Capítulo 6 Déjala ir

Ella rechinó los dientes con ira!

En este momento, Celia realmente odiaba a Hans.

¿Cómo podía decir palabras tan estúpidas tan fácilmente? ¿Qué pensaba él de una mujer?

Hans resopló con frialdad y de repente se levantó, la agarró bruscamente por la muñeca, bajó la cabeza y la besó en la boca.

Sus movimientos suaves hacen que todo el proceso termine de una vez.

Celia se sintió avergonzada y pisoteó con fuerza el pie con ira.

"¡Silbido!"

Con un gemido, la arrojó al suelo. Sintió un dolor agudo en las nalgas. Y había sangre en sus labios, que fue mordida por él.

"Señor. Hans! "

Al ver que la cara de Hans cubierta de neblina y sus cejas estaban muy unidas, un hombre más cercano a él llamó con preocupación. Pero lo ignoró y miró fríamente a Celia, que cayó al suelo con enojo.

Se miraron el uno al otro y la habitación estaba llena de ira.

"¿Quieres morir?"

Después de un rato, dijo con frialdad.

Celia resopló y su miedo fue disipado por la ira. En este momento, estaba avergonzada y enojada. Su mirada cayó directamente hacia él, como si quisiera cortarlo en pedazos.

Ella frunció los labios inconscientemente y trató de limpiar la sangre, pero frunció el ceño debido al leve dolor.

¡Esperaba poder cortarle la boca y dárselo al perro!

"¡Me besaste sin mi permiso!"

Los ojos de Hans cambian ligeramente cuando capta la acción de Celia. Al escuchar eso, Hans entrecerró los ojos con un espíritu maligno de sonrisa en sus labios, emitió un aura fría y fuerte, parecía que él era el demonio Shura. Dijo fríamente, "¿en serio? Está bien, no lo volveré a hacer ".

Se recostó en el sofá, "¡Tom!"

"¡Bueno!"

Tom a su lado asintió respetuosamente y luego les guiñó un ojo a los otros hombres. La expresión de Celia cambió ligeramente, porque no sabía la próxima acción de él.

Al momento siguiente, varios hombres caminaron hacia Nancy y Emily. Los dos abrieron los ojos con horror y miraron a las personas que se acercaban.

"No, señor Hans! "

"¡Celia! Ayuda a Nancy! "

La cara de Celia estaba mortalmente pálida, y el asqueroso sabor de la sangre todavía en sus labios. Ella gritó apresuradamente "¡Déjala ir!"

Le gritó a Hans con rabia en los ojos, mirando la cara fría frente a ella.

El hombre que estaba agarrando a Nancy aflojó su agarre y se volvió para mirar a Tom, que estaba de pie al lado del sofá. Este último miró a Hans y le indicó que se detuviera hasta que Hans levantara un poco la mano.

"¿Estás seguro?"

El dolor de su empeine pareció aliviarse mucho, y un espíritu maligno brilló en sus fríos ojos negros. Era un sueño para una mujer con motivos puros escapar de su control.

Celia resopló y se levantó soportando el dolor. De esta manera, no tuvo que levantar la cabeza para mirar a Hans que estaba sentado en el sofá. Ella se sintió un poco mejor. "¿Que quieres que haga?"

Su tono ya no era cortés o negociador. No fue todo para Nancy y Emily, sino más bien por Joe y Ned.

"¡Quiero toda tu vida!"

Él parpadeó y sonrió fríamente de nuevo.

Una pizca de ira apareció en el rostro de Celia, pero desapareció rápidamente. Ella se calmó rápidamente. Después de dudar por dos segundos, ella dijo fríamente: "También tengo condiciones. Como no soy libre toda mi vida, debe valer más de cincuenta millones. No solo quiero recuperar el certificado de propiedad, sino que también quiero que la empresa reviva y no tenga que declararse en quiebra ".

"¡Huh!"

No pudo evitar reír de nuevo. Miró a esta mujer divertida provocativamente, Celia estaba tan segura de sí misma que activó su capacidad de conquista.

La haría como Nancy en un día. Él rompería su pureza y confianza y destruiría todo su futuro.

"Está bien, ¡no es difícil!"

Al igual que un juego de gato y ratón, no fue interesante tener éxito por una vez. Podía darle esperanza a Ned, y después de un tiempo, sería más significativo darle un fuerte golpe.

"¡Tom, ve e imprime un contrato!"

Retrocedió la vista y ordenó al hombre a su lado.

"¡Bueno!"

El hombre respondió y se fue. Fue a la habitación contigua para imprimir el contrato. En la esquina, Emily y Nancy estaban atónitas y con una expresión complicada en sus rostros. Estaban enojados, celosos, pero un poco aliviados. Si Celia realmente no se preocupara por ellos, definitivamente serían humillados por esos hombres.

Celia se quedó allí en silencio. Sus nalgas seguían siendo dolorosas. Debe ser un hematoma, y sus labios eran dolorosos. Aunque no podía verlo, debe haber marcas de dientes.

Ella ignoró la vista odiosa, bajó deliberadamente los ojos y su corazón se inundó de tristeza. No esperaba que llegaría a este punto después de tanto tiempo y pagaría esas bondades con toda su vida. En el futuro, ya no tenía que soportar la intimidación y la humillación de Emily y Nancy.

Dos minutos más tarde, Tom regresó con un contrato, que tiene elementos detallados.

"Señor. Hans! "

Hans levantó los ojos y miró el contrato que tenía en la mano. Dijo con indiferencia: "¡Celia, firma!"