Capítulo 6 Suíte y un champán

No tenía idea de que lo había hecho sufrir tanto.

"Oliver..." Murmuré su nombre, mi voz se quebró. quería gritar

al que lo amaba, que estaba esperando a su hijo y que yo solo tenía

dejado por el chantaje de Denise, pero no pude. pensar en las consecuencias

que esas revelaciones podrían traer hizo que las palabras se ahogaran en mi

garganta y quise llorar.

"Sé que ya no me amas y no te voy a mentir, me duele.

¿Cómo podía decir eso con tanta convicción?

"No..." susurré, dejando que una lágrima rodara por mi rostro.

Verlo tan incrédulo de esa manera acerca de nuestro amor me destruyó.

"Está bien", murmuró, acariciando mi rostro con su

pulgar y sonaba como si me estuviera perdonando. - Primero

Denise, ahora tú... Estoy empezando a pensar que el problema es mío. Solamente

quiero que sepas que durante todo este tiempo que estuvimos juntos solo te quise a ti

hacerte feliz, Sofía.

"Me hiciste feliz, Oliver. ¡Mucho!

"Sí, pero fracasé, tanto que te enamoraste de otro chico.

"Oliver, Ryan y yo, nosotros..." Traté de explicarle que no había nada malo.

además de la amistad entre Ryan y yo, pero me interrumpió.

"No te preocupes, no me debes más explicaciones. - Dio un

da un paso atrás, metiendo las manos en los bolsillos de los pantalones. - En

En realidad, no quiero saber nada de tu vida amorosa.

"Necesito que me escuches..." dije, reuniendo el coraje para

dile toda la verdad. Eso podría tener graves consecuencias para nosotros.

dos, pero necesitaba hacerlo. -Oliver...

Levantó una mano, interrumpiéndome:

- ¡Por favor venga! Dijo bruscamente, sacudiendo la cabeza.

negativo. "Este tema ya pasó, ha sido doloroso para los dos hablar de eso".

¡a partir de ese! Me disculpa. Sus ojos azules me miraron por última vez antes de

me da la espalda y se va.

"¿Oliver? Lo llamé, pero ni siquiera miró hacia atrás.

Fui tras él, estaba listo para decir toda la verdad, estaba

cansada de ser chantajeada y más que nunca lo necesitaba a él, a su amor,

pero cuando lo alcancé ya se estaba yendo con Elena.

"¡Oliver, tenemos que hablar! Grité, pero ya era demasiado tarde.

No podía oírme.

Sabía que su ira no solo estaba relacionada conmigo, sino con los demás.

en gran parte al hecho de que Denise había aparecido y llevado a Stevan con ella sin

su permiso. Recé para que no hiciera ninguna tontería, Denise no lo hizo.

dudaría antes de hacerse la víctima y hacerle daño. Decidí que tan pronto como

surgió una nueva oportunidad no me lo pensaría dos veces antes de contarle

verdad para él. Se merecía saber que lo amaba, que estaba esperando un hijo.

él y especialmente cómo su ex esposa era un pícaro. lo quería de vuelta

ahora más que nunca y bajo ninguna circunstancia daría marcha atrás. ese juego fue

terminando y esta vez no iba a perder.

CAPITULO 8 - OLIVER

Conocer a Sofía me dejó completamente inquieto.

Durante mucho tiempo yo era quien repartía las cartas y tomaba la situación a mi

por favor, siempre bajo control, pero cuando se trataba de Sofía, no podía

Haz que mi corazón deje de amarte. Esta vez era yo quien estaba siendo

revisado.

Debo ser muy estúpido. Después de todo, debería haber sido fácil.

para que me olvide, lo deje en el pasado, pero no, cada día que pasa

la amaba y la deseaba más, era surrealista.

- Papá, ¿Sofa y tú os reconciliasteis? Preguntó Elena.

inocente, desde el asiento trasero, sentado en el asiento del coche.

"Cariño, eres solo un niño, no debes preocuparte por

ese tipo de cosas -contesté, mirándola.

-La extraño -susurró Elena con tristeza, y me quedé para mí.

silencio. ¿Qué podría decir? Que yo también extrañaba a Sofa, pero que

¿Era imposible que los dos volviéramos a estar juntos porque ella estaba con otro chico?

Estacioné el BMW frente a la casa donde vivía Denise.

"¿Es aquí donde vive mamá?" Elena preguntó con los ojos.

con los ojos muy abiertos Por alguna razón, estar allí la asustó.

"Lo es, querida. ¿Quieres bajar? Me sentí obligado a preguntar.

Por mucho que odiara a Denise, no podía privar a nuestra hija de verla.

"No papá, solo quiero irme a casa", dijo con lágrimas en los ojos.

ojos. '¿Podemos ir a casa?' - Ella estaba llorando.

Me desabroché el cinturón de seguridad y salí del auto, abrí la puerta trasera y la calmé.

"Oye, está bien, no tienes que bajar.

"¡Quiero ir, papá! - Ella gritó. ¿De qué tenías tanto miedo?

"Nos vamos, hija. Acaricié tu rostro. - Solo voy a buscar el

Esteban, ¿cómo estás? Ella asintió, pareciendo obtener más

tranquilo. - Yo ya vuelvo. Le di un beso en la frente. Después de asegurarse de que ella

estaría bien, caminé hacia la puerta. Llamé y momentos después se abrió.

"¿Oliver? Denise me miró sorprendida. - Qué estás haciendo

¿aqui?

- Vine a buscar a mi hijo, ¿dónde está? respondí, entrando en el

habitación sin permiso. Pronto vi a Estevan sentado en el suelo, montado en una

rompecabezas. -¿Estevan? Llamé y él me miró, asustado.

- ¿Papá? Se levantó rápidamente. "Puedo explicarte, mamá...

"Empaca tus cosas, vine a buscarte," dije seriamente.

"Pero papá, los dos éramos..." trató de discutir, pero no lo hice.

interrumpido.

- ¡Sin peros! ¡Ve a buscar tus cosas, ahora! - dijo con autoridad, e incluso

frunciendo el ceño, salió de la habitación, dejándome a solas con su madre.

¿Qué te pasa, Oliver? Denise me miró, indignada.

"¡No te hagas la víctima! dije bruscamente. "No sé lo que tú

te propones con todo esto, pero sea lo que sea no lo vas a lograr

¡Quítame a mis hijos! ¿Cuál fue la idea de presentarse en la escuela y buscar el

Estevan sin mi permiso?

"No te desobedecí, Oliver. Hasta porque ese día te fue bien

claro cuando dijo que no me quería cerca de nuestros hijos - Denise

respondió con la cabeza gacha.

- ¿Ah no? Entonces, ¿cómo me explicas esto?

- Era Estevan, me llamó.

- ¿Qué? ¿Pero por qué? pregunté con incredulidad.

"Él no me quiso decir, solo dijo que quería pasar la noche aquí en

casa. Iba a llamarte para decirte que estaba aquí, pero pensé que aún

Estaba en el trabajo, lo siento.

Apenas podía escuchar a Denise, estaba preocupado por las razones

hizo que mi hijo quisiera pasar el día afuera. estaba distraído cuando

Denise tocó mi pecho.

― Oli, no sé qué pasa, pero Estevan parece muy

molesto contigo, deberías hablar.

"Lo haré", respondí, quitando su mano de mi pecho.

Estevan apareció en la habitación con su mochila escolar a la espalda. se puso serio

para mí y luego le dio un fuerte abrazo a Denise, quien le devolvió el mismo

molde.

"Sé amable con tu padre, él solo quiere lo mejor para ti", susurró.

para el.

- Adiós madre. Estevan la miró por última vez y luego salió de la habitación.

casa, yendo al coche.

"No seas así, está entrando en la adolescencia, estas cosas son

normales en esta etapa. Denise se me acercó con los brazos cruzados.

"¿Qué sabes sobre esto? Apenas los conoces.

"Sé que me equivoqué cuando me alejé y te dejé a ti y a nuestros hijos

espalda. Oliver, lamento amargamente esto, ya que sé que ahora es demasiado tarde.

demasiado para volver. Se detuvo frente a mí. yo estaba usando un vestido

azul oscuro, pegado a su cuerpo, su cabello rubio estaba suelto y, a pesar de

de los años que habían pasado, físicamente seguía siendo la misma. - Tienes razón,

No conozco a nuestros hijos", dijo con nostalgia. - Pero te conozco

Oliver, y sé que a esa edad eras como Estevan. - Ella sonrió,

tocando mi cara. Quería alejarme, pero no lo hice. Denise se acerco a su rostro

mía, mirando mis labios seductoramente. "Perdóname, Oliver", ella

murmuró, sus ojos verdes mirándome intensamente.

Puso su cuerpo sobre el mío de manera sexy y luego comenzó a besar

Mi cuello.

"Todavía te amo, Oli", susurró, mordiendo el lóbulo de mi

oído, mientras sus manos recorrían mi pecho. - Vamos a la mia

¿habitación? Los niños pueden esperar un rato", dijo extasiada, mordiendo

mi labio inferior.

"¿Desde cuándo sabes lo que es el amor, Denise? - La empujé lejos de

me. "Lo siento, pero esos juegos de seducción ya no funcionan conmigo.

Ella me miró en estado de shock, tal vez incluso sorprendida por el autocontrol que tenía.

Podría ejercitarme solo. "Estás perdiendo el tiempo conmigo"

dijo ella, antes de darle la espalda y regresar al auto.