se sienta a mi lado, recojo mis piernas con mis brazos alrededor y mi barbilla la pongo entre mis rodillas.

─Dime, ¿Porque recibí unos mensajes molestos con algo que no entendí?─ me pregunta, la miro y le apunto el periódico que está sobre la mesita de cristal de los sofás.

Resulta que inmediatamente Rosanna terminó de informarse de algo que la hizo volar la primera pagina gracias al cielo, dejó el periódico y luego le dije si podría llevarlo a mi casa para también informarme, no se negó.

Jules lo coge y lo ve, abre los ojos sorprendida mientras lee la información, me mira.

─ ¡Vaya Alice!─ exclama nada a gusto con ello.

─Son unos insensibles─ digo enojada.

─ ¡Son unos descorazonados!─ refuta molesta mirando el dichoso periódico ese.

No es que sea dramática, en verdad me hubiera molestado menos que subieran una foto mía como lo hicieron ahora, pero no solo se trata de eso, han hablado sobre el accidente nuevamente en el que mis padres fallecieron y la razón por la que no quise volver a jugar. Abrieron una caja literal donde tenía guardado esos miedos de recuerdo, tanto de mi misma y lo volvieron público. De nada sirvió dejar el tenis para evitar esto, y me desnudaron en todo Roma hablando sobre mi vida privada.

─Espero que el abuelo no recoja el periódico.

─Sabes que eso es imposible, a tu abuelo le encanta leer el periódico─ me dice al llevar la mano a su frente─ Alice, esta información es una pura mierda, no llores más por eso─ me calma con una mano sobre mi hombro─ Además puedes demandarlos por publicar información confidencial sin consentimiento─ me explica, bajo las piernas sentandome mejor.

─No armaría un escándalo, no quiero que mis abuelos se preocupen─ digo tratando de convencerme que no es el fin del mundo, pero estoy muy segura que una vez vuelvan a publicar algo sobre mi, no me importará demandarlos. La escucho suspirar y me dedica una sonrisa genuina, esa que suele hacer para subirme el ánimo.

Jules es mi mejor amiga desde que tengo memoria, la conocí cuando tenía siete años en el parque que está por donde viven mis abuelos, desde entonces hemos sido demasiado unidas, para mi es como mi familia, una hermana no de sangre pero si del corazón. Es alta, tiene el cabello muy largo de color castaño, su piel es blanca, sus ojos son de color azul llamativos y es muy hermosa. Tiene un novio que casi van a cumplir dos años juntos, su nombre es Austin y la ama con locura, mejor dicho, ambos sienten ese amor mutuo. Trabaja en una tienda de discos y estudia escenografía.

La veo alzar unas de sus cejas de forma divertida al ver el periódico por 3ra vez.

─ ¡Pero Tobías Mcbroom está buenísimo Alice!─ me dice asombrada, me alegro que intente hacerme sentir mejor.

─Si Austin te escucha decir eso, te dejaría por un mes sin sexo─ le dedico una sonrisa de lado, ríe.

─No me desees algo así tan cruel, pero es que no ves esas tabletas que tiene ese tipazo en ese abdomen, se puede lamer y todo─ me muestra donde aparece una de las fotos de Tobias en la cual una de ellas está sin camisa y la verdad no puedo evitar quedarme anonadada viendo ese cuerpo.

Quién diría que el niño presumido del club de tenis sería así de guapo y atractivo siendo también el mejor jugador de tenis del género masculino. Lo recuerdo muy poco porque hace muchos años no lo veo aunque sea casi de cerca como cuando entrenaba en el club, pero he sabido de él por la tv, revistas o periódico.

Lo que si hay que declarar que tiene una muy bonita sonrisa y que es muy bueno jugando.

─Juega muy bien─ me mira con los ojos entrecerrados─ ¿Dime?─ le hablo levantando una de mis manos porque no entiendo porque me mira como si me salio otra cabeza o un tercer ojo.

─De todo lo que debes decir de ese tipo solo dirás que sabe jugar muy bien─ suena sorprendida, rio a su costa.

─Qué quieres que te diga, además tiene novia─ me pongo de pies dirigiéndome a la la pequeña cocina y la escucho seguirme, abro la nevera y sirvo agua en un vaso.

─Tiene una novia que dan ganas de golpearla literal, parece de esas novias que no dejan descansar una polla─ dice y eso me hace atorarme con el agua, se ríe dándome palmadas en la espalda para que deje de toser, en verdad creo que no me busco amigas normales, siempre doy con amigas peculiares.

─Eres increíble Jules─ riendo por fin y sintiendo mi animo subir la veo mirarse las uñas.

─Es cierto, además en serio Tobias juega muy bien y en verdad estoy segura que eres igual de buena que el jugando─ habla mirándome atenta, veo adonde va nuestra conversación y le niego con la cabeza rápido.

─No.

─Sabes que eres demasiado buena Alice, el problema es que no quieres aceptar que tu pasión es el tenis y te has empeñado en no intentarlo de nuevo─ me hace entender, en realidad estoy clara y confío que soy muy buena en el tenis, el problema está en que no quiero jugarlo, claro que tengo la razón, por que soy muy terca y siento que aunque ame ese deporte tengo sentimientos encontrados con el.

Agradezco cuando escucho mi celular sonar por una llamada y se podría decir que huyo de esa conversación con Jules, cojo mi celular del sofá, veo que es de Gianna, acepto la llamada y llevo el celular a mi oreja mientras veo a Jules sacarme la lengua de forma infantil.

─Acabo de verte en el periódico, llevas un increíble outfit amiga─ me habla, sé que inicia así porque también me conoce y sabe que seguro esto me tiene abrumada.

─Y eso que ese día pensaba salir más fea─ digo, la escucho reír.

─No tienes remedio, ábreme la puerta que no se abrirá sola para dejar pasar a esta belleza─ me dice, ruedo los ojos y Jules me mira sin entender.

─ ¿Quién es?─ me pregunta curiosa.

─Gianna ha venido─ le respondo dirigiéndome a la puerta, la abro y la veo alzar una pequeña caja de cervezas.

─ ¡Hay que beber!─ chilla emocionada y Jules aparece a mi lado sonriendo.

─ ¡Esa es la aptitud Gianna!─ le alaba Jules feliz de verla arrastrando a una Gianna riendo al interior.

Cierro la puerta y no las veo en la sala lo que me indica que están en la cocina charlando. Quién diría que ese par se llevarían muy bien desde que se conocieron. Camino hasta la cocina, peino mi cabello hacia atrás y pongo mis manos en jarras mientras las veo destapar las cervezas.

─No me acuerdo haber planeado un party─ les digo y Gianna me ofrece una de las cervezas mientras ya Jules le ha dado un gran trago a la suya.

─Te mereces un gran trago para bajar el enojo, que nadie intente robarte tu felicidad─ me dice Gianna al darme un breve abrazo.

A Gianna la conocí en la secundaria cuando tenía 16 años. Desde entonces se a convertido es una gran amiga, así como es buena escuchando también es buena para charlar de cualquier cosa, libros, música, cosméticos y sobre moda. Es de piel trigueña, su cabello es de color castaño corto por los hombros, le encanta cortarse el cabello, maquillarse y vestirse bien. Estudia diseño de moda y trabaja en una tienda reconocida de aquí mismo de Roma y su hobie es bailar, por lo que suele ir como dice ella a mover el esqueleto a una academia de baile los fines de semanas.

Una hora más tarde estamos algo achispadas por la bebida, y comiendo una deliciosa pizza de pepperoni de doble queso que pedimos. Estamos riéndonos de nosotras mismas, en serio debemos aprender a tolerar el alcohol o seremos el total desmadre algún día. Creo no tenemos un buen hígado resistente.

─ ¡Gianna!, creo que no me estas pintando las uñas donde debes─ le señala Jules las uñas mientras la mencionada no deja de reír, no sé para que Jules dejó que Gianna le pinte las uñas de las manos cuando estamos media ebrias.

─Te mueves demasiado─ se queja, me rio al mover la cabeza de un lado a otro escuchando la música de Kehlani.

─ ¿Como les ha ido en la semana?─ pregunto al coger un pedazo de pizza de los pocos que quedan, esto me hará agregar más horas de ejercicios, pero hoy lo vale y merezco esas calorías.

─Estoy vuelta un peo, tengo algunos exámenes─ refunfuña Jules viéndose las uñas ya pintandas, la verdad no están muy bien, pero es porque Gianna por lo visto hasta sueño tiene, ella si sabe pintar las uñas pero hoy no es su día.

─Hoy me dio ganas de sacarle los ojos literal a una tipa que llegó a la tienda toda mandona y gruñona─nos comenta Gianna al acostarse de espalda sobre la alfombra que tengo para darle ese toque a los sofás.

─Por lo visto hoy no es nuestro día chicas─ digo al suspirar─ Hoy rechace de nuevo a Cody─ les digo, eso hace que me miren.

─ ¿Estás bien con ello?─ me pregunta Jules atenta de mi reacción.

─Lo estoy, el que no lo tomó bien fue el y la verdad espero que lo entienda esta vez.

─Ahora vas a tener que recurrir a otra polla─ dice Gianna y rio.

─Eso lo encontrará cuando deje ese miedo al compromiso─ comenta Jules poniéndose de pies.

─ ¡Estoy en acuerdo con ella!─ esa es la otra traicionera

─ ¡No le tengo miedo al compromiso!─ digo a la defensiva, me miran como si estuviera perdiendo mi tiempo hablando.

Bueno para que discutir lo mismo si ahora que lo pienso, es así.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022